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Τετάρτη 30 Μαρτίου 2016

La guerra invisible, san Nicodemo el Aghiorita SEGUNDA PARTE,Capítulo B. 26

ΟΣΙΟΥ ΝΙΚΟΔΗΜΟΥ ΤΟΥ ΑΓΙΟΡΕΙΤΟΥ
ΑΟΡΑΤΟΣ ΠΟΛΕΜΟΣ
La guerra invisible, san Nicodemo el Aghiorita
SEGUNDA PARTE
Capítulo B. 26 Qué medicina debemos utilizar para que no seamos irritados de nuestros defectos, errores y debilidades.
Capítulo B. 27 La psique debe estar pacificándose y progresando sin perder tiempo.

Capítulo B. 26 Qué medicina debemos utilizar para que no seamos irritados de nuestros defectos, errores y debilidades.
Si alguna vez caes en algún error no mortal con palabras o con obras, es decir, desconcertarte por algún acontecimiento que te suceda o juzgas y condenas o escuchas que los demás te condenan, o discutes con alguien, o muestras desesperación, curiosidad y sospecha, o caes en negligencia, entonces no debes desconcentrarte ni desesperarte y entristecerte más pensando en lo que has hecho; otras veces pensando que no vas a salvarte de estas debilidades, otras veces que tus imperfecciones son la causa de estas y tu débil voluntad, y a veces pensando que no caminas realmente en el camino del Espíritu y del Señor y cargas con mil miedos tu psique por cada cosa que te ocurra a través de tu tristeza, sufrimiento, mezquindad y desánimo.

