ΗΣΥΧΙΑ
ΚΑΙ ΘΕΟΛΟΓΙΑ
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ΜΗΤΡΟΠΟΛΙΤΗΣ
ΙΕΡΟΘΕΟΣ ΒΛΑΧΟΣ
- Εκδοτικός Οίκος: ΙΕΡΑ ΜΟΝΗ ΓΕΝΕΘΛΙΟΥ ΘΕΟΤΟΚΟΥ
Hisijía
ἡσυχία
y Teología θεολογία
zeoloyía
Ortodoxa
Extractos
del libro del
Metropolita
Ierózeos Vlajos
Contenidos
1. Capítulo 1. “Nipsis e hisijía”
2. c) Logos encarnado y Logos no
encarnado. (pág. 228)
3. d) Logos inefables y logos-conceptos
creados. (pág.232)
4. e) Ley creada e increada (pág. 237)
5. f) El templo increado y el templo
creado (pág. 238, 239, 249)
6. Capítulo 6: La persona del Padre
Espiritual y el carisma de discernimiento.
Cap. 1.
“Nipsis e hisijía”
Hablando
sobre la νήψις
(nipsis,) ortodoxa,
entendemos la rápida atención y vigilancia del hombre para mantener
su nus y corazón
limpios de los loyismí
(pensamientos compuestos o simples) e imágenes que mortifican su
libertad interior y lucidez y le apartan de la comunión con Dios y
su conocimiento.
Esta nipsis
es calificada por los Padres como divina, ησυχία
(hisijía, paz y
serenidad interior). Es obvio que la hisijía
es toda lucha ascética del hombre por la catarsis (sanación,
purificación) del corazón, la nipsis
y la oración interior. Así pues, por hisijía
entendemos principalmente aquel método que utilizaron todos los
deificados o glorificados para unirse con Dios y superar la muerte,
que es uno de los problemas mayores del hombre, tanto
existencialmente como psicológica y biológicamente.
Ἠσυχασμός
(Hisijasmós):
Para los santos Padres la catarsis
es la eliminación de todos los loyismí
del corazón y la permanencia de ellos en la lógica de la mente y la
iluminación es la clarificación del nus
por la Jaris (Gracia
energía increada) de Dios. El método de catarsis
e iluminación del corazón y del nus,
y el modo por el cual se revela (o apocalipta) el lugar del corazón
(espiritual o psicosomático) que es el núcleo de la existencia del
hombre, y, se llama hisijasmós.
Éste es el único método por el cual el hombre renace
espiritualmente. Utilizando este sistema uno puede ayudarse también
para vivir la vida de los Misterios de la Iglesia. De otra manera los
Misterios operarían infernalmente.
Entonces
resulta claro que, el método de terapia de nuestra Iglesia es la
energización, es decir, la activación de la energía noerá
(espiritual humana) del corazón, de modo que ésta se mueva
paralelamente a la energía lógica racional de la diania
(mente, cerebro o intelecto), cosa que constituye la base para el
desarrollo posterior del hombre hacia la zéosis
o deificación. El que ignora este método, no puede conocer que
significa ser Cristiano Ortodoxo. Tampoco cuál es la obra de la
humanización de Cristo y cuál es la finalidad de la Iglesia.
Por lo
tanto, este método está contenido en dos palabras: «ἡσυχία
hisijía » y
«θεολογία
zeoloyía
teología». La hisijía
es el sistema de catarsis
e iluminación del hombre y la teología es la gnosis (conocimiento)
de Dios por la que el ser humano llega a la finalidad de su creación
y puede sanar y conducir a otros a la zéosis.
En cada
época hay dos modos en que los hombres hacen teología. Uno es el
meditativo o dialéctico y el otro es el empírico y apocalíptico
(por revelación). Al primero pertenecen los filósofos y los
teólogos que filosofan y al segundo los Santos Padres. Es sabido que
los heréticos intentaban comprender todo con la lógica de la razón
de la mente. Ellos representan y expresan el cristianismo helenizado.
