«Θλίψη zlipsi
tribulación, pena, calamidad y tristeza,
y Χαρά jará alegría de los cristianos»
Por el Yérontas
Atanasio Mitilineos de las 101 homilías sobre Apocalipsis.
Apocalipsis 1,9 «Yo
Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la θλί ψη
zlipsi tribulación, y en la realeza increada, y en la paciencia
de Jesús Cristo…»
9. Yo Juan, vuestro
hermano y copartícipe en la tristeza y sufrimiento que estáis
pasando a causa de las persecuciones en el nombre de Jesús Cristo,
pero también copartícipe en la gloriosa realeza increada, que
disfrutaremos gracias a nuestra paciencia por Jesús Cristo…
9 Ἐγὼ Ἰωάννης,
ὁ ἀδελφὸς ὑμῶν καὶ συγκοινωνὸς ἐν
τῇ θλίψει καὶ βασιλείᾳ καὶ ὑπομονῇ
ἐν Ἰησοῦ Χριστῷ...
9 Εγώ ο Ιωάννης,
ο αδελφός σας και συμμέτοχος εις την
θλίψιν, που δοκιμάζετε εξ αιτίας των
διωγμών δια το όνομα του Χριστού,
συμμέτοχος όμως και εις την ένδοξον
βασιλείαν, που θα απολαύσωμεν χάρις εις
την υπομονήν μας δια του Ιησού Χριστού...
Evangelio de Juan:
“Estas cosas os he dicho para que mi alegría quede en
vosotros y vuestra alegría sea plena, total” (Jn.15,11).
“Ταῦτα λελάληκα
υμῖν ινα ἡ χαρά ἡ ἐμοί ἐν υμῖν
μείνη καί ἡ χαρά υμῶν πληρωθῆ.”
“22... y os alegrará
el corazón y vuestra alegría nadie os la puede quitar...
24 pedid y recibiréis para que vuestra alegría sea plena, total”
( Jn 16,22 y 24). “Ahora voy a ti; y digo estas cosas en el mundo
para que tengan mi alegría en sí mismos plena, total, ( Jn
17,13).
“22... καί
χαρήσεται υμῶν ἡ καρδία, καί τήν
χαράν υμῶν οὐδείς αίρη ἀφ’ υμῶν...
24 αιτεῖτε καί λήψεσθε, ἱνα ἡ χαρά υμῶν
η πεπληρωμένη.”
“Νῦν δέ πρός
σέ ἐρχομαι, καί ταῦτα λαλῶν ἐν τῷ
κόσμο ἱνα ἐχωσι τήν χαράν τήν ἐμήν
πεπληρωμένην ἐν αυτοῖς.”
Por RAE. Tribulación1:
Del latín tribulatio, -ōnis.
1. f. Congoja, pena, tormento o aflicción
moral.
2. f. Persecución o adversidad que padece una
persona.
(Aquí utilizaremos el
término tribulación)
Amigos míos, como vemos
san Juan el Teólogo aquí en el libro del Apocalipsis (1,9) toca
tres temas y puntos grandiosos. ¿Qué dice? Dice que: “Soy
copartícipe en vuestra tribulación, en la realeza
increada y en la paciencia”. ¡Son temas grandiosos!
Vamos a verlos.
Primer tema: ἡ
«θλί ψη zlipsi
tribulación, tristeza, pena y aflicción»
¿Qué es «θλί ψη
zlipsi tribulación1»?
Es la compresión, opresión, estrechez, agobio, congoja y a la
vez también la pena que proviene de esta adversidad de aflicción
moral y tormento.
Como vemos aquí en el
texto, hay en común θλί ψη zlipsi
tribulación1 y al ser común siempre hace
hermanar.
Si la alegría, la
alegría en Cristo es el fruto de la cualidad cristiana, por
favor poned atención a esto, entonces la «θλί ψη
zlipsi tribulación1»
es la cáscara del fruto. En el exterior está la «θλί ψη
zlipsi tribulación1»,
y en el interior está la alegría; exteriormente rodea la
cáscara y dentro está la almendra. La almendra no está sola, tiene
también la cáscara, porque debe protegerse. ¡La «θλί ψη
zlipsi tribulación1»
protege la alegría! Atención, esto a primera vista parece tonto!
¿Lo habéis imaginado alguna vez? Pero estas cosas son posibles sólo
dentro de la vida y experiencia cristiana. Si no las vivimos así,
debemos dudar de nuestra cualidad cristiana. Es decir, si falta la
«θλί ψη zlipsi
tribulación1»,
no se puede desarrollar y salvaguardar la alegría y la
espiritualidad.
