Η
ΑΝΑΣΤΑΣΗ ΤΩΝ ΝΕΚΡΩΝ
Ὁμιλία
1η
LA
RESURRECIÓN DE LOS MUERTOS
† YÉRONTAS
ATANASIO MITILINEOS
Homilía
1. Contenidos
1.1
Relación de la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos.
1.2
El apóstol Pablo sobre la Resurrección de Cristo y la resurrección
de los muertos.
1.3
Consecuencias por la negación de la resurrección de los muertos.
1.4
El tratamiento o planteamiento equivocado de la muerte.
La Resurrección de Cristo y la
resurrección de los muertos, como es conocido, son los dos grandes
dogmas que se fundamenta el Cristianismo. Si estos faltaran, la
enseñanza y la fe de los Cristianos sería vacía, sin sentido, como
nos asegura el Apóstol Pablo en la 1 Epístola a los Corintios,
capítulo 15, 13-14: “Porque si no hay resurrección de muertos,
tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana y vacía es
entonces nuestra predicación, vana y vacía es también vuestra fe”.
Pero estos dos dogmas constituyen el centro y el núcleo de la Santa
Escritura y del kerigma de los Apóstoles, y principalmente por estos
dos dogmas fueron perseguidos, juzgados y condenados por los enemigos
del Evangelio (Hec 4,1-3 y 24,2).
Con
la jaris (gracia, energía increada) y bendición del Santo Dios
Trinitario, nuestro Santo Monasterio entrega a la tripulación de la
Iglesia los textos de las homilías grabadas de nuestro
bienaventurado Yérontas Atanasio, que se refieren a este tema
fundamental de la resurrección de los muertos.
Con estas homilías el
bienaventurado Yérontas termina la serie interpretativa de ciento
cincuenta y siete (157) homilías sobre el Evangelio de Luca, que
duraron 6 seis años. Pero para los Padecimientos-Pasiones y la
Resurrección del Señor se ha hecho una referencia paralela de los
cuatro Evangelistas.
El lector con el estudio de
estas homilías comprobará y sentirá una intensa necesidad de
redención y salvación de modo que viva diariamente con la esperanza
de la resurrección de los muertos en la vida del futuro siglo.
En todos ellos que han
contribuido en la preparación de los textos, nuestra hermandad del
Monasterio desea una bendición en abundancia por el Santo Dios. Mayo
2012
Copyright:
Monasterio Komnineon de “Dormición de la Zeotocos” y “san
Demetrio” 40007 Stomion, Larisa, Fax y Tel: 0030. 24950.91220
1.1
Relación de la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos.
Queridos
míos, en la bendición de la santa Anáfora de la Liturgia de san
Basilio, leemos los siguientes logos: “y por la Cruz bajando al
Hades, para cumplir con todo, disolvió los sufrimientos de la
muerte; resucitando el tercer día, condujo a toda carne en la
resurrección de los muertos… se hizo primicia de los dormidos
(muertos), el primer nacido de los muertos, para que él sea el
primero en todo y de todos” (Divina Liturgia, san Basilio).
Tal
y como es conocido, la Divina Liturgia en su estructura es un resumen
breve de todo el contenido de nuestra Fe y enmarca el Misterio de la
Divina Efjaristía. Sólo si este Misterio se enmarca con el
contenido de la Fe, entonces podemos decir que se hace comprensible,
o mejor dicho, se aprovecha adecuadamente. Porque, como entenderéis,
con decir que celebraremos la Divina Liturgia, que comulgaremos,
etcétera, sin saber qué son todas estas cosas y sin conocer el
marco que se mueve el Misterio de la Divina Efjaristía, está claro
que este Misterio no lo podemos aprovechar adecuadamente para
beneficio propio.
El
texto que os he leído observamos que hay una conexión y unidad
armónica e inseparable entre el acontecimiento de la Resurrección
de Cristo y el futuro acontecimiento de la resurrección de los
muertos.
Os
lo volveré a leer: “y por la Cruz bajando al Hades, para cumplir
con todo, disolvió los sufrimientos de la muerte; resucitando el
tercer día, condujo a toda carne en la resurrección de los
muertos”. Es decir, el Cristo con Su propia Resurrección ha
abierto el camino para la resurrección de los muertos –aviso: dice
que ha abierto el camino-, ha abierto el camino a cada ser humano,
pecador y justo, pequeño y mayor, a cualquiera, desde Adán y Eva
hasta que hayan hombres. Por lo tanto, resucitará “todo cuerpo o
toda sarx-carne humana”, todo ser humano.
Y
continúa: “y se hizo primicia de los dormidos (muertos), el primer
nacido de los muertos, para que él sea el primero en todo y de
todos”. Es decir, el Cristo es el primero que resucita de los que
han dormido (muerto), para que sea Él en todo el primero, abriendo
Él el camino de lo que se va a efectuar en cada ser humano. Como,
por ejemplo, el Cristo resucitó para que nosotros también
resucitemos; el Cristo ascendió a los cielos para que nosotros
también ascendamos al cielo; el Cristo se metamorfoseó (transformó
al monte Tabor), para que también nos metamorfoseemos, transformemos
nosotros. Por consiguiente, vemos que todas aquellas cosas que
existen como acontecimientos en la persona de Cristo no son nada más
que una preapertura del camino, una preparación de lo qué seremos
también nosotros.
Por
esta razón si uno nos preguntara por qué resucitó el Cristo, se le
podrían dar dos respuestas fundamentales. Una es que con Su
Resurrección el Cristo ha demostrado Su deidad, porque esta es un
milagro sobrenatural, es algo que una persona no lo podría hacer,
sino sólo el Dios. Por lo tanto, Jesús Cristo demuestra que es
Θε άν θρω πος
(zeánzropos) Dios y hombre, porque Su Resurrección se refiere a
Su cuerpo, pero Su deidad es la que ha dado la Resurrección al
cuerpo.
Aquí
está claro que vemos otra cosa también; que los milagros de Cristo,
Su enseñanza, Su vida santa y ética, todas estas cosas son
consagradas con Su Resurrección. Porque, si lo queréis, también
otros sabios e importantes hombres han enseñado cosas bellas, pero
no eran dioses. Milagros también hicieron los Profetas del Antiguo
Testamento, pero no eran dioses. Pero aquí la Resurrección de
Cristo consagra y certifica lo que tenía relación con Su persona,
sea milagros, sea enseñanza o vida santa.
Y
la segunda respuesta es que el Cristo resucitó para abrirnos el
camino para que también resucitemos nosotros.
Por
tanto, dos son las respuestas sobre la Resurrección de Cristo: para
que sea demostrada Su deidad y la segunda para que se abra el camino
para que resucitemos nosotros también.
Si
tendríamos que preguntar en comparación cuál de las dos preguntas
sería primera, rotundamente diríamos: la que hemos dicho segunda;
porque el Hijo de Dios no se hizo hombre para Sí Mismo, sino para
nosotros; ni se crucificó, ni resucitó para Sí Mismo, sino para
nosotros.
Creerías,
queridos míos, -y es cómico uno decir esto- que ¿el Cristo
resucitó para adquirir vida? ¿Qué vida? ¿La humana?... Puesto que
es Dios, ¿para qué necesita la vida humana?… Y después subir al
Padre con Su naturaleza humana, ¿tenía necesidad de vivir y debería
resucitar para Sí Mismo?... Es de chiste que uno diga esto. Amigos
míos, el Cristo resucitó para nosotros, es decir, para abrir el
camino de nuestra resurrección.
Por
tanto, el peso específico de la Resurrección de Cristo cae en
nuestra resurrección. La primera respuesta es presuposición de la
segunda. Es decir, yo no podría saber que seré resucitado, si el
Cristo por Su Resurrección no demostraba que es el Dios, y sobre
todo Dios omnipotente que me resucitará. Así que la demostración
que el Cristo es el Dios se da por Su Resurrección, con todo aquello
que hemos dicho en homilías anteriores; y esta demostración
ratifica la fe de que también mi resurrección se puede realizar al
futuro.
Así
que, cuando decimos que el Cristo ha resucitado, esto significa que
todos los hombres resucitarán. Porque la Resurrección de Cristo y
la resurrección de los hombres es una y la misma praxis en dos
puntos del tiempo; un punto del tiempo lo contiene la Resurrección
de Cristo, en cambio el otro, que pertenece al futuro, lo contiene
nuestra resurrección. Pero, repito, la Resurrección de Cristo y la
nuestra es una y la misma praxis.
Hay
un vínculo tan estrecho entre la Resurrección de Cristo y la
resurrección de los muertos, de modo que aquel que niega una
resurrección obligatoriamente niega la otra. Hermano mío, si niegas
la Resurrección de Cristo, niegas la resurrección de los muertos.
Si niegas la resurrección de los muertos, entonces niegas la
Resurrección de Cristo. Porque no tiene sentido ni significado la
Resurrección de Cristo, si no resucitamos nosotros también. El
Cristo, -permitidme la expresión- no ha resucitado para hacer
figuras ante los hombres, como si fuera un clown y decir: “¡He
aquí, ahora vosotros me hacéis esto, yo ahora hago aquello!...”
El Dios no juega.
Así
que si creo que el Cristo ha resucitado, entonces creo también que
los muertos resucitarán. Tened mucho cuidado en este tema, mucho.
Que nadie me diga: “Yo creo en la Resurrección de Cristo
pero no puedo creer en la resurrección de los muertos”.
Precisamente
esta falta de fe obliga a Pablo a escribir en la 1ª Epístola a los
Corintios un capítulo entero, el 15º, con este tema; un capítulo
amplio pero también muy importante. Naturalmente, aunque faltara
este capítulo, el acontecimiento o tesis de la resurrección de los
muertos está tan esparcido dentro de la Santa Escritura, de modo que
no podríamos decir que este capítulo es una exclusividad. Pero es
un capítulo muy importante que nos da una testificación más,
dentro de tantas otras que hay en el Nuevo Testamento, y sobre todo,
de manera sistemática. Es decir, permitidme calificar este capítulo
como un estudio condesado sobre la resurrección de los muertos.
Como
entenderán, amigos míos, hemos terminado con el tema de la
Resurrección de Cristo y también sobre la Ascensión, ya que hemos
hablado extensamente en homilías anteriores. Y ahora con la ayuda de
Dios, vamos a hablar sobre la resurrección de los muertos, este tema
tan interesante, que nadie puede decir que no le interesa porque
concierne a todos.
1.2
El apóstol Pablo sobre la Resurrección de Cristo y la resurrección
de los muertos.
El
apóstol Pablo pues, quien conecta la Resurrección de Cristo
con la resurrección de los muertos, justamente, yo diría,
que habla con pasión sobre este tema. Observaremos cómo se refiere
exactamente en la relación de la Resurrección de Cristo y la
resurrección de los muertos, analizando algunos puntos del capítulo
15 de la 1ª Epístola a los Corintios: 12 Pero si (por nosotros
los Apóstoles) se predica de Cristo que resucitó de los muertos,
¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de
muertos?
Por
supuesto que esto lo escribe, mientras que antes, el acontecimiento
de la Resurrección de Cristo lo consolidó profética e
históricamente. El apóstol Pablo es magnífico, cuando escribe un
tema antes lo consolida. Es cierto que un tema tan grande no lo
dejaría sin consolidación. Por eso dice: “Porque primeramente
os he enseñado lo que a mi vez recibí: Que Cristo murió en la cruz
por nuestros pecados, conforme lo habían profetizado las Escrituras;
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras” (1Cor 15,3-4).
Atención:
Por esto ponemos en el Símbolo de la Fe esto: “conforme las
escrituras”; esto no es una nimiedad. Esto significa que la
Crucifixión, la Muerte y la Resurrección del Mesías están de
acuerdo con las profecías. El que sería padeciente el Mesías está
claro, pero estaba fuera de toda lógica. Sin embargo los hebreos en
esto han fallado, y hasta hoy en día siguen fallando, porque no han
podido captar y entender que el Mesías sería padeciente o que
sufriría. Pero si leen los Profetas, verán que esto está muy
claro. Hasta un niño pequeño si lo ponéis a leer los Profetas en
este punto, lo percibirá y lo entenderá inmediatamente.
Leed
el capítulo 53 de Isaías, y allí veréis muy claro que el Mesías
es padeciente. Leed el Salmo 21 y veréis el pazos-pasión del
Mesías. ¡Los hebreos, aunque consideraban estos textos mesiánicos,
creían que el Mesías no muere, sino que viene del cielo, así
descolgado! (Jn 12,34). Así pues, esto “conforme las
escrituras” es la Muerte del Mesías; pero también la
Resurrección es “conforme las escrituras”. Por lo tanto,
entra el elemento de la profecía.
Después
tenemos el elemento histórico, la Parádosis (divina Entrega
y Tradición). Es decir, se refiere que la Muerte y la Resurrección
de Cristo sucedieron cuando era gobernador de Jerusalén Poncio
Pilatos; esto es un elemento histórico. Pero la principal
fundamentación histórica es la parádosis (divina entrega y
tradición) de aquellos que fueron testigos presentes de los
acontecimientos de la Muerte y la Resurrección de Cristo. Y el
apóstol Pablo los enumera: “y que apareció a Cefas o Pedro y
después a los doce Apóstoles. Después apareció a más de
quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y
otros ya duermen o están muertos”. -Por lo tanto eran más de
trescientos aquellos que vivían aún, cuando escribía la epístola,
eran testigos presentes que vieron a Cristo resucitado- “y al
último de todos a mí, porque a mí también se me apareció a mí”
(1Cor 15, 3-8).
Mientras
consolida, ratifica la Resurrección de Cristo profética e
históricamente, después procede a demostrar la resurrección de los
muertos. Queridos míos, estas cosas no son infundadas. Por eso uno
que estudia sin prejuicios, desapasionadamente y ve correcta y
realmente aquellas cosas que ofrece el logos de Dios, las acepta sin
duda; y aquí en el caso nuestro acepta que la Resurrección de
Cristo y la resurrección de los muertos conectan
inquebrantablemente.
Aquí
pues, el Apóstol Pablo con este silogismo suyo: “Si predicáis
y ratificáis que el Cristo ha resucitado, ¿cómo incoherentemente
algunos de vosotros decís que los muertos no resucitan?”,
quiere indicar que los que no aceptan la resurrección de los muertos
se contradicen, racionalizan y son infieles. En otras palabras,
quiere indicar que la incredulidad de ellos en la resurrección es
una negación de la potencia de Dios y de Sus increadas energías,
sabiduría, agapi y justicia. Esta negación está basada en un
racionalismo muy corto y mezquino, es decir, al “¿cómo es posible
que se haga esto?”. Estas cosas por supuesto que las veremos más
analíticamente, ahora simplemente hacemos una introducción en el
tema de la resurrección de los muertos.
No
digamos, pues, “¿cómo es posible que se haga esto?” Por cierto
que si nos llamaran a nosotros a resucitar muertos, entonces
podríamos poner esta pregunta; pero cuando es el Dios que se hace
cargo de la resurrección de los muertos, “¿es permitido
preguntar, cómo se puede hacer esto?” ¿Pero esto es cuestión
nuestra, cuestión de nuestras capacidades o de las habilidades de
Dios? Si, pues, salimos de nuestras capacidades y posibilidades, si
salimos de nuestro pobre racionalismo y decimos que a Dios todo es
posible, inmediatamente creemos en la resurrección de los muertos, y
no ofendemos la potencia y energía increada de Cristo Dios. Sin
embargo, en el mismo capítulo más abajo san Pablo – y lo
analizaremos más tarde-, dirá: “¡Porque algunos tienen gran
ignorancia de Dios y no saben quién es el Dios, y esto lo digo para
avergonzaros!” (1Cor 15,34).
El
Apóstol Pablo, pues, en este capítulo consolida la resurrección de
los muertos profética e históricamente. No sólo proféticamente,
ni sólo históricamente. Os expliqué alguna vez que la profecía
con el acontecimiento es como el agua con el cemento. El cemento es
polvo y el agua es blanda, es líquido. Pero poned agua al cemento y
veréis que se hace duro como una piedra! ¡Poned el acontecimiento
con la profecía para ver que se hace como piedra, roca! Es decir, se
consolidan, y nunca uno puede dudar por el cómo y porqué.
El
Apóstol Pablo utiliza el método de “reductio ad absurdum o
reducción al absurdo”. Es un método lógico con el que
demostramos que una frase es falsa. De acuerdo con este método
empezamos de la frase concreta que queremos demostrar que es falsa, y
con silogismos lógicos resultamos que la frase es falsa. Así, pues,
el Apóstol Pablo, utilizando este método por la frase u oración
“porque si no hay resurrección de muertos”, la que quiere
demostrar que es falsa, y resulta a la conocida de antes frase falsa
“tampoco Cristo resucitó” (1Cor 15,13).
Esto
por supuesto que lo dijo para los que niegan la resurrección de los
muertos, que en realidad niegan también la Resurrección de Cristo.
Porque, ¿qué es lo que ha resucitado de Cristo? Pues, Su naturaleza
humana. Pero ya que resucitó la naturaleza humana, ¿cómo niegan la
resurrección de los muertos? Por tanto, si niegan la resurrección
de los muertos, significa que niegan la divina naturaleza de Cristo;
es decir, el Cristo no tiene naturaleza divina, para poder resucitar
la naturaleza humana. Por lo tanto, -muy acertadamente Pablo dice -
en realidad “si no hay la resurrección de los muertos, entonces
tampoco el Cristo ha resucitado”. Es como si les dijera: “No
os metáis en muchas tonterías; para vosotros el Cristo no ha
resucitado, porque aparece como hombre, y vosotros negáis que un
hombre puede resucitar. Pero si es Dios, entonces como Dios es capaz
de resucitar todos los hombres”.
1.3
Consecuencias por la negación de la resurrección de los muertos.
Pero
esta negación de la resurrección tiene también consecuencias. Y lo
digo esto porque igual que entonces en la época del Apóstol había
muchos Cristianos en Corinto, y naturalmente en otras partes, que
niegan la resurrección de los muertos, así también hoy en día
tenemos este tipo de negadores, y son muchos. Yo llego hasta el punto
que, cuando algún hombre está muriendo y me pide confesarse –por
supuesto como ya no hay márgenes, son los últimos momentos de la
persona- entre las preguntas que pongo es también esta: “¿Cree
usted que resucitaremos de los muertos?”. Es el mayor consuelo que
se puede dar a una persona así. Pero muchas veces escucho la
respuesta: ¡“Yo qué sé, o cómo puedo saberlo esto”! Y cuando
le digo: “Sí, porque lo ha dicho el Cristo”, entonces me dice:
“Creo en Cristo”. Pero es obvio que yo no puedo contemplar o
medir el fondo de una aceptación de este tipo, no lo sé, esto lo
contempla y lo mide el Dios.
Yo
sólo añadiría una cosa más: que si nos privamos a nosotros mismos
de los conocimientos de estos temas tan grandes, no esperemos a
encontrarnos en la Realeza increada de Dios. Porque si no tuviera
importancia que los Cristianos crean o no en la resurrección de los
muertos, entonces ¿por qué el Apóstol Pablo habla con tanto
temperamento y pasión sobre este tema? ¿Por qué? Esto tiene
sentido. Repito, no creamos que nos encontraremos en la Realeza
increada de Dios, si no aceptamos estos temas grandes, que para
nosotros son realmente nuestra vida.
Pues,
si no creemos en la resurrección de los muertos, esto tiene las
siguientes consecuencias:
Primera
consecuencia es que si negamos la resurrección de los muertos,
negamos también la Resurrección de Cristo.
Segunda
consecuencia es que negamos la fe universal a la persona de Cristo y
Su obra redentora. ¿Pero si no resucitan los muertos, por qué el
Cristo resucitó? Entonces, ¿dónde está la redención? Sabéis,
que redención significa sotiría sanación y salvación.
¿Sabéis qué quiere decir redención y salvación? Decimos
salvación, ¿pero sabéis qué quiere decir salvación? Me habéis
preguntado muchas veces qué es salvación, y os lo he contestado. Si
no preguntamos para aprender qué es exactamente salvación,
redención no la buscamos por allí y por allá. Atención a esto.
Salvación dicen muchos que es salvar mi psique-alma. Es decir, ¿que
mi psique permanecerá inmortal allí donde está y encontrará un
buen lugar?… Pero esto también lo decía Platón (en Fedón). ¡No
os parezca extraño que diga que esto es herético, es un error, es
decir, que la psique encontrará un buen lugar, en los siglos de los
siglos!
Las
psiques-almas de los justos, queridos míos, no están contentas allí
donde están sin sus cuerpos. No están en el país de los
bienaventurados; sino que pre-saborean la bienaventuranza. Las
psiques ruegan a Cristo, debajo de Su trono, y dicen: “¿Hasta
cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre
en los que moran en la tierra?”. Y la respuesta vino
rápidamente: “se les dijo que esperasen todavía un poco de
tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus
hermanos, que también deben ser muertos como ellos” (Apo 6,
10-11). Esto significa que nuestra bienaventuranza no es estar en un
lugar bueno como psiques-almas. Esto no es salvación, redención;
que lo sepamos bien esto. Salvación, redención quiere decir volver
estar en pie yo, que me han puesto al sepulcro. Es decir, ¡que
resucite a la vida bienaventurada para que mi cuerpo disfrute también
la vida bienaventurada! Porque la psique no está sola. Os lo volveré
a decir, muchas veces, hasta que acabemos estas 5-6 homilías sobre
este tema, si el Dios quiere hasta el Pentecostés. El hombre no es
sólo psique es cuerpo y psique. Ni sólo psique, ni sólo cuerpo,
sino las dos.
Me
referiré en algunos testimonios de los Padres sobre este tema. El
hombre es creación completa de Dios, con psique y cuerpo. Y la
salvación, redención quiere decir que vuelvo a tener los dos
unidos, por los siglos de los siglos. Esto quiere decir salvación;
no nos engañemos en otros senderos. Os indicaré también posiciones
heréticas sobre el tema de la salvación y sobre el tema de la
psique; pero esto veremos en un futuro próximo.
Sobre
esta segunda consecuencia que dijimos que es la negación de la obra
redentora de Cristo, si uno no cree en la resurrección de los
muertos, el Apóstol Pablo dice lo siguiente: “Y si Cristo no
resucitó, vana y vacía es entonces nuestra predicación (kerigma),
vana y vacía es también vuestra fe” (1Cor 15,25). ¡Es decir,
que yo aquí ahora, permitidme la expresión, os digo tonterías y
charlatanerías¡
Es
cierto que los atenienses se rieron en Areópago, cuando el Apóstol
Pablo les habló sobre la Resurrección de Cristo. Se rieron los
atenienses porque consideraron sus palabras tonterías y le dijeron
“charlatán” (Hec 17,18). ¡Qué tonterías dice este…
resucitaremos…! qué cosas son estas!…
Si,
pues, dice Pablo, no hay resurrección de los muertos, entonces mi
kerigma es una tontería, pero vuestra fe a la vez una tontería,
algo vacío, tonto, la nada, que no tiene contenido.
No
me digáis que el Evangelio se hace para ser un nada, porque habla de
la agapi, habla de esto o lo otro. ¡Queridos míos, sin la
Resurrección de Cristo, todo está suelto! ¡Todo! Aquello que
fundamenta y también pone techo encima de la enseñanza del
Evangelio, ¡es la Resurrección de Cristo y
la resurrección de los muertos; cimiento y techo del edificio! ¡Esto
también es el núcleo y el núcleo de nuestra salvación! ¡Si no
creemos en esto, entonces todas las demás cosas están sueltas,
descolgadas!
Por
esta razón, aquellos que quieren atacar el Evangelio, no atacan los
mandamientos y los logos de Cristo, sino que atacan la Resurrección
de Cristo. Si alguna ven podrían derrumbar el edificio que se llama
Resurrección, entonces está claro que se derrumba todo el
Evangelio. Por eso veis que los hombres malvados, viles y enemigos,
combaten principalmente contra la Resurrección de Cristo y no contra
otro punto del Evangelio.
Tercera
consecuencia de la negación de la resurrección de los muertos es la
aseveración de los negadores de que esto es la mayor mentira que
apareció jamás en la historia; es decir, que se predique que hay
resurrección de los muertos. He aquí como lo dice Pablo: “Y somos
hallados falsos testigos de Dios, porque hemos testificado contra
Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los
muertos no resucitan, (si se supone que los muertos no resucitan,
entonces no le hubiera resucitado) (1 Cor 15,15). Es decir, nosotros
los Apóstoles nos convertimos en pseudoprofetas y falsos testigos
ante el Dios y los hombres… ¡Y qué pseudoprofetas!... Predicamos
que el Dios ha resucitado a Cristo, a Quien no resucitó, ya que
existe la afirmación de que los muertos no resucitan. ¡Esto sería
la mayor mentira de la historia!
¿Pero
los Apóstoles eran realmente predicadores de una mentira tan grande?