En cambio, los Padres siguieron otro método distinto y representan y
expresan el cristianizado helenismo, ya que tienen la experiencia de
Dios. Ésta se formula con términos de la lengua helénica.
(pág.184)
...Resulta
claro que el método de terapia de nuestra Iglesia es la
energetización, la activación de la energía noerá
espiritual humana del corazón, de modo que ésta se mueva paralela e
independientemente a la energía lógica de la diania
(cerebro, mente), cosa que constituye la base para el desarrollo
posterior del hombre hacia la zéosis.
El que ignora este método no puede conocer qué significa ser
Cristiano Ortodoxo, tampoco cuál es el valor de la obra de la
humanización de Cristo y la finalidad de la Iglesia. Por lo tanto,
este método queda resumido en dos palabras: “hisijía”
y “teología”.
La primera
es el sistema de purificación e iluminación del hombre y la segunda
es el conocimiento de Dios por el que llega el ser humano a la
finalidad de su creación. Cuando lo consigue, puede sanar y conducir
a otros a la zéosis o deificación. (Pág.183)
Los Padres
tienen conocimiento claro de la diferencia entre la teología
ortodoxa y la filosofía, principalmente de la metafísica. Tampoco
son de tendencia platónica, aristotélica o neoplatónica, sino que
son deificados, es decir, glorificados mediante la catarsis, la
iluminación y la zéosis, llegando a la unión con Dios por la
energía increada de la Jaris. A partir de aquí hacen teología
psicoterapéutica.
Algunos
sostienen falsamente que la enseñanza de San Dionisio el Areopaguita
es una expresión del neoplatonismo y que esta teología influyó a
los demás Padres “hisijastas”. Falso es también que la teología
escolástica sea un suplemento de la Teología Patrística y un
método para comprender más profundamente la
Apokálipsis=Revelación. De esta manera anulan el contenido
universal de la Teología Ortodoxa y por eso no pueden ser aceptados
por la Iglesia Ortodoxa. (pág.399).
...No es
correcto que se considere la teología escolástica occidental como
continuación de una supuesta Teología escolástica Ortodoxa. Los
Padres de la Iglesia tenían conocimiento claro de la diferencia
entre la Teología Ortodoxa y la filosofía, principalmente la
metafísica. Ello es debido a dos razones: Una es porque existe
diferencia entre la Teología Patrística, que es “hisijasta” y
apocalíptica=reveladora, mientras que la escolástica es intelectual
y humanocéntrica; y la otra razón es porque utilizan métodos
diferentes. El sistema de hacer teología de los Padres es catártico
(sanador), iluminador y conduce a la zéosis, en cambio, el de los
escolásticos es racionalista, reflexivo y conducido por la fantasía.
Por esta
razón los Padres de la Iglesia adquirieron conocimiento empírico de
Dios. En cambio, los escolásticos llegaron a teorías que no pueden
tener fundamento en la Ortodoxia, como por ejemplo la identificación
de la esencia de Dios con su energía. (pág.401).
Es
interesante la observación del error que hace la teología
escolástica al identificar el término “ratio” (razón) con el
término “logos”. Mientras que el primero significa una
posibilidad racional del intelecto para discernir y relacionar los
objetos creados, el logos en la lengua helénica significa entre
otras cosas, el reunir, concebir y definir en orden y armonía. San
Agustín separó la ratio en “superior” e “inferior”. La
primera la identificó con el “intellectus” que también fue
considerado equivocadamente como el nus
heleno.
