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ΛΕΞΕΙΣ lexis PALABRAS Apocalípticas
de
los Sabios Santos Padres Ortodoxos de la Apocalipsis en olor de
perfume espiritual
2.
ΒΑΣΙΛΕΙΑ ΤΟΥ ΘΕΟΥ (Vasilía
tu Zeú)
REALEZA
DE DIOS
...ἡ βασιλεία τοῦ
Θεοῦ ἐντὸς ὑμῶν ἐστιν.
...la realeza
de Dios está en vuestro interior (Luc 17:21).
«Ζητεῖτε δὲ
πρῶτον τὴν
βασιλείαν τοῦ
Θεοῦ καὶ
τὴν δικαιοσύνην
αὐτοῦ, καὶ
ταῦτα πάντα
προστεθήσεται ὑμῖν.
Buscad
y pedid primero la Realeza (increada) de Dios y
su justicia y todas estas cosas, es decir, las materiales, os serán
añadidas, (Mt 6,33)».
…ἀμὴν λέγω ὑμῖν ὅτι εἰσί
τινες τῶν ὧδε ἑστηκότων, οἵτινες οὐ
μὴ γεύσωνται θανάτου ἕως ἂν ἴδωσι τὴν
βασιλείαν τοῦ Θεοῦ ἐληλυθυῖαν ἐν
δυνάμει.
…de
verdad, en verdad os digo que hay algunos de los aquí presentes que
no gustarán la muerte hasta que vean venir en potencia la Realeza
de Dios” (Mc 9,1).
Βασιλεία
τοῦ
Θεοῦ/τῶν
ουρανῶν
(vasilía
tu Zeú/ton uranón) Realeza
de Dios/de los cielos, el nombre Reino
(βασίλειο)
no está en ninguno de los originales Elénicos. Si bien “Reino”
en castellano también tiene el significado de "nuevo
estado de cosas en que rige la sanación y salvación y la energía
increada de la voluntad de Dios", no es el significado habitual
de la palabra (territorio o conjunto de personas que lo gobiernan);
por lo cual proponemos la más cercana a la voz helénica original,
Realeza (dignidad o soberanía real, o estado interior del hombre en
divina energía increada Jaris).
Realeza
(cualidad) es el elemento básico de las
enseñanzas de Jesús y el tema central de los
libros del Nuevo Testamento, donde, con
esta expresión, se manifiesta una nueva época que se inaugura con
la obra de Χριστός (Jristós) Cristo y en la que domina, en
vez de odio el amor; en vez de la oscuridad tinieblas, la luz; en vez
de la incredulidad, la luz de la fe; en vez de la desesperación, la
esperanza. La nueva época se anuncia ya como actual presente, pero
también esperada por completo en el futuro con la segunda venida de
Cristo. La realeza
increada de Dios es el predominio entero de la voluntad de Dios en la
vida de los hombres, tanto en la personal "la realeza
de los cielos está dentro, en vuestro interior" (Luc 17,21),
como en la vida social "que venga tu realeza
(tu energía increada)
en nosotros, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”
(Mateo 6,10). La realeza
de Dios, como realidad terrenal del presente, se materializa en las
personas por la vida santa de los cristianos, "los hijos de la
realeza”
(Mt 8,12), y entonces coincide con la institución de la Iglesia.
La
realeza increada es sinónima a la Doxa-gloria increada y la
Jaris-gracia increada. Nada tiene que ver con reino, porque este
término manifiesta un estado creado. La supra-naturaleza de
Dios Trinitario es increada, desconocida, anónima y no participable,
pues, el Dios se hace participable por sus energías increadas que
emanan eternamente de la supra-naturaleza y se transmiten a nosotros
por el Espíritu Santo; ellas nos instituyen en partícipes de la
increada vida de la santa Trinidad, y el Evangelio ésta vida la
proclama como Realeza de Dios.
San
Máximo el Confesor nos dice que la
realeza es
el Espíritu Santo de Quien percibimos su increada energía Jaris y
la zeoría-contemplación de la increada Luz, la que hemos perdido
por la desobediencia a Dios. Porque, el
nombre de Dios y Padre en hipostasis
(base substancial) es el Hijo
Unigénito, y la realeza
de Dios y Padre en hipostasis
es el Espíritu Santo procedente del Padre, (Filocalía t. 2º,
sobre el Padre nuestro).
El
Metropolita Ierózeos Vlajos en su libro “Enfermedad psíquica
y salud”, pág. 29, nos dice: “Me he ocupado mucho tiempo también
de San Gregorio el Teólogo. Allí he discernido que teólogos de la
Iglesia se debe llamar a los que han llegado a la zeoría
(contemplación), los cuales antes se han limpiado, sanado de los
pazos o por lo menos, luchan para limpiarse y
sanarse. También San Gregorio el Teólogo habla de la Segunda
Parusía (Presencia). Escribe que el Mismo Dios será luz para los
limpiados, sanados del nus y el corazón, según la proporción de su
limpieza, cosa que llamamos la Realeza de Dios. El Mismo Dios será
oscuridad para los que tienen ciega la parte hegemónica de su psique
que es el nus y especialmente a esta oscuridad se la llama
enajenación de Dios, según la proporción de la ceguera interior.
