ΚΑΤΑ
ΙΩΑΝΝΗΝ
ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
El
Evangelio de San Juan
Capítulo
16
(En
letra normal traducción más literal del texto original en griego
clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el
sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas,
teólogo y catedrático, cualquier error por favor avisarnos).
1-15
Testimonio y obra del Paráclitos. 16-19 La última despedida. 20-33
La tristeza se convertirá en alegría.
1 Estas
cosas os he hablado para que no os escandalicéis.
1.
Os he dicho estas cosas para que no os escandalicéis y deprimáis a
causa del odio que muestra el mundo contra mí, debilitando vuestra
fe hacia mí.
2
Os expulsarán de las sinagogas como heréticos; más aún, se acerca
la hora en que cualquiera que os mate, pensará que con ello rinde
culto y servicio a Dios.
3
Os harán esto porque, a causa de su ceguera y su corazón duro sin
metania, no han conocido al Padre ni a mí.
4 Pero
estas cosas os he dicho para que cuando llegue la hora, os acordéis
de que ya os las había dicho; pero esto no os lo dije al principio
porque estaba con vosotros.
4.
Pero estas cosas os he dicho para que cuando llegue su hora, os
acordéis de estas, de que yo os las había anunciado, así cuando os
persigan, estaréis fortalecidos en paciencia para sufrirlas,
permaneciendo estables e imperturbables en vuestra fe. Pero esto no
os lo dije al principio porque estaba con vosotros.
5
Ahora voy al que me envió y como estáis tristes por la
separación y las persecuciones que os he anunciado, ninguno me
pregunta: ¿A dónde vas?
6
Antes, porque os he dicho estas cosas, vuestro corazón se ha llenado
de tristeza, de modo que no podéis estar atentos a mis promesas
gratificantes y salvadoras.
7 Pero yo
os digo la verdad, os conviene que yo me vaya. Porque si no me voy,
el Paráclitos, Consolador no vendrá a vosotros, pero si me voy, os
lo enviaré.
7.
Pero yo os digo la verdad, os conviene que yo me vaya, porque si no
muero en la cruz y no me voy, el Paráclitos no vendrá a vosotros.
Pero si ofrezco mi redentor sacrificio de expiación sobre la cruz y
me voy de este mundo hacia mi Padre, os enviaré el Paráclitos.
8
Y cuando él venga, examinará al mundo en lo referente de pecado, de
justicia y de juicio, más la condena del diablo.
9 El
pecado consiste en que no creen en mí.
9.
De pecado, condenará a los hombres del mundo que consiste en que, a
pesar de que han visto y escuchado tantas cosas sobrenaturales sobre
mí, no creen en mí;
10 En lo
referente a la justicia, porque me voy al Padre y ya no me veréis
más.
10.
De justicia, por todo que han decidido e hicieron contra mí los
crucificadores, tratándome como un criminal, el Paráclitos
atribuirá justicia y demostrará que soy justo y me voy hacia al
Padre, porque he cumplido plenamente su voluntad y vosotros ya no me
veréis más con los ojos físicos.
11 y de
juicio, en que el príncipe del mal del mundo ha sido ya juzgado y
condenado para siempre.
11.
Y a lo referente a la condena o al juicio, el Paráclitos demostrará
que el príncipe del mal de este mundo, es decir, el satanás, ya
está juzgado y condenado y ha perdido para siempre su poder sobre la
humanidad.
12
Todavía tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis
comprender, retener y sobrellevar, a causa de vuestra
imperfección.
13
Pero cuando venga Aquel, el Espíritu de la verdad, os guiará a toda
la verdad. Porque no os hablará por su cuenta, sino que os hablará
lo que ha oído del Padre y os anunciará las cosas que habrán de
ocurrir en mi Iglesia.
14
Aquel me glorificará, porque tomará de mi infinita riqueza y os lo
revelará.
15
Todo lo que el Padre tiene es mío; por eso os he dicho que el
Paráclitos tomará de lo mío, es decir, de mí sabiduría y
conocimiento que son también del Padre y os lo revelará.
16 Aún
poco tiempo y ya no me veréis más con vuestros ojos y dentro de
otro poco (después de mi resurrección) me veréis, contemplaréis
(espiritualmente en Espíritu Santo), porque yo me voy a mi Padre.
16.
Todavía un poco ya no me veréis, y todavía otro poco y me veréis,
es decir, inmediatamente después de mi resurrección, en Espíritu
Santo me estaréis contemplando espiritualmente con los ojos de
vuestra psique y me estaréis sintiendo en vuestro interior, porque
yo me voy al Padre, al cual yo rogaré que os envíe el Paráclitos o
Espíritu Santo.
17
Entonces algunos de sus discípulos se preguntaban: ¿Qué quiere
decir ese “poco y no me veréis y dentro de otro poco, me veréis,
y que yo me voy al Padre”?
18
Decían pues: ¿qué quiere decir ese “poco”, no lo entendemos?
19
Jesús por su conocimiento sobrenatural se dio cuenta que querían
preguntarle y se adelantó diciéndoles: «Andáis averiguando y
discutiendo unos con otros sobre lo que os dije: ese poco y no me
veréis y dentro de otro poco, me veréis.
20
En verdad de verdad os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis
por mi muerte y el mundo, el alejado de Dios se alegrará, pero
vuestra pena y tristeza se convertirá en alegría y gozo.
21
La mujer cuando va a dar a luz, se siente angustiada y tiene dolor,
porque ha llegado su hora; pero cuando ya ha dado a luz al niño, no
se acuerda más de la angustia y del dolor, por la alegría y el gozo
que haya nacido un hombre en el mundo.
22
Así también vosotros estáis ahora tristes, pero yo os veré otra
vez, después de mi resurrección, entonces vuestro corazón
se colmará de gozo y alegría, y este gozo y alegría será
permanente y nadie os la puede quitar.
23 En
aquel día no me preguntaréis nada; de verdad en verdad os digo que
todo lo que pidan en mi nombre al Padre os lo concederá.
23.
En aquel día que bajará el Espíritu Santo en vosotros, no me
preguntaréis nada, porque estaréis iluminados por Él. Amín, amín,
en verdad de verdad os digo y aseguro que todo lo que pidan, por la
oración en mi nombre, al Padre, os lo dará.
24
Hasta ahora no habéis pedido nada implorando en mi nombre. A partir
de ahora pedid continuamente y recibiréis, para que vuestra alegría
y gozo sean completos, y lo estaréis comprobando por el hecho que
el Padre estará escuchando vuestras oraciones.
25 Estas
cosas os he hablado en parábolas y proverbios. Pero llega la hora
que no os hablaré en alegorías, sino que os estaré hablando e
informando cierto y claro sobre el Padre, que por la iluminación
del Espíritu Santo las entenderéis totalmente.
25.
Estas cosas os he hablado en parábolas y proverbios. Pero llega la
hora que no os hablaré en parábolas, sino mediante la iluminación
que tendréis por el Espíritu Santo, os estaré informando cierto y
claro sobre el Dios, como Padre mío y vuestro.
26
En aquel tiempo pediréis por la oración implorando en mi nombre. Y
causa de la relación inmediata que tendréis con el Padre, yo ya
no os voy a decir que rogaré al Padre por vosotros,
27
y esto porque el Padre mismo os ama, ya que vosotros me habéis amado
a mí, y habéis creído que yo nací de Dios y he sido enviado por
Él al mundo.
28 Salí
del Padre, y he venido al mundo; de nuevo dejo el mundo y voy al
Padre.
28.
Salí del Padre, como hijo unigénito y vine al mundo, por mi
encarnación; de nuevo, por mi muerte, dejo el mundo y por mi
ascensión yo voy al Padre y como hombre recibo la doxa infinita
(gloria, luz increada) que también como Dios la tengo
perpetuamente.»
29
Sus discípulos dijeron: Ahora sí que hablas claro, y no en
parábolas.
30
Ahora sabemos que lo conoces todo y no necesitas que nadie te
pregunte; por este conocimiento sobrenatural, creemos que has
salido de Dios.
31
Jesús les respondió: «Ahora creéis, pero vuestra fe aún no es
fuerte, permanente e imperturbable.
32
Mirad que llega la hora –y ya ha llegado- en que os dispersaréis
cada uno por vuestro lado y me dejaréis solo; pero yo no estoy solo,
pues el Padre está conmigo.
33 Os he
dicho estas cosas, para que tengáis paz en mí; en el mundo tendréis
tribulaciones; pero confiad y tened ánimo, yo he vencido al mundo.
33.
Os he dicho estas cosas para que tengáis paz en mí, mediante la
comunión y unión conmigo. Puesto que estáis en el mundo tendréis
tristezas, tribulaciones; pero tened ánimo y confiad en mí, yo he
vencido al mundo y con esta victoria he asegurado también vuestra
victoria y la doxa (gloria, luz increada) para vosotros.»
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