El Evangelio de San Juan
Capítulo 14
(En
letra normal traducción más literal del texto original en griego
clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el
sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas, teólogo y catedrático, cualquier error por favor avisarnos).
1-19 Preguntas, enseñanzas, consuelos y promesas del Señor. 20-31 Promete que les enviará el Espíritu Santo.
1 «No se turbe ni se angustie vuestro corazón; creéis en Dios y creed también en mí;
1. No os asustéis ni se angustie vuestro corazón por lo que os he dicho esta noche, es decir, por la traición de Judas y la negación de Pedro. Confiad y creed en Dios quien proveerá para vosotros que os habéis puesto en esta obra. Creed y confiad también en mí, quien como enviado y Mesías de Dios continuaré después de mi muerte en los cielos completando mi obra.
2 En la casa de mi Padre hay sitio y muchas habitaciones; si no fuera así, os lo hubiera dicho; yo voy a preparaos el lugar;
2. Allá en el cielo, al inmenso palacio de mi Padre existen muchas y ricas moradas para recibir a todos los creyentes. Si no existiesen, os lo hubiera dicho.
Pero existen. Y yo ahora voy al cielo para abrir, como pionero, las entradas cerradas de la realeza increada de Dios y preparaos el sitio. Para que eso sea así es inmprescincible mi intervención. Por eso debéis creer y confiar en mí.
3 Y cuando haya ido y os haya preparado el lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros;
3. Y cuando me haya ido y os haya preparado sitio en los cielos, volveré otra vez en el momento de la muerte de cada uno de vosotros, y durante mi segunda presencia para todos, y os llevaré junto a mí para que estéis vosotros también donde estoy yo.
4 Y a donde yo voy lo sabéis y el camino que conduce allí también lo conocéis.»
5 Tomás le dijo: Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos conocer el camino?
6 Jesús le dijo: «YoSoY el Camino, la Verdad y la Vida; nadie puede venir al Padre sino es por mí.
6. YoSoY el Camino único que conduce al cielo; y la Verdad increada, absoluta y real; también la fuente de la Vida increada y donador de la Vida eterna. Nadie puede venir al Padre y disfrutar de la vida eterna sino sólo por mí.
7 Si me habéis conocido bien a mí, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto. (Puesto que os enviaré el Espíritu Santo que iluminará los ojos de vuestras psiques. Y con los ojos psíquicos espiritualizados veréis y conoceréis el Padre.)»
8 Felipe le dijo: Señor muéstranos al Padre y nos basta.
9 Jesús le dijo: « Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre?
9. Jesús le dijo: Felipe ¿llevo tanto tiempo con vosotros y todavía no me conoces quién soy sobre mi divina naturaleza? Es decir, que yo soy el Hijo de Dios y Dios, como el Padre. El que me ha visto a mí y se ha introducido al misterio de mi encarnación, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre?
10 ¿Tú no crees que yo estoy unido en el Padre y el Padre en mí? La sabiduría de los logos que yo os hablo y enseño no los digo de mí mismo, sino el Padre que permanece unido en mí, él energiza y realiza las obras.
11 Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; pero nos discernimos en hipostasis-personas distintas e inseparables y a la vez constituimos un Dios; si tenéis alguna duda, creedlo por la multitud de obras sobrenaturales que realizo.
12 En verdad, de verdad os digo, el que cree en mí hará las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre,
13 y lo que pidáis por la oración implorando mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el hijo.
14 Si algo pidiereis, por la oración implorando en mi nombre, yo lo haré.
15 Si me amáis guardad, aplicad y cumplid mis logos-mandamientos;
16 Y yo rogaré al Padre y os dará otro Paráclito, Consolador y guía para que esté con vosotros siempre,
17 el Espíritu de la verdad, que el mundo pecador alejado de Dios no puede recibir, porque no lo contempla ni lo conoce; vosotros lo conocéis porque está y vive con vosotros, y estará en vosotros.