Es sabido
que durante la antigua filosofía helénica y también en la
presocrática, el logos no es la lógica, la razón de la mente, sino
aquella fuerza que en el universo dirige y coloca en armonía la
multiplicidad de las cosas creadas en toda la naturaleza. Con este
concepto Logos se denominó la Segunda Persona de la Santa Trinidad,
como Aquél que expresa la voluntad de Dios, como Aquél que ha
creado el mundo. También el nus en la Tradición Ortodoxa es el ojo
de la psique (alma), una energía de ella, que es distinta de la
energía lógica de la diania
(mente, intelecto, cerebro). (Pág.402)
Generalmente
un principio básico de la teología escolástica, como también de
los antiguos filósofos helenos, es que existe verdad uniforme que se
da tanto a los Profetas como a los filósofos, y que existe método
uniforme de conocimiento sobre Dios. Pero, tal como han demostrado
los Padres de la Iglesia y especialmente San Gregorio Palamás, la
verdad no es uniforme sino doble; puesto que una es la verdad que
adquirimos sobre la creación y otra sobre el Dios increado, como
también existe doble método de conocimiento, puesto que con la
lógica adquirimos conocimiento del mundo, y en cambio con el nus y
el corazón adquirimos conocimiento (increado) de Dios. No puede
haber, entonces, ninguna relación entre la tradición escolástica y
la tradición níptica de la Iglesia. Pág.402 (La doble metodología
de San Gregorio Palamás: congreso sobre San Gregorio, editado por la
Santa Metrópolis de Tesalónica 1986, pág. 75 y más).
...La
terapia del hombre se encuentra en el descubrimiento de su energía
noerá y de la distinción de ella de la energía lógica. Con el
movimiento paralelo e independiente de las dos energías el hombre se
completa, es decir, con la energía lógica adquiere relación con el
mundo, y con la noerá adquiere relación con Dios. Este método es
muy sencillo. (Pág. 178).
No se puede
considerar como escolasticismo y método escolástico el hecho que
los Padres, en algún momento histórico, describieron ordenadamente
la experiencia sobre Dios, la que habían adquirido mediante el nus y
el corazón con términos de la época aquella; Dieron a los términos
otro contenido y sistematizaron la enseñanza de los Padres
anteriores para afrontar las herejías y proteger a los miembros de
la Iglesia.
No es
correcto que la fuente de los escolásticos y principalmente de Tomás
de Aquino es San Juan el Damasceno, ya que éste se sitúa en otra
perspectiva.
San Juan el
Damasceno codificó la enseñanza de los Padres anteriores a él y
sobre todo considera como su guía espiritual a San Gregorio el
Teólogo, de quien utiliza su enseñanza con frecuencia, así también
la de San Basilio. Todo lo que dice San Juan el Damasceno sobre Dios,
no tiene ninguna relación con lo que sostiene Tomás de Aquino...
...San Juan
el Damasceno hace discernimiento entre esencia o naturaleza y las
energías increadas de Dios y discierne que Dios es inconcebible,
incognoscible y no participado por su esencia-naturaleza y que es
concebible, cognoscible y participable por sus energías. Pág. 403
...Tomás de
Aquino identifica esencia y energías de Dios... éste habla sobre
energía pura (“actus purus”) y energías creadas de Dios, cosa
que significa que llegamos a la comunión y conexión con Dios con
las energías creadas... Esta es la herejía básica del papismo. En
su obra “Summa Theologica” encontramos el principio básico de la
metafísica... Consecuencia de esta perspectiva es que Dios creó al
mundo por esencia y no por energía y voluntad, como también que
Dios creó el mundo a partir de las preexistentes ideas y no del cero
o la nada, que la muerte es castigo de Dios, que dentro de la
creación existe la energía creada de Dios, que la psique anhela su
regreso al mundo no nacido de las ideas etc... (Pág. 404)
...Pero en
la teología ortodoxa no hablamos de natural y sobrenatural, porque
esto es objeto de la metafísica, no de la teología; los ortodoxos
hablamos sobre creado e increado y sobre todo de las energías
increadas que energetizan (operan) de distintas maneras en toda la
creación.
...Según la
tradición Patrística tal y como la expresa también San Juan el
Damasceno, la psique del hombre es lógica y noerá, que significa
que tiene dos energías: la lógica o racional, con la que toma
contacto y se relaciona con el mundo, y la energía noerá (del nus),
con la que entra en comunión con la energía increada de la Jaris de
Dios.
