ΟΣΙΟΥ ΝΙΚΟΔΗΜΟΥ
ΤΟΥ ΑΓΙΟΡΕΙΤΟΥ
ΑΟΡΑΤΟΣ ΠΟΛΕΜΟΣ
La guerra invisible,
san Nicodemo el Aghiorita
SEGUNDA PARTE
Capítulo B. 25 Las tentaciones se
han dado de Dios para nuestro beneficio.
Y generalmente, para que entendamos que
todas las tentaciones nos fueron dadas de Dios para nuestro propio
beneficio (118), debemos pensar que el
hombre a causa de la mala inclinación de su naturaleza corrupta es
orgulloso, ambicioso y vanaglorioso, se
cree extremadamente sabio y defensor empedernido de su propia
opinión, siempre quiere que los demás le tengan en cuenta más de
lo que en realidad es. Pero esta reputación es tan peligrosa para el
progreso espiritual, de modo que sólo el olor de ella sea bastante
para impedir al hombre llegar a la verdadera perfección.