Pero la «θλί ψη
zlipsi tribulación1 en Señor»,
no es algo que proviene desde el interior sino desde el exterior,
puesto que la alegría es el fruto y la «θλί ψη
zlipsi tribulación1»
es la cáscara. Esto anotadlo bien. La «θλί ψη
zlipsi tribulación1»
es la situación o estado de ánimo que se crea en los creyentes a
través de las reacciones exteriores del mundo y del diablo.
El Señor, ya lo sabéis,
nos ha avisado en relación: “Entonces os entregarán a
tribulación…” (Mt 24,9). Por tanto, la cosa está y viene desde
el exterior, nos producirán «θλί ψη
zlipsi tribulación1».
¿Qué es la «θλί ψη
zlipsi tribulación1»?
¡Son las persecuciones, las calamidades, las cárceles, las
privaciones, la muerte, el martirio…! Pero todo esto es exterior,
no es desde el interior. Esta situación es llamada por el Señor “la
puerta estrecha” (Mt 7, 13-14 y Lc 13,24), por la que nos ha
hablado con más precisión cuando dijo: “en el mundo tendréis
tribulaciones, penas y aflicciones; pero confiad y tened ánimo, yo
he vencido al mundo. 33…Puesto que estáis en el mundo tendréis
tribulaciones, aflicciones; pero tened ánimo y confiad en mí, yo he
vencido al mundo y con esta victoria he asegurado también vuestra
victoria y la doxa (gloria, luz increada) para vosotros» (Jn
16,33).
Sin embargo, esta «θλί ψη
zlipsi tribulación1»
da alegría inefable y sobreabundada.
Demasiada alegría, tanta que el apóstol Pablo escriba a los
Corintios: “…lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en
todas nuestras tribulaciones y penas” (2 Co 7,4). ¡Cosa extraña…
muy extraña! ¡Está desbordante de alegría, a pesar de toda
aquella «θλί ψη
zlipsi tribulación1»!...
oh san Pablo…!
He aquí porque el fruto
es la alegría y la cáscara es la «θλί ψη
zlipsi tribulación1».
Si quitas la «θλί ψη
zlipsi tribulación1»
perderás la alegría; si quitas la cáscara perderás la almendra.
Pero atención, la
«θλί ψη zlipsi
tribulación1»
es atributo de aquellos que heredarán el reinado de la realeza
increada de Dios. En los Hechos otra vez dijo Pablo, después de su
apedreamiento en Listra, la célebre frase: “Es necesario que a
través de muchas tribulaciones y penas entremos en el reinado y
tengamos la realeza increada de Dios” (He 14,22). ¡Esto “es
necesario” es exactamente lo que conecta y une lo interior con lo
exterior, la alegría con la «θλί ψη
zlipsi tribulación1».
Estas cosas no se pueden separar; por eso dice que es necesario
entrar en el reinado y obtener la realeza increada de Dios no con
tribulaciones y tristezas simplemente sino con muchas!
Pero aquí amigos míos
me gustaría apuntar algo que debemos tener cuidado. Nuestra época
intenta crear un Cristianismo lleno de conciliaciones y comodidades,
sin tribulaciones, ni aflicciones. No queremos ser presionados
absolutamente por nada. Se trata de uno de los dos peligros que
amenazan a nuestra Iglesia en el “siglo presente” (Mt 12, 32.1
Tim 6,17. 2Tim 4,10. Tit 2,12) en nuestra época. Uno de los peligros
se llama secularización o mundanación y el otro se llama
ecumenismo, es decir, el contemporáneo y nuevo sincretismo
religioso. Estos dos peligros grandiosos amenazan nuestra Iglesia en
este momento. Lo repito: el ecumenismo y la secularización.
No es la renovación o modernización, porque no es exactamente lo
mismo, sino la secularización de la Iglesia, la mundanación de la
moral y del carácter. En la parábola del “rico insensato” el
Señor dice: “Mirad, y guardaos de toda avaricia, codicia; porque
la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que
posee” (Lc 12,14) y a esto se refiere. “No debéis tener
diferencias. Yo resolveré vuestras diferencias. ¿Pero Señor, soy
perjudicado, me tratan injustamente! No, en el fondo hay codicia y a
ti también al hermano pequeño que crees que el hermano mayor te es
injusto”.
Esto nos lo dice el
apóstol Pablo: «¿No sabéis que los
injustos no heredarán el reinado de la
realeza increada de Dios?» (1
Cor 6,9). Sobre todo, «¿No
os da vergüenza? ¿No hay entre vosotros algún hombre prudente,
capaz de hacer justicia entre sus hermanos? Al contrario, el hermano
pleitea con el hermano, ¡y encima ante jueces paganos! ¡Ya es una
desgracia para vosotros andar pleiteando unos con otros! ¿Por qué
más bien no sufrís el agravio? ¿Por qué más bien no aguantáis
ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio,
y defraudáis, y esto a los hermanos» (1
Cor 6. 6-8). ¡Esto si se dice hoy en día, la gente se reirá y se
burlará del que lo dice!