...Existe
una información en torno al cómo el mismo Tomás de Aquino comentó
sobre el libro “Summa Theologica” antes de su muerte. En la
divina Liturgia el 6 de diciembre de 1273 festividad de San Nicolás,
se sentó en su despacho y dijo leyendo este libro: “no puedo
soportarlo esto”. Cuando su amigo personal y secretario, que nos
hizo llegar esta información, protestó, Tomás le contestó: “¡No
puedo soportarlo! Todo lo que escribí es paja”. Paró un momento y
siguió “compáralo con lo que he visto y se me ha revelado y
estarás de acuerdo que es paja”. Después de esto cayó en un
profundo silencio que duró todo el invierno. Al principio de la
primavera recibió la orden del Papa para ir al sínodo de Lyón.
Empezó diciendo a su secretario “quizás Dios me regale algo bueno
yendo allí”. Y mientras caminaba hacia Lyón murió. (Pág.405)
...La
posición de la Iglesia sobre los textos de San Dionisio el
Areopaguita es muy importante. Se trata de textos que presentan la
llamada teología mística de la Iglesia, la que no conecta con el
misticismo, sino con la teología níptica y el conocimiento empírico
de Dios, con la iluminación del nus y la zéosis, y no con la
iluminación de la lógica o mente, cerebro.
La Iglesia
en su himnografía reconoce la gran personalidad de San Dionisio el
Areopaguita...
Los Santos
Padres honraron sobradamente las obras de San Dionisio el
Areopaguita. Entre muchos de ellos están San Máximo el Confesor,
San Nikitas Stizatos, San Gregorio Palamás quién hizo un uso
prodigioso de la enseñanza de San Dionisio, etc...
Hay una gran
diferencia entre la enseñanza de los textos de San Dionisio el
Areopaguita y el platonismo, aristotelismo o neoplatonismo. (Pág.
407)
...La
opinión de que el neoplatonismo ha influido a la tradición
“hisijasta” y níptica de la Iglesia es falsa.
La ascesis
según la enseñanza ortodoxa de la Iglesia es condición
indispensable para la vivencia de Dios “en sentido, energía e
información”. Cuando el hombre haya adquirido el conocimiento
existencial de Dios, a continuación esta experiencia se formula con
logos. Los logos inefables increados de los Santos glorificados (que
han llegado a la zéosis) son traídos al kerigma y a la pastoral de
la Iglesia mediante logos y conceptos creados. (Pág. 408)
c) Logos
encarnado y Logos no encarnado. (pág. 228)
El centro
del Antiguo y Nuevo Testamento es Cristo, con la diferencia que en el
Antiguo Testamento los profetas veían al Logos no encarnado, en
cambio en el Nuevo Testamento los Apóstoles y los glorificados ven
al Logos encarnado. Todas las apocalispis=revelaciones de Dios dentro
de la historia son apocalipsis del Hijo y Logos de Dios. En el
Antiguo Testamento el Logos de Dios es el Ángel de la Gran Voluntad,
el Ángel de la doxa=gloria, en cambio en el Nuevo Testamento el
Logos de Dios se hace Cristo, puesto que la naturaleza divina,
mediante la fuerza de la unión hipostática (base substancial) de
las naturalezas divina y humana en la persona del Logos, ungió a la
naturaleza humana...
d) Logos
inefables y logos-conceptos creados. (pág.232)
Los
visionarios de Dios son elevados al Paraíso y entonces escuchan
logos inefables, según el testimonio del Apóstol Pablo: “Conozco
un hombre, un cristiano... Fue arrebatado al paraíso y oyó logos
inefables que el hombre no puede expresar” (2ª Cor.12,2-4)...
...El caso
del Apóstol Pablo es muy característico. Ascendió hasta el tercer
cielo y entró en el Paraíso, escuchó logos inefables que no podía
transmitir tal y como los escuchó y se fue iniciado, instruido en el
conocimiento (increado) de los misterios de Dios. Pero algunas de
estas experiencias las transmitió a continuación a sus hijos
espirituales y conducirlos en sus vidas espirituales. Así pues,
durante la experiencia se inició en los logos inefables y a
continuación trasladó esta experiencia a lo que es posible para los
hombres, con logos y conceptos creados, es decir, utilizando la
lengua humana creada y las imágenes de la naturaleza creada. Así,
trasladado el misterio de la apocalipsis=revelación a la realidad
sensible, permanece misterio, pero capaz de ser vivido por los que
ascenderán y participarán de la experiencia del Pentecostés.