¿Y quién, queridos míos, daría su vida para una mentira tan
grande? ¿Quién hace esto?... El mismo apóstol Pablo lo dirá más
abajo: “Si no hay resurrección de los muertos y esto no está
fundamentado, ¿por qué nosotros peligramos a toda hora?” (1Cor
15,30). ¿Por qué razón voy a entregar mi vida?
Cuarta
consecuencia sobre la negación es la no absolución ni perdón de
nuestros pecados. Porque el kerigma del Evangelio es kerigma de
metania y de perdón, absolución de los pecados.
Dice
el apóstol Pablo: “Porque si los muertos no resucitan”, -seis
veces repite esta frase- “tampoco Cristo resucitó; y si Cristo
no resucitó, vuestra fe es vana, vacía e inútil; aún estáis
sumergidos en vuestros pecados” (1Cor 15,16-17), entonces
estáis sometidos en vuestras culpabilidades y vanamente lucháis y
movéis. Es como si dijera: ¿No hay resurrección de los muertos?
Tampoco el Cristo resucitó. ¿Si no resucitó el Cristo? ¿Para qué,
pues, esperáis la absolución de vuestros pecados?
Pero
continúa Pablo: “Entonces también los que durmieron o murieron
con fe en Cristo están perdidos” (1Cor 15,18). Es decir, si no
hay resurrección de los muertos, entonces aquellos que han muerto
con la esperanza de la resurrección de los muertos, -puesto que no
existe- se han perdido; es decir, no se han perdonado sus pecados y
están con todo el peso de sus culpabilidades.
Quinta
consecuencia de negación de la resurrección de los muertos, y ruego
que tengáis atención: “Si solamente para esta vida tenemos
puesta nuestra esperanza en Cristo, somos los más miserables y los
más dignos de conmiseración de todos los hombres” (1Cor
15,19). ¿Qué significa esto?
El
hombre creyente está llamado a llevar su cruz. Como conocéis, el
Evangelio es fuertemente anticósmico o antimundano, y pide de cada
fiel girar y ser lo contrario del llamado “hombre natural”. Es
decir, natural no como ha salido de la mano de Dios, sino “natural”
como lo cree el mundo. No hay mayor antítesis que el hombre del
Evangelio con el hombre llamado por el mundo “natural”. Debe el
fiel luchar en toda su vida contra sus pazos y situaciones, que
alegremente permite y cultiva la “vida natural”.
Un
paréntesis: El año pasado hice una homilía a un cuartel general
del ejército y dije esta oración que hemos dicho antes de empezar;
“Ilumina a nuestros corazones… para poder pisotear los deseos
carnales…” Un soldado con estudios y título de universidad,
me dice: “Padre perdóname; ¿qué sentido y significado tiene esto
de “para poder pisotear los deseos carnales”? Porque aquí
tomamos medicamentos para poder disfrutar hasta la saciedad de los
deseos carnales, y ¿usted me dice ahora “para poder pisotear
los deseos carnales”?... ¿Qué sentido y significado tiene esto?
¿Pues, quién hablaba? Pues, un hombre “natural”. No podía
entender ni lo más mínimo del espíritu del Evangelio.
Por
consiguiente, en toda nuestra vida debemos resistir a este clima
“natural”, -natural lo pongo entre comillas- a este clima
mundano, pecador, a este clima antiespiritual. ¿Y qué debo hacer?
“Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la necrosis de
Jesús Cristo” no “en el espíritu”, como dice san
Pablo, es decir, mortificando los pazos. Así pues, si se supone que
no creo en la resurrección de los muertos, ¿entonces en realidad
por qué tengo que estar en contra del mundo (de los pazos y
pecador), puesto que no resucitaré? Entonces pierdo mi vida
presente. ¡Y no sólo no la pierdo sino que soy también el hombre
más tonto que jamás ha existido en la tierra! Por eso el apóstol
Pablo dice que “si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra
esperanza en Cristo, somos los más miserables y los más dignos de
conmiseración de todos los hombres” (1Cor 15, 19).
Realmente
el hombre pecador puede que no crea en la existencia de la vida
eterna, y la pierde; pero por lo menos gana la vida presente; comerá,
beberá e irá de juergas… ¿Por qué razón no va a ir de juergas,
comer y beber? Me diréis que: “esta vida suya no será más de
cien años”. Aunque sea cien años, esta vida ve ante sus ojos y
esta ganará. Pero el hombre espiritual, que se supone que no
encontrará otra vida, pierde también la presente, puesto que
practica y lucha vanamente y tiene el elemento ascético
(practicante) en su vida, ¿es o no es un tonto? Por eso dice Pablo
hipotéticamente que seremos los más miserables de todos los
hombres, si no hay resurrección de los muertos.
Me
diréis que estas situaciones son extremas y no creéis que las cosas
sean así. Pues, queridos míos, aquello que observamos en los
Cristianos –no sólo en Grecia, sino en todas partes donde hay
cristianos- es lo siguiente: Como hay un secularismo, es decir, un
cristianismo mundanizado, se nos han escapado los conceptos y
nociones profundos de nuestra Fe, y creemos que el Evangelio
simplemente es una manera de hacer una vida bella.
Por
eso amigos míos os he dicho que hemos perdido el sentido y
significado del Cristianismo. Lo hemos olvidado. Me sobrecoge un
vértigo cuando pienso qué revisión y reconsideración tenemos que
hacer para encontrar nuestra fe correcta, ortodoxa. Hemos mezclado
nuestra vida con tantas cosas, la hemos hecho secularizada, buscando
sólo el interés propio en esta vida.
Desgraciadamente
el Cristiano actual acepta el Evangelio bajo este espíritu, bajo el
espíritu de una vida presente feliz. ¿Qué puntos del Evangelio
acepta? Sólo acepta aquellos puntos que hablan de agapi, de caridad,
de cooperación, conseguir felicidad… ¡Pero el Evangelio no viene
a asegurarnos la felicidad, viene a darnos la resurrección!
Cualquier peripecia o circunstancia que suceda en nuestra vida,
muertes, pruebas, tentaciones… cualquier cosa que caiga sobre
nuestra familia y nuestra cabeza, nosotros debemos llegar allí: en
la resurrección. Pero en la resurrección de los justos, porque
tenemos también la resurrección de los pecadores (Jn 5,29). Quién,
pues, entiende esto. ¡Quién regula su vida de modo que se encuentre
en este punto, en estos senderos!
Está
claro que no negamos el Evangelio; pero hemos recibido y aceptado
también influencias extranjeras, fuera del Evangelio, con el
resultado que como Cristianos tengamos un mosaico de una cosmoteoría
y una bioteoría. Utilicé ahora estas dos palabras que jamás las he
utilizado cuando he hablado al espacio del Cristianismo, porque el
Cristianismo no es una cosmoteoría ni una bioteoría. No es una
teoría que habla para el mundo, para Dios y para la vida, como las
teorías de este mundo; ¡sino que el Cristianismo el
apocálipsis-revelación! Pero desde el momento que abandono el
verdadero sentido y significado del Cristianismo que es la
Resurrección de Cristo y la resurrección de los muertos, desde
aquel momento estoy conducido y arrastrado de distintas orientaciones
cosmoteóricas y bioteóricas.
No
es casual, queridos míos, que nuestra Iglesia festeja cuarenta días
el acontecimiento de la Resurrección. ¡Porque lo considera el
centro de nuestra fe y el centro de nuestro Culto! ¡Incluso cada
Domingo es Pascua! ¡Cada Divina Liturgia es Pascua! ¡Es un honor la
mención a la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos! No es casualidad que en cada Liturgia del Diakenisimo
(semana después de la pascua), junto con las vísperas, decimos el
“Cristo ha resucitado” cincuenta-sesenta veces. Además en cada
oda del canon de la Pascua, decimos tres veces el tropario “¡Cristo
ha resucitado de los muertos, por la muerte pisoteó la muerte y los
que están en las tumbas les ha regalado la vida!” ¿Y qué
quiere decir “Cristo ha resucitado” y también ¡“los
que están en las tumbas les ha regalado la vida”! Es de los
troparios más cortos de nuestra Iglesia, pero de los más potentes,
que indica exactamente esta conexión, unión: Que el Cristo ha
resucitado y resucitará también a los muertos. No sólo que el
Cristo resucitó, ni simplemente que los muertos resucitarán, sino
que el Cristo resucitó y que Él resucitará a los muertos. Ve uno,
pues, en este pequeño tropario, tan potente, que se repite
continuamente para que nos quede grabado.
Pero
sucede aquello que ocurre a nosotros los hombres al ejército; cuando
nos dicen sobre la teoría para el arma. Decimos la teoría dos tres
veces y la aprendemos. Pero la regla dice que esta teoría se debe
repetir siempre. Y continuamente hablamos sobre el arma: “El arma
tiene estas parte, aquello o lo otro…” Pero si se dice 5-6 veces
después reaccionas y ya no escuchas. Igual que el reloj cuando toca
y estás durmiendo a lado; la primera vez despiertas, después de
varias veces ya no despiertas. O cuando estás durmiendo cerca en la
estación de trenes; la primera noche que pasan los trenes no
dormirás nada, pero después de la segunda, tercera noche ya no los
escuchas.
¡Lo
mismo nos pasa a nosotros, decimos cincuenta veces “Cristo ha
resucitado”, y nuestras orejas ya no lo escuchan! En nuestros
saludos durante cuarenta días decimos “Cristo ha resucitado”
y respondemos “de verdad ha resucitado”, pero nuestros
oídos ya no lo escuchan. Ya se ha hecho un estereotipo. ¡Es una
desgracia, realmente una desgracia! Por eso uno puede ser que diga
“Cristo ha resucitado” en toda su vida y si le preguntas:
¿Crees en la resurrección de los muerto? y te responda: ¡Yo qué
sé!... ¡Pero tú lo decías! ¡Tantos años lo decías!… ¡incluso
el “Credo o Símbolo de Fe” no decías “espero la resurrección
de los muertos”! ¡Esto que es el dogma fundamental de nuestra fe!…
Hay
una sexta consecuencia. Dice el Apóstol Pablo: “De no ser así, ¿a
qué viene el bautizarse por los muertos, con la esperanza de unirse
con los otros fieles muertos que creen que viven en la Iglesia
celeste, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué
bautizarse por los muertos? (O por qué bautizarse, puesto que no
entrarán en ninguna comunión con los muertos, puesto que los
muertos ya no viven en la tierra ni en el cielo)” (1Cor 15,29).
Es
un pasaje difícil, que en la época que escribía el Apóstol era
fácil ser comprendido por los lectores. Pero hoy este versículo nos
dificulta un poco, pero una mejor interpretación que se da es que se
trata del bautismo del Martirio. Por tanto la interpretación del
pasaje es la siguiente. ¿Por qué bautizarme al bautismo del
Martirio, si no hay resurrección de los muertos? ¿Por qué razón?
¿Por qué me voy a sacrificar? Es decir, indica que puesto que uno
muere en martirio, como cree en la resurrección de los muertos, se
convierte en héroe y mártir; pero si no cree, no tiene sentido
morir heroicamente.
Y
para que veáis que esto realmente no tiene sentido, vamos a ver el
argumento de Pablo al revés, en otro contexto. Dice Pablo: “¿Por
qué voy a sufrir una muerte en martirio, si no voy a resucitar?”
Por lo tanto, para sufrir una muerte por martirio, debo creer que
resucitaré, pero si no creo ¿para qué voy a ser mártir? ¡El
materialista no cree en nada, ni en Dios, ni en resurrección ni en
psique-alma inmortal! Y le veis que muere por algunas ideas! Muere
por la libertad, para la justicia social y los bienes materiales.
Pero todas estas cosas no las disfrutará.
Digamos
que muero para estar comiendo bien. ¿Escuchad una cosa paradójica,
incoherente: muero, combato, lucho, hago la guerra y salgo en las
calles para conseguir comer bien! No tiene importancia si alguien
dice: Si me muero, bien, pero lo prefiero aunque no alcance a
disfrutar nada. ¿Pero es más preferible jugar mi vida cara o cruz?
¡Quién jugaría alguna vez su vida cara o cruz con una moneda, por
ejemplo si alguien le dijera: si la moneda sale cara, te daré un
millón de euros; si sale cruz te cortaré la cabeza! Las
posibilidades serían cincuenta a cincuenta por ciento. Pregunto:
¿Quién peligraría que sea cortada su cabeza para recibir dinero?
Más bien diría: “¡No. Prefiero mi cabeza en su sitio aunque sea
pobre!” ¡Pero con qué lógica diría uno: si lo consigo y vivo
ganaré los euros; y si no, no pasa nada!” O sea, ¿qué? ¿Perder
su vida?… ¡Pero esto es tonto, necio!
¡El
que uno muera para cosas que le gustaría disfrutar, pero como ya no
vive, no las disfrutará!, ¿no es una necedad? Por eso la muerte del
materialista que muere por una idea es incoherente. ¡Sí,
incoherente! Pero el hombre fiel muere en martirio porque hay
recompensa, que es la resurrección de los muertos, la Realeza
increada de Dios.
Pero
el Apóstol Pablo utiliza también un argumento personal, sobre este
sexto argumento, y dirá: “¿Y por qué exponernos nosotros al
peligro a cada instante? Hermanos, os aseguro que todos los días
estoy al borde de la muerte por predicar el Evangelio; y que vosotros
sois mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro. Si en Éfeso luché
contra hombres que parecían fieras, ¿de qué me sirvió? Si los
muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos, como
dicen los infieles y materialistas” (1Cor 15,30-32).
El
apóstol Pablo, amigos míos, era un hombre muy importante, tenía
una carrera. Pablo no era un hombre cualquiera. Pero no simplemente
dejó su carrera, sino que entró en esta peripecia sin precedentes,
que el final de esta peripecia fue que le degollaron la cabeza. ¿Por
qué lo hizo esto? Porque creía en la resurrección de los muertos.
Por eso dice: “Hermanos, os lo juro que todos los días estoy al
borde de la muerte por el predicar el Evangelio; y que vosotros sois
mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro” (1Cor 15,31). ¡Habéis
visto, el apóstol Pablo hasta jura, utiliza el juramento para
certificar la resurrección de los muertos!
Y
“si en Éfeso luché contra hombres que parecían fieras, ¿de qué
me sirvió?”. Quizás esto es una metáfora. Por supuesto que luchó
con hombres que parecían fieras y lo pasó muy mal en Efeso, cuando
aquel famoso platero llamado Demetrio, levantó toda la ciudad contra
Pablo. ¡Y sabéis lo que es toda una ciudad gritando por muchas
horas dentro al estadio de Efeso contra Pablo: “¡Grande es
Artemisa-Diana de los efesios!... (Hec 19,23-41). ¡Imaginaos que uno
sea visitante en aquella ciudad, y sepas que toda ciudad se ha
levantado contra tuya! Creo que Pablo no utiliza por casualidad la
expresión “que en Efeso lucha contra hombres que parecían
fieras”, si no hay resurrección de los muertos.
Finalmente
existe también la sexta consecuencia por la negación del dogma de
la resurrección de los muertos. “Si los muertos no resucitan,
comamos y bebamos, que mañana moriremos, como dicen los infieles y
materialistas” (1Cor 15,32). Realmente, si uno niega la
resurrección de los muertos, entonces este vive la forma más
grosera y absoluta del materialismo. Un hombre de este tipo se
asimila con la bestia. ¡Y si debemos de morir como bestias, entonces
también podemos vivir como bestias; ya no somos seres humanos!
Esta
frase “comamos y bebamos” la utiliza también el profeta Isaías
en el capítulo 22,13. Allí se refiere que mientras el Dios amenaza
con catástrofes, hambre, males…, este pueblo de los judíos
presenta una plena insensibilidad e infidelidad, y contesta: “Para
qué razón; no pasa nada… Dios todas estas cosas que nos dices no
nos interesan… “comamos y bebamos porque mañana morimos”… a
quién importa todo esto que tú dices”. Esta respuesta del pueblo
indica una terrible infidelidad a las amenazas de Dios. ¡Para que
veáis la degeneración lamentable y miserable que hay en algunas
épocas!
Así,
pues, vemos a Apóstol Pablo, quien contiene la verdad, resaltarla
con persistencia y también quiere indicar la relación inmediata que
hay entre la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos.
1.4
El tratamiento o planteamiento equivocado de la muerte.
Ahora
pongamos atención a lo siguiente: en la vida presente intentamos
crear algunos contrapesos o compensaciones en el fenómeno de la
muerte y en un futuro inmediato os analizaré el tema especialmente.
Por ejemplo, decimos: “Θά να τος
(zánatos) Muerte; ¿qué es la muerte? Es una cosa natural”.
¿Pero quién os ha dicho que la muerte es una cosa natural! Sin
embargo decimos: “¡pero quién ha hecho la muerte, ha quedado
alguno vivo; todos moriremos! Hermanos míos, ¿quién os ha dicho
que el Dios hizo la muerte! ¿Quién lo dijo esto?... que las cosas
son muy sencillas. ¿No son nada sencillas ni naturales!
Y
ahora, puesto que no creemos en la resurrección de los muertos,
¡debemos… dulcificar la muerte, deberemos… limarla, para que la
muerte no sea dura! ¡Hacemos, hacemos… y qué no hacemos!…
Primero
de todo empezamos a consolar a los que están en luto con el
siguiente refrán: ¡Qué vamos hacer así es la vida! ¡Así es la
vida! Y otra vez “¡así es la vida! Todavía hacemos otra cosa
más. Intentamos embellecer la muerte, animar aquellos que están en
luto a salir del clima de luto, diciéndoles que salgan y se
entretengan o distraigan… y muchas cosas así. Incluso que no
debemos vestirnos con nada de luto, para no dar al luto un tono de
peso fuerte. Ya ni si quiera ponemos nuestros muertos a nuestras
casas. ¡Todas las cosas se hacen muy “civilizadamente”… pero
muy “civilizadamente, de modo que apenas uno se está muriendo en
un hospital, los demás no deben venir a verle porque se impactan y
caen en estado de shock!... Sobre todo si ven algún sacerdote ir a
la habitación, o va con la Divina Comunión, esto significa que
viene la muerte… y quedarán helados de miedo!... y si estos
hombres padecen de corazón, terminarán allí de repente!... ¡Y
así, con cuidado, sacaremos de la habitación a uno que está a
punto de morir y lo llevaremos a una habitación especial, o si muere
le sacaremos por la puerta de atrás del Hospital, no por la puerta
de adelante, para que no se vea que sale un ataúd del Hospital!
Con
todas estas maneras intentamos suavizar el sentimiento de la muerte.
Está claro que no podemos vencer la muerte, e intentamos suavizarla
en nuestras psiques y en nuestros ojos.
¡Queridos
míos, la muerte es horrible y terrible!... Os la presentaré tal y
como la presenta nuestra Iglesia. “¡La psique, dice, tiene una
lucha fuerte cuando sale del cuerpo!” (Pequeño libro de
bendiciones). ¿Por qué? Porque de aquello que está entero se va un
trozo o parte suya! ¿Por qué entonces voy a embellecer la
muerte?... Por lo tanto, puesto que la muerte es horrible, sólo una
manera tengo para tratarla y afrontarla: «¡Χρι στός
Ἀ νέ στη , Jristós anesti Cristo
ha resucitado!»,
y “¡espero la resurrección de los muertos!”
¡Entonces para mí la muerte es ya como el ratón que juega con la
gata! Ya no tiene fuerza. La gata ha mordido tantas veces al ratón y
está vivo, pero débil. ¡Por supuesto que pagaré el impuesto de la
muerte, pero resucitaré! ¡Seguro que resucitaré!...
Pues,
como entenderéis, todas estas formas de afrontar la muerte son
extranjeras del espíritu del Cristianismo. El Cristianismo, amigos
míos, es exactamente tal y como os lo proyecto. Y os rogaría mucho
–y no exagero- que tengamos siempre cuidado en cómo vemos
exactamente las grandes verdades dentro en logos de Dios, que están
salvaguardadas ortodoxamente dentro en nuestra Iglesia.
Por
supuesto que sobre este tema veremos muchas cosas. Veremos lo que
dice el Antiguo y el Antiguo Testamento y los Padres de nuestra
Iglesia. Veremos cómo se hará esta resurrección, cuándo será y
como serán todas estas cosas.
Pero
todas estas cosas, con la ayuda de Dios, las diremos en los
siguientes cinco domingos que nos quedan hasta el domingo antes del
Pentecostés. Por eso, rogaría que todos vosotros que con muchas
ganas hayáis seguido nuestros temas sobre la Resurrección de
Cristo, con las mismas ganas seguir viniendo y participando en la
segunda parte, que es la resurrección de los muertos.
Domingo
13 Abril 1983.
+Yérontas
Athanasios Mitilineos.
Copyright:
Monasterio Komnineon de “Dormición de la Zeotocos” y “san
Demetrio” 40007 Stomion, Larisa, Fax y Tel: 0030. 24950.91220
Traducido
por: χΧ
jJ www.logosortodoxo.com
(en español).
Η
ΑΝΑΣΤΑΣΗ ΤΩΝ ΝΕΚΡΩΝ
Ὁμιλία
1η
LA
RESURRECIÓN DE LOS MUERTOS
† YÉRONTAS
ATANASIO MITILINEOS
Homilía
1. Contenidos
1.1
Relación de la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos.
1.2
El apóstol Pablo sobre la Resurrección de Cristo y la resurrección
de los muertos.
1.3
Consecuencias por la negación de la resurrección de los muertos.
1.4
El tratamiento o planteamiento equivocado de la muerte.
La Resurrección de Cristo y la
resurrección de los muertos, como es conocido, son los dos grandes
dogmas que se fundamenta el Cristianismo. Si estos faltaran, la
enseñanza y la fe de los Cristianos sería vacía, sin sentido, como
nos asegura el Apóstol Pablo en la 1 Epístola a los Corintios,
capítulo 15, 13-14: “Porque si no hay resurrección de muertos,
tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana y vacía es
entonces nuestra predicación, vana y vacía es también vuestra fe”.
Pero estos dos dogmas constituyen el centro y el núcleo de la Santa
Escritura y del kerigma de los Apóstoles, y principalmente por estos
dos dogmas fueron perseguidos, juzgados y condenados por los enemigos
del Evangelio (Hec 4,1-3 y 24,2).
Ἡ Ἀ νά στα ση τοῦ
Χρι στοῦ καί ἡ ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν,
ὅ πως εἶ ναι γνω στό, εἶ ναι τά δύ ο
με γά λα δόγ μα τα πά νω στά ὁ ποῖ α
θε με λι ώ νε ται ὁ Χρι στι α νι σμός.
Ἐ άν λεί ψουν αὐ τά, ἡ χρι στι α νι κή
δι δα σκα λί α καί ἡ πί στη τῶν Χρι στι α νῶν
εἶ ναι κε νή, εἶ ναι χω ρίς νό η μα, ὅπως
μᾶς βε βαι ώ νει ὁ Ἀ πό στο λος Παῦ λος
στήν Α΄
Πρός Κο ριν θί ους,
15, 13-14: «Εἰ
δὲ ἀ νά στα σις νε κρῶν οὐκ ἔ στιν,
οὐ δὲ Χρι στὸς ἐ γή γερ ται· εἰ δὲ
Χρι στὸς οὐκ ἐ γή γερ ται, κε νὸν ἄ ρα
τὸ κή ρυγ μα ἡ μῶν, κε νὴ δὲ καὶ ἡ
πί στις ὑ μῶν».
Αὐ τά τά δύ ο
με γά λα δόγ μα τα ἀ πο τε λοῦν τό κέν τρο
καί τόν πυ ρῆ να τῆς Ἁ γί ας Γρα φῆς
καί τοῦ κη ρύγ μα τος τῶν Ἀ πο στό λων,
καί γι’ αὐ τά κυ ρί ως οἱ Ἀ πό στο λοι
δι ώ χθη καν, κρί θη καν καί κα τα κρί θη καν
ἀ πό τούς ἐ χθρούς τοῦ Εὐ αγ γε λί ου.1
Con
la jaris (gracia, energía increada) y bendición del Santo Dios
Trinitario, nuestro Santo Monasterio entrega a la tripulación de la
Iglesia los textos de homilías grabadas de nuestro bienaventurado
Yérontas Atanasio, que se refieren a este tema fundamental de la
resurrección de los muertos.
Μέ
τή χά ρη καί τήν εὐ λο γί α τοῦ Ἁ γί ου
Τρι α δι κοῦ Θε οῦ καί μέ τήν εὐ γε νῆ
φρον τί δα τῶν ἐκ δό σε ων «ΟΡΘΟΔΟΞΟΣ
ΚΥΨΕΛΗ»,
ἡ Ἱ ε ρά μας Μο νή πα ρα δί δει στό
πλή ρω μα τῆς Ἐκ κλη σί ας τίς
ἀ πο μα γνη το φω νη μένες αὐ τές
ὁ μι λί ες τοῦ μα κα ρι στοῦ μας Γέ ρον τος
π. Ἀθα να σί ου, πού ἀ να φέ ρον ται στό
θε με λι ῶ δες δόγ μα τῆς ἀνα στά σε ως
τῶν νε κρῶν.
