ΟΣΙΟΥ ΝΙΚΟΔΗΜΟΥ
ΤΟΥ ΑΓΙΟΡΕΙΤΟΥ
ΑΟΡΑΤΟΣ ΠΟΛΕΜΟΣ
La guerra invisible,
san Nicodemo el Aghiorita
PRIMERA PARTE
Capítulo 26: El
soldado de Cristo debe evitar con toda su fuerza las perturbaciones y
molestias, si quiere luchar bien contra sus enemigos.
Capítulo 27: Qué
debemos hacer cuando estamos heridos.
Capítulo 26
El soldado de Cristo debe evitar con
toda su fuerza las perturbaciones y molestias, si quiere luchar bien
contra sus enemigos.
Así como cada cristiano, cuando pierde
la paz de su corazón tiene una inevitable obligación hacer lo que
sea y pueda para volver adquirirla y de nuevo debe conocer que ningún
acontecimiento que ocurre en el mundo, si le sucede a él, no es
correcto ni sensato que le prive y perturbe esta paz similar.
Efectivamente, debemos entristecernos por nuestros pecados, pero con
un dolor y sufrimiento pacífico de la manera que antes os he
mostrado en muchos puntos; así, sin molestias al corazón y la
disposición con la agapi (amor desinteresado) piadosa del
corazón, compadecer cualquier otro pecador y llorar menos
interiormente; es decir, que tengamos luto y pena por sus pecados.