Κυριακή
της Σαμαρείτιδος
«Η
εν πνεύματι και αληθεία λατρεία του
Θεού»
Domingo
de la
Samaritana - «El
culto de Dios en espíritu y verdad»
Una
de las más ricas y completas enseñanzas
de nuestro Señor nos la narra el Evangelio del Domingo que
característicamente se llama “Domingo de
la Samaritana”. Y en
esta el Señor habla con una mujer de Samaria, cosa que para la época
era inusual y extranjero, porque: 1) la Samaritana como mujer no
estaba considerada igual que el hombre y como tal no era digna y
capaz de escuchar la enseñanza religiosa. 2) porque
en aquella época
había una
gran controversia
entre Judíos
y Samaritanos.
En el pozo de Job, Jesús encuentra la
mujer Samaritana y
tomando como
motivo el bombeo del
agua y el deseo de saciar su sed, empieza la enseñanza sobre el
culto a Dios. En la pregunta de la mujer sobre el lugar indicado de
oración y culto a Dios, cambia el tema y lo coloca no en el lugar
sino a la forma o modo de oración y culto.
Le dijo: ha llegado la
hora que los hombres adorarán y orarán a Dios con la fuerza y
energía increada del Πνεύματος
(pnevmatos)
Espíritu, y
esta energía apocalipta=revela la αλήθεια
(alicia) verdad.
Estas son las características
cualitativas del culto a Dios, la “en espíritu y verdad”
adoración y veneración. ¿Pero qué
simbolizan estos
dos conceptos?
Sólo
los renacidos de el Πνεύματος
(pnevmatos) Espíritu,
tienen derecho a adorar a Dios. Aquellos
que por el
santo Bautismo y
la Crismación han
recibido Su sello, se hicieron miembros de Su Cuerpo, participan a Su
vivificante Jaris (gracia, energía increada) y obedecen siguiendo Su
santa Voluntad. El culto o adoración espiritual no se limita en
actos exteriores, en un falso cumplimiento de los mandamientos, no
cuantifica las virtudes con la idea de la retribución futura.
El culto o
adoración
espiritual no es
el ejercicio por hacer los deberes religiosos, como ir a la iglesia,
encender una vela y la oración estandarizada. El culto, adoración y
oración espiritual no emana de los labios sino que brota del corazón
que está ardiendo de agapi (amor desinteresado) a Dios. Adoración,
culto espiritual es devoción y dedicación a Dios con toda la
psique, con todo el corazón, con toda la mente, con toda le energía
y potencia de la voluntad. Verdadero agradecimiento por las cosas
visibles e invisibles que nos ofrece Su Providencia cada momento,
cada minuto. La realización de nuestra existencia en templo al que
habita el Espíritu Santo y de este se alaba y venera Su santísimo
Nombre.
La
αλήθεια
(alicia) verdad
del culto por el que se adora, venera a nuestro
Dios nos la ha enseñado el mismo Cristo. Con Su
humanización, Su
enseñanza y
Su sacrificio nos ha apocaliptado=revelado al Dios
verdadero en Trinidad y el plan de la Divina Economía para nuestra
sanación y salvación. Nos ha dado la capacidad de participar al
Misterio de la Divina Efjaristía, comulgar Su Cuerpo inmaculado y Su
Divina Sangre y así podemos estar convirtiéndonos y haciéndonos
hijos de Dios. Abrió las entradas de Su eterna e increada Realeza
que hasta entonces estaban cerradas herméticamente a causa de la
desobediencia y el no arrepentimiento del hombre.
Adorando
y alabando a nuestro Dios «εν
πνεύματι και
αληθεία» en
espíritu y verdad recibimos fuerza. Sentimos Su existencia a
lado nuestro. Tomamos fuerza, coraje y ánimo a seguir nuestra vida a
pesar de los problemas y dificultades que surgen a diario. Ponemos
nuestras esperanzas en Aquel y continuamos subiendo nuestro Gólgota.
Levantamos nuestra cruz, conociendo que después de la crucifixión
sigue la Resurrección, la serenidad eterna, el deleite eterno y la
realeza increada de Dios.
Por la Santa
Metrópolis de Filipos y Thasos.
Traducido
por: χΧ jJ
www.logosortodoxo.com
(en español)
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου