Η
ΠΟΡΕΙΑ ΤΟΥ ΑΓΙΟΥ ΓΡΗΓΟΡΙΟΥ
ΠΑΛΑΜΑ ΓΙΑ ΤΟΝ ΑΓΙΑΣΜΟ
SANTO
MONASTΕRIO
SAN GREGORIO DE ATHOS
El
camino de San Gregorio Palamás
para
la santificación
Queridos
en Cristo hermanos, en esta venerable asamblea de esta noche se nos
presenta la ocasión de comentar algunos sucesos, tal como se citan
por San Filoteo Kókinos, Patriarca de Konstantinúpolis quien
escribió la vida de este gran Padre de nuestra Iglesia Ortodoxa, San
Gregorio Palamás, ¡que grandeza! ¡Santo biógrafo de otro Santo.
Para confrontarlo con la realidad contemporánea, para poner a pensar
y localizar sobre todo aquellos elementos que hicieron del Palamás
el camino hacía su santificación.
Nació
el 1296 en Kostantinúpolis de padres devotos.
Su padre era senador y
disfrutaba de la absoluta confianza del emperador Andrónico B´
Paleólogos. Sus Padres se cuidaban para que no sólo ellos tuvieran
diariamente relaciones con monjes y padres espirituales, sino sus
hijos también los educaban hacia este camino. Tenían la costumbre
de visitar monasterios en varias regiones, encontrarse con monjes
Hisijastas, disfrutar de sus enseñanzas y recibir sus bendiciones.
¿Se
hace lo mismo en nuestra época? ¿Intentamos crear las condiciones
espirituales adecuadas en nuestra familia? La educación se hace con
base el perfeccionamiento espiritual del hijo o sólo tiene como
objetivo una educación, estudios y formación seca que le garantice
su carrera profesional? ¿Tenéis guía espiritual para la familia?
¿Se confiesan vuestros hijos al Guía? La existencia de Guía
constituye la condición básica para el desarrollo y progreso de
nuestra vida espiritual? San Siluán el Athonita en el momento del
misterio de la confesión, vio su Guía Espiritual en una inefable
increada gloria “en tipo de Cristo”.
El
pequeño Gregorio empezó sus primeros estudios en edad muy pequeña,
algo así como la enseñanza general básica de hoy. Pero tenía una
dificultad, recitar en memoria, por eso se puso la regla de no
empezar a leer antes de hacer tres reverencias en la Panayía y leer
una oración de ella. ¿Sugerimos nosotros también la oración a
nuestros hijos cuando tienen una dificultad en los estudios o
insistimos tiránicamente sobre ellos.
Gregorio
adquirió una brillante pedagogía filosófica, conducido por el
entonces famoso filósofo y gran literario Teodoro Metojitis, de tal
magnitud que un día cuando conversaba con el Emperador sobre
Aristóteles, el gran literario se exaltó tanto de las opiniones de
Gregorio de manera que dirigido hacia al emperador sorprendido
aclamó: “el mismo Aristóteles si estuviera aquí presente y se
hiciera oyente de éste, le elogiaría desmedidamente”
El
Santo en edad de 17 años empieza a sentir su declinación hacia al
monaquismo y a pesar de que se encontraba en Kostantinúpolis y cerca
al emperador, vivía en austeridad y áskisis, se relacionaba con
monjes que venían de la Santa Montaña Athos. Mientras, consiguió
relación espiritual con San Theóliptos de Filadelfia, Hisicasta de
Athos, alumno de San Nikiforos de los cuales sus escritos adornan la
Filocalía de los Santos Nípticos. San Theóliptos fue para el joven
Gregorio padre e instructor en los misterios divinos y le instruyó
perfectamente en la santa nipsis y la noerá oración del corazón.