¿Entonces en este caso que sigue? El avergonzarte delante de Dios, el no tener el ánimo en Él; estás como si no le hubieras guardado la fe que debías al estar cayendo y perdiendo el tiempo en estas cosas; te estás mirando cuánto permaneciste en cada fallo, si consentiste, y si quisiste estas cosas o no, si expulsaste aquel pensamiento loyismós y otras cosas similares. Y cuando más te entristeces tanto más crece la desgana, la irritación y la inquietud para confesarte. Pero también cuando vas a la confesión, te confiesas con un miedo irritable, y de nuevo cuando gastes tiempo en la confesión, otra vez no tienes tu espíritu reposado y sosegado, porque crees que no lo has dicho todo. Y así pasas una vida amarga e inquieta con pocos frutos, perdiendo tu tiempo. Y todo esto se hace para que pensemos mejor y más en nuestra flojera física y para que no sepamos la manera con la que nuestra psique debe ocuparse sobre el Dios: es decir, es mejor para el hombre que utilice la humilde metania y el retorno a Dios, cuando caiga en algún pecado no mortal, en vez de entristecerse, sufrir demasiado y perturbarse excesivamente.
Dije los pecados no mortales, porque sólo en estos está acostumbrada caer la psique aquella que vive de acuerdo con lo que aquí hemos cuestionado, hablando sólo para aquellos que hacen vida Espiritual y buscan progresar espiritualmente y se encuentran sin pecados mortales. Porque para aquellos que simplemente viven como sea y con pecados mortales, afligiendo cada dos por tres a Dios, hace falta otra clase de consejo y petición, ya que no es para ellos este medicamento que hemos dicho; estos deben irritarse, llorar con dolor y reflexionar largamente, examinando siempre sus conciencias y estar confesándose para que no les falte, a causa de sus indiferencias, la necesaria medicina, sanación y salvación.
Por tanto, queriendo hablar sobre la paz y la hisijía serenidad y calma, que tiene aquel que trabaja y sirve a Dios, decimos que este retorno y metania para que esté puesta completa a la esperanza de Dios, no se debe entender sólo por las culpas y errores ligeros y diarios, incluso aún por los mayores y gordos en los que alguna vez cae el siervo de Dios no sólo por la debilidad y la flojera, sino algunas veces también por maldad y predisposición (119). Porque el quebrantamiento que hace la diania (mente, intelecto) del hombre espiritual conduciéndole a perturbarse, agitarse y sorprenderse, nunca conducirá la psique en un estado perfecto, si no se une con la confianza y la amada esperanza a la bondad y compasión de Dios. Y esto en principio es imprescindible y necesario para aquellos que desean no sólo salir de sus fatigas, sino también para adquirir un gran grado de virtudes y una gran agapi y unión con el Dios. Cosa que muchos hombres espirituales al no querer entenderla permanecen con el corazón y el nus casi siempre desesperados, que los retiene y no los deja avanzar hacia adelante o hacerse receptivos de los mayores carismas, los cuales el Dios ha preparado para ellos y día tras día muchas veces hacen una vida miserable, inútil y digna que es para que uno llore por ellos. Porque no quieren más que seguir sus propias fantasías, no aceptando la verdadera y sanadora enseñanza que les conduce a través del camino real en virtudes cristianas sublimes y estables, y en aquella paz que ha dejado el Cristo en la tierra, diciendo: “27 La paz os dejo, os doy mi profunda y verdadera paz; no como este mundo la da. No estéis angustiados, ni tengáis temores interiores, tampoco estéis acobardados en vuestros corazones.
27. Me voy y os dejo la paz, os doy mi profunda y verdadera paz; no como este mundo la da, que es una paz hipócrita, engañosa e inestable. No estéis angustiados, ni tengáis temores interiores, tampoco estéis acobardados en vuestros corazones por miedos y amenazas exteriores (Jn 14,27).
119. Muy bien nos enseña también lo siguiente: porque de los pecados no mortales no están liberados ni los mismos santos, a causa de la debilidad y la enfermedad humana. Pero por regla general no tienen una declinación habituada en estos y con perseverancia los cortan, pero también luchan siempre para limpiar y sanar sus psiques para no perder el agrado a Dios. Porque el Dios aunque los pecados no mortales no los castiga con infierno eterno, sin embargo siempre le parecen desagradables y odiosos, como también todos aquellos que los cometen. Y además estos pecados no mortales debilitan las fuerzas de la psique, destruyen la piedad e impiden la jaris (energía increada) que proviene de Dios, abren la puerta a las tentaciones; y no matan la psique pero sí la enferman, especialmente cuando uno permanece en estos largo tiempo con la declinación que tiene y con su voluntad. Porque una cosa es que uno diga una o dos veces una mentira, y otra cosa es mentir por cualquier cuestión y tener una declinación y agrado a un defecto de este tipo. Las moscas cuando pasan rápidamente de una cosa aromática, no la destruyen toda, pero cuando paran y mueren dentro al aroma, lo destruyen todo y lo hacen heder, como dice Salomón: “Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable” (Ecl 10,1). Eso sucede también con los pecados no mortales, cuando permanecen mucho tiempo en la psique del hombre, destruyen toda su piedad y su buena situación.
Aún semejantes hombres deben cada vez que se encuentran con alguna irritación por alguna duda, pues, que acepten el consejo de su Guía espiritual o de cualquier otro que le consideran capaz de darles consejos semejantes y que se dediquen a esto reposando plenamente. En conclusión terminando el logos, sobre la molestia o irritación que proviene de las deficiencias y faltas, sigue el capítulo siguiente.
Capítulo B. 27 La psique debe estar pacificándose y progresando sin perder tiempo.
Haz aquellas cosas que te dije al capítulo A. 26, es decir, todas las veces que te veas a ti mismo caer en algún defecto y error de los no mortales menor o mayor, y esto que lo hagas muchas veces al día si hace falta y siempre con tu voluntad y conocimiento, pues, no te agobies por la molesta tristeza y no te perturbes, ni pierdas mucho tiempo examinando esto, sino que inmediatamente conociendo lo que has hecho, humíllate, y viendo tu debilidad dirígete con agapi a Dios y con la boca y con el espíritu del corazón decir hacia él:
“Señor mío, tal como yo soy así he hecho. De mi no podrías esperar otra cosa que defectos, errores y otras cosas defectuosas. Y no permanecería sólo en estas si no existiera tu bondad para ayudarme y no abandonarme. Por esto te agradezco, porque me has liberado, y me duele por lo que he hecho, no correspondiendo a tu jaris (favor y gracia energía increada). Perdóname y dame la jaris de modo que no vaya a entristecerte más, y que ninguna cosa me separe de ti, a quien siempre quiero servir y obedecer”. Una vez hayas hecho esto, no pierdas el tiempo en pensar o creer que el Dios no te ha perdonado. Pero con fe y sosiego avanza hacia adelante, siguiendo siempre los ejercicios acostumbrados como si no hubieses caído en ningún error.
Esto no hacerlo sólo una vez sino cien si es necesario, y en cada momento y con mucho ánimo y sosiego, la última vez que sea como la primera. Porque de esta manera honras mucho la bondad de Dios, al cual siempre debes entender que es todo bondad e infinitamente caritativo, más de lo que tú puedas imaginar. Y así no estará obstaculizado nunca tu progreso, tu paciencia y tu camino hacia adelante. Por eso no pierdas injustamente el tiempo y el fruto.
Incluso puedes permanecer pacífico, cuando caes en alguno de los defectos y errores anteriores, entonces debes actuar de la siguiente manera: moverte en hacer alguna operación y acción interior, en reconocer tu mezquindad y humillarte delante de Dios. Y una otra operación, acción es reconocer la caridad de Dios, la que hizo en ti y amarle y elevarle más, con la ayuda que te dará el mismo Dios. En esto que hemos dicho, deben tener cuidado aquellos que se molestan, se sorprenden y dudan, pues, cuando pecan, que vean lo grande que es su ceguera. Por eso, a estos también les damos la noticia que es una llave con la que una psique puede abrir grandes tesoros espirituales y en poco tiempo enriquecerse con la jaris (gracia, energía increada) de nuestro Señor Jesús Cristo, al Cual se debe toda doxa-gloria, honor y reverencia junto con Su Padre sin principio y Su Santísimo Espíritu, por ahora y siempre y por los siglos infinitos, amín.
San Nicodemo el Aghiorita, autor de la Filocalía.
Hoy 27-3-2016, B´ Domingo del gran cuaresma y san Gregorio Palamás, mi Santo protector, termino esta traducción, Gloria y Gracias a Dios. Espero y deseo que sea útil para la “psicoterapia” de muchos, perdonad mis errores y si encuentran, por favor nos ayudan a rectificarlos y mejorar la traducción. Es un regalo para mis hijos, mis nietos y para todos los cristianos Ortodoxos que hablan la bella lengua de Cervantes.
Traducido por: Jristos Jrisoulas www.logosortodoxo.com (Blog en español)


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