Pág.233
El ejemplo
relevante de la relación entre logos-conceptos creados y logos
inefables es el acontecimiento del descenso del Espíritu Santo
durante el día del Pentecostés. El Espíritu Santo descendió a los
corazones de los Discípulos y de los Apóstoles...
...Es decir,
una es la voz y el trueno que todos escuchaban, otra es la voz
espiritual que los Apóstoles escuchaban dentro de sus corazones y
otra distinta es la voz que transmitía los misterios del Espíritu
al corazón de los oyentes en el kerigma de San Pedro (He 2,1-13). En
todos estos casos actuaba el mismo Espíritu Santo de múltiples
maneras. (Pág.234)
Así vemos
que hay discernimiento entre logos inefables y logos-conceptos
creados. Los misterios del Espíritu se viven con la participación
de la energía increada de Dios que se denomina como “logos
inefables”. En cambio, la transmisión de los misterios a los
hombres se hace con logos y conceptos creados con la finalidad de ser
conducidos a los logos increados y a la participación de la
glorificante energía increada de Dios.
Esta
relación entre la Jaris increada de Dios y logos y conceptos
creados, se ve en muchos pasajes de los Santos Padres de la Iglesia.
En muchos de estos pasajes se dice que bajo la letra de la Ley existe
escondido el espíritu de la ley. Es decir, que debajo de cada
mandamiento de Dios existe una vida completa que es vivida por aquél
que en Espíritu puede introducirse en este mundo espiritual.
Mencionaré algunos Padres, como San Dionisio el Areopaguita, San
Basilio el Grande, San Gregorio el Teólogo, San Juan Crisóstomo,
San Máximo el Confesor, San Simeón el Nuevo Teólogo, San Nikitas
Stizatos, San Fotios, San Gregorio Palamás etc,... (en el libro hay
ejemplos de estos santos). (Pág.235)
...Esto
significa exactamente que en los mandamientos de Dios existe una
unión mística entre la Jaris increada y los logos y conceptos
creados. Aquellos que tienen condiciones eclesiológicas ortodoxas y
condiciones espirituales captan y viven la Jaris increada de Dios.
Pero los que no tienen estas condiciones ortodoxas se quedan sólo en
las cosas exteriores y en los logos y conceptos creados. (Pág.236)
E) Ley
creada e increada (pág. 237)
Lo dicho
anteriormente para los logos y conceptos creados e increados vale
también para otra dualidad que es la ley creada e increada. La ley
del espíritu se escribe dentro del corazón de los hombres
metamorfoseados, y a continuación el renovado Profeta traslada en
ley creada y en expresiones creadas algunos aspectos de esta
experiencia reveladora con el único fin de guiar a sus oyentes,
evitándoles una confusión espiritual y para que sean conducidos,
mediante la purificación, a la iluminación y a la zéosis. Éste es
el significado que tiene el logos de San Pedro (2ªPed 1,19).
El hecho que
la ley increada y la creada coexisten se ve en muchos versículos del
Apóstol Pablo, por ejemplo (2ªCor. 3,2-3) (2ª Cor. 4,6) y otros.
Es conocido
que en la enseñanza de los Santos Padres se habla mucho sobre cómo
el hombre es constituido de cuerpo y psique; así también, cada
versículo de la Santa Escritura tiene cuerpo y psique (alma).
(pág.238)
F) El
templo increado y el templo creado (pág. 238, 239, 249)
Lo dicho
anteriormente es válido también para el templo creado e increado.
El culto se hace dentro de un Templo concreto, pero simultáneamente
con la oración noerá y la teología empírica el hombre puede
introducirse en un Templo increado, el Templo de la Deidad.