Así Gregorio se instruía en la noerá oración mientras vivía aún
dentro en el mundo de los ruidos. Finalmente su atracción por el
monaquismo predomina frente a los prestigios y encantos del mundo, y
en edad de 20 años abandona el mundo. Personalidad enérgica e
inteligente, influye también en su ambiente familiar y se hacen
monjas sus dos hermanas y su madre, en cambio él con sus dos
hermanos marcha hacia la Santa Montaña de Athos.
¡Pero
no se hace hoy lo mismo! ¡Muchos jóvenes con envidiosos estudios
podrían asegurarse una importante carrera profesional, escuchan la
voz del Kirios (Señor) “sígueme” y salen del mundo! Otros puede
que se encuentren en período de estudios y cuando el Señor los
llama siguen al monaquismo, porque nadie si no es “zeóklitos”
(llamado de Dios)
no podrá corresponder en la altísima llamada del monaquismo. Es una
gran bendición de la Panayía (Todasanta) que en la época actual de
dudas por todos, la Santa Montaña se encuentra en gran auge y
prosperidad por parte de tripulación y en espiritualidad, pero
también de restauración de las majestuosidades arquitectónicas y
el mantenimiento de la riqueza de las reliquias.
¿Cuál
es el rechazo del ambiente cercano de estos jóvenes que son atraídos
por el monaquismo? Poquísimos padres y familiares dan su bendición,
entendiendo esta gran llamada de dedicación monástica y se sienten
agradecidos hacia Dios puesto que han ofrecido a su hijo como
“sacrificio vivo” a Cristo. La mayoría se sienten como si
hubiera caído encima el cielo. Esto demuestra que el hombre actual
no conoce el valor del monaquismo y su ofrecimiento. El
bienaventurado Justino Pópovits insistía que “la esencia de la
Ortodoxia es el monaquismo” y cuando vemos renacimiento en el
monaquismo, eso presagia renacimiento en toda la Iglesia, al pueblo
de Dios, el cuerpo de Cristo. En la época de San Gregorio el ideal
para un aristócrata del espíritu era hacerse monje. Por eso en
aquella época encontramos muchos monjes sabios. Los mismos
emperadores se hacían monjes, como Juan 6º el Katakuzinós, que se
hizo monje con el nombre de Ioasaf y destacó como gran teólogo de
su época.
San
G. Palamás desprendiéndose del mundo, prefirió subordinarse en un
famoso Hisijasta, “al exquisito Nicodemo, hombre admirable en
praxis y zeoría
(contemplación),
tal como le conocían los que convivían en Athos” y vivía en un
kelion (celda) cerca del monasterio de Vatopedion. Y esto dentro en
la divina providencia, para que aprendiera así, el futuro Hisijasta
y visionario de Dios en experimentado, distintivo y santo Yérontas.
Allí recibió de su Yérontas “lo distintivo de monje” y en tres
años aprendió, hasta que murió San Nicodemo.
En
este kelion del monasterio Vatopedion, se le apareció a Palamás,
San Juan el Evangelista mandado por la Señora Zeotokos, para
preguntarle por qué ora continuamente hacia Ella con las palabras de
«Φώτισόν
μου,
το
σκότος,
φώτισόν
μου
το
σκότος,
Κύριε!
Kirie
fótison to skótos mu
Señor
ilumina mi skotos (oscuridad e ignorancia)».
El que más tarde sería, por excelencia, el portador y teólogo de
la Luz increada. El Santo con extrema humildad contestó: “¿qué
más puedo pedir yo hombre con pazos y lleno de pecados para
encontrar misericordia increada y aplicar la voluntad de Dios?”
Pero San Juan el Teólogo le confirmó que la Panayía le será su
ayudante y aliado en el presente y en el futuro.
