ΚΑΤΑ
ΙΩΑΝΝΗΝ
ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
El
Evangelio de San Juan
Capítulo
7
(En
letra normal traducción más literal del texto original en griego
clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el
sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas,
teólogo y catedrático, cualquier error por favor avisarnos).
1-9
La duda de los hermanos de Jesús. 10-15 Jesús en Jerusalén en la
fiesta de las Tiendas. 16-36 Apología sobre su enseñanza. 37-43 La
promesa del Señor sobre el Espíritu Santo. 44-53 Intento de
detención.
1
Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no querría
andar por Judea, porque los judíos buscaban para matarle.
2
Entonces estaba acercando la fiesta judía las Tiendas;
3
Le dijeron sus hermanos: Sal de aquí y vete a Judea para que también
tus discípulos de allí vean las obras milagrosas que haces.
4
Porque nadie actúa en secreto cuando quiere ser conocido. Puesto que
haces estas cosas date a conocer y revélate a todo el mundo. (Se
refiere también a la gran multitud de gente que a causa de la fiesta
vendrían en Jerusalén.)
5
Se comportaban así sus hermanos, porque aún ni siquiera ellos
creían en él, (es decir, que él era el Cristo, el Mesías).
6
Entonces Jesús les dijo: «Aún no ha llegado mi tiempo, para
revelarme como Mesías, sin embargo vuestro tiempo siempre está
presto.»
6.
Entonces Jesús les dijo: «Mi tiempo que está predefinido por mi
Padre para revelarme en Jerusalén como Mesías, aún no ha llegado.
Pero vuestro tiempo para subir en Jerusalén como peregrinos siempre
está presto.»
7 El
mundo no puede odiar a vosotros, pero a mí me odia porque yo
testifico y revelo que sus obras son malas astutas.
7.
El cosmos-mundo, es decir, el hombre pecaminoso y mal astuto, no
puede odiar a vosotros, pero a mí me odia porque yo revelo y
testifico que sus obras son malas astutas. Pues, cuando yo vaya a
Jerusalén me matarán.
8
Vosotros subid a la fiesta, yo no subo todavía en esta fiesta,
porque aún no se ha cumplido mi tiempo, (aún no ha llegado la
hora del gran sacrificio).
9
Dicho esto, se quedó en Galilea.
10
Una vez que sus hermanos habían subido a la fiesta en Jerusalén,
entonces él también subió a la fiesta, no públicamente, ni en
compañía, sino como de incógnito, en secreto.
11
Y le buscaban los judíos en la fiesta y decían: ¿Dónde está ése?
12
Y había gran murmullo y comentarios acerca de él entre los
distintos grupos de la multitud. Unos decían que es bondadoso y
bueno, otros que no, sino que engaña al pueblo fiel.
13
Sin embargo, nadie hablaba pública y abiertamente de él, por miedo
a los soberanos judíos, quienes odiaban a Jesús y perseguían a
sus seguidores.
14
Mediada ya la fiesta, es decir, durante el cuarto día, subió Jesús
al patio del templo y enseñaba públicamente las multitudes.
15
Los judíos se quedaban sorprendidos y maravillados, diciendo: ¿Cómo
sabe éste letras sin haber estudiado (en ninguna escuela
rabínica)?
16 Jesús
les respondió y dijo: “Esta enseñanza no es mía, sino de aquel
que me ha enviado.
16.
Jesús les respondió y dijo: “Esta enseñanza no es mía, ni
tampoco humana, como es la que enseñan los rabinos en sus escuelas,
sino de aquel que me ha enviado.
17
El que realmente quiere hacer la voluntad de Dios conocerá por su
propia experiencia si mi enseñanza proviene de Dios o si hablo por
mi propia cuenta y enseño invenciones mías.
18
El que enseña y habla por su cuenta, busca su propia doxa-gloria;
pero aquel que busca la doxa-gloria del que le ha enviado es veraz en
todo lo que dice, porque se mueve por motivos desinteresados y en él
no hay pecado, injusticia e infracción de la ley.
19
¿No os ha dado Moisés la ley y ninguno de vosotros cumple la ley?
¿Por qué procuráis matarme? (Puesto que el sexto mandamiento
claramente prohíbe la muerte.)
20
La gente contestó: Tú estás poseído de demonio, ¿quién procura
matarte?
21 Jesús
respondió y les dijo: Una obra he hecho y todos os maravillasteis.
21.
Una obra he hecho, sané al paralítico y todos os maravillasteis.
También os sorprendisteis y enfadasteis porque habéis creído que
he abolido el mandamiento del sábado.
22
Moisés os ha dado la circuncisión. No porque sea impuesta de él,
sino tradición de vuestros ancestros y vosotros circuncidáis a un
hombre en sábado.
23
Por lo tanto, si el hombre recibe la circuncisión obligatoriamente
en el sábado y no por eso se quebranta la ley de Moisés, ¿por qué
os irritáis conmigo porque sané completamente en sábado a un
hombre enfermo?
24
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con juicio justo o
sano juicio.
25
Decían algunos de los de Jerusalén: ¿No es éste al que los
gobernantes buscan matarle?
26
Pues, mirad que está hablando claro y sin miedo públicamente y
nadie le contradice, ni le interrumpe. ¿Será que de verdad los
gobernantes habrán comprendido y reconocido que éste es realmente
el Cristo?
27
Pero de éste sabemos de dónde es; además, cuando venga el Cristo,
nadie sabrá de dónde es.
28
Entonces Jesús enseñando en el templo alzó la voz y dijo: A mí me
conocéis y sabéis de donde soy, pero vuestro conocimiento es
imperfecto. Yo no he venido por mí mismo sino de Dios y el
que me ha enviado es veraz, pero vosotros no le conocéis.
