(Con
cursiva es del Helénico actual e incursiva del clásico. Para mí,
el traductor, en toda mi vida no he encontrado mejor definicón sobre
la felicidad que las bienaventuranzas del Señor.)
1
Viendo la multitud subió a la montaña, se sentó y se le acercaron
sus discípulos
2 y se
puso a enseñarles, diciendo:
3
Bienaventurados y felices serán los pobres del espíritu porque de
ellos es la realeza increada de los cielos; (bienaventurados
y felices serán aquellos que están pobres de males y pecados en el
espíritu de su corazón de la psique e humildemente sienten su
pobreza espiritual y su dependencia integra de Dios, porque de ellos
es y será la realeza increada de los cielos.)
4
Bienaventurados y felices los que están en luto, afligidos por sus
pecados y del mal que domina el mundo, porque ellos serán consolados
por Dios.
5
Bienaventurados y felices los apacibles, afables porque ellos
heredarán la tierra; (Bienaventurados
y felices los que dominan su ira, porque ellos recibirán como
herencia de Dios la tierra prometida y desde esta vida disfrutarán
los bienes de la herencia de la realeza increada celeste).
6
Bienaventurados y felices los hambrientos y sedientos de justicia,
porque ellos serán saciados (Dichosos
los que anhelan como hambrientos y sedientos la justicia, porque de
ellos serán satisfechos plenamente sus deseos de justicia);
7
Bienaventurados y felices los misericordiosos y los caritativos, más
los que se compadecen con las desgracias del prójimo, porque ellos
alcanzarán la misericordia increada de Dios el día del juicio;
8
Bienaventurados los sanos, puros, los que han hecho la catarsis, la
sanación y limpieza a su corazón de cada mancha del pecado, porque
ellos contemplarán y verán a Dios;
9 Bienaventurados y felices los que
hacen obra de paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios;
(Dichosos los que a su interior por su santificación tienen la
paz y la transmiten también a los demás, pacificándolos entre sí
y con Dios, porque ellos se reconocerán y serán proclamados en el
mundo celeste hijos de Dios)
10
Bienaventurados y felices seréis los perseguidos por ser justos,
virtuosos y perfectos cristianos, porque de ellos es y será la
realeza increada de los cielos.
11
Bienaventurados y felices seréis los que os habéis convertido en
mis discípulos cuando os injurien, os persigan y digan contra
vosotros todo tipo de calumnias y mentiras por causa mía.
12 Alegraos y deleitaos porque vuestra recompensa en los cielos será grande e incalculable. Porque también persiguieron a los profetas que ha mandado Dios antes que vosotros.
1ªEpístola
a los Corintios, capítulo 13
Canto a la agapi
increada, amor divino
1
Aunque hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no
tengo agapi-amor no soy más que una campana que suena o como unos
platillos o címbalos resonantes.
2
Aunque tenga el don de profecía y conozca todos los misterios y las
voluntades de Dios y toda la ciencia, y aunque tenga tanta fe que
traslade las montañas, si no tengo agapi-amor, no soy nada.
3
Aunque reparta todos mis bienes entre los
pobres, y entregue mi cuerpo a las llamas para gloriarme, sino tengo
agapi-amor, de nada me sirve.
4
La agapi-amor aleja la ira, es magnánima, paciente, tolerante; la
agapi no tiene envidia, no es presumida, ni se infla de orgullo y
prepotencia,
5
no hace nada feo e indebido, no es grosera ni egoísta y no busca
sus intereses, no piensa mal para su prójimo, ni se irrita, no toma
en cuenta el mal del otro;
6
La agapi-amor no se alegra por la injusticia; se alegra y goza
cuando domina la verdad,
7
todo lo disimula, sufre y aguanta, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo tolera.
8
La agapi-amor jamás decae y nunca falla; Pero, las profecías que
hay ahora como dones del Espíritu Santo desaparecerán, las lenguas
cesarán y las gnosis, conocimientos caducarán.
9
Todo esto en la vida futura quedará abolido, porque parcialmente
conocemos y profetizamos.
10
Cuando en la vida futura llegue lo perfecto e integral, entonces
desaparecerá lo parcial e imperfecto.
11
Esto que os escribo, lo comprenderéis con el siguiente ejemplo:
Cuando yo era niño pensaba, razonaba y hablaba como un niño. Cuando
llegué a ser hombre, se despojaron y desaparecieron las cosas de
niño, las niñerías.
12
Porque ahora vemos confusamente como en un espejo de manera que
quedan muchos enigmas e interrogantes que no podemos explicar.
Entonces veremos y será claramente cara a cara, (en persona a
Persona o hipóstasis a Hipóstasis). Ahora conozco parcialmente la
verdad, pero entonces tendré perfecta la gnosis, tan perfecta
como cuando fui reconocido por Dios, (tal
como energizaba y operaba el omnipotente Señor en mi regreso
como reconocimiento y proclamación de mi axioma apostólico.)