Palamás
en su camino en Cristo, como monje Aghiorita vivía la Zeotokos como
asistente por excelencia de su perfeccionamiento. Dentro de sus
textos y principalmente en sus homilías, se ve su apasionado amor
hacía la Panayía. La considera como alimentadora espiritual de los
monjes, como prototipo o modelo de la vida Hisijasta y cuando escribe
la biografía de la vida del San Pedro el Athonita, cita y da énfasis
especial de Sus promesas para los monjes Aghioritas. Es el único
Padre y escritor eclesiástico que “apokalypta” revela y
demuestra detalladamente mediante los relatos de los Evangelistas
que, la Panayía fue la primera que vio a Cristo Resucitado. Esta
amistad con la Zeotokos que se manifiesta en las obras de Palamás,
constituye un signo distintivo, característico de los Santos. Los
Santos contienen un anhelo y amor inexplicable hacia la Zeotokos y
ella por supuesto les compensa a medida de su amor.
A
continuación hizo vida común monástica en el monasterio Gran Laura
de Athos y pronto para más hisijía
(tarnquilidad, paz y serenidad interior)
se fue en la Skiti (lugar de ascesis) de Glosias. Por causa de
incursiones turcas se marchó de la Santa Montaña y se fue a
Salónica, donde recibe el axioma del sacerdocio, después de mucha
súplica del pueblo, mientras el mismo confirmó que es por la
voluntad de Dios. Algo que se hace también hoy en el monaquismo,
ningún monje acepta el axioma del sacerdocio autoproclamándose,
sino que es su padre espiritual que le indicará si es digno de
llevar este regalo.
Después
concluyó en la Skiti de la ciudad de Beria (120km suroeste de
Salónica), donde se quedó por cinco años en dura áskisis
encerrado, con ayuno y noerá oración del corazón. La áskisis
cristiana tiene como propósito la catarsis
(sanción, limpieza y purgación)
de los pazos. Los monjes no se convierten en matacuerpos sino
matapazos. Lo característico de San Gregorio Palamás es la
auténtica ascética Ortodoxa, que es giro del nus
hacia su interior, introversión. En sus homilías y epístolas,
incluso en conversaciones de contenidos dogmáticos, no cesa de
recalcar el significado de la introversión para la adquisición de
la en Cristo kazarotis
(sanación, limpieza, pureza, clarividencia), de
la verdadera vida espiritual. Para el hombre con pazos que empieza su
metania (conversión,
introspección, arrepentimiento y confesión)
con la introversión, el Santo nos dice: “cuando el nus se aleja de
todo sentido y sus alborotos y se vuelve a levantar del cataclismo
proveniente de ellos, supervisa al hombre interior, apenas ve su
espantoso careto, rostro que se creó vagando aquí abajo y se
apresura a limpiarlo por el luto. Cuando haya quitado este velo feo,
justamente entonces encuentra paz y toca la hisijía,
(paz interior y serenidad) porque ya la psique no se disgrega por
distintas relaciones, y se queda en sí, entendiéndose a sí misma a
medida de lo posible con Dios por el cual existe. Entonces supera su
fisis, natura y se deifica por la transmutación, progresando siempre
hacia lo mejor”.
La
introversión consiste en la supervisión de sí mismo y la
vigilancia del nus
(espíritu del corazón psicosomático del hombre).
El nus
del hombre que está en movimiento perpetuo, constituye el ojo de la
psique y si está apegado en los pazos de la malicia, voluptuosidad,
codicia y odio se enferma y se oscurece. No puede realmente
concienciar su situación interior de pena y dolor, porque se
oscureció la parte supervisora de la psique, el nus.
El nus
del hombre contemporáneo ha girado hacia las creaciones con una
disposición insostenible, idólatra o eosfórica (luciférica o sea
egocéntrica como el demonio). Porque el nus
humano cuando no se encuentra en contemplación a Dios, se hace
demoníaco o bestial. Inconscientemente pide su autodeificación,
hacerse Dios y no “nus
mirando a Dios” sino “nus mirando las creaciones y los bienes
materiales”.
