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Παρασκευή 2 Μαΐου 2014

YÉRONTAS ATANASIO MITILINEOS (1927-2006) Las Bienaventuranzas de Cristo Dios de la homilía en la Montaña Contenidos

ΓΕΡΟΝΤΑΣ ΑΘΑΝΑΣΙΟΣ ΜΥΤΙΛΗΝΑΙΟΣ (1927-2006)
YÉRONTAS ATANASIO MITILINEOS (1927-2006)
Las Bienaventuranzas de Cristo Dios de la homilía en la Montaña
Contenidos
PREÁMBULO, LAS BIENAVENTURANZAS E INTRODUCCIÓN
1ª Bienaventuranza: pobreza espiritual y humildad
2ª Bienaventuranza de la Montaña: el luto según Dios
3ª Bienaventuranza de la Montaña: apacibilidad y serenidad
4ª Bienaventuranza de la Montaña: La justicia
5ª Bienaventuranza de la Montaña: La misericordia
6ª Bienaventuranza de la Montaña: catarsis y pureza del corazón
7ª Bienaventuranza de la Montaña: la paz
8ª Bienaventuranza: perseguidos por justos cristianos
9ª Bienaventuranza: martirio y confesión
Preámbulo
Con la ayuda y la jaris (gracia, energía increada) de nuestro Santo Dios Trinitario, la hermandad de nuestro santo Monasterio ofrece al laós-pueblo de Dios estas diez homilías-clases catequéticas de nuestro bienaventurado Yérontas Atanasio, que se refieren a las bienaventuranzas de nuestro Señor.
El apóstol Pablo haciendo una descripción profética de la profunda crisis ética que caerían los hombres en los ésjatos-últimos tiempos, escribe a su discípulo Timoteo lo siguiente: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversos vicios. Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe. Mas no irán más adelante; porque su insensatez será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquéllos. Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para objetar, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Tim 3).
Todos estos atributos distinguen hoy los hombres de nuestra época, y son manifestaciones de sus comportamientos que consisten en el fenómeno de la “apostasía”-transfuguismo (2Tes 2,3) que constituye una señal de los ésjatos-postreros tiempos.
Nuestros cristianos se alejan de la fe ortodoxa y la moral evangélica. Aceptan y cultivan otro modo de pensamiento y vida que forman el hombre de la Nueva Era-New Age, que continuamente se aleja de la verdad y se prepara para aceptar y recibir al “otro” (Jn 2,3), al “hombre del pecado”, “al hijo de la perdición” (2Tes 2,3-4), al Anticristo; y así se confirman las profecías del Apóstol Pablo.
Los verdaderos obreros del Evangelio deben estar en alerta y vigilancia, apoyando y catequizando al pueblo de Dios en la verdadera piedad. Recordando continuamente que verdadero, cierto y eterno criterio de los conceptos, los logos y las praxis de nosotros los Cristianos ortodoxos no debe ser otro que la eterna y santa voluntad de nuestro Dios Padre, tal y como nos ha enseñado el Cristo en la oración sacerdotal.
Nuestro bienaventurado Yérontas Atanasio con estas homilías, nos señala que las bienaventuranzas de Cristo, que constituyen el preámbulo de Su homilía en la Montaña, tiene como objetivo en proyectar el carácter idóneo que debe adquirir el Cristiano ortodoxo para convertirse a semejanza de Dios. Por eso es necesario que resistamos a la fuerte corriente corrupta y degenerativa sobre espiritualidad y ética.
Nuestra hermandad agradece las “Ediciones Kipseli” que se han ocupado para la disposición de este libro. También agradece todos aquellos que han colaborado a esta edición. La oferta de ellos que sea por la doxa=gloria del Dios Trinitario.
Mayo 2013 La hermandad del Monasterio.