13 Esto se hará en
el futuro. Ahora hay tres cosas que permanecen: la fe, la esperanza y
la agapi. Pero la más grande de ellas es la agapi (energía divina
increada y amor desinteresado).
El
Evangelio de la Luz increada y la agapi San Juan 1. 1-14
1 Ἐν
ἀρχῇ ἦν
ὁ Λόγος
... (en arjí in o logos)
1
En el principio el Logos era, es y será eterna e infinitamente; y el
Logos existía con Dios y está en Dios; y Dios era y es el Logos.
1. En el
principio, el espíritu infinito, el de la creación espiritual y
material existía siempre como el Hijo y Logos de Dios que nace del
Padre como infinito y vivo Logos de Nus infinito, perfecto y sabio.
El Logos como segunda hipóstasis de Santa Trinidad existía y está
siempre inseparable de Dios y el Logos es Dios perfecto e infinito
tal como
el Padre y el Espíritu Santo.
2
Él existía y está desde el principio de la creación siempre
unido a Dios.
3
Todo fue hecho por él y sin él no se hizo nada de todo lo creado.
4
En Él existía y está la vida y la vida era y es la luz de los
hombres.
4.
Dentro de sí tenía la vida, y como fuente de la vida creó y
mantiene toda vida. Para los hombres lógicos es también la luz
ética y espiritual que ilumina sus nus,
es decir, el espíritu de sus corazones,
y sus mentes conduciéndoles a la verdad.
5
Y la luz ilumina en la oscuridad y las tinieblas no la abrazaron ni
la dominaron, tampoco la sofocaron.
5.
Y la luz con su resplandor luce entre las mentes oscuras, tenebrosas
por sus egoísmos, pecados, faltas, autoengaños, malos hábitos,
etc, es decir, los pazos; pero los humanos con el corazón embotado y
la mente retenida, oscurecida no la percibieron y no la introdujeron
en sus corazones, tampoco pudieron aniquilarla ni vencerla.
6
En aquellos días apareció un hombre convertido y enviado por Dios,
el cual se llamaba Juan. (Juan era el
Precursor de la Luz.)
7
Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que
todos creyeran por él.
7.
Éste vino teniendo como misión dar testimonio sobre la Luz, es
decir, sobre Jesús Cristo, y con su kerigma preparar a los hombres
para que todos crean en la Luz,
8
Él no era la luz, sino el que había de dar testimonio sobre la
Luz.
9
Era y es la Luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo.
9.
Como Hijo y Logos de Dios, segunda hipóstasis de la Santa Trinidad
era y es siempre el Cristo, la luz perfecta y verdadera, la única
fuente de luz que ilumina a cada hombre que viene en este mundo.
10
Estaba en la creación, que fue hecha por Él, y los hombres no lo
conocieron y no lo reconocieron como Dios.
10.
Existía y está desde el principio siempre en la creación,
gobernando a todas sus creaturas visibles e invisibles de los que se
compone el mundo terrenal y celeste que se hizo por él. Aún así,
cuando la luz tomó cuerpo y se hizo hombre, el mundo de los hombres,
corrompido, pervertido y apegado a las cosas terrenales, lleno de
pazos, no lo reconoce ni acepta como su creador.
11
Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron ni aceptaron.
12
Más los que le aceptaron y creyeron, como Sanador y Salvador, les
dio potestad, valor y fortaleza para renacer y estar convirtiéndose
en hijos de Dios continuamente.
13
Los cuales no renacieron de sangre de mujer, ni de deseo, ni de
voluntad de varón, sino de Dios.
14
Y el Logos se hizo hombre de manera sobrenatural y plantó su tienda
o acampó entre nosotros y nosotros hemos contemplado su doxa-gloria
como unigénito de la misma naturaleza del Padre, lleno de Χάρις
(Jaris, Gracia) y de Verdad.
15
Juan daba testimonio de él y proclamaba: “Éste es Aquél de
quién yo decía: el que viene de tras de mí, existía antes que yo,
porque Él era primero.
15.
Juan daba testimonio de él: «Éste es el que yo decía: el que
viene después de mí es incomparablemente superior a mí, porque
como unigénito Hijo del Padre ya existía y es antes que yo naciera.
16
Y de su plenitud todos nosotros hemos coparticipado, y Χάρις
(Jaris, Gracia) sobre Jaris.
16.
Y todos hemos recibido sus donaciones de su inagotable riqueza. Y
hemos recibido jaris sobre la otra jaris. Y después de la jaris de
la metania o el perdón de los pecados hemos recibido la jaris de ser
hijos adoptivos y tener vida feliz y bienaventurada y se va añadiendo
continuamente nueva jaris sobre la que antes recibimos.
Traducido por: χΧ
jJ http://logosortodoxo.wordpress.com/
(En español)
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