17. Os dará el Espíritu de la verdad que revelará y enseñará la verdad en las psiques de buena voluntad. Pero el mundo pecador alejado de Dios no lo puede recibir, porque sus ojos psíquicos o espirituales están embotados por sus pecados. Sin embargo, vosotros habéis seguido mi enseñanza, habéis visto mis milagros y lo conocéis. Porque ahora el Espíritu Santo queda cerca de vosotros y habita completamente en mí que estoy cerca de vosotros. Después del Pentecostés habitará también entre vosotros, dentro de vuestras psiques.
18 No os dejaré huérfanos; volveré a estar con vosotros, a través del otro Paráclitos, el Espíritu Santo que habitará en vuestro interior y os unirá conmigo como miembros míos.
19 Todavía un poco y el mundo no me verá, pero vosotros me veréis, porque yo vivo y también vosotros viviréis.
19. Todavía un poco tiempo y el mundo el que está alejado de Dios ya no me verá, porque no estaré somáticamente en la tierra como estoy ahora. Pero vosotros con los ojos de la psique iluminados por jaris-gracia, la energía increada del Espíritu Santo me estaréis percibiendo, contemplando y sintiendo. Porque yo, a pesar de que dentro de poco moriré por la cruz, vivo y seguiré viviendo eternamente. Y vosotros viviréis una nueva vida espiritual y eterna que la recibiréis de mí.
20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mí Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
20. En aquel día que recibiréis el Espíritu Santo os abrirá los ojos psíquicos para que me veáis, contempléis y sabréis por vuestra experiencia que yo existo íntegramente en mi Padre como Hijo natural de él. Y vosotros mediante la jaris (gracia, energía increada) del Paráclitos o Espíritu Santo estaréis incorporados o ensomatizados en mí y yo me habré formado en vuestro interior de manera que yo y vosotros seamos inseparables, formando un cuerpo espiritual inquebrantable.
21 El que cumple mis mandamientos y los tiene interiorizados, ése es el que me ama; y al que me ama, lo amará mi Padre y yo también lo amaré y me revelaré a él, mediante la iluminación interior por la energía increada».
22 Judas, no el Iscariote, le preguntó: Señor, ¿cómo se explica que te revelarás en nosotros y no al mundo?
23 Jesús le contestó: «El que me ama aplicará y cumplirá la enseñanza de mi logos, y mi Padre lo amará y vendremos a él y en él nos alojaremos permanentemente, metamorfoseando, convirtiendo su corazón y su cuerpo en templo vivificado del Dios vivo.
24 El que no me ama no cumple la enseñanza de mis logos; y la enseñanza de los logos que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros,
26 pero el Paráclitos, es decir, el Espíritu Santo, el que el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las verdades salvadoras y os recordará todo lo que yo os he dicho. Revelará a los fieles mi misión, mi obra y lo relativo con mi nombre y mi persona y extenderá mi obra por toda la οικουμενη (icumeni) la tierra o mundo.
27 La paz os dejo, os doy mi profunda y verdadera paz; no como este mundo la da. No estéis angustiados, ni tengáis temores interiores, tampoco estéis acobardados en vuestros corazones.
27. Me voy y os dejo la paz, os doy mi profunda y verdadera paz; no como este mundo la da, que es una paz hipócrita, engañosa e inestable. No estéis angustiados, ni tengáis temores interiores, tampoco estéis acobardados en vuestros corazones por miedos y amenazas exteriores.
28 Ya sabéis lo que yo os he dicho: Me voy, pero volveré a estar con vosotros; si me amáis, os alegraréis de que me vaya al Padre; porque el Padre es mayor que yo.
29 Os lo he dicho todo ahora antes que suceda, para que cuando suceda, creáis firmemente en mí.
30 Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo pecador. En mí no tiene ningún poder;
30. No hablaré ya muchas cosas con vosotros, porque viene el príncipe, el satanás, que gobierna el mundo que está alejado de Dios. Viene para ejecutar el último ataque violento contra mí. Pero en mí no encontrará nada suyo que le dé poder sobre mí, no tiene poder en mí.
31 Pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí.
31. Pero se le concederá matarme, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago exactamente lo que el Padre me ha ordenado, quien quiere mi muerte en la cruz, para que se salven los hombres. Levantaos, vayámonos de aquí.»
Traducido por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com (en español)
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