SAN
PABLO
1
CORINTIOS CAPITULO 15
1-28
La Resurrección del Señor demostración de la resurrección de los
muertos.
29-24
El comportamiento de los Apóstoles y de los fieles y demostración
de la resurrección de los muertos.
35-49
Cómo serán los cuerpos resucitados
50-58
Cómo se hará la resurrección de los muertos
1
Además os recuerdo, hermanos, el evangelio que os he evangelizado y
enseñado, el cual también recibisteis con fe, en el cual también
perseveráis firmes;
2
por el cual también os estáis sanando y salvando, si retenéis el
logos tal como os lo prediqué y enseñé; si no creísteis en vano;
(pero os habéis olvidado de una verdad esencial).
3
Porque primeramente os he enseñado lo que a mi vez recibí: Que
Cristo murió en la cruz por nuestros pecados, conforme lo habían
profetizado las Escrituras;
4
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras;
5
y que apareció a Cefas o Pedro y después a los doce Apóstoles.
6
Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los
cuales muchos viven aún, y otros ya duermen o están muertos.
7
Después apareció a Jacobo (Santiago); después a todos los
apóstoles;
8
y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
9
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de
ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
10
Pero por la jaris (gracia, energía increada) de Dios soy lo que soy,
es decir, Apóstol; y su jaris-gracia increada no ha sido en vano
para conmigo, antes he trabajado más que todos los demás Apóstoles;
pero no yo, sino la jaris-gracia increada de Dios que está conmigo.
11
Pues bien, tanto ellos como yo esto es lo que predicamos; esto es lo
que habéis creído.
12
Pero si (por nosotros los Apóstoles) se predica de Cristo que
resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no
hay resurrección de muertos?
13
Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó
(puesto que él también tenía cuerpo como el nuestro).
14
Y si Cristo no resucitó, vana y vacía es entonces nuestra
predicación, vana y vacía es también vuestra fe.
15
Incluso seríamos falsos testigos de Dios, porque hemos testificado
contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en
verdad los muertos no resucitan, (si se supone que los muertos no
resucitan, entonces no le hubiera resucitado).
16
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó;
17
y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana, vacía e inútil; aún
estáis sumergidos en vuestros pecados.
18
Entonces también los que durmieron o murieron con fe en Cristo están
perdidos.
19
Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en
Cristo, somos los más miserables y los más dignos de conmiseración
de todos los hombres.
20
¡Pero el Cristo resucitó primero de entre los muertos y se hizo
primicia de todos los que durmieron o murieron!
21
Porque por cuanto la muerte entró por un hombre (Adán que cayó en
el pecado), también por un hombre (el nuevo Adán, Cristo) vendrá
la resurrección de los muertos.
22
Porque así como por el hombre Adán todos morimos (a causa de la
descendencia y relación con Adán), así también a través de la
jaris gracia, la energía increada y la unión con Cristo
todos seremos vivificados.
23
Pero cada uno en su debido orden: Cristo, la primicia; luego los que
son de Cristo, en su gloriosa venida.
24
Luego el fin, cuando entregue la realeza al Dios y Padre, cuando haya
suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. (24. Luego
vendrá el fin, cuando ya habrá terminado Su obra real o sacerdotal
y se habrá consumado la divina economía de la salvación de los
hombres. Entonces el Cristo como hombre entregará su realeza
increada al Dios y Padre. Entonces con su axioma real y sacerdotal ya
habrá aniquilado toda potencia, poder y fuerza. Pero hasta este
momento estará ejerciendo su axioma real y sacerdotal).
25
Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus
enemigos bajo de sus pies.
26
Y el postrero enemigo que será destruido es la muerte.
27
Porque todas las cosas las sometió debajo de sus pies (como se dice
en los Salmos). Y cuando dice que todas las cosas han sido sometidas
a él, es evidente que se exceptúa Aquel (Dios Padre) que ha
sometido a Cristo todas las cosas.
28
Pero luego que todas las cosas le estén sometidas, entonces también
el Hijo mismo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las
cosas, para que Dios sea todo en todos.
29
De no ser así, ¿a qué viene el bautizarse por los muertos, con la
esperanza de unirse con los otros fieles muertos que creen que viven
en la Iglesia celeste, si en ninguna manera los muertos resucitan?
¿Por qué bautizarse por los muertos? (O por qué bautizarse, puesto
que no entrarán en ninguna comunión con los muertos, puesto que los
muertos ya no viven en la tierra ni en el cielo).
(Este
versículo es mu y difícil y los Padres lo interpretan así: «29.