Así
el cristiano, si lucha con cuidado e introversión, cooperando con la
energía increada Jaris (Gracia), se sana de los pazos y tal como
dice Palamás: “cuando el nus, habiendo expulsado todos los pazos
que habitan en su interior, provoca en su psique la apacia (sin
pazos) y volviendo totalmente no sólo él hacía sí mismo sino
también las demás fuerzas de la psique, entonces transmite muchas
muestras de divina belleza también a su consentido cuerpo, mediando
entre la Divina Jaris increada y el grueso de la sarx carne,
facilitándola fuerza para energetizar, operar y hacer lo imposible.
De este trabajo interior(esotérico) espiritual “proviene la
divinizada e incomparable costumbre de la virtud, lo enteramente
inamovible hacia el mal, el hacer milagros y las capacidades de
clarividencia y presagios, como también el que uno hable de aquellas
cosas que pasan lejos, como si estuvieran delante de sus ojos”.
El
1332 regresa a la Santa Montaña, en una vigilia, ve al entonces Abad
Macario del monasterio Gran Lavra, vestido con las vestimentas de
Patriarca que realmente se realizó después de 11 años, cuando se
hizo Metropolita de Salónica. Pero hoy también existen en Athos
monjes con el don del presagio.
El
1334 vio una visión que le daba el don del logos y de escritor,
después de 17 años de vida monástica. ¿Que podemos decir de
nuestros días que el que quiere escribe y edita un montón de
libros? Para el cristiano no debe de ser así. Sólo cuando se le ha
dado el carisma por arriba entonces puede escribir y realmente
beneficia. Porque el carisma didascálico (maestranza), como regalo
de Dios, opera con consecuencia en aquel que ha llegado a la estable
iluminación, en endémica situación de Jaris increada, teniendo
gnosis (conocimiento increado) espiritual y experiencia de la
tradición Patristica Ortodoxa; en aquel que se ha sanado y
purificado de los pazos y está en κοινωνία
(kinonía, comunión,
conexión y unión) estable y sentida de la Jaris increada de Dios.
Esto lo había conseguido Palamás después de 17 años de áskisis
en Jaris.
El
1337 se enteró de los tratados teológicos del monje y filósofo
Barlaam, representante de la teología occidental mundanizada,
secularizada, tal como ella se había transformado por la influencia
del neoplatonismo y del escolasticismo. Desde entonces empieza el
periodo de duda sobre el Hisijasmo de la Tradición Ortodoxa.
Diríamos que Barlaam sería la causa que destacó San Gregorio,
porque sino no haría falta que el Santo escribiera y quedaría
desconocido.
Para
la defensa y garantía sobre la enseñanza Hisijasta, Palamás dio
mucho peso en la escritura del “Tomo Aghiorita”. Aquí vemos la
humildad del Santo. Pregunta a los superiores, los notables monjes de
la Santa Montaña si están de acuerdo con Su enseñanza y cuando
recibe la contestación por escrito, firmando en el Tomo, siente en
su psique una gran alegría y seguridad. Más tarde en cualquier
acontecimiento, delante de los Sínodos y diálogos con
contradictorios se remite al Tomo, como prueba de la verdad y
fiabilidad de Su enseñanza. Esto nos recuerda al Apóstolos Pablo
que fue a Jerusalén para preguntar a los Apóstoles Pedro y Santiago
por el evangelismo a los nacionales, no vaya ser “que corra
vanamente”. Este es el camino de la humildad: “pregunta a tu
padre y te avisará, tus mayores y te dirán”. ¿Se sigue este
camino también hoy o quizás por cualquier problema nos convertimos
en autoconsejeros? Basilio el Magno recalca: “el hombre
autoconsejero es enemigo de sí mismo”.