Con estas homilías el
bienaventurado Yérontas termina la serie interpretativa de ciento
cincuenta y siete (157) homilías sobre el Evangelio de Luca, que
duraron 6 seis años. Pero para los Padecimientos-Pasiones y la
Resurrección del Señor se ha hecho una referencia paralela de los
cuatro Evangelistas.
Μέ τίς ὁ μι λί ες
αὐ τές ὁ μα κα ρι στός Γέ ρον τας
κατα κλεί ει τήν ἑρ μη νευ τι κή σει ρά
τῶν ἑ κα τόν πε νήν τα ἑ πτά (157) ὁ μι λι ῶν
στό Κα τά
Λου κᾶν
εὐ αγ γέ λιο, ἡ ὁποί α δι ήρ κε σε ἕξι
(6) ἔ τη. Γιά τά Πά θη καί τήν Ἀ νά στα ση
τοῦ Κυ ρί ου ὅ μως ἔ κα νε πα ράλ λη λη
ἀ να φο ρά καί στούς τέσ σε ρις
Εὐ αγ γε λι στές.
El lector con el estudio de
estas homilías comprobará y sentirá una intensa necesidad de
redención y salvación de modo que viva diariamente con la esperanza
de la resurrección de los muertos en la vida del futuro siglo. Mayo
2012
Ὁ ἀ να γνώ στης
μέ τή με λέ τη αὐ τῶν τῶν ὁ μι λι ῶν θά
δι α πι στώ σει καί θά αἰ σθαν θεῖ
ἔν το να ὅ τι εἶ ναι σω τη ρι ο λο γι κή
ἀ νάγ κη νά ζεῖ κα θη με ρι νά μέ τήν
προσ δο κί α τῆς ἀ να στά σε ως τῶν
νε κρῶν καί τῆς ζω ῆς τοῦ μέλ λον τος
αἰ ῶ νος.
En
todos ellos que han contribuido en la preparación de los textos,
nuestra hermandad del Monasterio desea una bendición en abundancia
por el Santo Dios.
Σέ
ὅ λους αὐ τούς πού συ νέ βα λαν στήν
προ ε τοι μα σί α τῶν κει μέ νων γιά τήν
ἔ κδο ση, ἡ ἀ δελ φό τη τα τῆς Ἱε ρᾶς
μας Μο νῆς εὔ χε ται πλού σια τήν
εὐ λο γί α τοῦ Ἁγί ου Θε οῦ. Μά ϊ ος
2012 Ἡ ἀ δελ φό τη τα τῆς Ἱ ε ρᾶς Μο νῆς
Copyright:
Monasterio Komnineon de “Dormición de la Zeotocos” y “san
Demetrio” 40007 Stomion, Larisa, Fax y Tel: 0030. 24950.91220
1.1
Relación de la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos.
Σχέση
Ἀναστάσεως Χριστοῦ καί ἀναστάσεως
νεκρῶν.
Queridos
míos, en la bendición de la santa Anafora de la Liturgia de san
Basilio, leemos los siguientes logos: “y por la Cruz bajando al
Hades, para cumplir con todo, disolvió los sufrimientos de la
muerte; resucitando el tercer día, condujo a toda carne en la
resurrección de los muertos… se hizo primicia de los dormidos
(muertos), el primer nacido de los muertos, para que él sea el
primero en todo y de todos” (Divina Liturgia, san Basilio).
Στήν
εὐ χή τῆς ἁ γί ας Ἀ να φο ρᾶς τῆς
Λει τουρ γί ας τοῦ Με γά λου Βα σι λεί ου,
ἀ γα πη τοί μου, δι α βά ζου με τούς ἑ ξῆς
λό γους: «καὶ κα τελ θὼν
διὰ τοῦ Σταυ ροῦ εἰς τὸν Ἅ δην, ἵ να
πλη ρώ σῃ ἑ αυ τοῦ τὰ πάν τα, ἔ λυ σε
τὰς ὀ δύ νας τοῦ θα νά του· ἀ να στὰς
τῇ τρί τῃ ἡ μέ ρᾳ , καὶ ὁ δο ποι ή σας
πά σῃ σαρ κὶ τὴν ἐκ νε κρῶν ἀ νά στα σιν,
...ἐ γέ νε το ἀ παρ χὴ τῶν κε κοι μη μέ νων ,
πρω τό το κος ἐκ τῶν νε κρῶν, ἵ να ᾖ
αὐ τὸς τὰ πάν τα ἐν πᾶ σι πρω τεύ ων»2.
Tal
y como es conocido, la Divina Liturgia en su estructura es un resumen
breve de todo el contenido de nuestra Fe y enmarca el Misterio de la
Divina Efjaristía. Sólo si este Misterio se enmarca con el
contenido de la Fe, entonces podemos decir que se hace comprensible,
o mejor dicho, se aprovecha adecuadamente. Porque, como entenderéis,
con decir que celebraremos la Divina Liturgia, que comulgaremos,
etcétera, sin saber qué son todas estas cosas y sin conocer el
marco que se mueve el Misterio de la Divina Efjaristía, está claro
que este Misterio no lo podemos aprovechar adecuadamente para
beneficio propio.
Ὅ πως
εἶ ναι γνω στό, ἡ Θεί α Λει τουρ γί α στή
δο μή της εἶ ναι μί α ἐ πι το μή τοῦ
πε ρι ε χο μέ νου ὁ λό κλη ρης τῆς
Πί στε ώς μας καί πλαι σι ώ νει τό
Μυ στή ριο τῆς Θεί ας Εὐ χα ρι στί ας.
Μό νο ἐ άν πλαι σι ω θεῖ τό μυ στή ριο
τῆς Θεί ας Εὐ χα ρι στί ας μέ τό
πε ρι ε χό με νο τῆς Πί στε ως, μό νο τό τε
μπο ροῦ με νά ποῦ με ὅ τι αὐ τό γί νε ται
κα τα νο η τό, ἤ κα λύ τε ρα ἀ ξι ο ποι εῖ ται
κα ταλ λή λως. Δι ό τι, ὅ πως
ἀν τι λαμ βά νε σθε, μέ τό νά λέ με ὅτι
θά τε λέ σουμε τή Θεία Λει τουρ γί α, ὅτι
θά κοι νω νή σουμε καί τά λοι πά, χωρίς
νά ξέ ρουμε τί εἶ ναι ὅ λα αὐ τά καί
χω ρίς νά γνω ρί ζουμε τό πλαί σιο μέ σα
στό ὁ ποῖ ο κι νεῖ ται τό Μυ στή ριο τῆς
Θεί ας Εὐ χα ρι στί ας, βε βαί ως δέν
μπο ροῦμε νά ἀ ξι ο ποι ή σουμε
κα ταλ λή λως τό Μυ στή ριο αὐ τό γιά
δι κό μας φυ σι κά ὄ φε λος.
El
texto que os he leído observamos que hay una conexión y unidad
armónica e inseparable entre el acontecimiento de la Resurrección
de Cristo y el futuro acontecimiento de la resurrección de los
muertos.
Στό
κεί με νο πού σᾶς δι ά βα σα πα ρα τη ροῦ με
ὅ τι ὑ πάρ χει μί α σύν δε ση ὀρ γα νι κή
καί ἀ δι ά σπα στη με τα ξύ τοῦ γε γο νό τος
τῆς Ἀ να στά σε ως τοῦ Χρι στοῦ καί τοῦ
μελ λον τι κοῦ γε γο νό τος τῆς
ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν.
Os
lo volveré a leer: “y por la Cruz bajando al Hades, para cumplir
con todo, disolvió los sufrimientos de la muerte; resucitando el
tercer día, condujo a toda carne en la resurrección de los
muertos”. Es decir, el Cristo con Su propia Resurrección ha
abierto el camino para la resurrección de los muertos –aviso: dice
que ha abierto el camino-, ha abierto el camino a cada ser humano,
pecador y justo, pequeño y mayor, a cualquiera, desde Adán y Eva
hasta que hayan hombres. Por lo tanto, resucitará “todo cuerpo o
toda sarx-carne humana”, todo ser humano.
Θά
σᾶς τό ξα να δι α βά σω: «καὶ
κα τελ θὼν διὰ τοῦ Σταυ ροῦ εἰς τὸν
Ἅ δην, ἵ να πλη ρώ σῃ ἑ αυ τοῦ τὰ πάν τα,
ἔ λυ σε τὰς ὀ δύ νας τοῦ θα νά του·
ἀ να στὰς τῇ τρί τῃ ἡ μέ ρᾳ, καὶ
ὁ δο ποι ή σας πά σῃ σαρ κὶ τὴν ἐκ
νε κρῶν ἀ νά στα σιν».
Δηλαδή ὁ Χριστός μέ τή δι κή Του
Ἀ νά στα ση ἄ νοι ξε τόν δρό μο γιά τήν
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν –ὁ δο ποι ῶ
θά πεῖ ἀ νοί γω δρό μο– ἄ νοι ξε τόν
δρό μο στήν κά θε σάρ κα, στόν κά θε
ἄν θρω πο, ἁ μαρ τω λό καί δί και ο, μι κρό
καί με γά λο, σέ ὁ ποι ον δή πο τε, ἀ πό
τόν Ἀ δάμ καί τήν Εὔ α μέχρις ὅ του
ὑ πάρ χουν ἄν θρω ποι. Συ νε πῶς θά
ἀ να στη θεῖ «πᾶ σα
σάρξ», κά θε ἄν θρω πος.
Y
continúa: “y se hizo primicia de los dormidos (muertos), el primer
nacido de los muertos, para que él sea el primero en todo y de
todos”. Es decir, el Cristo es el primero que resucita de los que
han dormido (muerto), para que sea Él en todo el primero, abriendo
Él el camino de lo que se va a efectuar en cada ser humano. Como,
por ejemplo, el Cristo resucitó para que nosotros también
resucitemos; el Cristo ascendió a los cielos para que nosotros
también ascendamos al cielo; el Cristo se metamorfoseó (transformó
al monte Tabor), para que también nos metamorfoseemos nosotros. Por
consiguiente, vemos que todas aquellas cosas que existen como
acontecimientos en la persona de Cristo no son nada más que una
preapertura del camino, una preparación de lo qué seremos también
nosotros.
Καί
συ νε χί ζει: «ἐ γέ νε το
ἀ παρ χὴ τῶν κε κοι μη μέ νων, πρω τό το κος
ἐκ τῶν νε κρῶν, ἵ να ᾖ αὐ τὸς τὰ πάν τα
ἐν πᾶ σι πρω τεύ ων».
Δη λα δή ὁ Χρι στός εἶ ναι ὁ πρῶ τος
ἀπό τούς κε κοι μη μέ νους πού
ἀ να σταί νε ται, εἶ ναι ὁ πρῶ τος
νε κρός, γιά νά εἶ ναι Αὐ τός μπρο στά,
σέ ὅ λα πρῶ τος, νά ἀ νοί γει Ἐ κεῖ νος
τόν δρό μο, γιά ὅ,τι θά ἐ πι τε λε σθεῖ
στόν κά θε ἄν θρω πο. Ὅ πως, γιά
πα ρά δειγ μα, ὁ Χρι στός ἀ να στή θη κε,
γιά νά ἀ να στη θοῦ με κι ἐ μεῖς· ὁ
Χρι στός ἀ να λή φθη κε, γιά νά
ἀ να λη φθοῦ με κι ἐ μεῖς· ὁ Χρι στός
με τα μορ φώ θη κε, γιά νά με τα μορ φω θοῦ με
καί ἐ μεῖς. Συ νε πῶς βλέ που με ὅ τι
ὅ λα ἐ κεῖ να πού ὡς γε γο νό τα ὑ πάρ χουν
στό πρό σω πο τοῦ Χρι στοῦ δέν εἶ ναι
πα ρά μί α προ-ο δο ποί η ση, ἕ να ἄ νοιγ μα,
τοῦ τί θά εἴ μα στε καί ἐ μεῖς.
Por
esta razón si uno nos preguntara por qué resucitó el Cristo, se le
podrían dar dos respuestas fundamentales. Una es que con Su
Resurrección el Cristo ha demostrado Su deidad, porque esta es un
milagro sobrenatural, es algo que una persona no lo podría hacer,
sino sólo el Dios. Por lo tanto, Jesús Cristo demuestra que es
Θε άν θρω πος
zeánzropos Dios y hombre, porque Su Resurrección se refiere a
Su cuerpo, pero Su deidad es la que ha dado la Resurrección al
cuerpo.
Γι’
αὐ τόν τόν λό γο, ἐ άν ρω τοῦσε κανείς
για τί ἀ να στή θη κε ὁ Χρι στός, θά
μπο ροῦσαν νά τοῦ δοθοῦν δύ ο
θε με λι ώ δεις ἀ παν τή σεις. Ἡ μί α
εἶ ναι ὅ τι μέ τήν Ἀ νά στα σή Του ὁ
Χρι στός ἀ πέ δει ξε τή θε ό τη τά Του,
διότι αὐ τή εἶ ναι ὑπερφυές θαῦμα,
εἶ ναι κά τι πού δέν θά μπο ροῦ σε ἕ νας
ἄν θρω πος νά τό κά νει, παρά μό νον ὁ
Θε ός. Ἄ ρα λοι πόν ὁ Ἰ η σοῦς Χρι στός
ἀ πο δει κνύ ει ὅ τι εἶ ναι Θε άν θρω πος,
δι ό τι ἡ Ἀ νά στα σή Του ἀ να φέ ρε ται
στό σῶ μα Του, ἀλ λά ἡ θε ό τη τά Του
εἶναι ἐκείνη πού ἔδω σε τήν Ἀ νά στα ση
σ’ αὐτό.
Aquí
está claro que vemos otra cosa también; que los milagros de Cristo,
Su enseñanza, Su vida santa y ética, todas estas cosas son
consagradas con Su Resurrección. Porque, si lo queréis, también
otros sabios e importantes hombres han enseñado cosas bellas, pero
no eran dioses. Milagros también hicieron los Profetas del Antiguo
Testamento, pero no eran dioses. Pero aquí la Resurrección de
Cristo consagra y certifica lo que tenía relación con Su persona,
sea milagros, sea enseñanza o vida santa.
Ἐ δῶ
βέ βαι α βλέ που με καί κά τι ἄλ λο· ὅτι
τά θαύ μα τα τοῦ Χρι στοῦ, ἡ δι δα σκα λί α
Του, ὁ ἠ θι κός καί ἅγιος βί ος Του, ὅλα
αὐ τά κα τα ξι ώ νον ται ἀ πό τήν
Ἀ νά στα σή Του. Δι ό τι, ἄν τό θέ λε τε,
καί ἄλ λοι σο φοί καί σπου δαῖ οι
ἄν θρω ποι ἔ χουν δι δά ξει ὡ ραῖ α
πράγ μα τα· ἀλ λά δέν ἦ ταν θε οί.
Θαύ μα τα ἔ κα ναν καί οἱ Προ φῆ τες τῆς
Πα λαι ᾶς Δι α θή κης· ἀλ λά δέν ἦ ταν
θε οί. Ἐ δῶ ὅμως ἡ Ἀ νά στα ση τοῦ
Χρι στοῦ κα τα ξι ώ νει καί ἐ πι κυ ρώ νει
ὅ,τι εἶ χε σχέ ση μέ τό πρό σω πό Του,
εἴ τε θαύ μα τα εἶναι εἴ τε δι δα σκα λί α
εἴ τε ἅ γιος βί ος.
Y
la segunda respuesta es que el Cristo resucitó para abrirnos el
camino para que también resucitemos nosotros. Por tanto, dos son las
respuestas sobre la Resurrección de Cristo: para que sea demostrada
Su deidad y la segunda para que se abra el camino para que
resucitemos nosotros también.
Καί
ἡ δεύ τε ρη ἀ πάν τη ση εἶ ναι ὅ τι ὁ
Χρι στός ἀ να στή θη κε γιά νά μᾶς
ἀ νοί ξει τόν δρό μο νά ἀ να στη θοῦ με
κι ἐ μεῖς. Δυ ό λοι πόν εἶναι οἱ
ἀ παν τή σεις γιά τήν Ἀνά στα ση τοῦ
Χριστοῦ: ἡ μί α γιά νά ἀ πο δει χθεῖ ἡ
θεό τη τά Του καί ἡ δεύ τε ρη γιά νά
ἀ νοι χθεῖ ὁ δρό μος νά ἀ να στη θοῦ με
ἐ μεῖς.
Si
tendríamos que preguntar en comparación cuál de las dos preguntas
sería primera, rotundamente diríamos: la que hemos dicho segunda;
porque el Hijo de Dios no se hizo hombre para Sí Mismo, sino para
nosotros; ni se crucificó, ni resucitó para Sí Mismo, sino que se
crucificó y resucitó para nosotros.
Ἄν
ἔ πρε πε νά ρω τή σου με συγ κρι τι κά
ποι ά ἀ πό τίς δυ ό ἀ πα ντή σεις εἶ ναι
πρώ τη, θά λέ γα με ἀ πε ρί φρα στα: Αὐ τή
πού εἴ πα με δεύ τε ρη. Δι ό τι ὁ Υἱ ός
τοῦ Θε οῦ δέν ἐ ναν θρώ πη σε γιά τόν
ἑ αυ τό Του, ἀλ λά γιά μᾶς. Οὔ τε
σταυ ρώ θη κε γιά τόν ἑ αυ τό Του οὔ τε
ἀ να στή θη κε γιά τόν ἑ αυ τό Του·
σταυ ρώ θη κε καί ἀ να στή θη κε γιά μᾶς.
Creerías,
queridos míos, -y es cómico uno decir esto- que ¿el Cristo
resucitó para adquirir vida? ¿Qué vida? ¿La humana?... Puesto que
es Dios, ¿para qué necesita la vida humana?… Y después subir al
Padre con Su naturaleza humana, ¿tenía necesidad de vivir y debería
resucitar para Sí Mismo?... Es de chiste que uno diga esto. Amigos
míos, el Cristo resucitó para nosotros, es decir, para abrir el
camino de nuestra resurrección.
Θά
πι στεύ α τε, ἀ γα πη τοί μου, –εἶ ναι
ἀ στεῖ ο νά τό πεῖ κα νείς– ὅτι
ἀ να στήθη κε ὁ Χρι στός γιά νά ἀ πο κτή σει
ζω ή ; Ποιά ζω ή ; ἀν θρώ πι νη ;... Ἀ φοῦ
εἶ ναι Θε ός· τί νά τήν κά νει τήν
ἀν θρώ πι νη ζω ή ;... Καί ὕ στε ρα, γιά
νά ἀ νε βεῖ στόν Πα τέ ρα μέ τήν
ἀν θρώ πι νη φύ ση Του, εἶ χε ἀ νάγ κη
νά ζή σει καί ἔ πρε πε νά ἀ να στη θεῖ
γιά τόν ἑ αυ τό Του ;... Εἶ ναι
ἀ στεῖ ο νά τό πεῖ κα νείς. Ἀ γα πη τοί
μου, ὁ Χρι στός ἀ να στή θη κε γιά μᾶς,
δη λα δή γιά νά μᾶς ἀνοί ξει τόν δρό μο
τῆς δι κῆς μας ἀ να στά σε ως.
Por
tanto, el peso específico de la Resurrección de Cristo cae en
nuestra resurrección. La primera respuesta es presuposición de la
segunda. Es decir, yo no podría saber que seré resucitado, si el
Cristo por Su Resurrección no demostraba que es el Dios, y sobre
todo Dios omnipotente que me resucitará. Así que la demostración
que el Cristo es el Dios se da por Su Resurrección, con todo aquello
que hemos dicho en homilías anteriores; y esta demostración
ratifica la fe de que también mi resurrección se puede realizar al
futuro.
Συ νε πῶς
τό κύ ριο βά ρος τῆς Ἀ να στά σε ως τοῦ
Χρι στοῦ πέ φτει στήν ἀ νά στα ση τή
δι κή μας. Ἡ πρώ τη ἀ πά ντη ση εἶ ναι
προ ϋ πό θε ση τῆς δεύ τε ρης. Δη λα δή
δέν θά μπο ροῦ σα ἐ γώ νά ξέ ρω ὅ τι θά
ἀ να στη θῶ, ἐ άν διά τῆς Ἀ να στά σε ώς
Του ὁ Χρι στός δέν ἀ πε δεί κνυ ε ὅ τι
εἶ ναι Θε ός, καί μά λι στα Θε ός
παν το δύ να μος, πού θά μέ ἀ να στή σει.
Ὥ στε ἡ ἀ πό δει ξη τοῦ ὅ τι ὁ Χρι στός
εἶ ναι Θε ός δί νε ται διά τῆς Ἀ να στά σε ώς
Του, μέ ὅ λα ἐ κεῖ να πού εἴ πα με σέ
τό σα προ η γού με να μα θή μα τα, καί ἡ
ἀπό δει ξη αὐ τή μέ κα το χυ ρώνει στήν
πί στη ὅ τι καί ἡ δική μου ἡ ἀ νά στα ση
εἶ ναι δυ να τή νά γί νει στό μέλ λον.
Así
que, cuando decimos que el Cristo ha resucitado, esto significa que
todos los hombres resucitarán. Porque la Resurrección de Cristo y
la resurrección de los hombres es una y la misma praxis en dos
puntos del tiempo; un punto del tiempo lo contiene la Resurrección
de Cristo, en cambio el otro, que pertenece al futuro, lo contiene
nuestra resurrección. Pero, repito, la Resurrección de Cristo y la
nuestra es una y la misma praxis.
Ἔ τσι,
ὅ ταν λέ με ὅ τι ὁ Χρι στός ἀ να στή θη κε,
αὐτό ση μαί νει ὅ τι ὅ λοι οἱ ἄν θρω ποι
θά ἀ να στη θοῦν. Δι ό τι Ἀ νά στα ση
Χρι στοῦ καί ἀ νά στα ση ἀν θρώ πων
εἶ ναι μί α καί ἡ αὐ τή πρά ξη σέ δύ ο
χρο νι κά ση μεῖ α∙ τό ἕ να χρο νι κό
ση μεῖ ο τό κα τέ χει ἡ Ἀ νά στα ση τοῦ
Χρι στοῦ, ἐ νῶ τό ἄλ λο, πού ἀ νή κει
στό μέλ λον, τό κα τέ χει ἡ ἀ νά στα ση
ἡ δι κή μας. Ἀλ λά, ἐ πα να λαμ βά νω, ἡ
Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ καί ἡ δι κή
μας ἀ νά στα ση εἶ ναι μί α καί ἡ αὐ τή
πρά ξη.
Hay
un vínculo tan estrecho entre la Resurrección de Cristo y la
resurrección de los muertos, de modo que aquel que niega una
resurrección obligatoriamente niega la otra. Hermano mío, si niegas
la Resurrección de Cristo, niegas la resurrección de los muertos.
Si niegas la resurrección de los muertos, entonces niegas la
Resurrección de Cristo. Porque no tiene sentido ni significado la
Resurrección de Cristo, si no resucitamos nosotros también. El
Cristo, -permitidme la expresión- no ha resucitado para hacer
figuras ante los hombres, como si fuera un cloun y decir: “¡He
aquí, ahora vosotros me hacéis esto, yo ahora hago aquello!...”
El Dios no juega.
Ὑ πάρ χει
τό σο στε νός σύν δε σμος με τα ξύ
Ἀ να στά σε ως τοῦ Χρι στοῦ καί
ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν, ὥ στε
ἐ κεῖ νος πού ἀρ νεῖ ται τή μί α ἀνάσταση
νά ἀρ νεῖ ται ἀ ναγ κα στι κά καί τήν
ἄλ λη. Ἄν ἀρ νεῖ σαι τήν Ἀ νά στα ση
τοῦ Χρι στοῦ, ἀ δελ φέ μου, τό τε
ἀρ νεῖ σαι καί τήν ἀ νά στα ση τῶν
νε κρῶν. Ἄν ἀρ νεῖ σαι τήν ἀ νά στα ση
τῶν νεκρῶν, τό τε ἀρ νεῖ σαι καί τήν
Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ. Δι ό τι δέν
ἔ χει νό η μα ἡ Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ,
ἄν δέν ἀ να στη θοῦ με κι ἐ μεῖς. Ὁ
Χρι στός –ἄς μοῦ συγ χω ρή σει ὁ Θε ός
τήν ἔκ φρα ση– δέν ἀ να στή θη κε γιά
νά κά νει φι γοῦ ρες μπρο στά στούς
ἀν θρώ πους, σάν νά εἶ ναι κά ποιος
κλό ουν καί νά λέ ει: «Νά,
τώ ρα ἐ σεῖς μοῦ κά να τε αὐ τό, κι ἐ γώ
τώ ρα κά νω ἐ κεῖ νο»!...