¿Si no resucitan los muertos, entonces qué beneficio
tendrán los que hasta en el último momento aceptan y sufren el
bautismo del martirio y de la sangre y sacrifican sus vidas con la
esperanza y la fe de que se unirán con la Iglesia de los muertos?
sin embargo estos están vivos en los cielos y un día resucitarán.
¿Para qué hacen el bautismo de la sangre, puesto que no entrarán
en la Iglesia que está constituida de hombres vivos, sino que entran
en una Iglesia de muertos y no resucitarán?»
Aquí se refiere a los Mártires igual que en
el Apocalipsis 6,10-11)
30
¿Y por qué exponernos nosotros al peligro a cada instante?
31
Hermanos, os lo juro que todos los días estoy al borde de la muerte
por predicar el Evangelio; y que vosotros sois mi gloria en Cristo
Jesús, Señor nuestro.
32
Si en Éfeso luché contra hombres que parecían fieras, ¿de qué me
sirvió? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana
moriremos (como dicen los infieles y materialistas).
33
No os dejéis engañar (por falsas enseñanzas): “Las malas
compañías corrompen los caracteres y las buenas costumbres”.
34
Estad en nipsis (vigilancia espiritual), velad debidamente, y no
pequéis; porque algunos tienen gran ignorancia de Dios; para
vergüenza vuestra lo digo.
35
Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué
cuerpo vendrán?
36
Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere y no se
entierra en la tierra antes.
37
Y lo que siembras no es el cuerpo o la planta que ha de salir, sino
el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
38
pero el Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su
propio cuerpo.
39
No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los
hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra
la de las aves.
40
Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero uno es el
resplandor de los cuerpos celestes y otro el de los terrestres.
41
Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna y otro el de las
estrellas. Incluso cada estrella tiene un resplandor diferente.
42
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en
corrupción (o se entierra el cuerpo en estado de corrupción,
cadáver), y resucita en incorruptible.
43
Se siembra en cadáver y fétido, se resucita en gloria; se siembra
en enfermedad y resucita en poder y fuerza.
44
Se siembra cuerpo animal y resucita cuerpo espiritual. Hay cuerpo
animal, lo hay también cuerpo espiritual. (44. Se siembra cuerpo
que estaba vivificado y dirigido por las fuerzas inferiores animales
de la psique. Pero resucita cuerpo que estará vivificado y dirigido
por las fuerzas espirituales de la psique. Existe el cuerpo animal y
también el espiritual).
45
Así también está escrito en el Génesis: Fue hecho el primer
hombre Adán en psique-alma que vivifica el cuerpo; el ésjato-
último o nuevo Adán es el Señor que está en plenitud de espíritu
de Dios que transmite y da vida (espiritual).
46
Pero el cuerpo espiritual no se hizo primero, sino lo animal; luego
lo espiritual.
47
El primer hombre es creado de la tierra, terrenal; el segundo hombre
es el Señor, es del cielo (el segundo hombre, el nuevo Adán, es
el Señor, quien como Dios bajó del cielo y junto con su naturaleza
divina, tomó la naturaleza humana y se hizo hombre).
48
Como el terrestre, así son los terrestres; como el celeste, así son
los celestes. (O el que era terrenal, es decir, mortal y
corruptible, así son también sus descendientes; y aquel que es
celeste, espiritual e incorruptible, así serán celestes también
los fieles que por él renacen o despiertan espiritualmente en su
nueva vida).
49
Y así como hemos revestido la imagen del terrenal, revestiremos
también la imagen y las cualidades del celestial (y nos
convertiremos a imagen de él, es decir, resucitados, incorruptos e
inmortales).
50
Hermanos os digo que la carne y la sangre no pueden heredar la
realeza increada de Dios, ni la corrupción hereda la
incorruptibilidad.
51
He aquí, os revelo un misterio nuevo y desconocido: No todos
dormiremos o moriremos, pero todos seremos transformados, cambiados
52
y en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, (al final del último
toque de trompeta); porque se tocará la trompeta (por el ángel), y
los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
metamorfoseados, transformados (es decir, todos muertos resucitados y
vivos transformados tendremos el mismo cuerpo espiritual
incorruptible).
53
Porque debe este cuerpo corruptible revestirse de incorrupción, y
este cuerpo mortal de inmortalidad.
54
Y cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal de
inmortalidad, entonces se cumplirá el logos de Isaías que está
escrito: La muerte ya no existe ha sido destruida por la victoria.
55
¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón venenoso? ¿Dónde, oh hades,
tu victoria?
56
ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder y la fuerza
del pecado, la ley.
57
Pero las gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio
de nuestro Señor Jesús Cristo.
58
Así que, queridos hermanos míos, estad firmes (en el dogma de la
resurrección) y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
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