LAS BIENAVENTURANZAS DE CRISTO DIOS
(Con cursiva es del Helénico actual, y no cursiva del clásico original. Para mí, el traductor, en toda mi vida no he encontrado mejor definición sobre la felicidad que las bienaventuranzas del Señor.)
1 Viendo la multitud subió a la montaña, se sentó y se le acercaron sus discípulos, 2 y se puso a enseñarles, diciendo:
3 Bienaventurados y felices serán los pobres del espíritu porque de ellos es y será la realeza increada de los cielos; (bienaventurados y felices son y serán aquellos que están pobres de males y pecados en el espíritu de su corazón de la psique e humildemente sienten su pobreza espiritual y su dependencia integra de Dios, porque de ellos es y será la realeza increada de los cielos).
4 Bienaventurados y felices los que están en luto, afligidos por sus pecados y del mal que domina el mundo, porque ellos serán consolados por Dios.
5 Bienaventurados y felices los apacibles, afables porque ellos heredarán la tierra; (Bienaventurados y felices los que dominan su ira, porque ellos recibirán como herencia de Dios la tierra prometida y desde esta vida disfrutarán los bienes de la herencia de la realeza increada celeste).
6 Bienaventurados y felices los hambrientos y sedientos de justicia, porque ellos serán saciados (Dichosos los que anhelan como hambrientos y sedientos la justicia, porque de ellos serán satisfechos plenamente sus deseos de justicia);
7 Bienaventurados y felices los misericordiosos y caritativos, más los que se compadecen con las desgracias del prójimo, porque ellos alcanzarán la misericordia increada de Dios el día del juicio;
8 Bienaventurados los sanados, puros y limpios del corazón, o los que han hecho la catarsis, la sanación y limpieza de su corazón de cada mancha del pecado, porque ellos contemplarán y verán a Dios;
9 Bienaventurados y felices los pacificadores o los que hacen obra de paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios; (Dichosos los que a su interior por su santificación tienen la paz y la transmiten también a los demás, pacificándolos entre sí y con Dios, porque ellos serán reconocidos y proclamados en el mundo celeste hijos de Dios).
10 Bienaventurados y felices seréis los perseguidos por ser justos, virtuosos y perfectos cristianos, porque de ellos es y será la realeza increada de los cielos.
11 Bienaventurados y felices seréis los que os habéis convertido en mis discípulos cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros todo tipo de calumnias y mentiras por causa mía.
12 Alegraos y deleitaos porque vuestra recompensa en los cielos será grande e incalculable. Porque también persiguieron a los profetas que ha mandado Dios antes que vosotros.
Introducción
Queridos amigos míos, si quisiéramos ser hombres completos espiritualmente, tal y como nos quiere el Cristo Dios, deberíamos estar estudiando y viviendo la “homilía de nuestro Señor en la Montaña” y sobre todo las nueve bienaventuranzas, que creo que son conocidas a todos. Además, aquí tenemos también el Legislador, que es el modelo y ejemplo perfecto, el Jesús Cristo. Y como el Señor se hizo hombre perfecto, esto significa que el hombre también tiene la capacidad y habilidad de hacer praxis todo lo que Aquel dijo.
La “homilía en la montaña”, pues, es la ley perfecta, humanamente realizable. Uno no puede decir que esta ley es una exposición sobrehumana de parte del legislador, y que es sobrehumana e irrealizable en la aplicación. No; es una ley factible y también “psicoterapéutica”, sanadora y salvadora.
Cuando el Cristo completó las bienaventuranzas que están contenidas en Su “Homilía en la montaña”, dijo:Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto” (Mt 5,48). ¡Esto que se ve muy lejano, a pesar de eso, es verdad, es decir, es posible lograr la perfección! Lo dice el Señor: ¡Que os hagáis perfectos como vuestro Padre de los cielos es perfecto! Pero esto indica también cuánto lejos estamos de la realidad de vivir el Evangelio.
Con esta ley Suya, el Señor nos da la capacidad y posibilidad de llegar el “como semejanza”, que después de nuestra caída del Paraíso no hemos podido hacerlo praxis.
El Dios nos hizo “a Su imagen”. Por supuesto que esto está fuera de nuestra voluntad, y es la existencia que se llama hombre o humano. Pero lo de “a Su semejanza”, nos lo ha dado como capacidad para poder llegar al como imagen y poder realizarlo. Pero esto no lo hicimos. Así viene el Señor a ayudarnos realizar esto el “como semejanza”.
Este logos Suyo, el Señor lo pronunció en una meseta o montaña baja, por eso la hemos dado el nombre de “Homilía en la montaña”.
En el Evangelio de Mateo la “Homilía en la Montaña” se extiende en tres capítulos; empieza con las conocidas en nosotros como nueve bienaventuranzas. Se llaman μακαρισμοί (macarismí) bienaventuranzas porque en cada frase la palabra μακάριος (macarios) es aquel que es considerado como bienaventurado, feliz y dichoso. Por eso si se confirman estas nueve frases que el Señor nos dijo, constituyen al hombre μακάριο (makario), es decir, bienaventurado, dichoso y feliz.
La bienaventuranza corresponde al anhelo más profundo de la felicidad real. El hombre fue creado para ser feliz; pero ha perdido esta habilidad a causa de su pecado. El Cristo Dios pues, viene a restablecer esta felicidad.
Domingo 19 Noviembre 1995, Yérontas Atanasio Mitilineos.