El Apóstol
Pablo habla sobre la tienda creada de Moisés y la tienda increada
del Logos. Tienda creada es la que construyó Moisés por mandamiento
de Dios e increada es el misterio que vive uno con la encarnación
del Hijo y Logos de Dios. (Ver la epístola a los Hebreos 8,1-2 y
9,11).
Templo
increado es la contemplación de Dios que los Profetas se hacen
dignos y merecedores de ver. En el libro del Apocalipsis, San Juan el
Evangelista analiza y explica todo el Templo increado en el que se
hizo merecedor de entrar, mientras se encontraba dentro de la cueva
del Apocalipsis, en la isla de Patmos. Allí vio a la Iglesia
celeste, a Cristo con Sus Santos, los Apóstoles, los Mártires y los
Confesores de la fe. Vio la Realeza increada de Dios, el Paraíso, en
el cual no había ningún Templo creado, porque el Templo real era el
Mismo Cristo. Es cierto que este estado lo describe con imágenes y
conceptos creados, pero a la vez las descripciones transcienden la
creatividad y muestran a qué estado espiritual es elevado el
Profeta. San Gregorio Palamás dice que Moisés subió al monte y
“allí vio la tienda inmaterial” que es la fuerza y energía
increada de Dios y la “auto-hipostasiada-substanciada” sabiduría
de Dios. Entró dentro del gnofos (lit. conocimiento de la luz
increada; gnofos es luz que supera toda luz, y desconocimiento de la
esencia de Dios, según los Padres) y “todo dentro del gnofos es
sencillo, absoluto e inalterable”. Pero la tienda que construyó y
todas las cosas que se encuentran dentro de ella, la Santidad y todo
lo que se hace alrededor de ella son símbolos sensibles “de las
visiones... del gnofos”. Así, mientras lo visto en el interior del
gnofos es sencillo, absoluto e inalterable, los símbolos al ser
separados y sensibles, son cambiables, compuestos adjuntos a los
seres, es decir, a lo creado (San Gregorio Palamás E.P.E t. 2º
pág.616-618)
Esto, los
tres discípulos lo han vivido también encima del monte Tabor. En
algún momento en que veían la visión de la doxa=gloria de Dios en
la persona (hipóstasis) del Logos, el Apóstol Pedro dijo: “Señor,
qué bien se está aquí. Si quieres hago tres tiendas, una para Ti,
otra para Moisés y otra para Elías” (Mat. 17,49).
Mientras Pedro pedía hacer tres tiendas creadas con la mano, Cristo
les reveló la tienda increada, porque según lo dicho por el
Evangelista “mientras les estaba hablando
una nube luminosa los cubrió y una voz desde la nube dijo: Éste es
mi hijo bienamado, en quién tengo complacencia, escuchadlo”
(Mat. 17,5). El Dios-hombre Cristo, que muestra Su deidad a los
hombres, es la tienda real espiritual increada, que alivia y da
descanso a los hombres; por eso el Evangelista Juan certifica: “Y
el Logos se hizo sarx (cuerpo y carne) y habitó entre nosotros, y
vimos su gloria, gloria como unigénito hijo del Padre, lleno de
Gracia y verdad” (Jn 1, 14). En su
Apocalipsis San Juan el Teólogo, refiriéndose al nuevo cielo y la
nueva tierra, dice que escuchó una voz potente desde el cielo que
decía: “... He aquí la tienda de Dios
junto a los hombres; Él fijará su tienda entre ellos, ellos serán
Su pueblo y el mismo Dios estará con ellos como Dios suyo.” (Apoc.
21,3).
Esto
significa que desde la tienda creada debemos de caminar hacia la
tienda increada, que es la visión de Dios en la persona de Jesús
Cristo. Se trata de la vivencia de la zéosis por la Jaris
(gracia, energía increada), que conecta con la visión de la Luz
increada. Los que se introducen en esta tienda increada constituirán
el nuevo Israel de la Jaris, el pueblo espiritual de Dios.