29 Pero
yo le conozco, porque de él provengo y él me ha enviado.
29.
Pero yo lo conozco, porque provengo de él de antes de los siglos y
tengo como Dios la misma naturaleza, esencia y energía increada con
él y él me ha enviado al mundo.
30
Entonces, a causa de lo que dijo, querían otra vez detenerle. Pero
ninguno le echó la mano, porque no había llegado todavía su hora,
(la definida de Dios.)
31
Muchos de la multitud creyeron en él y decían: El Cristo cuando
venga, ¿hará más y mayores milagros y señales que las que éste
ha hecho?
32
Se enteraron los fariseos que la gente hacía comentarios favorables
acerca de Cristo y gemía contra los gobernantes; entonces los
fariseos y los sumos sacerdotes mandaron alguaciles para detenerle.
33
Entonces Jesús dijo: «Todavía estaré un poco de tiempo con
vosotros y después me iré al Padre que me envió al mundo.»
34 Me
buscaréis y no me encontraréis, y adonde yo esté vosotros no
podéis venir.
34.
Alguna vez me buscaréis, a causa de la desesperación y las
desgracias que caerán sobre vosotros y no me encontraréis. Y allí
al Padre donde yo estoy como Dios y pronto me iré también como
hombre, vosotros no podéis venir, porque sólo yo, a quien vosotros
no creéis, os puede conducir allí.
35
Entonces los judíos dijeron entre sí: ¿Adónde se irá éste para
que nosotros no le hallemos? ¿Acaso irá a los judíos dispersos
entre los helenos, y enseñará a los helenos?
36
¿Qué sentido tiene el logos que dijo: Me buscaréis y no me
encontraréis, y donde yo estoy vosotros no podéis venir?
37 El
ésjato-último día de la fiesta, el más solemne, Jesús enseñando
en el templo puesto de pie con voz alta, dijo: «El que tenga sed,
venga a mí y beba.»
37.
«En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús estando en
el templo de pie dijo en voz alta: «Si alguno tiene sed espiritual
de bienes eternos, paz y alegría que venga conmigo y beba de la
verdad y la fe que yo ofrezco, así serán satisfechos sus más
profundos y nobles anhelos y su psique encontrará alivio y
descanso.»
38
Aquel que cree en mí, tal y como dice la Escritura, su corazón se
convertirá en inagotable fuente espiritual y de las entrañas de su
psique brotarán, manarán ríos de agua viva (brotará la
jaris-gracia energía increada).
39 Esto
lo dijo por el Espíritu que habían de recibir los que creyeran en
él, y el Espíritu Santo aún no había venido, porque Jesús aún
no había sido glorificado.
39.
Estos logos los dijo el Señor por el Espíritu Santo y los carismas
que recibirían al futuro los que iban a creer en él; porque la
jaris-gracia, energía increada del Espíritu Santo que hace el
renacimiento, la sanación y la salvación aún no se había dado a
ninguno, porque Jesús aún no había sido glorificado por su
sacrificio y su gloriosa Ascensión.
40
Muchos, pues, de la multitud al escuchar estos logos decían: Éste
es realmente el profeta (el que había anunciado Moisés.)
41
Otros decían: Éste realmente es el Cristo; pero algunos decían:
¿Acaso el Cristo va a venir de Galilea?
42
¿No dice la Escritura que del linaje de David y de la aldea de Belén
de donde era David, ha de venir el Cristo?
43
Y se originó una disensión entre la gente a causa de él.
44
Algunos de ellos querrían detenerle, pero ninguno le echó mano
(porque la fuerza invisible les impedía).
45
Volvieron, pues, los alguaciles a los sumos sacerdotes y a los
fariseos sin él, y éstos les dijeron: ¿Por qué no le habéis
traído?
46
Respondieron los alguaciles: Jamás hasta hoy un hombre ha enseñado
y hablado con tanta sabiduría y gracia como este hombre.
47
Replicaron los Fariseos: ¿Es que vosotros también os habéis dejado
engañar, creyendo en él?
48 ¿Acaso
ha creído en él algún magistrado, sacerdote o fariseo?
48.
¿Acaso ha creído en él algún magistrado, sacerdote o fariseo?,
nadie, porque sólo ellos conocen la verdad y tienen juicio recto.
49
Esa gente que ha creído es analfabeta e ignoran la Ley y por eso son
malditos.
50
Les dijo Nicodemo, el que había visitado anteriormente por la noche
a Cristo, que era uno de ellos y miembro del consejo.
51
¿Acaso nuestra ley condena a un hombre antes de oírle y sin
averiguar el juez lo que hizo?
52
Le respondieron y dijeron: ¿Tú también eres de Galilea? Investiga
y verás que de Galilea no ha salido profeta alguno.
53
Y disolvieron la reunión y cada uno se fue a su casa.
Reflexiones por Trémpelas
2.
Fiesta de la Tiendas: fiesta de los judíos, en la que los judíos se
ponían bajo las tiendas de cabañas y permanecían siete días, en
recuerdo de la vida de siete días que han pasado sus antecesores en
el desierto.
3.
Hermanos: son los hermanastros, los hijos de José antes de
comprometerse con María.
7.
Cosmos-mundo: aquí se refiere a la gente pecadora y mala astuta que
no quieren conocer la verdad. El Cristo era odiado por ellos porque
les revelaba sus pecados y les reprendía por sus actos malos. Lo
mismo ocurre durante siglos…
Δεν υπάρχουν σχόλια:
Δημοσίευση σχολίου