ΚΑΤΑ
ΙΩΑΝΝΗΝ
ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
El
Evangelio de San Juan
Capítulo
2
(En
letra normal traducción más literal del texto original en griego
clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el
sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas,
teólogo y catedrático, cualquier error por favor nos avise).
1-12
El milagro de la boda de Caná,
13-25
Jesús en Jerusalén echa los vendedores del templo.
1
Al tercer día después de estos acontecimientos se celebró una boda
en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús.
2
Y fueron invitados también a la boda Jesús y sus discípulos.
3
Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Jesús
le contestó: ¿Hay mujer, qué hay de común entre yo y tú? Aún no
ha llegado mi hora.
4
Jesús le contestó: ¿Hay mujer, qué hay de común entre yo que soy
el Mesías y tú, que me has dado la luz como hombre? Aún no ha
llegado mi hora de hacer milagros delante de los hombres y revelarme
públicamente como Mesías.
5 Dijo la
madre a los servidores: Haced todo lo que él os diga.
5
La madre, por el tono de su voz, entendió que iba a realizar su
petición y por eso dijo a los sirvientes: Haced todo lo que él os
diga.
6
Y estaban allí seis tinajas de piedra, que en cada una cabían unos
100 litros de agua para los ritos de la purificación de los Judíos,
(por costumbre de los judíos se lavaban las manos antes de comer).
7
Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta
arriba.
8
Entonces les dijo: Sacad ahora y llevadlo al maestresala. Y se lo
llevaron.
9
Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino - sin saber
de donde era, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado
el agua- llamó al novio y le dijo:
10
«Todos sirven primero el mejor vino, y cuando se ha bebido en
abundancia, y están ebrios, entonces no les sirve de nada la calidad
sino la cantidad, aunque el vino sea el peor. Tú, en cambio, has
reservado el buen vino hasta ahora.»
11
Así comenzó Jesús la demostración de señales y milagros que hizo
en Caná de Galilea, y manifestó su doxa (gloria, luz increada) y
sus discípulos creyeron en él.
12
Después de esto se fue a Capernaum con su madre, sus discípulos y
los considerados por los demás como hermanos; y allí estuvieron no
muchos días.
13
Se acercaba la pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.
14
Y encontró en el patio del templo vendedores de bueyes, ovejas y
palomas, y los campistas de divisas sentados.
15
Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del templo, con las
ovejas y los bueyes; esparció por el suelo las monedas de los
campistas de divisas y volcó las mesas.
16
Y dijo a los vendedores de palomas: «Quitad esto de aquí; no
convirtáis la casa de mi Padre una tienda de mercado.»
17
Sus discípulos se acordaron que está escrito en los salmos: «el
celo, padre mío, para la doxa-gloria de tu casa, como fuego me
devorará.»
18
Entonces los judíos le dijeron: ¿qué demostración y señal nos
das de que tienes este poder para obrar así?
19
Jesús les respondió: «Destruid este templo y en tres días lo
levantaré.»
20
Los judíos le respondieron: Cuarenta años se tardó en edificar
este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?
21 Pero
él hablaba del templo de su cuerpo.
21.
Pero él hablaba del templo incomparablemente más brillante y santo
que es su cuerpo, certificando proféticamente, que después de su
muerte por crucifixión resucitaría este templo vivo desde el
sepulcro.
22
Cuando resucitó de entre los muertos se acordaron sus discípulos
que daba a entender entonces este hecho admirable y creyeron en la
Santa Escritura que había profetizado la resurrección, y en el
logos, que en este caso, había dicho Jesús.
23
Estando en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en
su nombre contemplando las señales y viendo los milagros que hacía.
24
Pero Jesús mismo no se fiaba de ellos y de los conceptos finos de
sus enseñanzas, porque él los conocía muy bien a todos, (es
decir, la inestabilidad de sus caracteres y sus imperfecciones),
25
y no necesitaba que le informasen de nadie, porque él conocía y
conoce muy bien qué había y qué hay en el interior de cada hombre.
Reflexiones
y referencias, capítulo 2
Archimandrita
Timoteo Kilifis
Αμήν,
αμήν (Amín, amín): está 25 veces en el Evangelio de San
Juan. Cuando se repite se refiere a una certeza y seguridad
superlativa. Es adjetivo o partícula y significa verdadero, cierto y
al final de la frase “así sea”.
1
en la boda: Quizá la boda fuera de algún pariente. Jesús con este
milagro honró y bendijo la boda, no sólo como “necesidad física”,
sino como un acontecimiento sagrado, basado en la ley de Dios, que
apunta no sólo la perpetuidad del género, sino también que entre
la mujer y el hombre co-caminen y se completen el uno con el otro
para llegar a la zéosis o glorificación.
3
dice la madre: hay varios detalles que se entienden aquí. Como ama
de casa, sabía que era una vergüenza que terminara el vino antes de
que acabe el banquete. Conocía la difícil situación que se
encontraron los amos de casa... y recurre a la potencia y energía
increada de su hijo, que conocía que tenía. Cierto que Jesús en
aquel momento actuó y contestó a su Madre como Dios, que tenía Sus
“secretos” y está claro que la Santísima no conocía. Por eso
la dijo: 4 Hay mujer, qué hay de común entre yo que soy el Mesías
y tú; Es decir, tal como lo interpretan Zigavinós y san Juan
Crisóstomo, él quiere separar este momento como Dios de otro
momento como hombre. Por eso la llamó mujer y no madre.
9-11
Nos encontramos frente el principio de las señales, es decir, los
actos y las increadas energías sobrenaturales de Cristo. El
maestresala sin saber nada testifica que el vino es bueno. Los
sirvientes saben que las tinajas están llenas de agua. El vino
anterior se había terminado. Los hombres que participaron al milagro
no conocían nada anteriormente. Es decir, que se ha hecho todo de
tal manera para que no haya sospecha de arreglo anterior. Para que se
glorifique Dios mediante Jesús y para que creyesen en él sus
discípulos, quienes predicarían en todas partes a Cristo.
19
Destruid este templo...: Parece ser que puso la mano en su pecho y
les habría dicho estas palabras, tal y como explica el evangelista
da a entender su cuerpo. Es costumbre ya desde esta época llamar el
cuerpo templo de la psique. Después de dos años, los judíos
intentaron acusarle por estas palabras, mediante falsos testigos,
queriendo demostrar que había blasfemado contra el templo. Pero no
lo consiguieron.
20-21
Está claro que los judíos y los discípulos de Cristo no
entendieron el significado y sentido de sus logos. Porque los
primeros siendo viles, mal astutos utilizaron sus propias paranoias
para condenar a Cristo, en cambio los discípulos cuando lo
entendieron se sostuvieron y creyeron en Él. Los mismos hechos y las
mismas frases bien o mal las utiliza también cada uno de acuerdo con
el bien o mal contenido de su corazón.
22
se recordaron los discípulos: Es decir, habían logos suyos que
inicialmente no los habían entendido y empezaron a entenderlos con
la ayuda de él y el Espíritu Santo. Muchos acontecimientos y frases
de nuestra vida tienen carácter retroactivo. Muchas veces son
referencias del pasado y otras del futuro. Nuestra vida es uniforme y
así debemos de examinarla para descubrir su profundidad.
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου