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Πέμπτη 15 Αυγούστου 2013

ΠΑΝΑΓΙΑ PANAYÍA

 ΠΑΝΑΓΙΑ PANAYÍA
PADRE GEORGIOS KAPSANIS KATHIGUMENOS DEL MONASTERIO SAN GREGORIO DE LA SANTA MONTAÑA ATHOS
Θεοτόκος Zeotocos la que alumbró (parió), dio a luz a Dios. El término Zeotocos atribuye con exactitud la forma que la Panayía (Todasanta) Virgen María co-energizó y cooperó al Misterio de la encarnación de Dios Logos. El Jesús Cristo, que nació de la Panayía Virgen, es el Hijo y Logos de Dios (o sea el verdadero Dios) que se hizo hombre para nuestra sanación y salvación y no un teóforo (portador de Dios) o deificado hombre.
San Juan el Damasceno dice: “Verdaderamente y justamente la llamamos Zeotocos a la Santa María, porque este nombre constituye todo el Misterio de la economía. Y San Gregorio el Teólogo: “Si alguien no confiesa Zeotocos, la Santa Virgen, está sin deidad”.
El término Zeotocos fue reconocido oficialmente en el 3ª Sínodo en Efeso. Según San Gregorio Palamás la Zeotocos María contiene “es la primera después de la Santa Trinidad” y es “la frontera, el límite entre lo creado e increado”. Este gran honor se debe a que se hizo digna ella sola en todos los siglos hacerse Madre de Dios.


