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Κυριακή 28 Δεκεμβρίου 2014

El Evangelio de San Juan Capítulo 21

ΚΑΤΑ ΙΩΑΝΝΗΝ ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
El Evangelio de San Juan
Capítulo 21
(En letra normal traducción más literal del texto original en griego clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas, teólogo y catedrático, cualquier error por favor avisarnos).

1-3 Los discípulos otra vez a la pesca. 4-14 La aparición del Señor en la ribera del lago Tiberiades. 15-16 El restablecimiento de Pedro. 20-25 Logos sobre Juan.
1 Después de esto Jesús se apareció de nuevo a los discípulos en el mar de Tiberiades; y se manifestó de esta manera:
2 Estaban juntos Simón Pedro y Tomás, el llamado Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.
3 Les dijo Simón Pedro: “Voy a pescar”. Le contestaron: “Nosotros también vamos contigo”. Salieron y subieron a la barca. Pero aquella noche no pescaron nada.
4 Al amanecer, estaba Jesús en la playa; pero los discípulos no se dieron cuenta de que era Jesús.

5 Les dijo Jesús: «Muchachos ¿tenéis algún pescado para comer?» Le respondieron: No.
6 Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.
7 Entonces aquel discípulo (Juan) a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro cuando escuchó que el que estaba parado allí era el Señor, se ciño la túnica, porque al estar pescando se había despojado de ella y se lanzó al mar, para llegar lo antes posible al Señor.
8 Y los otros discípulos vinieron con la barca, ya que no estaban lejos de la tierra, a unos doscientos codos, arrastrando la red con los peces.
9 Al saltar en la tierra, vieron encendidas brasas y un pez encima de ellas, y a lado pan.
10 Les dijo Jesús: «Traed de los peces que acabáis de pescar.»
11 Subió Simón Pedro y sacó a tierra la red, llena de 153 ciento cincuenta y tres peces grandes. Y aún siendo tantos peces y grandes, la red no se rompió.
12 Les dijo Jesús: «Venid y comed.» Y ninguno se atrevía a preguntarle: ¿Tú quién eres? Conociendo muy bien que era el Señor.
13 Entonces Jesús se acercó, tomó el pan y les dio; y asimismo el pescado.
14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.
15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Jonás ¿me amas más que éstos?, tal como has sostenido aquella noche de mi detención» Le respondió: Sí Señor, tú conoces que te amo. Le dijo: «Apacienta mis corderos lógicos de mi rebaño espiritual»
16 Por segunda vez le dijo: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?». Le dice Pedro: Sí Señor, tú conoces que te amo. Entonces le dice: «Pastorea mis ovejas lógicas»
17 Por tercera vez le dijo: «Simón, hijo de Jonás ¿me amas?» Pedro se entristeció porque tres veces le dijo Jesús, “¿me quieres? Porque creyó que Jesús dudaba de su agapi-amor y Pedro respondió: Sí Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: «Pastorea mis ovejas lógicas. (Puesto que con esta triple afirmación, borró totalmente su triple negación y le restableció al axioma apostólico.)»
18 Amín, Amín, de verdad en verdad te digo que: «Cuando eras joven, tú mismo te ceñías la túnica con el cinturón e ibas por donde querías. Pero cuando seas viejo, extenderás tus manos, y otro te ceñirá, y te sujetará la túnica, y te llevará allí a donde no quieras.»
19 Esto lo dijo el Señor indicando con qué muerte Pedro iba a glorificar a Dios; dicho esto, añadió: «Sígueme.»
20 Volviéndose Pedro, ve que les seguía el discípulo preferido de Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado y le había dicho: ¿Señor quién es el que te va a entregar?
21 Viéndolo, pues Pedro dice a Jesús: ¿Señor qué pasará con éste, qué será de su futuro?
22 Dice Jesús a Pedro: «Si yo quiero que éste permanezca en vida hasta que yo vuelva otra vez ¿a ti que te importa? Tú sígueme.»
21. Dice Jesús a Pedro: «Si yo quiero que éste permanezca en vida hasta que yo vuelva otra vez, en mi segunda Parusía- Presencia, ¿a ti que te importa? ¿Qué beneficio espiritual tienes sabiendo esto? Tú sígueme y cuídate de ti mismo, lo que yo te digo y lo que concierne tu salvación.»
23 Y entre los hermanos se corrió la voz de que aquel discípulo no moriría. Jesús no le dijo a Pedro que el discípulo no moriría, sino: «Si yo quiero que él permanezca en vida hasta que yo venga, a ti ¿qué te importa?»
24 Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito en su Evangelio; y conocemos bien que su testimonio es verdadero.
25 Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús Cristo. Si se escribieran una por una, creo que en el mundo entero con sus bibliotecas no cabrían los libros que se escribieran. Amín.
Traducido por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com (en español)

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