La
guerra sin cuartel que recibió la enseñanza de San Gregorio, para
que no se conozca o mal interpretada mal traducida en otros idiomas y
difamarla, no se ha conocido en ningún otro Santo de nuestra
Iglesia. Han pasado 643 años de su dormición y no han cesado las
acusaciones contra el Magno Santo. Eso pasa porque la enseñanza de
San Gregorio Palamás constituye la quintaesencia de la Ortodoxía y
por consecuencia se hace el blanco de todos los contradictorios de
distinta moral (o de dogmas falsos heterodoxos). Hasta, incluido el
siglo 17º, se escribían obras groseras llenas de barbaridades y
calumnias contra el Santo (y hoy también). No es raro que dentro en
la Iglesia sea calumniado un Santo, sea por su ética, sea por su
enseñanza o por su interpretación sobre el dogma de Dios. Pero el
provocador principal de todas estas calumnias y groserías es el
mismo diablo, que usa como instrumentos hombres llenos de pazos,
autoperfeccionados, individualistas y mezquinos. Por eso el creyente
no tiene que escandalizarse en estos casos, sino rezar,
principalmente para el que ha traído el escándalo, porque el Señor
apocalípticamente habló: “hay de aquel que proviene el
escándalo”. Este tipo de acusadores contra Palamás eran, Barlaam
el Calabrita, Akíndinos, Grigorás, Kidonis, quienes son
anatematizados en el “Sinódico de la Ortodoxia” que se lee en el
primer Domingo de Ayuno de la Ortodoxia.
Pero
la propaganda papista con varios de sus medios, no sólo guerreaba la
enseñanza del Santo, sino que intentaba también cesar la
celebración de su fiesta. El memorable Crisóstomo Papadópulos
observa: “el clero latino llegó en tal estado de miseria que
justificando y dedicándose al papismo por parte de los traidores de
la fe Ortodoxa, que llegaron hasta tal punto negar la fiesta de San
Gregorio”.
En
nuestro siglo investigadores contemporáneos de Palamás en Occidente
considerados por nuestros teólogos como importantes, acusan a
Palamás como diceita (dos dioses), neoplatónico e iconoclasta. Pero
nuestros teólogos académicos que no están en vida, no impulsaron a
sus estudiantes hacia los estudios de Palamás, sino más bien los
tenían al margen y muchas veces los censuraron como intelectuales o
como creaciones y manifestaciones vanas sentimentalistas. Al
contrario en nuestros días se observa un giro intenso por la
teología de Palamás, sobre todo en el círculo universitario puro,
y la demostración de esto es la formación de este Congreso.
Auténticos
investigadores estudiosos de las Escrituras de Palamás y portadores
de a tradición Hisijasta en la época de la esclavitud turca eran
los ascendidos Santos, David de Evia, Jacobo Aghiorita y Mártir,
Máximo de Vatopadion, San Kosmás de Etolia, los Kolivades con el
sobresaliente San Nicodemo el Agiorita, Akákios el Kafsocalivita en
el cual se instruyeron tres neomártires y tantos más. Sobre todo
aquellos neomártires habían tomado la costumbre de ir al Monte
Santo Athos para confesarse, vivir en metania, juntarse con padre
espiritual que les enseñaría la noerá oración del corazón, la
áskisis sobre la catarsis (sanción) del corazón, así alcanzar la
iluminación en endémico estado de Divina Jaris increada, de manera
que ya podrían confesar y ser mártires por Cristo sin peligro de
negación, cuando se les daría la oportunidad.
El
1347 San G. Palamás se proclamó metropolita de Salónica después
de muchos ruegos del emperador Juan 6º Kantacuzinós y del Patriarca
de Kostantinópolis Isidoro. Se menciona en su vida, que el Santo no
lo quería, no era autoproclamado sino zeóklitos
(llamado por Dios) y el pueblo. En la vida espiritual deben de
preceder los grados de clero. San Gregorio habiendo conseguido la
zéosis, perfeccionado, y experimentado, “se puso en vela” para
conducir inconfundiblemente su rebaño en la vía de la zéosis y
santificación.