Δέν παί ζει ὁ Θε ός.
Así
que si creo que el Cristo ha resucitado, entonces creo también que
los muertos resucitarán. Tened mucho cuidado en este tema, mucho.
Que nadie me diga: “Yo creo en la Resurrección de Cristo
pero no puedo creer en la resurrección de los muertos”.
Ὥ στε
λοι πόν ἐ άν πι στεύ ω ὅ τι ὁ Χρι στός
ἀ να στή θη κε, τό τε πι στεύ ω ὅτι καί
οἱ νε κροί θά ἀ να στη θοῦν. Προ σέξ τε
το αὐ τό τό πράγ μα πά ρα πο λύ. Μή μοῦ
πεῖ κά ποι ος: «Ἐ γώ
πι στεύ ω μέν στήν Ἀ νά στα ση τοῦ
Χρι στοῦ, ἀλ λά δέν μπο ρῶ νά πι στέ ψω
στήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν».
Precisamente
esta falta de fe obliga a Pablo a escribir en la 1ª Epístola a los
Corintios un capítulo entero, el 15º, con este tema; un capítulo
amplio pero también muy importante. Naturalmente, aunque faltara
este capítulo, el acontecimiento o tesis de la resurrección de los
muertos está tan esparcido dentro de la Santa Escritura, de modo que
no podríamos decir que este capítulo es una exclusividad. Pero es
un capítulo muy importante que nos da una testificación más,
dentro de tantas otras que hay en el Nuevo Testamento, y sobre todo,
de manera sistemática. Es decir, permitidme calificar este capítulo
como un estudio condesado sobre la resurrección de los muertos.
Ἀ κρι βῶς
αὐ τή ἡ ἀ πι στί α ἀ ναγ κά ζει τόν
Ἀ πό στο λο Παῦ λο νά γρά ψει στήν Α΄ Πρός
Κο ριν θί ους ἐ πι στο λή
του ἕ να ὁ λό κλη ρο κε φά λαι ο, τό 15ο,
μέ τό θέ μα αὐ τό· ἐ κτε νές, ἀλ λά καί
σπου δαι ό τα το κε φά λαι ο. Φυ σι κά,
ἀ κό μα κι ἄν ἔ λει πε τό κε φά λαι ο
αὐ τό, εἶ ναι τό σο ἐ γκα τε σπαρ μέ νη
ἡ θέ ση τῆς ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν
μέ σα στήν Ἁ γί α Γρα φή, ὥ στε δέν θά
μπο ρού σα με νά ποῦ με ὅ τι τό κε φά λαι ο
αὐ τό ἀ πο τε λεῖ μί α ἀ πο κλει στι κό τη τα.
Εἶ ναι ὅ μως ἕνα σπου δαῖ ο κε φά λαι ο
πού μᾶς δί νει ἀ κό μα μί α μαρ τυ ρί α,
μέ σα σέ τό σες ἄλ λες πού ὑ πάρ χουν
στήν Και νή Δι α θή κη, καί μά λι στα κα τά
ἕ ναν συ στη μα τι κό τρό πο. Δη λα δή ἄς
μοῦ ἐ πι τρα πεῖ νά χα ρα κτη ρί σω τό
κε φά λαι ο αὐ τό ὡς μί α συμ πυ κνω μέ νη
πραγ μα τεί α πε ρί τῆς ἀ να στά σε ως
τῶν νε κρῶν.
Como
entenderán, amigos míos, hemos terminado con el tema de la
Resurrección de Cristo y también sobre la Ascensión, ya que hemos
hablado extensamente en homilías anteriores. Y ahora con la ayuda de
Dios, vamos a hablar sobre la resurrección de los muertos, este tema
tan interesante, que nadie puede decir que no le interesa porque
concierne a todos.
Ὅπως
ἀ ντι λη φθή κα τε, ἀ γα πη τοί μου,
τε λει ώ σα με τό θέ μα τῆς Ἀ να στά σε ως
τοῦ Χρι στοῦ ἀλ λά καί τῆς Ἀ να λή ψε ως
τοῦ Χρι στοῦ, ἀ φοῦ μι λή σα με γι’
αὐ τό ἐ κτε νῶς στά πε ρα σμέ να
μα θή μα τά μας. Καί τώ ρα αἰ σί ως, μέ τή
βο ή θεια τοῦ Θε οῦ, ἐρ χό μα στε νά
μι λή σου με καί γιά τήν ἀ νά στα ση τῶν
νε κρῶν, τό τό σο σπου δαῖ ο αὐ τό θέ μα,
πού δέν μπο ρεῖ νά πεῖ κα νείς ὅ τι δέν
τόν ἐν δι α φέ ρει, δι ό τι μᾶς ἀ φο ρᾶ
ὅ λους.
1.2
El apóstol Pablo sobre la Resurrección de Cristo y la resurrección
de los muertos.
Ὁ
Ἀπόστολος Παῦλος γιά τήν Ἀνάσταση τοῦ
Χριστοῦ καί τήν ἀνάσταση τῶν νεκρῶν.
El
apóstol Pablo pues, quien conecta la Resurrección de Cristo
con la resurrección de los muertos, justamente, yo diría,
que habla con pasión sobre este tema. Observaremos cómo se refiere
exactamente en la relación de la Resurrección de Cristo y la
resurrección de los muertos, analizando algunos puntos del capítulo
15 de la 1ª Epístola a los Corintios: 12 Pero si (por nosotros
los Apóstoles) se predica de Cristo que resucitó de los muertos,
¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de
muertos?
Ὁ
Ἀπόστολος Παῦ λος λοιπόν, ὁ ὁ ποῖ ος
συν δέ ει τήν Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ
μέ τήν ἀ νά στα ση τῶν νεκρῶν, καί
δι καί ως, θά ἔ λε γα ὅ τι μι λάει μέ
πά θος γιά τό θέ μα αὐ τό. Θά
πα ρα κο λου θή σου με πῶς ἀ κρι βῶς
ἀνα φέ ρε ται στή σχέ ση Ἀ να στά σε ως
Χρι στοῦ καί ἀ να στά σε ως νε κρῶν,
ἀναλύοντας με ρι κά ση μεῖ α τοῦ 15ου
κεφα λαί ου τῆς Α΄ Πρός
Κο ριν θί ους ἐ πι στο λῆς
του. Ἀκοῦ στε λοι πόν τί λέ ει:
«Εἰ
δὲ Χρι στὸς κη ρύσ σε ται ὅ τι ἐκ νε κρῶν
ἐ γή γερ ται, πῶς λέ γου σί τι νες ἐν
ὑ μῖν ὅ τι ἀ νά στα σις νε κρῶν οὐκ
ἔ στιν;». Δηλαδή: Ἐ άν
κη ρύσ σε ται ἀ πό μᾶς τούς Ἀ πο στό λους
ὅ τι ὁ Χρι στός ἀ να στή θη κε ἀ πό τούς
νε κρούς , πῶς με ρι κοί λέ νε ὅ τι δέν
ὑ πάρ χει ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν ;
Por
supuesto que esto lo escribe, mientras que antes, el acontecimiento
de la Resurrección de Cristo lo consolidó profética e
históricamente. El apóstol Pablo es magnífico, cuando escribe un
tema antes lo consolida. Es cierto que un tema tan grande no lo
dejaría sin consolidación. Por eso dice: “Porque primeramente
os he enseñado lo que a mi vez recibí: Que Cristo murió en la cruz
por nuestros pecados, conforme lo habían profetizado las Escrituras;
y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras” (1Cor 15,3-4).
Τοῦ το
βέ βαι α τό γρά φει, ἀ φοῦ προ η γου μέ νως
κα το χύ ρωσε τό γε γο νός τῆς Ἀ να στά σε ως
τοῦ Χρι στοῦ καί προ φη τι κά καί
ἱ στο ρι κά. Ὁ Ἀ πό στο λος Παῦ λος
εἶ ναι κα τα πλη κτι κός· ὅ ταν γρά φει,
κα το χυ ρώ νει πά ντο τε τό θέ μα του.
Καί βέ βαι α, ἕ να τό σο με γά λο θέ μα
δέν θά τό ἄ φη νε χω ρίς κα το χύ ρω ση.
Γι’ αὐ τό λέ ει ὁ Ἀ πό στο λος: «Σᾶς
πα ρα δί δω ἐ κεῖ νο πού πα ρέ λα βα, ὅ τι
ὁ Ἰη σοῦς Χρι στός σταυ ρώ θη κε καί
πέ θα νε ἐ πάνω στόν σταυ ρό, ἀφοῦ
κα τα δι κά στη κε ἀ πό τόν Πόν τιο
Πι λᾶ το· καί ὅτι τά φη κε, σύμφωνα μέ
τίς Γρα φές, καί ὅτι ἀνα στή θη κε τήν
τρί τη ἡ μέ ρα, ἐ πί σης σύμφωνα μέ τίς
Γρα φές»3.
Atención:
Por esto ponemos en el Símbolo de la Fe esto: “conforme las
escrituras”; esto no es una nimiedad. Esto significa que la
Crucifixión, la Muerte y la Resurrección del Mesías están de
acuerdo con las profecías. El que el Mesías está claro que sería
padeciente, pero estaba fuera de toda lógica. Sin embargo los
hebreos en esto han fallado, y hasta hoy en día siguen fallando,
porque no han podido captar y entender que el Mesías sería
padeciente. Pero si leen los Profetas, verán que esto está muy
claro. Hasta un niño pequeño si lo ponéis a leer los Profetas en
este punto, lo percibirá y lo entenderá inmediatamente.
Προ σέξ τε:
Γι’ αὐ τό βά ζου με στό Σύμ βο λο τῆς
Πί στε ως αὐ τό τό «κα τὰ
τὰς γρα φάς»· δέν εἶ ναι
πα ρο νυ χί δα. Αὐτό ση μαί νει ὅ τι ἡ
Σταύ ρω ση, ὁ Θά να τος καί ἡ Ἀ νά στα ση
τοῦ Μεσ σί ου εἶ ναι σύμ φω να μέ τίς
προ φη τεῖ ες. Βέ βαι α τό ὅ τι ὁ Μεσ σί ας
θά ἦ ταν πα θη τός, αὐ τό ἦ ταν ἔ ξω ἀ πό
κά θε λο γι κή. Ἐ κεῖ μά λι στα ἀ στό χη σαν
καί οἱ Ἑ βραῖ οι, καί μέ χρι σή με ρα
ἔ χουν ἀ στο χή σει, για τί δέν μπό ρε σαν
νά συλ λά βουν καί νά κα τα νο ή σουν ὅ τι
ὁ Μεσ σί ας εἶ ναι πα θη τός. Ἄν
δι α βά σουν ὅ μως τούς Προ φῆ τες, θά
τό δοῦν αὐ τό, εἶ ναι τό σο κα θα ρό. Καί
ἕ να μι κρό παι δά κι νά βά λε τε νά
δι α βά σει τούς Προ φῆ τες στό ση μεῖ ο
αὐ τό, θά τό ἀν τι λη φθεῖ ἀ μέ σως.
Leed
el capítulo 53 de Isaías, y allí veréis muy claro que el Mesías
es padeciente. Leed el Salmo 21 y veréis el pazos-pasión del
Mesías. ¡Los hebreos, aunque consideraban estos textos mesiánicos,
creían que el Mesías no muere, sino que viene del cielo, así
descolgado! (Jn 12,34). Así pues, esto “conforme las
escrituras” es la Muerte del Mesías; pero también la
Resurrección es, “conforme las escrituras”. Por lo tanto,
entra el elemento de la profecía.
Δι α βά στε
τό 53ο κε φά λαι ο τοῦ Ἡ σα ΐ ου,
καί θά δεῖ τε ἐ κεῖ πολύ κα θα ρά ὅ τι
ὁ Μεσ σί ας εἶ ναι πα θη τός. Δι α βά στε
καί τόν 21ο Ψαλ μό
νά δεῖ τε τό Πά θος τοῦ Μεσ σί ου. Οἱ
Ἑ βραῖ οι, ἄν καί θε ω ροῦ σαν αὐ τά τά
κεί με να μεσ σι α νι κά, πί στευ αν ὅ τι
ὁ Μεσ σί ας δέν πε θαί νει, οὔτε
γεν νιέ ται, ἀλ λά ἔρ χε ται ἀ πό τόν
οὐ ρα νό, ἔ τσι, ξεκρέ μα στος! 4
Εἶ ναι λοι πόν «κα τὰ
τὰς γρα φάς» ὁ Θάνα τος
τοῦ Μεσ σί ου· ἀλ λά καί ἡ Ἀ νά στα ση
εἶναι «κα τὰ τὰς
γρα φάς». Συ νε πῶς
μπαί νει τό στοι χεῖ ο τῆς προ φη τεί ας.
Después
tenemos el elemento histórico, la Parádosis (divina Entrega
y Tradición). Es decir, se refiere que la Muerte y la Resurrección
de Cristo sucedieron cuando era gobernador de Jerusalén Poncio
Pilato; esto es un elemento histórico. Pero la principal
fundamentación histórica es la parádosis (divina entrega y
tradición) de aquellos que fueron testigos presentes de los
acontecimientos de la Muerte y la Resurrección de Cristo. Y el
apóstol Pablo los enumera: “y que apareció a Cefas o Pedro y
después a los doce Apóstoles. Después apareció a más de
quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y
otros ya duermen o están muertos”. -Por lo tanto eran más de
trescientos aquellos que vivían aún, cuando escribía la epístola,
eran testigos presentes que vieron a Cristo resucitado- “y al
último de todos a mí, porque a mí también se me apareció a mí”
(1Cor 15, 3-8).
Με τά
ἔχουμε τό ἱ στο ρι κό στοι χεῖ ο, τήν
Πα ρά δο ση. Δηλαδή ἀναφέρεται ὅ τι ὁ
Θά να τος καί ἡ Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ
συ νέ βησαν ὅ ταν ἦ ταν δι οι κη τής τῆς
Ἱ ε ρου σα λήμ ὁ Πόν τιος Πι λᾶ τος·
αὐ τό εἶ ναι ἕ να ἱ στο ρι κό στοι χεῖ ο.
Ἡ κυ ρι ό τε ρη ὅμως ἱ στο ρι κή
θε με λί ω ση εἶ ναι ἡ πα ρά δο ση ἐ κεί νων
πού στά θη καν αὐ τό πτες μάρ τυ ρες τῶν
γε γο νό των τοῦ Θα νά του καί τῆς
Ἀ να στά σε ως τοῦ Χρι στοῦ. Καί τούς
ἀ πα ριθ μεῖ ὁ Ἀ πό στο λος Παῦ λος,
παίρ νοντας μά λι στα τίς κυ ρι ό τε ρες
πε ρι πτώσ εις: «Ἐμ φα νί σθη κε
στόν Πέ τρο, ἔ πει τα στούς δώ δε κα
Μα θη τές· καί πά λι, ἄλ λη φο ρά, σέ
ὅ λους τούς Ἀ πο στό λους· ἐμ φα νί σθη κε
στόν Ἰ ά κω βο, ἐμ φα νί σθη κε σέ πά νω
ἀ πό πε ντα κό σι ους ἀ δελ φούς, με ρι κοί
ἀπό τούς ὁ ποίους ἔ χουν πε θά νει,
ἔ χουν κοι μη θεῖ, ἀλ λά οἱ πε ρισ σό τε ροι
ζοῦν –ἄ ρα ἦ ταν πά νω
ἀ πό τρι α κό σι οι ἐ κεῖ νοι πού ζοῦ σαν
ὅ ταν ἔ γρα φε τήν ἐ πι στο λή, αὐ τό πτες
μάρ τυ ρες, πού εἶ δαν τόν ἀ να στη μέ νο
Χρι στό. Τε λευ ταῖ ος
μάρ τυρας εἶ μαι κι ἐ γώ,
λέ ει ὁ Παῦ λος, για τί
καί σέ μέ να ἐμ φα νί σθη κε ὁ Χρι στός»5.
Mientras
consolida, ratifica la Resurrección de Cristo profética e
históricamente, después procede a demostrar la resurrección de los
muertos. Queridos míos, estas cosas no son infundadas. Por eso uno
que estudia sin prejuicios, desapasionadamente y ve correcta y
realmente aquellas cosas que ofrece el logos de Dios, las acepta sin
duda; y aquí en el caso nuestro acepta que la Resurrección de
Cristo y la resurrección de los muertos conectan
inquebrantablemente.
Ἀ φοῦ
κα το χυ ρώ νει λοιπόν τήν Ἀ νά στα ση
τοῦ Χρι στοῦ προ φη τι κῶς
καί ἱ στο ρι κῶς, προ βαίνει με τά στό
νά δεί ξει τήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν.
Δέν εἶ ναι, ἀ γα πη τοί μου, ἀ θε με λί ω τα
πράγ μα τα αὐ τά. Γι’ αὐ τό ἕ νας πού
με λε τᾶ ἀ προ κα τά λη πτα καί βλέ πει
πραγ μα τι κά καί σω στά ἐ κεῖ να πού
τοῦ προ σφέ ρει ὁ λό γος τοῦ Θε οῦ,
ὁ πωσ δή πο τε τά ἀ πο δέ χε ται· καί ἐδῶ
στήν πε ρί πτω σή μας ἀ πο δέχεται ὅ τι
Ἀ νά στα ση Χρι στοῦ καί ἀνά στα ση
νε κρῶν συν δέ ον ται ἀρ ρή κτως.
Aquí
pues, el Apóstol Pablo con este silogismo suyo: “Si predicáis
y ratificáis que el Cristo ha resucitado, ¿cómo incoherentemente
algunos de vosotros decís que los muertos no resucitan?”,
quiere indicar que los que no aceptan la resurrección de los muertos
se contradicen, racionalizan y son infieles. En otras palabras,
quiere indicar que la incredulidad de ellos en la resurrección es
una negación de la potencia de Dios y de Sus increadas energías,
sabiduría, agapi y justicia. Esta negación está basada en un
racionalismo muy corto y mezquino, es decir, al “¿cómo es posible
que se haga esto?”. Estas cosas por supuesto que las veremos más
analíticamente, ahora simplemente hacemos una introducción en el
tema de la resurrección de los muertos.
Ἐ δῶ
λοιπόν ὁ Ἀπόστολος Παῦ λος μέ τόν
συλλο γισμό του αὐ τό, «Εἰ
δὲ Χρι στὸς κη ρύσ σε ται ὅ τι ἐκ νε κρῶν
ἐ γή γερ ται, πῶς λέ γου σί τι νες ἐν
ὑ μῖν ὅ τι ἀνά στα σις νε κρῶν οὐκ
ἔ στιν;», θέ λει νά
δεί ξει ὅτι αὐ τοί πού δέν δέ χο νται
τήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν ἀντι φά σκουν,
ὀρ θο λο γί ζουν καί ἀ πι στοῦν. Σάν νά
λέ ει δη λα δή: «Ἐ άν
κη ρύσ σε ται καί πι στο ποι εῖ ται ὅ τι
ὁ Χρι στός ἀ να στή θη κε, πῶς με ρι κοί
ἀπό σᾶς λέ νε ἀ να κο λού θως ὅ τι οἱ
νε κροί δέν ἀ να σταί νον ται;».
Μέ ἄλ λα λό για, θέ λει νά δεί ξει ὅ τι
ἡ ἀ πι στί α τους αὐ τή στήν ἀνά στα ση
εἶ ναι μί α ἄρ νη ση τῆς δυ νά με ως τοῦ
Θε οῦ, τῆς σο φί ας, τῆς δι και ο σύ νης
καί τῆς ἀ γά πης Του. Κι αὐ τή ἡ ἄρ νη ση
στη ρί ζε ται σέ ἕ ναν στε νό χω ρο, σέ
ἕ ναν μι κρό ψυ χο ὀρ θο λο γι σμό,
δη λα δή στό «Πῶς εἶ ναι
δυ να τόν αὐ τό νά γί νει;».
Βέ βαι α θά τά δοῦ με αὐ τά πιό ἀνα λυ τι κά·
τώ ρα ἁ πλῶς κά νου με μί α εἰ σα γω γή
στό θέμα τῆς ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν.
No
digamos, pues, “¿cómo es posible que se haga esto?” Por cierto
que si nos llamaran a nosotros a resucitar muertos, entonces
podríamos poner esta pregunta; pero cuando es el Dios que se hace
cargo de la resurrección de los muertos, “¿es permitido
preguntar, cómo se puede hacer esto?” ¿Pero esto es cuestión
nuestra, cuestión de nuestras capacidades o de las habilidades de
Dios? Si, pues, salimos de nuestras capacidades y posibilidades, si
salimos de nuestro pobre racionalismo y decimos que a Dios todo es
posible, inmediatamente creemos en la resurrección de los muertos, y
no ofendemos la potencia y energía increada de Cristo Dios. Sin
embargo, en el mismo capítulo más abajo san Pablo – y lo
analizaremos más tarde-, dirá: “¡Porque algunos tienen gran
ignorancia de Dios y no saben quién es el Dios, y esto lo digo para
avergonzaros!” (1Cor 15,34).
Μή
λοιπόν λέμε «Πῶς εἶ ναι
δυ να τόν αὐ τό νά γί νει;».
Βέβαια, ἐ άν κα λοῦ σαν ἐ μᾶς νά
ἀ να στή σουμε τούς νε κρούς, τό τε θά
μπο ρού σαμε νά θέ σουμε τό ἐρώ τη μα
αὐτό· ὅ ταν ὅ μως ὁ Θε ός εἶ ναι αὐ τός
πού ἀ να λαμ βά νει τήν ἀ νά στα ση τῶν
νε κρῶν, ἐ πι τρέ πε ται νά ρω τᾶ με τό
πῶς μπορεῖ αὐτό νά γί νει; Μά εἶ ναι
δι κό μας θέ μα αὐ τό, θέ μα τῶν
δυ να το τή των μας, ἤ τῶν δυ να το τή των
τοῦ Θε οῦ; Ἐ άν λοι πόν βγοῦ με ἀπό τόν
ἑ αυ τό μας, ἀ πό τίς δι κές μας
δυ να τό τη τες, ἀ πό τόν φτω χό
ὀρ θο λο γι σμό μας, καί ποῦμε ὅ τι στόν
Θε ό εἶ ναι ὅ λα δυ να τά, ἀ μέ σως
πι στεύ ουμε στήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν,
καί δέν προ σβάλ λουμε τή δύ να μη τοῦ
Χρι στοῦ, τοῦ Θε οῦ. Μά λι στα θά πεῖ
πιό κάτω ὁ Ἀπόστολος Παῦ λος, στό ἴ διο
κε φά λαι ο –θά τό δοῦ με ἀρ γό τε ρα–
«ἀ γνω σί αν Θε οῦ τι νές
ἔ χου σι· πρὸς ἐν τρο πὴν ὑ μῖν λέ γω»6.
Δηλαδή με ρι κοί ἀ πό σᾶς
ἔ χουν ἀ γνω σί α Θε οῦ, καί δέν ξέ ρουν
ποιός εἶ ναι ὁ Θε ός, δέν ξέ ρουν τή
δύ να μη τοῦ Θε οῦ· καί τό λέ ω αὐ τό
γιά ντρο πή σας !
El
Apóstol Pablo, pues, en este capítulo consolida la resurrección de
los muertos profética e históricamente. No sólo proféticamente,
ni sólo históricamente. Os expliqué alguna vez que la profecía
con el acontecimiento es como el agua con el cemento. El cemento es
polvo y el agua es blanda, es líquido. Pero poned agua al cemento y
veréis que se hace duro como una piedra! ¡Poned el acontecimiento
con la profecía para ver que se hace como piedra, roca! Es decir, se
consolidan, y nunca uno puede dudar por el cómo y porqué.
Ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος λοιπόν, στό
κε φά λαι ο αὐ τό, κα το χυ ρώ νει τήν
ἀ νά στα ση τῶν νεκρῶν προ φη τι κῶς
καί ἱ στο ρι κῶς. Ὄ χι μό νο προ φη τι κῶς,
οὔ τε μό νο ἱ στο ρι κῶς, ἀλ λά καί
προ φη τι κῶς καί ἱ στο ρι κῶς. Σᾶς
εἶ χα ἐ ξη γή σει κά πο τε ὅ τι ἡ
προ φη τεί α μέ τό γε γο νός εἶ ναι ὅ πως
τό νε ρό μέ τό τσι μέν το. Τό τσι μέ ντο
εἶ ναι σκό νη· καί τό νε ρό εἶ ναι
μα λα κό, εἶ ναι ὑ γρό. Βά λτε ὅ μως νε ρό
μέ τσι μέν το νά δεῖτε ὅτι γί νε ται
πέ τρα! Βάλ τε τό γε γο νός μέ τήν
προ φη τεί α νά δεῖ τε ὅτι γί νο νται
πέ τρα, βρά χος! Δη λα δή κατοχυρώνονται,
καί δέν μπο ρεῖ πο τέ κανείς νά
ἀμ φι βάλ λει γιά τό πῶς
καί τό για τί.
El
Apóstol Pablo utiliza el método de “reductio ad absurdum o
reducción al absurdo”. Es un método lógico con el que
demostramos que una frase es falsa. De acuerdo con este método
empezamos de la frase concreta que queremos demostrar que es falsa, y
con silogismos lógicos resultamos que la frase es falsa. Así, pues,
el Apóstol Pablo, utilizando este método por la frase u oración
“porque si no hay resurrección de muertos”, la que quiere
demostrar que es falsa, y resulta a la conocida de antes frase falsa
“tampoco Cristo resucitó” (1Cor 15,13).
Ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος χρη σι μο ποι εῖ
πα ρα κά τω μί α μέ θο δο, τήν μέ θο δο τῆς
εἰς ἄ το πον ἀ πα γω γῆς.
Εἶ ναι μί α λο γι κή μέ θο δος μέ τήν
ὁ ποί α ἀ πο δει κνύ ου με ὅ τι μί α
πρό τα ση εἶ ναι ψευ δής. Σύμ φω να μέ
τήν μέ θο δο αὐ τή ξε κι νᾶ με ἀ πό τήν
συ γκε κρι μέ νη πρό τα ση πού θέ λου με
νά ἀ πο δεί ξου με ὅ τι εἶ ναι ψευ δής,
καί μέ λο γι κούς συλ λο γι σμούς
κα τα λή γου με σέ πρό τα ση πού γνω ρί ζου με
ὅ τι εἶ ναι ψευ δής. Ἔ τσι λοι πόν, ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος, χρη σι μο ποι ώ ντας
τήν μέ θο δο αὐ τή ξε κι νά ει ἀ πό τήν
πρό τα ση «εἰ δὲ
ἀ νά στα σις νε κρῶν οὐκ ἔ στιν»,
τήν ὁ ποί α θέ λει νά ἀ πο δεί ξει ψευ δῆ,
καί κα τα λή γει στήν γνω στή ἐκ τῶν
προ τέ ρων ψευ δῆ πρό τα ση «οὐ δὲ
Χρι στὸς ἐ γή γερ ται»7.
Esto
por supuesto que lo dijo para los que niegan la resurrección de los
muertos, que en realidad niegan también la Resurrección de Cristo.
Porque, ¿qué es lo que ha resucitado de Cristo? Pues, Su naturaleza
humana. Pero ya que resucitó la naturaleza humana, ¿cómo niegan la
resurrección de los muertos? Por tanto, si niegan la resurrección
de los muertos, significa que niegan la divina naturaleza de Cristo;
es decir, el Cristo no tiene naturaleza divina, para poder resucitar
la naturaleza humana. Por lo tanto, -muy acertadamente Pablo dice -
en realidad “si no hay la resurrección de los muertos, entonces
tampoco el Cristo ha resucitado”. Es como si les dijera: “No
os metáis en muchas tonterías; para vosotros el Cristo no ha
resucitado, porque aparece como hombre, y vosotros negáis que un
hombre puede resucitar. Pero si es Dios, entonces como Dios es capaz
de resucitar todos los hombres”.
Αὐ τό
βε βαί ως τό εἶ πε δι ό τι αὐ τοί πού
ἀρ νοῦν ται τήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν,
στήν πραγ μα τι κό τη τα ἀρ νοῦν ται καί
τήν Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ. Δι ό τι
ἀ πό τόν Χρι στό τί ἀ να στή θη κε; Ἡ
ἀν θρώ πι νη φύ ση Του. Μά ἀ φοῦ
ἀ να στή θη κε ἡ ἀν θρώ πι νη φύ ση, πῶς
ἀρ νοῦ νται τήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν;
Ἀλ λά ἐ άν ἀρ νοῦ νται τήν ἀνά στα ση
τῶν νε κρῶν, ση μαί νει ὅ τι ἀρ νοῦ νται
τή θεί α φύ ση τοῦ Χρι στοῦ· ὅ τι δη λα δή
δέν ἔ χει θεί α φύ ση ὁ Χρι στός, γιά νά
μπο ρέ σει νά ἀ να στή σει τήν ἀν θρώ πι νη
φύ ση. Καί ἑ πο μέ νως, στήν πραγ μα τι κό τη τα
–πο λύ εὔ στο χα τό λέ ει ὁ Ἀ πό στο λος
Παῦ λος– «ἐ άν δέν
ὑ πάρ χει ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν, τό τε
οὔ τε ὁ Χρι στός ἔ χει ἀ να στη θεῖ».
Σάν νά τούς λέ ει: «Μή
πο λυ πραγ μο νεῖ τε· γιά σᾶς ὁ Χρι στός
δέν ἀ να στή θη κε, γιατί ἐμ φα νί ζεται
ὡς ἄν θρω πος, κι ἐσεῖς ἀρ νεῖ σθε ὅτι
μπορεῖ νά ἀ να στη θεῖ ἕ νας ἄν θρω πος.
Ἀλ λά ἐ άν εἶ ναι Θε ός, τό τε ὡς Θε ός
εἶ ναι δυ να τός νά ἀ να στή σει ὅ λους
τούς ἀν θρώ πους».
1.3
Consecuencias por la negación de la resurrección de los muertos.
Συνέπειες
ἀπό τήν ἄρνηση στήν ἀνάσταση τῶν
νε κρῶν.
Pero
esta negación de la resurrección tiene también consecuencias. Y lo
digo esto porque igual que entonces en la época del Apóstol habían
muchos Cristianos en Corinto, y naturalmente en otras partes, que
niegan la resurrección de los muertos, así también hoy en día
tenemos este tipo de negadores, y son muchos. Yo llego hasta el punto
que, cuando algún hombre está muriendo y me pide confesarse –por
supuesto como ya no hay márgenes, son los últimos momentos de la
persona- entre las preguntas que pongo es también esta: “¿Cree
usted que resucitaremos de los muertos?”. Es el mayor consuelo que
se puede dar a una persona así. Pero muchas veces escucho la
respuesta: ¡“Yo qué sé, o cómo puedo saberlo esto”! Y cuando
le digo: “Sí, porque lo ha dicho el Cristo”, entonces me dice:
“Creo en Cristo”. Pero es obvio que yo no puedo contemplar o
medir el fondo de una aceptación de este tipo, no lo sé, esto lo
contempla y lo mide el Dios.
Ἀλ λά
ἡ ἄρ νη ση αὐ τή τῆς ἀ να στά σε ως τῶν
νε κρῶν ἔ χει καί συ νέ πειες. Καί τό
λέ ω αὐ τό δι ό τι ὅ πως τό τε στήν ἐ πο χή
τοῦ Ἀ πο στό λου Παύ λου ὑ πῆρ χαν
Χρι στια νοί στήν Κό ριν θο, καί ἀλ λοῦ
φυ σι κά, πού ἀρ νοῦν ταν τήν ἀ νά στα ση
τῶν νε κρῶν, ἔτσι καί σή με ρα ἔχουμε
τέτοιους ἀρνητές, καί μάλιστα πά ρα
πολ λούς. Ἐ γώ φθά νω στό ση μεῖ ο, ὅ ταν
κά ποι ος ἄν θρω πος πε θαί νει καί μοῦ
ζη τή σει νά ἐ ξο μο λο γη θεῖ –ἐ πει δή
δέν ὑ πάρ χουν βε βαί ως πε ρι θώ ρια·
εἶ ναι οἱ τε λευ ταῖ ες στιγ μές ἑ νός
ἀν θρώ που– ἀ νά με σα στά ἐ ρω τή μα τα
πού τοῦ θέ τω εἶ ναι κι αὐ τό: «Πι στεύ ε τε
ὅ τι θά ἀ να στη θοῦ με ἀ πό τούς
νε κρούς;». Εἶ ναι ἡ
με γα λύ τε ρη πα ρη γο ρί α πού μπο ρεῖ
νά δο θεῖ σ’ ἕ ναν τέ τοι ο ἄν θρω πο.
Πολ λές φο ρές ὅμως ἀ κού ω τήν ἀ πάν τη ση:
«Καί ποῦ τό ξέ ρω;»!
Κι ὅ ταν τοῦ πῶ «Μά τό
εἶ πε ὁ Χρι στός . Πι στεύ εις στόν
Χρι στό;», τό τε μοῦ
λέ ει: «Πι στεύ ω στόν
Χρι στό». Τώ ρα βέ βαι α
ἐ γώ δέν μπο ρῶ νά προ σμε τρή σω τό
βά θος μιᾶς τέ τοι ας ἀ πο δο χῆς, δέν
ξέρω· αὐτό τό προ σμε τρᾶ ὁ Θε ός.
Yo
sólo añadiría una cosa más: que si nos privamos a nosotros mismos
de los conocimientos de estos temas tan grandes, no esperemos a
encontrarnos en la Realeza increada de Dios. Porque si no tuviera
importancia que los Cristianos crean o no en la resurrección de los
muertos, entonces ¿por qué el Apóstol Pablo habla con tanto
temperamento y pasión sobre este tema? ¿Por qué?. Esto tiene
sentido. Repito, no creamos que nos encontraremos en la Realeza
increada de Dios, si no aceptamos estos temas grandes, que para
nosotros son realmente nuestra vida.
Ἐγώ
παρακάτω δέν θά εἶχα τίποτε ἄλλο νά
πῶ, ἀγα πη τοί μου, πα ρά μό νο ὅ τι ἐ άν
στε ροῦμε τόν ἑαυτό μας ἀπό γνώ σε ις
τέ τοι ων με γά λων θε μά των, μή
πε ρι μέ νου με νά βρε θοῦ με στή
Βα σι λεί α τοῦ Θε οῦ. Δι ό τι ἐ άν δέν
εἶ χε ση μα σί α νά πι στεύ ουν ἤ νά μή
πι στεύ ουν οἱ Χρι στια νοί στήν
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν, τό τε για τί ὁ
Ἀπόστολος Παῦ λος χρειαζόταν νά μι λά ει
μέ πεῖ σμα καί μέ πά θος γιά τό θέ μα
αὐ τό; Για τί; Ἔ χει ση μα σί α. Μή
νο μί σου με λοι πόν, ξα να λέ ω, ὅ τι θά
βρε θοῦ με στή Βα σι λεί α τοῦ Θε οῦ,
ἐ άν δέν ἀ πο δε χθοῦ με αὐ τά τά με γά λα
θέ μα τα, πού εἶ ναι γιά μᾶς πραγ μα τι κά
ἡ ζω ή μας.
Pues,
si no creemos en la resurrección de los muertos, esto tiene las
siguientes consecuencias:
Λοι πόν.
Ἐάν δέν πι στεύ ου με στήν ἀ νά στα ση
τῶν νε κρῶν, αὐτό ἔ χει τίς ἑ ξῆς
συ νέ πει ες:
Primera
consecuencia es que si negamos la resurrección de los muertos,
negamos también la Resurrección de Cristo.
Πρώ τη
συ νέ πεια εἶ ναι ὅ τι ἐ άν ἀρ νού μα στε
τήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν, ἀρ νού μα στε
καί τήν Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ.
Segunda
consecuencia es que negamos la fe universal a la persona de Cristo y
Su obra redentora. ¿Pero si no resucitan los muertos, por qué el
Cristo resucitó? Entonces, ¿dónde está la redención? Sabéis,
que redención significa sotiría sanación y salvación.
¿Sabéis qué quiere decir redención y salvación? Decimos
salvación, ¿pero sabéis qué quiere decir salvación? Me habéis
preguntado muchas veces qué es salvación, y os lo he contestado. Si
no preguntamos para aprender qué es exactamente salvación, no la
buscamos por allí y por allá. Atención a esto. Salvación dicen
muchos que es salvar mi psique-alma. Es decir, ¿que mi psique
permanecerá inmortal allí donde está y encontrará un buen lugar?…
Pero esto también lo decía Platón (en Fedón). ¡No os parezca
extraño que diga que esto es herético, es un error, es decir, que
la psique encontrará un buen lugar, en los siglos de los siglos!
Δεύ τε ρη
συ νέ πεια εἶ ναι ὅ τι ἀρ νού μα στε τήν
κα θολική πί στη στό πρό σω πο τοῦ
Χρι στοῦ καί στό ἀ πο λυ τρω τι κό Του
ἔρ γο. Τό τε ὅ μως, ἐ άν δέν ἀ να σταί νο νται
οἱ νε κροί, για τί ὁ Χρι στός ἀ να στή θη κε;
Τό τε ποῦ εἶ ναι ἡ λύ τρω ση; Ξέ ρε τε
τί θά πεῖ λύ τρω ση,
τί θά πεῖ σω τη ρί α ;
Λέ με σω τη ρί α·
ἀλλά τί ἀ κρι βῶς εἶ ναι; Τό ἔ χε τε
ρω τή σει πολ λές φο ρές αὐ τό, ἀ γα πη τοί
μου, τό τί εἶ ναι σω τη ρί α, καί σᾶς ἔ χω
δώσει τήν ἀ πά ντη ση. Ἐ άν δέν ρω τή σου με
νά μά θου με ἀ κρι βῶς τί εἶ ναι
σω τη ρί α, μή τήν ἀ να ζη τοῦ με ἀπό ’δῶ
καί ἀπό ’κεῖ. Προ σέξ τε το. Σω τη ρί α,
λέν ε, εἶναι νά σώ σω
τήν ψυ χή μου. Δη λα δή
τί; ὅ τι θά μεί νει ἀ θά να τη ἡ ψυ χή
μου ἐ κεῖ πού εἶ ναι καί θά βρεῖ ἕ ναν
κα λό τό πο;... Μά αὐ τό τό ἔ λε γε ὁ
Πλά των.8
Σᾶς φαί νε ται πα ρά ξε νο; Δη λα δή τό
νά λέω ὅ τι ἡ ἀ θά να τη ψυ χή θά βρεῖ
ἕ ναν κα λό τό πο, στούς αἰ ῶ νες τῶν
αἰ ώ νων, εἶ ναι αἱ ρε τι κό, εἶναι
λά θος!
Las
psiques-almas de los justos, queridos míos, no están contentas allí
donde están sin sus cuerpos. No están en el país de los
bienaventurados; sino que pre-saborean la bienaventuranza. Las
psiques ruegan a Cristo, debajo de Su trono, y dicen: “¿Hasta
cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre
en los que moran en la tierra?”. Y la respuesta vino
rápidamente: “se les dijo que esperasen todavía un poco de
tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus
hermanos, que también deben ser muertos como ellos” (Apo 6,
10-11). Esto significa que nuestra bienaventuranza no es estar en un
lugar bueno como psiques-almas. Esto no es salvación, redención;
que lo sepamos bien esto. Salvación, redención quiere decir volver
estar en pie yo, que me han puesto al sepulcro. Es decir, ¡que
resucite a la vida bienaventurada para que mi cuerpo disfrute también
la vida bienaventurada! Porque la psique no está sola. Os lo volveré
a decir, muchas veces, hasta que acabemos estas 5-6 homilías sobre
este tema, si el Dios quiere hasta el Pentecostés. El hombre no es
sólo psique es cuerpo y psique. Ni sólo psique, ni sólo cuerpo,
sino las dos.
Οἱ
ψυ χές τῶν δι καί ων, ἀ γα πη τοί μου,
δέν εἶ ναι εὐ χα ρι στη μέ νες ἐ κεῖ
πού εἶ ναι χω ρίς τό σῶ μα τους. Δέν
εἶναι στή χώ ρα τῶν
μα κά ρων · ἄλ λο ἄν
προ γεύ ο νται τήν μα κα ρι ό τη τα. Οἱ
ψυ χές πα ρα κα λοῦν τόν Χρι στό, κά τω
ἀ πό τόν «θρό νο»
Του, καί λέ νε: «Πό τε,
Κύ ρι ε, θά ἐκ δι κη θεῖς γιά τό αἷ μα
μας πού χύ θη κε ἐ πά νω στή γῆ ; ».
Καί ἡ ἀ πάν τη ση: «Πε ρι μέ νε τε
λί γο ἀ κό μη , νά προ στε θοῦν καί
ἄλ λοι ἀ δελ φοί σας».9
Αὐτό ση μαί νει ὅτι ἡ μα κα ρι ό τη τά
μας δέν εἶ ναι νά εἴ μα στε σέ ἕ ναν
κα λό τό πο ὡς ψυ χές. Αὐ τό δέν εἶ ναι
σω τη ρί α ·
νά τό ξέ ρου με αὐ τό τό πράγ μα. Σω τη ρί α
θά πεῖ νά ξα να στα θῶ στά πό δια μου,
ἐ γώ, πού μέ ἔ βα λαν στόν τά φο! Δη λα δή
νά ἀ να στη θῶ «εἰς
μα κα ρί αν ζω ήν», γιά
νά ἀ πο λαύ σει καί τό σῶ μα μου τήν
«μα κα ρί αν ζω ήν»!
Δι ό τι ἡ ψυ χή δέν εἶ ναι μό νη της. Θά
σᾶς τό ξα να πῶ πολ λές φο ρές, μέ χρι
πού νά τε λει ώ σου με τά πέ ντε - ἕ ξι
μα θή μα τά μας, πρῶ τα ὁ Θε ός, πού
ἀ πο μέ νουν μέ χρι τήν Πεν τη κο στή. Ὁ
ἄν θρω πος δέν εἶ ναι μό νο ἡ ψυ χή· ὁ
ἄν θρω πος εἶ ναι τό σῶ μα καί ἡ ψυ χή!
Οὔ τε μό νο τό σῶ μα, οὔ τε μό νο ἡ ψυ χή.
Me
referiré en algunos testimonios de los Padres sobre este tema. El
hombre es creación completa de Dios, con psique y cuerpo. Y la
salvación, redención quiere decir que vuelvo a tener los dos
unidos, por los siglos de los siglos. Esto quiere decir salvación;
no nos engañemos en otros senderos. Os indicaré también posiciones
heréticas sobre el tema de la salvación y sobre el tema de la
psique; pero esto veremos en un futuro próximo.
Θά
σᾶς ἀ να φέ ρω καί μαρ τυ ρί ες Πα τέ ρων
γύ ρω ἀ πό τό θέ μα αὐ τό. Ἄν θρω πος
εἶ ναι ὁ λό κλη ρο τό δη μι ούρ γη μα τοῦ
Θε οῦ, ψυ χή καί σῶ μα. Καί σω τη ρί α
θά πεῖ τό νά ξα να έ χω καί τά δυ ό μα ζί
ἑ νω μέ να, στούς αἰ ῶ νες τῶν αἰ ώ νων.
Αὐ τό θά πεῖ σω τη ρί α,
αὐ τό εἶ ναι· μή πλα νώ μα στε σέ ἄλ λα
μο νο πά τια. Θά σᾶς κα τα δεί ξω βέ βαι α
καί ἄλ λες θέ σεις, αἱ ρε τι κές, πού
ὑ πάρ χουν γύ ρω ἀ πό τό θέ μα τῆς
σω τη ρί ας καί γύ ρω ἀ πό τό θέ μα τῆς
ψυ χῆς· θά τίς δοῦ με προ σε χῶς.
Sobre
esta segunda consecuencia que dijimos que es la negación de la obra
redentora de Cristo, si uno no cree en la resurrección de los
muertos, el Apóstol Pablo dice lo siguiente: “Y si Cristo no
resucitó, vana y vacía es entonces nuestra predicación (kerigma),
vana y vacía es también vuestra fe” (1Cor 15,25). ¡Es decir, que
yo aquí ahora, permitidme la expresión, os digo tonterías y
charlatanerías¡
Γι’
αὐ τή τήν δεύ τε ρη συ νέ πεια πού εἴπαμε
ὅ τι εἶ ναι ἡ ἄρ νη ση τοῦ ἀ πο λυ τρω τι κοῦ
ἔρ γου τοῦ Χρι στοῦ, ἄν δέν πιστεύει
κανείς στήν ἀνάσταση τῶν νεκρῶν, ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος ἀναφέρει τό ἑ ξῆς:
«Εἴ πα τε ὅ τι οἱ νε κροί
δέν ἀ να σταί νον ται; Τότε οὔ τε ὁ
Χρι στός ἀ να στή θη κε».
«Εἰ δὲ Χρι στὸς οὐκ
ἐ γή γερ ται , κε νὸν ἄ ρα τὸ κή ρυγ μα
ἡ μῶν , κε νὴ δὲ καὶ ἡ πί στις ὑ μῶν»10.
Ἐάν λοι πόν ὁ Χρι στός
δέν ἀ να στή θη κε, τότε τό δι κό μας τό
κή ρυγ μα εἶ ναι κού φιο, ἀλλά καί ἡ
δι κή σας ἡ πί στη εἶ ναι χωρίς
πε ρι ε χό με νο !
Δη λα δή ἐ γώ ἐ δῶ σᾶς
λέ ω σα που νό φου σκες
–ἐ πι τρέψ τε μου τή λέ ξη αὐ τή– σᾶς
λέ ω φλυ α ρί ες καί ἀ νο η σί ες !
Es
cierto que los atenienses se rieron en Areópago, cuando el Apóstol
Pablo les habló sobre la Resurrección de Cristo. Se rieron los
atenienses porque consideraron sus palabras tonterías y le dijeron
“charlatán” (Hec 17,18). ¡Qué tonterías dice este…
resucitaremos…! qué cosas son estas…!
Βέ βαι α
οἱ Ἀ θη ναῖ οι γέ λα σαν στόν Ἄ ρει ο
Πά γο, ὅταν ὁ Ἀ πό στο λος Παῦ λος τούς
μί λη σε γιά τήν Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ.
Γέ λα σαν οἱ Ἀ θη ναῖ οι, για τί θε ώ ρη σαν
τά λό για του ἀ νο η σί ες· καί τόν εἶ παν
«σπερ μο λό γο»11,
φλύ α ρο !
«Τί λέ ει αὐ τός ;... Τί
εἶ ναι αὐ τά ;... Θά ἀ να στη θοῦ με !...
Τί πράγ μα τα εἶ ναι αὐ τά ;...».
Si,
pues, dice Pablo, no hay resurrección de los muertos, entonces mi
kerigma es una tontería, pero vuestra fe a la vez una tontería,
algo vacío, tonto, la nada, que no tiene contenido.
«Ἄν
λοι πόν, λέ ει ὁ Παῦλος,
δέν ὑ πάρ χει ἀ νά στα ση νε κρῶν, τό τε
τό δι κό μου κή ρυγ μα εἶ ναι μί α
ἀ νο η σί α , ἀλ λά καί ἡ δι κή σας πί στη
ἐ ξί σου εἶναι μί α ἀ νο η σί α , κά τι
τό κου τό καί τό κού φιο , τό τί πο τα ,
πού δέν ἔ χει πε ρι ε χό με νο».
No
me digáis que el Evangelio se hace para ser un nada, porque habla de
la agapi, habla de esto o lo otro. ¡Queridos míos, sin la
Resurrección de Cristo, todo está suelto! ¡Todo! Aquello que
fundamenta y también pone techo encima de la enseñanza del
Evangelio, ¡es la Resurrección de Cristo y
la resurrección de los muertos; cimiento y techo del edificio! ¡Esto
también es el núcleo y el núcleo de nuestra salvación! ¡Si no
creemos en esto, entonces todas las demás cosas están sueltas,
descolgadas!
Μή
μοῦ πεῖ τε: «Πῶς τό
Εὐ αγ γέ λι ο γίνεται νά εἶ ναι ἕνα
τίποτα, ἀφοῦ μι λά ει γιά τήν ἀ γά πη ,
μιλάει γιά τοῦ το , μιλάει γιά ’κεῖνο !».
Ἀγαπητοί, χωρίς τήν Ἀ νά στα ση τοῦ
Χρι στοῦ, ὅ λα εἶ ναι ξε κάρ φω τα! Ὅ λα!
Ἐ κεῖ νο πού θε με λι ώ νει, ἀλ λά βά ζει
καί σκε πή ἐ πά νω στή δι δα σκα λί α τοῦ
Εὐ αγ γελίου –δέν εἶ ναι μό νο τό
θε μέ λι ο, ἀλ λά εἶ ναι καί ἡ σκε πή
πά νω στό οἰ κο δό μη μα– εἶ ναι ἡ
Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ καί ἡ ἀ νά στα ση
τῶν νε κρῶν ! Αὐ τό εἶ ναι ὁ πυ ρή νας!
Αὐ τό ἀ πο τε λεῖ καί τόν πυ ρή να τῆς
σω τη ρί ας μας. Ἄν αὐ τό δέν τό
πι στεύ ου με, τό τε ὅ λα τά ἄλ λα γιά
μᾶς εἶ ναι ξε κάρ φω τα!