San Juan de Crostanda: las Bienaventuranzas
Introducción: «El camino que nos conducirá a verdadera felicidad lo encontraremos en las nueve bienaventuranzas-mandamientos primeros que ha dado el Señor en Su homilía en la Montaña ante Sus discípulos y todo Su pueblo que Le había seguido. Las bienaventuranzas se psalmodean diariamente en la Divina Liturgia, durante la pequeña entrada, cuando la Bella Puerta se abre por primera vez. Más abajo desarrollamos las bienaventuranzas, para entenderlas mejor. De momento quedaos con esto: 1) Hemos sido creados de Dios para la vida eterna y para disfrutar la eterna bienaventuranza, felicidad y dicha. 2) A causa de nuestro pecado hemos perdido nuestra bienaventuranza, fuimos expulsados del Paraíso y a partir de allí nos han acompañado males por los que el Señor nos ha avisado: nos hemos convertido en corruptibles, fuimos condenados al cansancio y la fatiga, tener aflicciones, penas y tristezas, y finalmente morirnos. 3) Ahora estamos deambulando en nuestro exilio, buscando la bienaventuranza, felicidad que hemos perdido y la verdadera patria de la que hemos sido exiliados. 4) Nuestro Padre Celeste nos vuelve a regalar nuestra verdadera patria, felicidad y bienaventuranza por gracia a Su Hijo, el Señor Jesús Cristo con la condición que tengamos fe firme en Él, mas aplicar y cumplir Sus mandamientos.
El camino para la apocatástasis (restablecimiento) del hombre caído y el regreso a la antigua bienaventuranza, felicidad y dicha, es: Su encarnación, Su convivencia con los hombres, Su enseñanza divina y Sus milagros, Sus pazos-pasiones, Su muerte por la Cruz y Su resurrección de los “muertos”. El retorno a la antigua bienaventuranza consiste en que el hombre cumpla Sus mandamientos, vivirlos, participar en los Misterios, obedecer a los didáscalos, santos maestros y sacerdotes de la Iglesia. No hay otro camino que conduce a la bienaventuranza, felicidad y dicha, tal y como la ha manifestado el mismo Cristo Dios:YoSoY el camino, la verdad y la vida; nadie puede venir al Padre sino es por mí” (Jn 14,6).YoSoY la puerta; el que por mí entrare, se sanará y será salvo” (Jn 10,9)».
© Monasterio Komnineon de “Dormición de la Zeotocos” y “san Demetrio” 40007 Stomion, Larisa, Fax y Tel: 0030. 24950.91220
Traducido por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com (en español)



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