Por eso os he dicho este
ejemplo, para que veáis que la secularización es comenzar las
conciliaciones (empezar los pactos) y colocar el Evangelio en las
fórmulas de nuestra época. Éste es el peligro. Pero nosotros
diremos la verdad, lo que dice el Evangelio, tanto si los hombres lo
escuchan y hacen caso como no, eso es lo correcto. Por tanto, éste
es el gran peligro: el de la secularización o mundanación.
Es decir, comenzar haciendo el Evangelio cosa mundana o secularizada;
anteponer nuestro racionalismo, pensar y hablar racionalmente: ¿Por
qué esto es así o asá? ¡Es un peligro terrible!
Voy a aclarar esto; el
cristiano contemporáneo exige una fe sin perjuicio, una fe sin la
cruz y una espiritualidad contraria a la cruz o anti-cruciforme, y
como os he dicho tantas veces, la espiritualidad deja ya de ser una
espiritualidad en el sentido de la presencia del Espíritu Santo y se
convierte en un sucedáneo de ella. Este tipo de espiritualidad
requiere una fe ya sin la presencia del Espíritu Santo, sino una
espiritualidad con el sentido de los escritos de la segunda página
de los periódicos que hablan sobre la vida espiritual, y por
espiritualidad entienden redacciones de un libro, presentaciones de
un Conservatorio, poemas y no sé cuántas cosas más por el estilo.
¡Y todas estas se llaman vida espiritual!... Con este sentido
entienden la espiritualidad hoy en día, ya no con la presencia del
Espíritu Santo. ¡Ya se ha fugado el Espíritu Santo!...
El libro del Apocalipsis,
amigos míos, nos avisa y nos dice que: “Y se le permitió hacer
guerra contra los santos, y vencerlos” (Apo 13,7). ¿Habéis oído?
¡Fue concedido por el Dios que los creyentes sean vencidos por la
bestia!... “y que ninguno pudiese comprar ni vender,
sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número
de su nombre *χξς 666”;
¡Veis el aislamiento y el bloqueo económico! La “marca o sello”,
es decir, si eres masón, laions, rótary, o cualquier otra cosa de
las que hay… no lo sé, hay muchas. Esta es la marca o sello del
Anticristo: toda operación, acción y actitud anticristo, vivencia,
colocación, plano y figura; esto es la marca o sello. Por tanto si
uno está así, entonces todas las puertas se le abren; pero si no
está así, entonces estará aislado y bloqueado por la vida; no
podrá comprar ni vender. “¡Aquí está la paciencia y la fe de
los santos!” (Apo 13,10).
(*χξς
666 Xριστός ξε-σταυρωμενος
X=600=Cristo, ξ=60=no,
des y ς=6=crucificado y las tres letras en
la numerología helénica dan el 666)
Como vemos, esperamos
guerra y persecuciones contra los cristianos y aislamiento o bloqueo
económico, que significa, con cualquier manera exterminio y
aniquilación de ellos. Todas estas cosas constituyen la «θλί ψη
zlipsi tribulación1»,
la cáscara de la alegría, la condición de la Realeza increada de
Dios. Aquí el texto sagrado no habla de confort ni de pactos
y acuerdos, sino que recalca: “¡aquí está la paciencia y la fe
de los santos!” (Apo 13,10). Queridos míos, no sabemos lo que
amanecerá mañana, por eso vayamos preparándonos.
“Yo
Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestra en la tribulación,
tristeza, pena y aflicción en la realeza
(increada) y en la paciencia de Jesús
Cristo”(Apo 1,9). Aquí vemos las tres características,
las que el apóstol Juan utiliza para indicar la Iglesia que se
encuentra en el camino.
Amigos míos, sea como
sea la cosa, estos tres elementos «tribulación1,
paciencia y realeza increada»
existirán siempre dentro a la Iglesia, incluso en los tiempos
más pacíficos. Pero tengamos cuidado, porque aquí no se trata de
la paciencia común, ni de las tribulaciones diarias que posiblemente
puedan tener también los hombres mundanos, como veremos a
continuación sobre la paciencia y la Realeza increada.
Unidad 5ª de las 101
homilías sobre el Apocalipsis, transcritas en unidades.
Yérontas Atanasio Mitilineos.
Domingo 12-10-1980
Copyright: Monasterio
Komnineon de “Dormición de la Zeotocos” y “san Demetrio”
40007 Stomion, Larisa, Fax y Tel: 0030. 24950.91220
Traducido por: χΧ jJ
www.logosortodoxo.com
(en español).
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