Por
esta razón, aquellos que quieren atacar el Evangelio, no atacan los
mandamientos y los logos de Cristo, sino que atacan la Resurrección
de Cristo. Si podrán derrumbar el edificio que se llama
Resurrección, entonces está claro que se derrumba todo el
Evangelio. Por eso veis que los hombres malvados, viles y enemigos,
combaten principalmente contra la Resurrección de Cristo y no contra
otro punto del Evangelio.
Γι’
αὐ τόν τόν λό γο ἐ κεῖ νοι πού θέ λουν
νά προ σβά λλουν τό Εὐ αγ γέ λιο, δέν
προσβάλ λουν τίς ἐν το λές καί τά λό για
τοῦ Χρι στοῦ, ἀλλά προ σβάλ λουν τήν
Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ. Ἄν μπο ρέ σουν
νά γκρε μί σουν τό οἰ κο δό μη μα πού
λέ γε ται Ἀ νά στα ση
τοῦ Χρι στοῦ, τό τε
βε βαί ως γκρε μί ζε ται ὁ λό κλη ρο τό
Εὐ αγ γέ λιο. Γι’ αὐ τό βλέ πε τε ὅτι
οἱ ἄν θρω ποι οἱ πο νη ροί, οἱ ἐ χθροί,
βάλ λουν κυρίως ἐ ναν τί ον τῆς
Ἀ να στά σε ως τοῦ Χρι στοῦ καί ὄ χι
ἐ ναν τί ον κά ποι ου ἄλ λου ση μεί ου
τοῦ Εὐ αγ γε λί ου.
Tercera
consecuencia de la negación de la resurrección de los muertos es la
aseveración de los negadores de que esto es la mayor mentira que
apareció jamás en la historia; es decir, que se predique que hay
resurrección de los muertos. He aquí como lo dice Pablo: “Y somos
hallados falsos testigos de Dios, porque hemos testificado contra
Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los
muertos no resucitan, (si se supone que los muertos no resucitan,
entonces no le hubiera resucitado) (1 Cor 15,15). Es decir, nosotros
los Apóstoles nos convertimos en pseudoprofetas y falsos testigos
ante el Dios y los hombres… ¡Y qué pseudoprofetas!... Predicamos
que el Dios ha resucitado a Cristo, a Quien no resucitó, ya que
existe la afirmación de que los muertos no resucitan. ¡Esto sería
la mayor mentira de la historia!
Τρί τη
συ νέ πεια ἀ πό τήν ἄρ νη ση τῆς
ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν εἶ ναι ὁ
ἰσχυρι σμός τῶν ἀρνητῶν ὅ τι αὐτό
εἶ ναι τό με γα λύ τε ρο ψεῦ δος πού
ἐμ φα νί σθη κε πο τέ μέ σα στήν Ἱ στο ρί α,
τό νά κη ρυ χθεῖ δηλαδή ὅ τι ὑ πάρ χει
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν. Νά πῶς τό λέ ει
ὁ Ἀ πό στο λος Παῦ λος: «εὑ ρι σκό με θα
δὲ καὶ ψευ δο μάρ τυ ρες τοῦ Θε οῦ, ὅ τι
ἐ μαρ τυ ρή σα μεν κα τὰ τοῦ Θε οῦ ὅ τι
ἤ γει ρε τὸν Χρι στόν, ὃν οὐκ ἤ γει ρεν,
εἴπερ ἄ ρα νε κροὶ οὐκ ἐ γεί ρον ται»12.
Δη λα δή: Ἐ μεῖς οἱ
Ἀ πό στο λοι γι νόμαστε ψευ δο μάρ τυ ρες
καί ἐ ναν τί ον τοῦ Θε οῦ καί ἐ νώ πιον
τῶν ἀν θρώ πων! Καί τί ψευ δο μάρ τυ ρες !...
Κη ρύτ του με ὅ τι ὁ Θε ός ἀ νέ στη σε
τόν Χρι στό, τόν Ὁ ποῖ ο ὅμως δέν
ἀ νέ στη σε, ἀφοῦ ὑ πάρ χει ὁ ἰ σχυ ρι σμός
ὅ τι οἱ νε κροί δέν ἀ να σταί νον ται !
Αὐτό θά ἦταν τό με γα λύ τε ρο ψεῦ δος
μέ σα στήν Ἱ στο ρί α !
¿Pero
los Apóstoles eran realmente predicadores de una mentira tan grande?
¿Y quién, queridos míos, daría su vida para una mentira tan
grande? ¿Quién hace esto?... El mismo apóstol Pablo lo dirá más
abajo: “Si no hay resurrección de los muertos y esto no está
fundamentado, ¿por qué nosotros peligramos a toda hora?” (1Cor
15,30). ¿Por qué razón voy a entregar mi vida?
Ἦταν
ὅμως πράγματι οἱ Ἀ πό στο λοι κή ρυ κες
ἑ νός με γά λου ψεύ δους; Καί ποι ός
δί νει, ἀ γα πη τοί μου, τή ζω ή του γιά
ἕ να ψεῦ δος; Ποι ός τή δί νει;... Θά τό
πεῖ ὁ ἴ διος ὁ Ἀ πό στο λος πα ρα κά τω:
«Ἐ άν δέν ὑ πάρ χει ἡ
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν καί δέν εἶ ναι
θε με λι ω μέ νο αὐ τό, γιατί νά δώ σω
ἐ γώ τή ζω ή μου; Γιά ποι όν λό γο;»13.
Cuarta
consecuencia sobre la negación es la no absolución ni perdón de
nuestros pecados. Porque el kerigma del Evangelio es kerigma de
metania y de perdón, absolución de los pecados.
Τέ ταρ τη
συ νέ πεια τῆς ἀρνήσεως εἶ ναι ἡ μή
συγ χώ ρη ση τῶν ἁ μαρ τι ῶν μας. Δι ό τι
τό κή ρυγ μα τοῦ Εὐ αγ γε λί ου εἶ ναι
κή ρυγ μα με τα νοί ας καί κή ρυγ μα
ἀ φέ σε ως τῶν ἁμαρτιῶν, συγ χω ρή σε ως.
Dice
el apóstol Pablo: “Porque si los muertos no resucitan”, -seis
veces repite esta frase- “tampoco Cristo resucitó; y si Cristo
no resucitó, vuestra fe es vana, vacía e inútil; aún estáis
sumergidos en vuestros pecados” (1Cor 15,16-17), entonces
estáis sometidos en vuestras culpabilidades y vanamente lucháis y
movéis. Es como si dijera: ¿No hay resurrección de los muertos?
Tampoco el Cristo resucitó. ¿Si no resucitó el Cristo? ¿Para qué,
pues, esperáis la absolución de vuestros pecados?
Λέ ει
ὁ Ἀ πό στο λος: «εἰ γὰρ
νε κροὶ οὐκ ἐ γεί ρον ται
–ἕ ξι φο ρές ἐ πα να λαμ βά νει τήν ἴ δια
φρά ση– οὐ δὲ Χρι στὸς
ἐ γή γερ ται. εἰ δὲ Χρι στὸς οὐκ
ἐ γή γερ ται , μα ταί α ἡ πί στις ὑ μῶν·
ἔ τι ἐ στὲ ἐν ταῖς ἁ μαρ τί αις ὑμῶν»14.
Δηλαδή: Ἐ άν οἱ νε κροί
δέν ἀ να σταί νον ται , τότε οὔ τε ὁ
Χρι στός ἀ να στή θη κε· καί ἐ άν ὁ
Χρι στός δέν ἀ να στή θη κε, τότε εἶναι
μάταιη ἡ πίστη σας , τό τε εἶστε μέσα
στίς ἁ μαρ τί ες σας , μέ ὁ λό κλη ρη
τήν ἐ νο χή σας , μα ταί ως ἀ γω νί ζε στε
καί κι νεῖ στε. Σάν νά
λέει : «Δέν ὑ πάρ χει
ἀ νά στα ση νε κρῶν ; Οὔ τε ὁ Χρι στός
ἀνα στή θη κε. Δέν ἀ να στή θη κε ὁ
Χρι στός ; Τί πε ρι μέ νε τε λοι πόν
συγ χώ ρη ση τῶν ἁ μαρ τι ῶν σας ; ».
Pero
continúa Pablo: “Entonces también los que durmieron o murieron
con fe en Cristo están perdidos” (1Cor 15,18). Es decir, si no
hay resurrección de los muertos, entonces aquellos que han muerto
con la esperanza de la resurrección de los muertos, -puesto que no
existe- se han perdido; es decir, no se han perdonado sus pecados y
están con todo el peso de sus culpabilidades.
Προ χω ρεῖ
ὅ μως ὁ Ἀπόστολος Παῦ λος καί λέ ει:
«ἄ ρα καὶ οἱ κοι μη θέν τες
ἐν Χρι στῷ ἀ πώ λον το».
Δη λα δή: Ὄχι μό νο ἐ σεῖς
πού μέ ἀ κοῦ τε δέν συγ χω ρη θή κα τε,
ἀλλά καί ἐ κεῖ νοι πού πέ θα ναν μέ τήν
ἐλ πί δα τῆς ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν
–ἐ άν δέν ὑ πάρ χει ἀ νά στα ση τῶν
νε κρῶν– κι ἐ κεῖ νοι χά θη καν, δη λα δή
δέν συγ χω ρή θη καν· εἶ ναι μέ ὅ λο τό
βά ρος τῆς ἐ νο χῆς τους.
Quinta
consecuencia de negación de la resurrección de los muertos, y ruego
que tengáis atención: “Si solamente para esta vida tenemos
puesta nuestra esperanza en Cristo, somos los más miserables y los
más dignos de conmiseración de todos los hombres” (1Cor
15,19). ¿Qué significa esto?
Πέμ πτη
συ νέ πεια τῆς ἀρ νή σε ως, τήν ὁποία
σᾶς πα ρα κα λῶ νά προ σέξ τε: «Εἰ
ἐν τῇ ζω ῇ ταύ τῃ ἠλ πι κό τες ἐ σμὲν
ἐν Χρι στῷ μό νον, ἐ λε ει νό τε ροι
πάν των ἀν θρώ πων ἐ σμέν»15.
Τί σημαίνει;
El
hombre creyente está llamado a llevar su cruz. Como conocéis, el
Evangelio es fuertemente anticósmico o antimundano, y pide de cada
fiel girar y ser lo contrario del llamado “hombre natural”. Es
decir, natural no como ha salido de la mano de Dios, sino “natural”
como lo cree el mundo. No hay mayor antítesis que el hombre del
Evangelio con el hombre llamado por el mundo “natural”. Debe el
fiel luchar en toda su vida contra sus pazos y situaciones, que
alegremente permite y cultiva la “vida natural”.
Ὁ
πι στός ἄν θρω πος κα λεῖ ται νά ση κώ σει
ἕ ναν σταυ ρό στή ζω ή του. Ὅ πως
γνω ρί ζε τε, τό Εὐ αγ γέ λιο εἶ ναι
ἰ σχυ ρά ἀν τι κο σμι κό, καί ζη τᾶ ἀ πό
τόν κάθε πι στό νά στρα φεῖ κα τά τοῦ
λε γο μέ νου φυ σι κοῦ
ἀν θρώ που. Δη λα δή
φυ σι κός
ὄ χι ὅ πως βγῆ κε ἀ πό τά χέ ρια τοῦ
Θε οῦ ὁ ἄν θρω πος, ἀλ λά ὅ πως
θε ω ρεῖ ται ὁ φυ σι κός
ἄν θρω πος. Δέν ὑ πάρ χει
με γα λύ τε ρη ἀν τί θε ση με τα ξύ τοῦ
φυ σι κοῦ ἀν θρώ που
καί τοῦ Εὐ αγ γε λί ου. Πρέ πει λοι πόν
ὁ πιστός νά ἀ γω νι σθεῖ μιά ὁ λό κλη ρη
ζω ή, γιά νά κα τα πο λε μή σει πά θη καί
κα τα στά σεις, πού ὡ ραι ό τα τα ἀ φή νει,
ἐ πι τρέ πει καί καλ λι ερ γεῖ ἡ φυ σι κή
ζω ή.
Un
paréntesis: El año pasado hice una homilía a un cuartel general
del ejército y dije esta oración que hemos dicho antes de empezar;
“Ilumina a nuestros corazones… para poder pisotear los deseos
carnales…” Un soldado con estudios y título de universidad,
me dice: “Padre perdóname; ¿qué sentido y significado tiene esto
de “para poder pisotear los deseos carnales”? Porque aquí
tomamos medicamentos para poder disfrutar hasta la saciedad de los
deseos carnales, y ¿usted me dice ahora “para poder pisotear
los deseos carnales”?... ¿Qué sentido y significado tiene esto?
¿Pues, quién hablaba? Pues, un hombre “natural”. No podía
entender ni lo más mínimo del espíritu del Evangelio.
Μιά
πα ρέν θε ση: Πέ ρυ σι εἶ χα μί α ὁ μι λί α
σέ ἕ να στρα τό πε δο καί εἶ πα αὐ τή
τήν προ σευ χή πού εἴ πα με καί πρίν νά
ἀρχίσουμε· «Ἔλ λαμ ψον
ἐν ταῖς καρ δί αις ἡ μῶν... ἵ να τὰς
σαρ κι κὰς ἐ πι θυ μί ας κα τα πα τή σαν τες...»
καί λοι πά. Μοῦ λέ ει ἕ νας στρα τι ώ της,
μορ φω μέ νος, πτυ χι οῦ χος ἀ νω τά της
Σχο λῆς: «Μέ συγ χω ρεῖ τε,
πά τερ· ἀλ λά τί ἔν νοι α θά εἶ χε αὐ τό
τό “ ἵ να τὰς
σαρ κι κὰς ἐ πι θυ μί ας κα τα πα τή σαν τες”;
Δι ό τι ἐ δῶ παίρ νου με φάρ μα κα γιά
νά ἔ χου με ἀκ μή τῶν σαρ κι κῶν
ἐπι θυ μι ῶν, κι ἐ σεῖς μᾶς λέ τε τώ ρα
νά κα τα πα τή σου με τίς
σαρ κι κές ἐ πι θυ μί ες ;...
Τί ἔν νοι α ἔ χει
αὐ τό ; ».
Ποιός μι λοῦ σε; Ἕ νας φυ σι κός
ἄν θρω πος. Δέν μπο ροῦ σε
κἄν νά κα τα λά βει τό πνεῦ μα τοῦ
Εὐ αγ γε λί ου.
Por
consiguiente, en toda nuestra vida debemos resistir a este clima
“natural”, -natural lo pongo entre comillas- a este clima
mundano, pecador, a este clima antiespiritual. ¿Y qué debo hacer?
“Llevando en el cuerpo siempre por todas partes la necrosis de
Jesús Cristo” no “en el espíritu”, como dice san
Pablo, es decir, mortificando los pazos. Así pues, si se supone que
no creo en la resurrección de los muertos, ¿entonces en realidad
por qué tengo que estar en contra del mundo (de los pazos y
pecador), puesto que no resucitaré? Entonces pierdo mi vida
presente. ¡Y no sólo no la pierdo sino que soy también el hombre
más tonto que jamás ha existido en la tierra! Por eso el apóstol
Pablo dice que “si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra
esperanza en Cristo, somos los más miserables y los más dignos de
conmiseración de todos los hombres” (1Cor 15, 19).
Συ νε πῶς
μιά ζω ή ὁ λό κλη ρη πρέ πει νά
ἀ ντι στέ κο μαι στό “φυ σι κό”
κλῖ μα –ἐντός εἰσαγωγικῶν βάζω τό
φυ σι κό–
σ’ αὐ τό τό κο σμι κό κλῖ μα, σ’ αὐ τό
τό ἀν τι πνευ μα τι κό κλῖ μα. Καί τί
πρέ πει νά κά νω; «Νά
πε ρι φέ ρω, ὅ πως λέ ει
ὁ Ἀπόστολος Παῦ λος, διαρ κῶς
τήν νέ κρω σιν τοῦ
Ἰ η σοῦ Χρι στοῦ ἐν τῇ σαρκί μου»,
ὄ χι «ἐν τῷ πνεύ μα τί
μου»16,
δη λα δή νά νε κρώ νω τά πά θη μου. Ἔ,
λοι πόν, ἐ άν ὑ πο τε θεῖ ὅ τι δέν
πι στεύ ω στήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν,
τό τε στήν πραγ μα τι κό τη τα για τί νά
ἔρ χο μαι σέ ἀν τί θε ση μέ τόν κό σμο,
ἐ φό σον δέν θά ἀ να στη θῶ; Ἄ ρα χά νω
τήν πα ροῦ σα ζω ή μου. Καί δέν τήν χά νω
μό νο, ἀλ λά εἶ μαι καί ὁ πιό κου τός
ἄν θρω πος πού ὑ πῆρ ξε πο τέ πά νω στή
γῆ! Γι’ αὐ τό λέ ει ὁ Ἀ πό στο λος «ἐ άν
ἐ μεῖς στή ζω ή αὐ τή ἐλ πί ζου με στόν
Ἰ η σοῦ Χρι στό μό νον, εἴ μα στε οἱ
ἐ λε ει νό τε ροι πάν των τῶν ἀν θρώ πων,
χω ρίς τήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν».
Realmente
el hombre pecador puede que no crea en la existencia de la vida
eterna, y la pierde; pero por lo menos gana la vida presente; comerá,
beberá e irá de juergas… ¿Por qué razón no va a ir de juergas,
comer y beber? Me diréis que: “esta vida suya no será más de
cien años”. Aunque sea cien años, esta vida ve ante suyo y esta
ganará. Pero el hombre espiritual, que se supone que no encontrará
otra vida, pierde también la presente, puesto que practica y lucha
vanamente y tiene el elemento ascético (practicante) en su vida, ¿es
o no es un tonto? Por eso dice Pablo supuestamente que seremos los
más miserables de todos los hombres, si no hay resurrección de los
muertos.
Πραγ μα τι κά,
ὁ ἁ μαρ τω λός ἄν θρω πος μπο ρεῖ νά
μήν πι στεύ ει στήν ὕ παρ ξη αἰ ώ νιας
ζω ῆς, καί τή χά νει· του λά χι στον ὅ μως
κερ δί ζει τήν πα ροῦ σα· θά φά ει, θά
πι εῖ, θά γλεν τή σει... Για τί νά μή φά ει
καί νά μή πι εῖ; Γιά ποιόν λό γο; Θά μοῦ
πεῖτε: «Μά πό σο θά
εἶ ναι αὐ τή ἡ ζω ή; ἑ κα τό χρόνια;».
Ἔ στω, ἑ κα τό χρό νια· αὐ τή βλέ πει
μπρο στά του, αὐ τή θά κερ δί σει. Ὁ
πνευ μα τι κός ἄν θρω πος ὅ μως, πού
ὑ πο τί θε ται ὅ τι δέν θά βρεῖ ἄλ λη
ζω ή, καί χά νει καί τήν πα ροῦ σα, ἀφοῦ
ἀ γω νί ζε ται μά ται α καί ἔ χει τό
ἀ σκη τι κό στοι χεῖ ο στή ζω ή του,
εἶ ναι ἤ δέν εἶ ναι κου τός; Βε βαίως
εἶ ναι κου τός! Γι’ αὐ τό λέ ει ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος ὑ πο θε τι κά ὅ τι
εἴ μα στε οἱ ἐ λε ει νό τε ροι πάν των
τῶν ἀν θρώ πων, ἄν δέν ὑ πάρ χει
ἀ νά στα ση νε κρῶν.
Me
diréis que estas situaciones son extremas y no creéis que las cosas
son así. Pues, queridos míos, aquello que observamos en los
Cristianos –no sólo en Grecia, sino en todas partes donde hay
cristianos- es lo siguiente: Como hay un secularismo, es decir, un
cristianismo mundanizado, se nos han escapado los conceptos y
nociones profundos de nuestra Fe, y creemos que el Evangelio
simplemente es una manera de hacer una vida bella.
Βέ βαι α
θά μοῦ πεῖ τε ὅτι εἶ ναι ἀ κραῖ ες
κα τα στά σεις αὐ τές καί ὅτι δέν
πι στεύετε πώς εἶναι ἔ τσι τά πράγ μα τα.
Λοι πόν, ἀ γα πη τοί, ἐ κεῖ νο πού
πα ρα τη ροῦ με στούς Χρι στια νούς μας
–ὄ χι μόνο στήν Ἑλ λά δα, ἀλ λά ὅ που
ὑ πάρ χει χρι στι α νι κός χῶ ρος– εἶναι
τό ἑ ξῆς: Ἐ πει δή ὑ πάρ χει ἕ νας
σε κου λα ρι σμός,
δη λα δή ἕ νας ἐκ κο σμι κευ μέ νος
Χρι στι α νι σμός, μᾶς ἔ χουν ξε φύ γει
τά βα θιά νο ή μα τα τῆς Πί στε ώς μας,
καί νο μί ζου με ὅ τι τό Εὐ αγ γέ λιο
εἶ ναι ἁ πλῶς ἕ νας τρό πος γιά νά
ζή σου με μιά ὡ ραί α ζω ή.
Por
eso amigos míos os he dicho que hemos perdido el sentido y
significado del Cristianismo. Lo hemos olvidado. Me sobrecoge un
vértigo cuando pienso qué revisión y reconsideración tenemos que
hacer para encontrar nuestra fe correcta, ortodoxa. Hemos mezclado
nuestra vida con tantas cosas, la hemos hecho secularizada, buscando
sólo el interés propio en esta vida.
Γι’
αὐ τό σᾶς εἶ πα, ἀ γα πη τοί μου, ὅ τι
ἔ χου με χά σει τό νό η μα τοῦ
Χρι στι α νι σμοῦ. Τό ἔ χου με χά σει!
Δέν ξέ ρω, ἀλ λά μέ πιά νει ἴ λιγ γος
ὅ ταν σκέ πτο μαι τί ἀ να θε ώ ρη ση
πρέ πει νά κά νου με γιά νά βροῦ με τή
σω στή μας πί στη. Τήν ἔ χου με μπερ δέ ψει
μέ τό σα πράγ μα τα, τήν ἔ χου με κά νει
ἐκ κο σμι κευ μέ νη, βό λε μα στήν πα ροῦ σα
ζω ή !
Desgraciadamente
el Cristiano actual acepta el Evangelio bajo este espíritu, bajo el
espíritu de una vida presente feliz. ¿Qué puntos del Evangelio
acepta? Sólo acepta aquellos puntos que hablan de agapi, de caridad,
de cooperación, conseguir felicidad… ¡Pero el Evangelio no viene
a asegurarnos la felicidad, viene a darnos la resurrección!
Cualquier peripecia o circunstancia que suceda en nuestra vida,
muertes, pruebas, tentaciones… cualquier cosa que caiga sobre
nuestra familia y nuestra cabeza, nosotros debemos llegar allí: en
la resurrección. Pero en la resurrección de los justos; porque
tenemos también la resurrección de los pecadores (Jn 5,29). Quién,
pues, entiende esto. ¡Quién regula su vida de modo que se encuentre
en este punto, en estos senderos!
Δυ στυ χῶς
ὁ σύγ χρο νος Χρι στια νός ἀ πο δέ χε ται
τό Εὐ αγ γέ λιο ὑπό τό πνεῦμα αὐ τό,
ὑπό τό πνεῦμα μιᾶς εὐ τυ χι σμέ νης
πα ρού σας ζω ῆς. Ποι ά ἀ πό τά ση μεῖ α
τοῦ Εὐ αγ γε λίου ἀ πο δέ χε ται;
Ἀ πο δέ χε ται μό νο ἐ κεῖ να πού μι λᾶ νε
γιά τήν ἀ γά πη, γιά τήν σύμ πνοι α, γιά
τήν συ νερ γα σί α, γιά τήν ἐ ξα σφά λι ση
τῆς εὐ τυ χί ας... Μά τό Εὐ αγ γέ λιο δέν
ἔρ χε ται νά μᾶς ἐ ξα σφα λί σει αὐ τή
τήν εὐ τυ χί α· ἔρ χε ται νά μᾶς δώ σει
τήν ἀ νά στα ση! Ὅ ποια πε ρι πέ τεια καί
νά συμ βεῖ στή ζω ή μας, θά να τοι,
τρε ξί μα τα καί δο κι μα σί ες... ὅ,τι καί
νά πέ σει ἐ πά νω στήν οἰ κο γέ νειά μας
καί στό κε φά λι μας, ἐ κεῖ πρέ πει νά
φθά σου με: στήν ἀ νά στα ση! Ἀλ λά στήν
ἀ νά στα ση τῶν δι καί ων · για τί
ἔ χου με καί ἀ νά στα ση τῶν ἁ μαρ τω λῶν.17
Ποι ός λοι πόν τό κα τα νο εῖ αὐ τό τό
πράγ μα; Ποι ός ρυθ μί ζει τή ζω ή του
ἔτσι ὥ στε νά βρί σκε ται σ’ αὐ τό τό
ση μεῖ ο, σ’ αὐ τά τά χνά ρια;
Está
claro que no negamos el Evangelio; pero hemos recibido y aceptado
también influencias extranjeras, fuera del Evangelio, con el
resultado que como Cristianos tengamos un mosáico de una cosmoteoría
y una bioteoría. Utilicé ahora estas dos palabras que jamás las he
utilizado cuando he hablado al espacio del Cristianismo, porque el
Cristianismo no es una cosmoteoría ni una bioteoría. No es una
teoría que habla para el mundo, para Dios y para la vida, como las
teorías de este mundo; ¡sino que el Cristianismo el
apocálipsis-revelación! Pero desde el momento que abandono el
verdadero sentido y significado del Cristianismo que es la
Resurrección de Cristo y la resurrección de los muertos, desde
aquel momento estoy conducido y arrastrado de distintas orientaciones
cosmoteóricas y bioteóricas.