En
su sede había ido después de tres años, porque en Salónica
predominaba aún la ruptura, disputas y conflictos políticos, por
causa de la inestable situación política de la ciudad, pero el
Santo lo aceptaba todo con humildad. No alardeó derechos, ni luchó
por tomar el trono de la Metrópolis, todo lo dejaba en la
providencia de Dios. Sobre todo el día de su llegada en la ciudad,
pronunció una oración emocionante y después de tres días muy una
homilía estudiada “sobre la paz los unos con los otros”. En su
obra pastoral, instructora se incluye la orientación de su rebaño
hacia la verdadera metania
y participación en los divinos Misterios (Sacramentos). Era
pacificador y recibía al que tenía necesidad cualquier hora, con su
teología auténtica y original hizo un frente contra las herejías,
censuraba la crueldad y la injusticia social, llamaba los sacerdotes
en asambleas y les interpretaba los altos y finos deberes
sacerdotales. Pero quizás lo más importante era que permaneció
siempre Hisijasta en medio de los ruidos mundanos, las pruebas son
sus encarcelaciones y mantenía ininterrumpidamente la unión y
comunión inefable con Dios.
Era
el “buen pastor” que se sacrificaba para la salvación de su
rebaño, modelo para los pastores de la Iglesia de hoy y el pueblo le
super-amaba, sentía y descansaba con su amor paternal. Este mutuo
amor era la causa que el Santo hiciera milagros cuando aún vivía.
El carisma de sanciones nace de la agapi=amor desinteresado, que se
sacrifica a sí mismo para que viva el prójimo. En nuestra época
enseñan desde el púlpito de la Iglesia y hacen bien, pero el laós
(pueblo) de Dios quiere ver y comunicarse con padres espirituales,
los verdaderos pastores.
Palamás
se durmió (murió) en Noviembre de 1359. Pero el Santo no ha
abandonado su rebaño. San Filoteo el Kókinos en su encomio a
Palamás adjunta 15 milagros que se hicieron poco después de su
muerte. Así se manifiesta la universalidad de un Santo, que con su
agapi (energía increada) contiene a todo el mundo y se interesa por
él hasta después de su muerte. Por cierto ¿no se hace hoy lo mismo
con los contemporáneos Santos, padre Jacobo, padre Porfirio que
corren podríamos decir en todos los extremos de la tierra para
consolar, sanar y hacer milagros?
Hemos
intentado en los pocos minutos de nuestra homilía señalar los
puntos siguientes: El Santo desde su niñez tenía vida espiritual,
abrazó con anhelo el monaquismo y vivió hasta el final de su vida
con espíritu y moral auténtico, puro Hisijástico y Patrístico,
era un apasionado adorador de la Zeotokos, se hizo ejemplo de pastor,
aguantó y sufrió con humildad y fe en la providencia de Dios las
injustas difamaciones, acusaciones y calumnias, sin embargo su
enseñanza fue incorporada
y agregada
(ensomatizada) en la Iglesia Ortodoxa como auténtica e inconfundible
vía de gnosis (conocimiento
increado)
a Dios y zéosis del hombre, a pesar de la total guerra que sufrió
también más tarde por los antihisijastas y los latinófonos de
espíritu papista, papocesárico. (Pasta hoy también por los
heterodoxos).
Hoy
festejamos en su memoria, al marco de los trabajos del congreso,
deseamos que cada uno de nosotros que honre de verdad al iluminador
de la Ortodoxia, al Didáscalos (maestro) y columna de la Iglesia, el
predicador de la Jaris (gracia energía increada), la belleza del
monaquismo, el súper teólogo militante, al Santo Gregorio Palamás
el milagroso, con nuestra intención de imitarlo. El clero teniendo
como ejemplo de monje y pastor y el laós (pueblo) siguiendo y
aplicando su enseñanza, la cual tiene como objetivo principal la
vivencia de la Divina Jaris increada. Así se confirmará lo dicho
por San Juan Crisóstomo “honor de santo, imitación del santo”.
Amén, así sea.-
SANTO
MONASTΕRIO
DE SAN GREGORIO
DE
LA
SANTA MONTAÑA
Traducido
por: χΧ
jJ http://logosortodoxo.wordpress.com/
(En español)
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