Homilía en la festividad del nacimiento de la Santa Madre María,
(Septiembre 2003, en el comedor del Monasterio)
Oímos hoy los santos psalmos que se psalmodiaron. El nacimiento de la Παναγία Panayía Todasanta, es un asunto de alegría universal y por supuesto para los criterios del mundo que está alejado de Dios esto es incomprensible. Pero para nosotros que por la Χάρις Jaris (gracia energía increada) de Dios creemos en el Dios Trinitario y en el Logos de Dios hecho hombre “encarnado”, es muy fácil de comprender realmente que el nacimiento de nuestra Παναγία Panayía es y debe ser un asunto sublime de alegría universal, sobre todo para la Iglesia. De matriz estéril, de mujer mayor estéril nació la Señora Θεοτόκος Zeotokos. ¡Milagro! no podía en esta edad una mujer parir una hija. La economía de Dios resolvió la esterilidad de Santa Ana, pero todavía más, solucionó la esterilidad de la fisis (natura) humana. Porque la fisis humana después de su separación de Dios se convirtió en estéril espiritualmente, los hombres tenían hijos pero no podían dar a luz a Dios en su interior. Por eso la fisis humana estaba estéril. Se debía pues resolver la esterilidad humana. Que se encontrara por fin, una existencia, una psique-alma, una mujer que pudiese dar a luz a Dios, así se resolvería la esterilidad de la fisis humana, para que pueda la naturaleza humana convertirse en Θεοτόκος Zeotokos. Esto se hizo a través de la Señora Zeotocos, nuestra Παναγία Panayía, la que nació de madre estéril, para resolver no sólo la esterilidad de su madre sino también la de la naturaleza humana. Mirad que mega (magno) milagro, la naturaleza humana por la Zeotocos hizo nacer a Dios. Es lo único nuevo bajo el sol, no hay otro misterio en el mundo, sin precedentes, irrepetible y único. Milagro de milagros es el que se hizo por la Zeotocos, el nacimiento de Dios por la Ella. Tal y como psalmodea nuestra Iglesia, el vientre de la Santa Zeotocos se convirtió en laboratorio de la inefable unión de las dos fisis-natura, estas dos naturalezas la divina y humana se unieron dentro del vientre de la Santa Zeotocos y así esta humilde hija de Nazaret María, dio a luz a Dios. ¿Qué seríamos si no hubiera nacido el Dios? ¿Qué seríamos si no existiera nuestra Panayía que tenga la capacidad, el poder y la santidad, la Jaris increada que sólo ella tuvo entre todas las generaciones, para poder traer a Dios al mundo. Y ahora, una vez que se resolvió la esterilidad de la fisis humana por la Zeotocos, puede cada hombre que cree en Cristo no quedarse estéril espiritualmente, sino que por Cristo convertirse él también fértil, fecundo, para que vaya naciendo el Dios en su interior, es decir, que sea Cristotocos. Hacer nacer de alguna manera en su interior a Cristo y que esté unido con Él y que este sea el destino y finalidad de cada hombre. Nuestra Panayía nos abrió el camino para que nos convirtamos fértiles en Cristo. Tanto si tenemos hijos carnales como si no, si somos monjes o cósmicos-mundanos, porque en el mundo no es mundano el cristiano que está en él, si es hombre de Dios, sino aquellos que tienen el espíritu mundano. Porque los cristianos que viven en el mundo son Cristoforos (portadores de la luz de Cristo). Entonces aquí vemos la responsabilidad que tenemos todos nosotros, cómo podremos cada minuto de nuestra vida engendrar a Cristo en nuestro interior. Y en esto la Panayía la primera que parió a Cristo nos ayuda a que seamos Cristoforos. Si nosotros no hacemos esto somos también estériles como Santa Ana antes del nacimiento de la Panayía. Sufrían Santa Ana y San Joaquín, tenían dolor porque no podían tener hijos, como cada matrimonio piadoso Israelita que no tenía hijos, sufría porque esperaban por si acaso de algún hijo suyo saliera el Mesías. No esperaban simplemente que el descendiente fuese un pariente del Mesías, sino el mismo Mesías, el mismo Dios. Así pues nuestra Santa Madre de Dios abre nuestro camino, nos ayuda con sus oraciones y con su participación que tiene de Dios, mientras nosotros con fe y devoción la imploramos para que podamos ser capaces y dignos de engendrar-parir en nosotros a Cristo. Y esto lo hacían todos los Santos de nuestra Fe y primero los Santos Apóstoles que eran fértiles, parían a Cristo en su interior y lo engendraban también a los hombres. Basta que recordemos cuantas veces el Gran Apóstol de las Naciones, el iluminador de los Elenos y de todo el mundo, Pablo, habla de la residencia de Cristo en su interior, de forma que dice: “ya no vivo yo en mi interior, sino Cristo” (Gal 2,20). Así es cada hombre creyente, luchando siente que Cristo habita en su interior y no vive una vida antrópina (humana) sino Zeantrópina (Divino-humana) teniendo a Cristo en su corazón. Rogamos a nuestra Panayía, nos alumbre a todos cada día a resolver nuestra esterilidad espiritual y que nos convirtamos fértiles en Cristo. Particularmente aquí en la Santa Montaña Athos el jardín de la Panayía sentimos siempre mucha alegría cuando festejamos Sus Santas fiestas. Porque sabemos todos que la Panayía es la Madre de todos los Cristianos y de la Iglesia. Es la Madre también aquí de nosotros humildes e inmerecidos monjes que con su protección, bendición, invitación e iluminación vivimos y existimos en la Santa Montaña, porque si no existiera la Panayía la Santa Montaña no existiría ni nosotros estaríamos aquí, por eso agradecemos siempre la Panayía. Nos ha traído aquí en su Jardín, por esta causa le rogamos, también que nos haga dignos de complacerla, no amargarla ni con el más mínimo pecado si es posible y que estemos siempre en su cariño maternal, reposo (espiritual), bendición y Jaris (gracia, energía increada).. Deseamos a todos abundante iluminación del Santísimo Espíritu por la mediación y protección de la Señora ΘΕΟΤΟΚΟΣ-ZEOTOKOS! Amén.
Traducido por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com (en español)

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