Βέ βαι α
δέν ἀρ νού μα στε τό Εὐ αγ γέ λιο· ἀλ λά
ἔ χου με δε χθεῖ καί ξέ νες ἐ πι δρά σεις,
ἔ ξω ἀ πό τό Εὐ αγ γέ λιο, μέ ἀ πο τέ λε σμα
νά ἔ χου με μέ σα μας, ὡς Χρι στια νοί,
ἕ να μω σα ϊ κό μιᾶς κο σμο θε ω ρί ας
καί μιᾶς βι ο θε ω ρί ας. Χρη σι μο ποίησα
τώ ρα δύ ο λέ ξεις, πού πο τέ δέν ἔχω
χρη σι μο ποιήσει ὅ πο τε μίλησα γιά τόν
χῶ ρο τοῦ Χρι στι α νι σμοῦ, για τί ὁ
Χρι στι α νι σμός δέν εἶ ναι οὔ τε
κο σμο θε ω ρί α οὔ τε βι ο θε ω ρί α. Δέν
εἶ ναι μιά θε ω ρί α πού μι λάει γιά τόν
κό σμο, γιά τόν Θε ό καί γιά τή ζω ή, ὅ πως
οἱ θε ω ρί ες τοῦ κό σμου τού του, ἀλ λά
εἶ ναι μιά ἀ πο κά λυ ψη! Ἀ πό τή στιγ μή
ὅ μως πού ἀ φή νω τό ἀ λη θι νό νό η μα
τοῦ Χρι στι α νι σμοῦ, πού εἶ ναι ἡ
Ἀ νά στα ση τοῦ Χρι στοῦ καί ἡ ἀ νά στα ση
τῶν νε κρῶν, ἀ πό τήν στιγ μή ἐ κεί νη
ἄ γο μαι καί φέ ρο μαι ἀ πό ποι κί λους
προ σα να το λι σμούς κο σμο θε ω ρια κούς
καί βι ο θε ω ρια κούς.
No
es casual, queridos míos, que nuestra Iglesia festeja cuarenta días
el acontecimiento de la Resurrección. ¡Porque lo considera el
centro de nuestra fe y el centro de nuestro Culto! ¡Incluso cada
Domingo es Pascua! ¡Cada Divina Liturgia es Pascua! ¡Es un honor la
mención a la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos! No es casualidad que en cada Liturgia del Diakenisimo
(semana después de la pascua), junto con las vísperas, decimos el
“Cristo ha resucitado” cincuenta-sesenta veces. Además en cada
oda del canon de la Pascua, decimos tres veces el tropario “¡Cristo
ha resucitado de los muertos, por la muerte pisoteó la muerte y los
que están en las tumbas les ha regalado la vida!” ¿Y qué
quiere decir “Cristo ha resucitado” y también ¡“los
que están en las tumbas les ha regalado la vida”! Es de los
troparios más cortos de nuestra Iglesia, pero de los más potentes,
que indica exactamente esta conexión, unión: Que el Cristo ha
resucitado y resucitará también a los muertos. No sólo que el
Cristo resucitó, ni simplemente que los muertos resucitarán, sino
que el Cristo resucitó y que Él resucitará a los muertos. Ve uno,
pues, en este pequeño tropario, tan potente, que se repite
continuamente para que nos quede grabado.
Δέν
εἶ ναι τυ χαῖ ο, ἀ γα πη τοί μου, τό ὅ τι
ἡ Ἐκ κλη σί α μας γι ορ τά ζει σα ράν τα
ἡ μέ ρες τό γε γο νός τῆς Ἀ να στά σε ως.
Δι ό τι τό θε ω ρεῖ τό κέν τρο τῆς
Πί στε ώς μας, τό κέ ντρο τῆς Λα τρεί ας
μας! Ἀ κό μη, κά θε Κυ ρια κή εἶ ναι
Πά σχα! Κά θε Λει τουρ γί α εἶ ναι Πά σχα!
Εἶ ναι ἀ νά δει ξη τῆς Ἀ να στά σε ως
τοῦ Χρι στοῦ, τῆς ἀ να στά σε ως τῶν
νε κρῶν ! Δέν εἶ ναι τυ χαῖ ο τό ὅτι
σέ κά θε Λει τουρ γί α τῆς Δι α και νη σί μου,
μα ζί μέ τόν Ὄρ θρο, λέμε τό Χρι στός
Ἀ νέ στη γύ ρω στίς
πε νήν τα μέ ἑ ξήν τα φο ρές ! Ἐ πί πλέ ον
σέ κά θε Ὠ δή τοῦ πα σχα λι νοῦ Κα νό νος
λέ με τρεῖς φο ρές τό Χρι στός
Ἀ νέ στη. Καί τί θά πεῖ
Χρι στός Ἀ νέ στη ;
Ὅ τι ὁ Χρι στός ἀ νέ στη, ἀλ λά «καὶ
τοῖς ἐν τοῖς μνή μα σι ζω ὴν
χα ρι σά με νος»! Εἶ ναι
ἕ να ἀ πό τά πιό μι κρά τρο πά ρια τῆς
Ἐκ κλη σί ας μας καί ἀ πό τά πιό δυ να τά,
πού δεί χνει αὐ τήν ἀ κρι βῶς τή
σύν δε ση: ὅ τι ὁ Χρι στός ἀ νέ στη, καί
θά ἀ να στή σει καί τούς νε κρούς. Ὄ χι
μό νο ὅ τι ὁ Χρι στός ἀ νέ στη, οὔ τε
ἁ πλῶς ὅ τι οἱ νε κροί θά ἀ να στη θοῦν,
ἀλ λά ὅ τι ἀ νέ στη ὁ Χρι στός, πού θά
ἀ να στή σει τούς νε κρούς. Αὐ τό λοι πόν
τό βλέ πει κα νείς σ’ αὐ τό τό μι κρό
τρο πά ρι ο, τό τό σο ἰ σχυ ρό, πού δια ρκῶς
ἐ πα να λαμ βά νε ται γιά νά μᾶς
ἐντυ πω θεῖ.
Pero
sucede aquello que ocurre a nosotros los hombres al ejército; cuando
nos dicen sobre la teoría para el arma. Decimos la teoría dos tres
veces y la aprendemos. Pero la regla dice que esta teoría se debe
repetir siempre. Y continuamente hablamos sobre el arma: “El arma
tiene estas parte, aquello o lo otro…” Pero si se dice 5-6 veces
después reaccionas y ya no escuchas. Igual que el reloj cuando toca
y estás durmiendo a lado; la primera vez despiertas, después de
varias veces ya no despiertas. O cuando estás durmiendo cerca en la
estación de trenes; la primera noche que pasan los trenes no
dormirás nada, pero después de la segunda, tercera noche ya no los
escuchas.
Ὅμως
πα θαί νου με ἐ κεῖ νο πού πα θαί νου με
στόν Στρα τό ἐ μεῖς οἱ ἄν δρες, ὅ ταν
μᾶς κά νουν θε ω ρί α γιά τό ὅ πλο. Λέ με
τή θε ω ρί α μιά - δυ ό φο ρές καί τή
μα θαίνουμε. Ἀλ λά ὁ Κα νο νι σμός λέ ει
ὅ τι αὐ τή ἡ θε ω ρί α πρέ πει νά λέ γε ται
πά ντα. Ὅ πο τε βρέ χει καί λοι πά, πρέ πει
νά κά νου με θε ω ρί α στόν θά λα μο. Καί
συ νε χῶς πρέ πει νά μι λᾶ με γιά τό
ὅ πλο: «Τό ὅ πλο ἔ χει
ἐ κεῖ να τά μέ ρη: ἐ κεῖ νο, ἐ κεῖ νο,
ἐ κεῖ νο...». Ἅ μα λοι πόν
εἰ πω θεῖ αὐ τό πέν τε - ἕ ξι φο ρές,
με τά ἀρ χί ζεις νά ἀν τι δρᾶς, καί δέν
τό ἀ κοῦς πιά. Ὅ πως ὅ ταν χτυ πά ει τό
ρο λό ι καί κοι μᾶ σαι δί πλα· τήν πρώ τη
φο ρά ξυ πνᾶς, ἀλ λά με τά δέν ξυ πνᾶς
πιά. Ἤ ὅ ταν κοι μᾶ σαι κον τά σέ
σι δη ρο δρο μι κό σταθ μό· τήν πρώ τη
βρα δυ ά δέν θά κλεί σεις μά τι ἀ πό τά
τραῖ να πού περ νοῦν, ἀλ λά μετά, τή
δεύ τε ρη βρα δυ ά, δέν τά ἀ κοῦς πιά.
¡Lo
mismo nos pasa a nosotros, decimos cincuenta veces “Cristo ha
resucitado”, y nuestras orejas ya no lo escuchan! En nuestros
saludos durante cuarenta días decimos “Cristo ha resucitado”
y respondemos “de verdad ha resucitado”, pero nuestros
oídos ya no lo escuchan. Ya se ha hecho un estereotipo. ¡Es una
desgracia, realmente una desgracia! Por eso uno puede ser que diga
“Cristo ha resucitado” en toda su vida y si le preguntas:
¿Crees en la resurrección de los muerto? y te responda: ¡Yo qué
sé!... ¡Pero tú lo decías! ¡Tantos años lo decías!… ¡incluso
el “Credo o Símbolo de Fe” no decías “espero la resurrección
de los muertos”! ¡Esto que es el dogma fundamental de nuestra fe!…
Τό
ἴ διο πα θαί νου με κι ἐ μεῖς· λέ με
πε νή ντα φο ρές τό Χρι στός
Ἀ νέ στη, καί τά αὐ τιά
μας πιά δέν τό ἀ κοῦ νε! Στόν χαι ρε τι σμό
μας λέ με σα ράν τα ἡ μέ ρες τό Χρι στός
Ἀ νέ στη, Ἀ λη θῶς
Ἀ νέ στη, ἀλ λά τά αὐ τιά
μας πιά δέν τό ἀ κοῦ ν ! Ἔ γι νε τύ πος.
Εἶ ναι δυ στύ χη μα, πραγ μα τι κά
δυ στύ χη μα! Γι’ αὐ τό μπο ρεῖ κά ποιος
νά λέ ει τό Χρι στός
Ἀ νέ στη μιά ζω ή
ὁ λό κλη ρη, κι ἅ μα τοῦ πεῖς «Πι στεύ εις
στήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν;»,
νά σοῦ ἀ πα ντή σει: «Καί
ποῦ τό ξέ ρω;»!... «Μά
ἐ σύ τό ἔ λε γες. Χρό νια ὁ λό κλη ρα δέν
τό ἔ λε γες ;... Καί στό “Πι στεύ ω”
δέν ἔ λε γες τό “προσ δο κῶ
ἀ νά στα σιν νε κρῶν”,
αὐ τό πού ἀ πο τε λεῖ βα σι κό δόγ μα
τῆς Πί στε ώς μας ;...»!
Hay
una sexta consecuencia. Dice el Apóstol Pablo: “De no ser así, ¿a
qué viene el bautizarse por los muertos, con la esperanza de unirse
con los otros fieles muertos que creen que viven en la Iglesia
celeste, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué
bautizarse por los muertos? (O por qué bautizarse, puesto que no
entrarán en ninguna comunión con los muertos, puesto que los
muertos ya no viven en la tierra ni en el cielo)” (1Cor 15,29).
Ὑ πάρ χει
καί μί α ἕ κτη συ νέ πει α. Λέ ει ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος: «Ἐ πεὶ
τί ποι ή σου σιν οἱ βα πτι ζό με νοι ὑ πὲρ
τῶν νε κρῶν, εἰ ὅ λως νε κροὶ οὐκ
ἐ γεί ρον ται; τί καὶ βα πτί ζον ται
ὑ πὲρ τῶν νε κρῶν;»18.
Es
un pasaje difícil, que en la época que escribía el Apóstol era
fácil ser comprendido por los lectores. Pero hoy este versículo nos
dificulta un poco, pero una mejor interpretación que se da es que se
trata del bautismo del Martirio. Por tanto la interpretación del
pasaje es la siguiente. ¿Por qué bautizarme al bautismo del
Martirio, si no hay resurrección de los muertos? ¿Por qué razón?
¿Por qué me voy a sacrificar? Es decir, indica que puesto que uno
muere en martirio, como cree en la resurrección de los muertos, se
convierte en héroe y mártir; pero si no cree, no tiene sentido
morir heroicamente.
Εἶ ναι
ἕ να δύ σκο λο χω ρί ο, πού στήν ἐ πο χή
του, ὅ ταν τό ἔ γρα φε ὁ Ἀ πό στο λος
στούς ἀ να γνῶ στες του, ἦ ταν
κα τα νο η τό. Σή με ρα μᾶς δυ σκο λεύ ει
λί γο τό χω ρί ο αὐ τό, ἀλ λά ἡ κα λύ τε ρη
ἑρ μη νεί α πού δί νε ται εἶ ναι ὅτι
πρό κει ται πε ρί τοῦ βα πτί σμα τος τοῦ
Μαρ τυ ρί ου. Ὁ πό τε ἡ ἀ πό δο ση τοῦ
χω ρί ου εἶ ναι ἡ ἑ ξῆς: Γιατί
νά βα πτι σθῶ τό βά πτι σμα τοῦ
Μαρ τυ ρί ου, ἐ άν δέν ὑ πάρ χει ἡ
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν ; Γιά ποιόν
λό γο ; Για τί νά θυ σι α στῶ ;
Δεί χνει δη λα δή ὅ τι ἀ φοῦ πε θαί νει
κά ποιος μαρ τυ ρι κά ἐ πει δή πι στεύ ει
στήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν, γί νε ται
ἥ ρω ας καί μάρ τυ ρας· ἅ μα ὅ μως δέν
πι στεύ ει, δέν ἔ χει νό η μα νά πε θά νει
ἡ ρω ι κά.
Y
para que veáis que esto realmente no tiene sentido, vamos a ver el
argumento de Pablo al revés, en otro contexto. Dice Pablo: “¿Por
qué voy a sufrir una muerte en martirio, si no voy a resucitar?”
Por lo tanto, para sufrir una muerte por martirio, debo creer que
resucitaré, pero si no creo ¿para qué voy a ser mártir? ¡El
materialista no cree en nada, ni en Dios, ni en resurrección ni en
psique-alma inmortal! Y le veis que muere por algunas ideas! Muere
por la libertad, para la justicia social y los bienes materiales.
Pero todas estas cosas no las disfrutará.
Καί
γιά νά τό δεῖ τε ὅ τι πραγ μα τι κά δέν
ἔ χει νό η μα αὐ τό, ἄς δοῦ με τό ἴ διο
ἐ πι χεί ρη μα τοῦ Ἀ πο στό λου Παύ λου,
ἀλ λά ἀ πό τήν ἀ νά πο δη, σέ ἄλ λον
το μέ α. Λέ ει ὁ Ἀ πό στο λος: «Για τί
νά πε θά νω μαρ τυ ρι κό θά να το , ἐάν
δέν ἀ να στη θῶ;». Ἄ ρα
λοι πόν, γιά νά πε θά νω μέ μαρ τυ ρι κό
θά να το, πρέ πει νά πι στεύ ω ὅ τι θά
ἀ να στη θῶ· ἅ μα δέν πι στεύ ω ὅμως,
για τί νά μαρ τυ ρή σω; Ὁ ὑλι στής δέν
πι στεύ ει σέ τί πο τα, οὔ τε σέ Θε ό οὔ τε
σέ ἀνά στα ση οὔ τε σέ ψυ χή ἀ θά να τη·
οὔ τε κἄν σέ ψυ χή! Καί τόν βλέ πε τε νά
πε θαί νει γιά κά ποι ες ἰ δέ ες! Πε θαί νει
γιά τήν ἐ λευ θε ρί α, γιά τήν κοι νω νι κή
δι και ο σύ νη, πε θαί νει καί γιά τά
ὑ λι κά ἀ γα θά. Ὅ λα αὐ τά ὅ μως δέν θά
τά ἀ πο λαύ σει, ἀ φοῦ πε θαί νει.
Digamos
que muero para estar comiendo bien. ¿Escuchad una cosa paradójica,
incoherente: muero, combato, lucho, hago la guerra y salgo en las
calles para conseguir comer bien! No tiene importancia si alguien
dice: Si me muero, bien, pero lo prefiero aunque no alcance a
disfrutar nada. ¿Pero es más preferible jugar mi vida cara o cruz?
¡Quién jugaría alguna vez su vida cara o cruz con una moneda, por
ejemplo si alguien le dijera: si la moneda sale cara, te daré un
millón de euros; si sale cruz te cortaré la cabeza! Las
posibilidades serían cincuenta a cincuenta por ciento. Pregunto:
¿Quién peligraría que sea cortada su cabeza para recibir dinero?
Más bien diría: “¡No. Prefiero mi cabeza en su sitio aunque sea
pobre!” ¡Pero con qué lógica diría uno: si lo consigo y vivo
ganaré los euros; y si no, no pasa nada!” O sea, ¿qué? ¿Perder
su vida?… ¡Pero esto es tonto, necio!
Πε θαί νω,
ἄς ποῦ με, γιά νά τρώ ω κα λά. Ἀ κοῦ στε
τό πα ρά λο γο: πε θαί νω, ἀ γω νί ζο μαι,
πο λε μά ω, βγαί νω στούς δρό μους καί
πο λε μά ω, γιά νά κα τ. φέ ρω
νά τρώ ω κα λά! Δέν ἔ χει ση μα σί α ἄν
πεῖ κά ποιος «Ἄν
πε θά νω , πέ θα να , κι ἄς μήν προ λά βω
νά ἀ πο λαύ σω τί πο τα».
Μά εἶ ναι προ τι μό τε ρο νά παί ξω
κο ρώ να - γράμ μα τα
τή ζω ή μου; Ποι ός θά ἔ παι ζε πο τέ
κο ρώ να - γράμ μα τα
τή ζω ή του μέ ἕ να νό μι σμα, γιά
πα ρά δειγ μα, ἄν τοῦ ἔ λε γε κά ποιος:
«Ἐ άν τό νό μι σμα βγεῖ
κο ρώ να, θά σοῦ δώ σω 1.000.000 λί ρες· ἐ άν
βγεῖ γράμ μα τα, θά σοῦ πά ρω τό κε φά λι»;
Οἱ πι θα νό τη τες ἐ πί τοῖς ἑ κα τό
ποι ές θά ἦ ταν ; Πε νήν τα - πε νή ντα.
Ρω τάω: Ποι ός θά δι α κιν δύ νευ ε νά
κο πεῖ τό κε φά λι του, προ κει μέ νου νά
πά ρει τά χρή μα τα; Μᾶλ λον θά ἔ λε γε:
«Ὄ χι· προ τι μῶ νά ἔ χω
τό κε φά λι μου στή θέ ση του , κι ἄς
εἶ μαι φτω χός !».
Εἶ ναι πο λύ προ τι μό τε ρο. Μέ ποιά
ἔν νοι α λο γι κῆς ὅμως θά ἔλε γε «Ἄν
πε τύ χω καί ζή σω, θά κερ δί σω τίς λί ρες·
ἄν δέν πε τύ χω καί δέν ζή σω , δέν
πει ρά ζει»; Τί δη λα δή ;
νά χά σει τή ζω ή του ;... Μά εἶ ναι κου τό!
¡El
que uno muera para cosas que le gustaría disfrutar pero como ya no
vive, no las disfrutará!, ¿no es una necedad? Por eso la muerte del
materialista que muere por una idea es incoherente. ¡Sí,
incoherente! Pero el hombre fiel muere martíricamente porque hay
recompensa, que es la resurrección de los muertos, la Realeza
increada de Dios.
Τό
νά πε θαί νει κα νείς λοι πόν γιά πράγ μα τα
πού θά ἤ θε λε νά ἀ πο λαύ σει καί πού
ὅ μως, ἀ φοῦ δέν ζεῖ, δέν θά τά
ἀ πο λαύ σει, δέν εἶ ναι κου τό; Γι’
αὐ τό ὁ θά να τος τοῦ ὑ λι στῆ πού
πε θαί νει γιά κά ποι α ἰ δέ α εἶ ναι
ἀνα κό λου θος. Ναί, ἀνα κό λου θος! Ὁ
πι στός ἄν θρω πος ὅ μως πε θαί νει
μαρτυρικά για τί ὑ πάρ χει τό ἀντί κρυ σμα,
πού εἶ ναι ἡ ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν,
ἡ Βα σι λεί α τοῦ Θε οῦ.
Pero
el Apóstol Pablo utiliza también un argumento personal, sobre este
sexto argumento, y dirá: “¿Y por qué exponernos nosotros al
peligro a cada instante? Hermanos, os aseguro que todos los días
estoy al borde de la muerte por predicar el Evangelio; y que vosotros
sois mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro. Si en Éfeso luché
contra hombres que parecían fieras, ¿de qué me sirvió? Si los
muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos, como
dicen los materialistas (1Cor 15,30-32).
Ἀλ λά
ὁ Ἀ πό στο λος Παῦλος θά χρη σι μο ποι ή σει
καί ἕ να προ σω πι κό του ἐ πι χεί ρη μα,
ἐ πά νω σ’ αὐ τό τό ἕ κτο ἐ πι χεί ρη μα,
καί θά πεῖ: «τί καὶ
ἡ μεῖς κιν δυ νεύ ο μεν πᾶ σαν ὥ ραν ;
κα θ’ ἡ μέ ραν ἀ πο θνή σκω , νὴ τὴν
ὑ με τέ ραν καύ χη σιν ἣν ἔ χω ἐν Χρι στῷ
Ἰ η σοῦ τῷ Κυ ρί ῳ ἡ μῶν. εἰ κα τὰ
ἄν θρω πον ἐ θη ρι ο μά χη σα ἐν Ἐ φέ σῳ ,
τί μοι τὸ ὄ φε λος ;»19.
Δη λα δή: Γιά ποιόν λόγο
νά κιν δυ νεύ ου με καί ἐ μεῖς οἱ
Ἀ πό στο λοι κά θε στιγ μή καί κά θε ὥ ρα;
Για τί νά κιν δυ νεύ ου με, καί νά μή
κα θί σου με στό σπι τά κι μας;
El
apóstol Pablo, amigos míos, era un hombre muy importante, tenía
una carrera. Pablo no era un hombre cualquiera. Pero no simplemente
dejó su carrera, sino que entró en esta peripecia sin precedentes,
que el final de esta peripecia fue que le degollaron la cabeza. ¿Por
qué lo hizo esto? Porque creía en la resurrección de los muertos.
Por eso dice: “Hermanos, os lo juro que todos los días estoy al
borde de la muerte por el predicar el Evangelio; y que vosotros sois
mi gloria en Cristo Jesús, Señor nuestro” (1Cor 15,31). ¡Habéis
visto, el apóstol Pablo hasta jura, utiliza el juramento para
certificar la resurrección de los muertos!
Ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος, ἀ γα πη τοί μου,
ἦ ταν σπου δαῖ ος ἄν θρω πος, εἶ χε
κα ρι έ ρα. Τό ἀ κοῦ τε; Εἶ χε κα ριέ ρα!
Δέν ἦ ταν τυ χαῖ ος ἄν θρω πος ὁ
Ἀ πό στο λος Παῦ λος. Ὅ μως δέν ἄ φη σε
ἁ πλῶς τήν κα ριέ ρα του, ἀλ λά μπῆ κε
καί μέ σα σέ μί α <πε ρι πέ τεια
ἄ νευ προ η γου μέ νου, πού τό τέρ μα τῆς
πε ρι πέ τειας αὐ τῆς ἦ ταν ὁ
ἀ πο κε φα λι σμός του. Για τί τό ἔ κα νε
αὐ τό; Δι ό τι πί στευ ε στήν ἀ νά στα ση
τῶν νε κρῶν. Γι’ αὐ τό λέ ει: «τί
καὶ ἡ μεῖς κιν δυ νεύ ο μεν πᾶ σαν
ὥ ραν; καθ’ ἡ μέ ραν ἀ πο θνή σκω, νὴ
τὴν ὑ με τέ ραν καύ χη σιν ἣν ἔ χω ἐν
Χρι στῷ Ἰ η σοῦ τῷ Κυ ρί ῳ ἡ μῶν».