Así pues,
todo lo dicho hasta ahora muestra que la Iglesia mediante los Padres
glorificados y los Misterios, el culto y toda la tradición de la
ascesis, conduce a sus miembros a la zéosis y la santificación. La
zéosis es la participación de la Jaris increada de Dios, la que
conduce al hombre a los misterios del espíritu, los que han sido
revelados gradualmente en la historia por el Logos no encarnado y por
el Logos encarnado. La lecturas de la Santa Escritura, que fueron
determinadas por los Santos Padres para ser leídas en las fiestas
Soberanas y en las de la Madre de Dios, están estrechamente
relacionadas con esta realidad, es decir, con la relación entre
Santa Escritura y experiencia de Profetas y Apóstoles, entre Logos
no encarnado y el Logos encarnado, entre los logos inefables y los
logos-conceptos creados, y entre el Templo creado y Templo increado.
Capítulo
6º
La
persona del Padre Espiritual y el carisma de discernimiento.
El trabajo
del Clérigo es celebrar los Misterios, especialmente el de la Divina
Eucaristía, que constituye el centro de la vida eclesiástica y
espiritual, pero también terapiar sanar
a los hombres, de manera que participen en los Misterios y comulguen
el Cuerpo y la Sangre de Cristo, ya que nuestra participación en los
Misterios no se hace sin condiciones.
La terapia
se consigue en Cristo, mediante la combinación entre los Misterios
de la Iglesia, especialmente el de la Divina Eucaristía, y la
tradición “hisijasta-níptica” que tiene la Iglesia. Es decir,
la terapia no es un método que funciona independientemente de la
energía increada de la Jaris de Dios, la vida eclesiástica y la
vida mistiríaca (sacramental).
Hablando
sobre terapia, entendemos la terapia del nus, del corazón, de los
loyismí, de los pazos, y esencialmente la transformación,
metamorfosis del hombre y el cambio de camino de el estado caído, en
el cual el hombre se encuentra después del acontecimiento conmovedor
de la caída de Adán y Eva, y la conducción hacia la zéosis
mediante la Jaris de Dios.
Este método
terapéutico entero es enseñado por los Padres de la Iglesia y está
atesorado en la “Filocalía de los Santos Nípticos”, en los
santos Cánones de la Iglesia, y también, claro está, está
contenido en las palabras de las oraciones de los Misterios de la
Iglesia. Si uno lee el Santo Efjologio (libro de bendiciones y
oraciones), donde se dispone el orden de los Misterios de la Iglesia,
y si uno interpreta ortodoxamente los contenidos de las oraciones y
bendiciones para los catecúmenos, pre-iluminados, iluminados y
creyentes, captará entonces esta realidad.
Es cierto
que el único teólogo y
psico-terapeuta de los hombres es Cristo y
este trabajo lo hace la Iglesia mediante los Clérigos, que son Sus
instrumentos para la terapia de los hombres. Pero para que el Clérigo
no haga este trabajo filosófica, moral y humanocéntricamente, tiene
que ser conocedor por experiencia de todo este camino hacia la
zéosis. Esto significa que él mismo ha vivido la energía increada,
la sanadora, la iluminadora y la deificadora de Dios, y es teólogo
verdadero, en el sentido patrístico de la palabra. Entonces puede
ser padre Espiritual y mostrar a los demás el camino de la terapia,
la santificación y la zéosis. Aquí vale el logos de Cristo:
“médico, sánate a ti mismo” (Luc. 4, 23).
Así, el
Teólogo es también padre Espiritual y viceversa. Esto significa que
el teólogo hace discernimiento entre energías divinas increadas y
energías demoníacas, a causa de su experiencia personal, que conoce
la enfermedad y como se consigue la terapia, conoce por experiencia
los “teje manejes” del diablo y la energía increada de la divina
Jaris, y por eso puede conducir a sus hijos espirituales al camino de
la zéosis.
Estos temas
tan serios, que constituyen la esencia de la ascesis ortodoxa y el
método ortodoxo de instrucción terapéutico, son analizados por San
Dionisio el Aeropaguita y San Gregorio el Teólogo, estos grandiosos
Padres de la Iglesia.
Extractos
del libro del
Metropolita
Ierózeos Vlajos
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