Δη λα δή: Γιά ποιόν λό γο
κι ἐμεῖς νά κιν δυ νεύ ου με κά θε ὥ ρα ;
Κά θε μέ ρα πε θαί νω, μά τήν καύ χη ση
πού ἔ χω γιά σᾶς , διά τοῦ Ἰ η σοῦ
Χρι στοῦ , γιά τήν προ κο πή πού ἔ χε τε·
σᾶς τό ὁρ κί ζο μαι !
Εἴ δα τε; ὁ Ἀ πό στο λος Παῦ λος
χρη σι μο ποι εῖ ὅρ κο! «Νή»
θά πεῖ μά.
Μά τήν ἀ λή θε ια !
«Νὴ τὸν Δί α»,
ἔ λε γαν οἱ ἀρ χαῖ οι, «νὴ
τὸν Θε όν», μά
τόν Θε ό. Δη λα δή σᾶς
ὁρ κί ζο μαι ὅτι γι’ αὐ τόν τόν λό γο
κιν δυ νεύ ου με μέ ρα-νύ χτα ,
ὑ πο φέ ρου με , για τί πι στεύ ου με
στήν ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν.
Y
“si en Éfeso luché contra hombres que parecían fieras, ¿de qué
me sirvió?”. Quizás esto es una metáfora. Por supuesto que luchó
con hombres que parecían fieras y lo pasó muy mal en Efeso, cuando
aquel famoso platero llamado Demetrio, levantó toda la ciudad contra
Pablo. ¡Y sabéis lo que es toda una ciudad gritando por muchas
horas dentro al estadio de Efeso contra Pablo: “¡Grande es
Artemisa-Diana de los efesios!... (Hec 19,23-41). ¡Imaginaos que uno
sea visitante en aquella ciudad, y sepas que toda ciudad se ha
levantado contra tuya! Creo que Pablo no utiliza por casualidad la
expresión “que en Efeso lucha contra hombres que parecían
fieras”, si no hay resurrección de los muertos.
Καί
«εἰ κα τὰ ἄν θρω πον
ἐ θη ρι ο μά χη σα ἐν Ἐ φέ σω, τί μοι τὸ
ὄ φε λος;». Τώ ρα αὐ τό
ἤ εἶ ναι κυ ρι ο λε κτι κό ἤ εἶ ναι
με τα φο ρι κό∙ πι θα νῶς νά εἶ ναι
με τα φο ρι κό. «Ἐ άν,
λέ ει, θη ρι ο μά χη σα
στήν Ἔ φε σο, ποιό τό ὄ φε λός μου;»
Τώ ρα τό πῶς «ἐ θη ρι ο μά χη σε»
ἐ μεῖς δέν ξέ ρου με. Βέ βαι α πέ ρα σε
πο λύ ἄ σχη μα στήν Ἔ φε σο κά ποι α
φο ρά, ὅ ταν ἐ κεῖ νος ὁ δι α βό η τος
Δη μή τριος, ὁ «ἀρ γυ ρο κό πος»,
ξε σή κω σε ὁ λό κλη ρη τήν πό λη ἐ ναν τί ον
τοῦ Παύ λου. Καί ξέ ρε τε τί εἶ ναι
ὁ λό κλη ρη ἡ πό λη νά φω νά ζει γιά
πολ λές ὧ ρες μέ σα στό στά διο τῆς
Ἐ φέ σου «Με γά λη ἡ
θε ά Ἄρ τε μις τῶν Ἐ φε σί ων !»
ἐ ναν τί ον τοῦ Παύ λου;... Νά εἶ σαι
ἕ νας ἐ πι σκέ πτης στήν πό λη ἐ κεί νη,
καί νά ξέ ρεις ὅ τι ἡ πό λη ξε ση κώ θη κε
γιά λο γα ρια σμό σου! 20
Τώ ρα, ἄν ἐν νο εῖ αὐ τό ὁ Ἀ πό στο λος
Παῦ λος ἤ ἐν νο εῖ κά τι ἄλ λο, δέν
ξέ ρου με· νο μί ζω ὅ μως πώς δέν
χρη σι μο ποι εῖ τυ χαῖ α αὐ τή τήν
ἔκ φρα ση μ’ αὐ τό τό ρῆ μα: «Για τί
νά θη ρι ο μα χή σω, νά τά βά λω μέ τά
θη ρί α στήν Ἔ φε σο , ἐ άν δέν ὑ πάρ χει
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν;».
Finalmente
existe también la sexta consecuencia por la negación del dogma de
la resurrección de los muertos. “Si los muertos no resucitan,
comamos y bebamos, que mañana moriremos (como dicen los
materialistas)” (1Cor 15,32). Realmente, si uno niega la
resurrección de los muertos, entonces este vive la forma más
grosera y absoluta del materialismo. Un hombre de este tipo se
asimila con la bestia. ¡Y si debemos de morir como bestias, entonces
también podemos vivir como bestias; ya no somos seres humanos!
Τέ λος
ὑ πάρ χει καί ἕ βδο μη συ νέ πει α ἀ πό
τήν ἄρ νη ση τοῦ δόγ μα τος τῆς
ἀ να στά σε ως τῶν νε κρῶν. «Εἰ
νε κροὶ οὐκ ἐ γεί ρον ται , φά γω μεν
καὶ πί ω μεν , αὔ ρι ον γὰρ
ἀ πο θνή σκο μεν»21.
Δη λα δή: Ἐ άν οἱ νε κροί
δέν ἀ να σταί νο νται , ἄς φᾶ με καί ἄς
πι οῦ με , για τί αὔ ρι ο θά πε θά νου με.
Πράγ μα τι, ἐ άν κα νείς ἀρ νη θεῖ τήν
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν, τό τε αὐ τός
βι ώ νει τόν πλέ ον πα χυ λό, τόν ἀ πό λυ το
ὑ λι σμό. Τό τε ἕ νας τέ τοι ος ἄν θρω πος
ἐ ξο μοι ώ νε ται μέ τό κτῆ νος. Καί ἐ άν
πρέ πει νά πε θά νου με σάν τά κτή νη,
τό τε μπο ροῦ με καί νά ζή σου με σάν τά
κτή νη· δέν εἴ μα στε πιά ἄν θρω ποι!
Esta
frase “comamos y bebamos” la utiliza también el profeta Isaías
en el capítulo 22,13. Allí se refiere que mientras el Dios amenaza
con catástrofes, hambre, males…, este pueblo de los judíos
presenta una plena insensibilidad e infidelidad, y contesta: “Para
qué razón; no pasa nada… Dios todas estas cosas que nos dices no
nos interesan… “comamos y bebamos porque mañana morimos”… a
quién importa todo esto que tú dices”. Esta respuesta del pueblo
indica una terrible infidelidad a las amenazas de Dios. ¡Para que
veáis la degeneración lamentable y miserable que hay en algunas
épocas!
Αὐ τή
τή φρά ση, «φά γω μεν καὶ
πί ω μεν», τήν
χρη σι μο ποι εῖ καί ὁ Προ φή της Ἡ σα ΐ ας
στό 22ο κε φά λαι ο, στί χος 13. Ἐ κεῖ
ἀ να φέ ρει ὅ τι ἐ νῶ ὁ Θε ός ἀ πει λεῖ
μέ κα τα στρο φή, μέ πεί να, δει νά καί
πε ρι πέ τει ες, ὁ λαός τῶν Ἰ ου δαίων
πα ρου σι ά ζε ται μέ πλήρη ἀ ναι σθη σί α
καί ἀ πι στί α, καί ἀ παν τᾶ: «Γιά
ποιόν λό γο ; Δέν βα ριέ σαι...! Ὅ λα αὐ τά
πού λές , ὦ Θε έ, τά γρά φου με στά πα λιά
μας τά πα πού τσια !... “φά γω μεν
καὶ πί ω μεν, αὔ ριο γὰρ ἀ πο θνή σκο μεν”!
Δέν βα ρι έ σαι... Ἄς φᾶ με καί ἄς πι οῦ με·
αὔ ρι ο θά πε θά νου με· ποι ός
λο γα ριά ζει !...». Ἡ
ἀ πάν τη ση αὐ τή τοῦ λα οῦ δεί χνει
φο βε ρή ἀπι στί α στίς ἀ πει λές τοῦ
Θε οῦ. Γιά νά δεῖ τε τό κα τά ντη μα
ἀν θρώ πων σέ κά ποι ες ἐ πο χές!
Así,
pues, vemos a Apóstol Pablo, quien contiene la verdad, resaltarla
con persistencia y también quiere indicar la relación inmediata que
hay entre la Resurrección de Cristo y la resurrección de los
muertos.
Ὥ στε
λοι πόν βλέ που με τόν Ἀ πό στο λο Παῦ λο,
πού κα τέ χει τήν ἀ λή θεια, νά τήν
προ βάλ λει μέ ἐ πι μο νή, ἀλ λά καί νά
θέ λει νά δεί ξει τήν ἀ με σό τα τη σχέ ση
πού ὑ πάρ χει με τα ξύ τῆς Ἀ να στά σε ως
τοῦ Χρι στοῦ καί τῆς ἀ να στά σε ως τῶν
νε κρῶν.
1.4
El tratamiento o planteamiento equivocado de la muerte.
Λανθασμένη
ἀντιμετώπιση τοῦ θανάτου.
Ahora
pongamos atención a lo siguiente: en la vida presente intentamos
crear algunos contrapesos o compensaciones en el fenómeno de la
muerte y en un futuro inmediato os analizaré el tema especialmente.
Por ejemplo, decimos: “Θά να τος
zánatos Muerte; ¿qué es la muerte? Es una cosa natural”.
¿Pero quién os ha dicho que la muerte es una cosa natural! Sin
embargo decimos: “¡pero quién ha hecho la muerte, ha quedado
alguno vivo; todos moriremos! Hermanos míos, ¿quién os ha dicho
que el Dios hizo la muerte! ¿Quién lo dijo esto?... que las cosas
son muy sencillas. ¿No son nada sencillas ni naturales!
Ἄς
προ σέ ξου με τώρα τό ἑ ξῆς: Στήν πα ροῦ σα
ζω ή προ σπα θοῦ με νά δη μι ουρ γή σου με
με ρι κά ἀν τι σταθ μί σμα τα στό
φαι νό με νο τοῦ θα νά του, πού θά σᾶς
τά ἀ να λύ σω σέ προ σε χές θέ μα εἰ δι κῶς.
Λέ με γιά πα ρά δειγ μα: «Θά να τος.
Τί εἶ ναι ὁ θά να τος ; Φυ σι κό πράγ μα
εἶ ναι». Ποι ός σᾶς
εἶ πε, ἀ δελ φοί μου, ὅ τι ὁ θά να τος
εἶ ναι φυ σι κό πράγ μα; «Μά
ὁ Θε ός ἔ κα νε τόν θά να το»
λέ με. «Ἔ μει νε κα νέ νας ;
Ὅ λοι πε θαί νου με ».
Ποι ός σᾶς τό εἶπε, ἀ δελ φοί μου, ὅ τι
ὁ Θε ός ἔ κα νε τόν θά να το;... Ποι ός σᾶς
τό εἶ πε αὐ τό;... «Μά
εἶ ναι τό σο ἁ πλά τά πράγ μα τα».
Δέν εἶ ναι κα θό λου ἁ πλά, οὔ τε φυ σι κά!
Y
ahora, puesto que no creemos en la resurrección de los muertos,
¡debemos… dulcificar la muerte, deberemos… limarla, para que la
muerte no sea dura! ¡Hacemos, hacemos… y qué no hacemos!…
¡Καί
τώ ρα, ἀ φοῦ δέν πι στεύ ου με στήν
ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν, θά πρέ πει νά
τόν... γλυ κά νου με
τόν θά να το, θά πρέ πει νά τόν...
λι μά ρου με,
νά μήν εἶ ναι σκλη ρός ὁ θά να τος! Καί
τί κά νου με; Καί τί δέν κά νου με!...
Primero
de todo empezamos a consolar a los que están en luto con el
siguiente refrán: ¡Qué vamos hacer así es la vida! ¡Así es la
vida! Y otra vez “¡así es la vida! Todavía hacemos otra cosa
más. Intentamos embellecer la muerte, animar aquellos que están en
luto a salir del clima de luto, diciéndoles que salgan y se
entretengan o distraigan… y muchas cosas así. Incluso que no
debemos vestirnos con nada de luto, para no dar un tono de peso
fuerte al luto. Ya ni si quiera ponemos nuestros muertos a nuestras
casas. ¡Todas las cosas se hacen muy “civilizadamente”… pero
muy “civilizadamente, de modo que apenas uno se está muriendo en
un hospital, los demás no deben venir a verle porque se impactan y
caen en estado de shock!... Sobre todo si ven algún sacerdote ir a
la habitación, o va con la Divina Comunión, esto significa que
viene la muerte… y quedarán helados de miedo!... y si estos
hombres padecen de corazón, terminarán allí de repente!... ¡Y
así, con cuidado, sacaremos de la habitación a uno que está a
punto de morir y lo llevaremos a una habitación especial, o si muere
le sacaremos por la puerta de atrás del Hospital, no por la puerte
de adelante, para que no se vea que sale un ataúd del Hospital!
Πρῶ τα - πρῶ τα
ἀρ χί ζου με νά πα ρη γο ροῦ με τούς
ἀν θρώ πους πού ἔ χουν ἕ να πέν θος μέ
τό ἑ ξῆς ρε φραίν: «Ἔ τσι
εἶ ναι ἡ ζω ή ! Ἔ τσι εἶ ναι ἡ ζω ή !»
καί πάλι «Ἔ τσι εἶ ναι
ἡ ζω ή !». Ἀ κό μη τί
ἄλ λο κά νου με; Προ σπα θοῦ με νά
ὡ ραι ο ποι ή σου με τόν θά να το, νά
ἐν θαρ ρύ νου με ἐ κεί νους πού πεν θοῦν
νά βγοῦν ἀ πό τό πέν θι μο κλῖ μα, νά
τούς ποῦ με ὅ τι πρέ πει νά ξε σκά σουν...
καί ἄλ λα τέ τοι α. Ἀ κό μη θά πρέ πει νά
μή βά λου με τί πο τα τό πέν θι μο, νά μή
δώ σου με βα ρύ τό νο πέν θους. Οὔ τε κἄν
βά ζου με πιά στό σπί τι μας τούς νε κρούς.
Ὅ λα τά πράγ μα τα γί νον ται πο λύ...
πο λι τι σμέ να,
πά ρα πο λύ πο λι τι σμέ να,
ὥ στε μό λις πρό κει ται νά πε θά νει
κά ποι ος σέ ἕνα νο σο κο μεῖ ο, δέν
πρέ πει οἱ ἄλ λοι νά ἔρ θουν νά τόν
δοῦν, για τί θά σο κα ρι σθοῦν!... Ἄν δοῦν
μά λι στα καί ἱε ρέ α νά πη γαί νει στόν
θά λα μο, ἤ πά ει μέ τή Θεί α Κοι νω νί α,
αὐτό ση μαί νει ὅ τι ἐ πί κει ται
θά να τος... καί θά πα γώ σουν !... κι ἄν
μά λι στα εἶ ναι καί καρ δια κοί οἱ
ἄν θρω ποι αὐ τοί, θά τε λει ώ σουν ἐ κεῖ
ἐ πί τό που!... Κι ἔτσι, μέ τρό πο, θά
βγά λου με τόν ἑ τοι μο θά να το ἀ πό τόν
θά λα μο, θά τόν πᾶ με σέ εἰ δι κό θά λα μο,
καί ὅ ταν πε θά νει θά τόν βγά λου με
ἀ πό τήν πί σω πόρ τα τοῦ νο σο κο μεί ου,
ὄ χι ἀ πό τήν μπρο στι νή, γιά νά μή
φαί νε ται ὅ τι βγαί νει ἕ να φέ ρε τρο
ἀ πό τό νο σο κο μεῖ ο...!
Con
todas estas maneras intentamos suavizar el sentimiento de la muerte.
Está claro que no podemos vencer la muerte, e intentamos suavizarla
en nuestras psiques y en nuestros ojos.
Μέ
ὅ λους αὐ τούς τούς τρό πους προ σπα θοῦ με
νά ἀμ βλύ νου με τό αἴ σθη μα τοῦ
θα νά του. Δέν μπο ροῦ με βέ βαι α νά τόν
νι κή σου με τόν θά να το, καί προ σπα θοῦ με
νά τόν ἀμ βλύ νου με στίς ψυ χές μας καί
στά μά τια μας.
¡Queridos
míos, la muerte es horrible y terrible!... Os la presentaré tal y
como la presenta nuestra Iglesia. “¡La psique, dice, tiene una
lucha fuerte cuando sale del cuerpo!” (Pequeño libro de
bendiciones). ¿Por qué? Porque de aquello que está entero se va un
trozo o parte suya! ¿Por qué entonces voy a embellecer la
muerte?... Por lo tanto, puesto que la muerte es horrible, sólo una
manera tengo para tratarla y afrontarla: «¡Χρι στός
Ἀ νέ στη , Jristós anesti Cristo ha
resucitado!»,
y “¡espero la resurrección de los muertos!” ¡Entonces
para mí la muerte es ya como el ratón que juega con la gata! Ya no
tiene fuerza. La gata ha mordido tantas veces al ratón y está vivo,
pero débil. ¡Por supuesto que pagaré el impuesto de la muerte,
pero resucitaré! ¡Seguro que resucitaré!...
Ἀ γα πη τοί
μου, ὁ θά να τος εἶ ναι φρι κτός καί
τρο με ρός!... Θά σᾶς τόν πα ρου σιά σω,
ὅ πως τόν πα ρου σιά ζει ἡ Ἐκ κλη σί α
μας. «Ἡ ψυ χή,
λέ ει, ἔ χει ἀ γώ να ,
ὅ ταν βγαί νει ἀ πό τό σῶ μα !»22
Για τί; Διό τι φεύ γει ἀ πό ἐ κεῖ νο πού
εἶ ναι τό ἄλ λο της κομ μά τι! Πῶς νά
ὡ ραι ο ποι ή σω τόν θά να το;... Συ νε πῶς,
ἀ φοῦ ὁ θά να τος εἶ ναι φρι κτός, μό νο
ἕ ναν τρό πο ἔ χω νά τόν ἀν τι με τω πί σω:
«Χρι στός Ἀ νέ στη !»,
«Προσ δο κῶ ἀ νά στα σιν
νε κρῶν»! Καί τό τε γιά
μέ να ὁ θά να τος εἶ ναι πιά σάν τό
πο ντί κι πού τό παί ζει ἡ γά τα! Δέν
ἔ χει πιά δύ να μη. Τό ἔ χει δαγ κώ σει
πολ λές φο ρές ἡ γά τα τό πον τί κι·
εἶ ναι ζων τα νό, ἀλλά ἀ δύ να μο. Θά
πλη ρώ σω βε βαί ως τόν φό ρο τοῦ θα νά του,
ἀλ λά θά ἀ να στη θῶ! Θά ἀ να στη θῶ!...
Λοι πόν,
ὅ πως κα τα λα βαί νε τε, ὅ λοι αὐ τοί
οἱ τρό ποι ἀ ντι με τω πί σε ως τοῦ
θα νά του εἶ ναι ξέ νοι πρός τό πνεῦ μα
τοῦ Χρι στι α νι σμοῦ. Ὁ Χρι στι α νι σμός,
ἀ γα πη τοί μου, εἶ ναι ὅ πως ἀ κρι βῶς
σᾶς τόν προ βάλ λω. Καί θά σᾶς πα ρα κα λέ σω
πά ρα πο λύ –δέν τό λέ ω καθ’ ὑ περ βο λήν
αὐ τό– σᾶς πα ρα κα λῶ πά ρα πο λύ, ἄς
προ σέ χου με πάν το τε πῶς ἀ κρι βῶς
βλέ που με τίς με γά λες ἀ λή θει ες μέ σα
στόν λό γο τοῦ Θε οῦ, πού δι α σώ ζο νται
ὀρ θο δό ξως μέ σα στήν Ἐκ κλη σί α μας.
Por
supuesto que sobre este tema veremos muchas cosas. Veremos lo que
dice el Antiguo y el Antiguo Testamento y los Padres de nuestra
Iglesia. Veremos cómo se hará esta resurrección, cuándo será y
como serán todas estas cosas.
Βέ βαι α
θά δοῦ με πολ λά στό θέ μα αὐ τό. Θά
δοῦ με τί λέ ει ἡ Πα λαι ά Δι α θή κη, θά
δοῦ με τί λέ ει ἡ Και νή Δι α θή κη καί
οἱ Πα τέ ρες τῆς Ἐκ κλη σί ας μας. Θά
δοῦ με πῶς θά γί νει αὐ τή ἡ ἀ νά στα ση,
πό τε θά γί νει, τί σῶ μα θά πά ρου με,
πῶς θά εἶ ναι ὅ λα αὐ τά τά πράγ μα τα.
Pero
todas estas cosas, con la ayuda de Dios, las diremos en los
siguientes cinco domingos que nos quedan hasta el domingo antes del
Pentecostés. Por eso, rogaría que todos vosotros que con muchas
ganas habéis seguido nuestros temas sobre la Resurrección de
Cristo, con las mismas ganas seguir viniendo y participando en la
segunda parte que es la resurrección de los muertos.
Domingo
13 Abril 1983.
Ὅ λα
αὐ τά βέ βαι α, μέ τή βο ή θεια τοῦ Θε οῦ,
θά τά ποῦ με στίς ὑ πό λοι πες πέν τε
Κυ ρια κές πού μᾶς μέ νουν μέ χρι τήν
Κυ ρια κή πρίν ἀπό τήν Πε ντη κο στή. Γι’
αὐ τό θά πα ρα κα λέ σω, ἐ σεῖς ὅ λοι,
πού μέ τό ση προ θυ μί α πα ρα κο λου θή σα τε
τά θέ μα τά μας γιά τήν Ἀ νά στα ση τοῦ
Χρι στοῦ, μέ τήν ἴ δια προ θυ μί α νά
πα ρα κο λου θή σετε καί τό δεύ τε ρο
μέ ρος, τό οὐ σι ω δέ στα το, πού εἶ ναι
ἡ ἀ νά στα ση τῶν νε κρῶν. Κυριακή,
13 Ἀπριλίου 1980.
+Yérontas
Athanasios Mitilineos. Domingo 13 Abtil 1980
Copyright:
Monasterio Komnineon de “Dormición de la Zeotocos” y “san
Demetrio” 40007 Stomion, Larisa, Fax y Tel: 0030. 24950.91220
Traducido
por: χΧ
jJ www.logosortodoxo.com
(en español).
1 .
Βλ. Πρά ξ.
4, 1-3. 24, 2.
2 .
Μ. Βασίλειος, Θεία Λειτουργία, ἔκδ.
Ἀποστολική Δι α κο νί α τῆς Ἐκ κλη σί ας
τῆς Ἑλ λάδος, Ἀθῆναι 1962, σσ. 132-133.
3 .
Α΄ Κορ. 15, 3-4.
4 .
Βλ. Ἰωάν. 12, 34.
5 .
Α΄ Κορ. 15, 3-8.
6 .
Α΄ Κορ. 15, 34.
7 .
Α΄ Κορ. 15, 13.
8 .
Βλ. Πλάτων, Φαίδων.
9 .
Βλ. Ἀποκ. 6, 10-11.
10 .
Α΄ Κορ. 15, 14.
11 .
Πράξ. 17, 18.
12 .
Α΄ Κορ. 15, 15.
13 .
Βλ. Α΄ Κορ. 15, 30.
14 .
Α΄ Κορ. 15, 16-17.
15 .
Α΄ Κορ. 15, 19.
16 .
Βλ. Β΄ Κορ. 4, 10.
17 .
Βλ. Ἰωάν. 5, 29.
18 .
Α΄ Κορ. 15, 29.
19 .
Α΄ Κορ. 15, 30-32.
20 .
Βλ. Πράξ. 19, 23-41.
21 .
Α΄ Κορ. 15, 32.
22 .
Βλ. Μικρόν Εὐχολόγιον, ἔκδ. Ἀποστολική
Διακονία τῆς Ἑκ κλη σί ας τῆς Ἑλλάδος,
Ἀθῆναι 1984, σ. 205. «Οἴ μοι, οἶ ον ἀ γῶ να
ἔ χει ἡ ψυ χή, χω ρι ζο μέ νη ἐκ τοῦ
σώ μα τος !...»
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