El sacerdote no entrega simplemente los billetes para que el hombre
vaya al Paraíso, sino que hace terapia “psicoterapia” al hombre
de manera que cuando vea a Dios, se haga luz y esto será la Realeza
de los Cielos y no una oscuridad como el infierno y la enajenación
de Dios”.
El
profesor y Padre Romanidis dice: “El interés de la Tradición
Ortodoxa para todos los aspectos de la Sociedad y las manifestaciones
culturales también proviene de la conciencia y sentido de que todos
los hombres no sólo tienen la noerá (energía espiritual humana),
sino también la Gloria, Jaris y Realeza (increadas) de Dios en su
interior; aunque ellas estén en un nivel muy bajo, casi inoperantes
a causa de la enfermedad del nus y su esclavitud a la lógica, la
razón, los pazos y al ambiente, con la consecuencia del predominio
del miedo, la ansiedad y las percepciones exteriores. El principal
objetivo de la fe en la teología y el dogma sobre el Cristo y su
relación con su Padre y el Espíritu Santo procedente del Padre es
conducir la humanidad: 1) A la catarsis (sanación) e iluminación
del corazón, es decir, a la terapia “psicoterapia” del centro de
la personalidad humana. 2) A la glorificación (zéosis), que es el
perfeccionamiento de la personalidad en la visión de la gloria
increada y la realeza increada de Cristo a través de sus Santos, los
miembros de su Cuerpo y de la Iglesia.”
Cap.
«Ἐλθέτω ἡ βασιλεία σου (elzeto i vasilía su)
Venga tu realeza»
Por
el Padre Yeoryios, Yérontas del Monasterio San Gregorio del Athos de
su libro la Oración del Señor.
Cuando
Dios reina en el hombre, él se libera, pacifica, reposa
espiritualmente y se santifica. Pero cuando no reina el Dios el
hombre está expuesto a la tiranía del diablo que le esclaviza por
las pasiones, la filaftía (excesivo amor a sí mismo y al cuerpo,
egolatría) y le trae aburrimiento, vacío, soledad y convierte su
vida en un infierno. El mundo actual, que niega la realeza
increada de Dios, se tortura y sufre horribles situaciones demoníacas
como la magia, supersticiones, drogas, crímenes, terrorismo,
disoluciones de las familias, depresiones...
El
Señor, nos enseña que pidamos que venga su Realeza, que
según los Santos Padres es la Jaris (gracia) la energía increada
del Espíritu Santo. Escribe San Nicodemo el Ayiorita: "Como la
naturaleza humana se esclavizó voluntariamente al homicida Diablo,
por eso nuestro Señor nos pide que roguemos a Dios para que nos
libere de la amarga esclavitud del demonio. Esto se puede hacer sólo
cuando viene la Realeza increada de Dios a nosotros, es decir,
el Espíritu Santo, para echar de nuestro nus al tirano enemigo y que
reine Dios en nosotros. Por eso debemos decir según San Máximo:
"venga el Espíritu Santo, para sanarnos y purificarnos
totalmente en la psique y en el cuerpo y así convertirnos en
residencia digna de recibir la Santa Trinidad y reine Dios en
nosotros, o sea, en nuestros corazones, tal y como está escrito:
“...la realeza de Dios está en vuestro interior” (Luc
17:21).
El
libro del Génesis, nos dice que durante la creación del mundo, la
oscuridad cubría el abismo y el Espíritu de Dios planeaba sobre la
superficie de las aguas. El Espíritu Santo separó las tinieblas y
dio forma al caos. Oscuridad y caos reinan también en el interior
del hombre. Sólo cuando éste deja que el Espíritu Santo habite en
su interior, se hace la catarsis (sanación, purificación) de los
pazos y se ilumina, encontrando su equilibrio interior y la unidad.
Por eso en la oración: "Rey de los Cielos" del Espíritu
Santo que es extensión del "venga a nosotros tu realeza"
decimos: "Rey de los Cielos, Paráclitos (Consolador o
Suplicante), Espíritu de la Verdad, ven y habita en nosotros,
límpianos, purifícanos de toda mancha, Tú, que eres bondadoso,
sana y salva nuestras psiques “.
Escribe con relación a esto San Gregorio de Nicea: "Sí pedimos
que venga a nosotros la Realeza increada de Dios, tenemos que
suplicar al Padre con todas nuestras fuerzas y energías que nos
exculpe y libere de la corrupción, de la muerte, que nos afloje las
ataduras del pecado, que no reine en nosotros la muerte, que sea
inactiva la tiranía de la maldad, que no nos venza el enemigo, ni
aprisione el pecado, sino que venga su Realeza para que nos
sean retirados los pazos” (En la oración, cap.3, pág.69).
Está
claro que la realeza de Dios no es un arreglo exterior del
mundo, sino el habitar del Espíritu Santo en nuestros corazones que
tiene como resultado la metamorfosis del mundo mediante los hombres
metamorfoseados, transformados y convertidos. Por eso, nuestra
Iglesia Ortodoxa nunca buscó conquistar el mundo como el
cristianismo heterodoxo occidental, sino su metamorfosis en Cristo.
El monaquismo Ortodoxo, no es activismo (de las obras exteriores)
sino hisijasta, es decir, toda lucha ascética del hombre por la
catarsis (sanación, purificación) del corazón, la nipsis y la
oración, mediante la que el hombre se santifica y se convierte en
nueva creación. San Juan Crisóstomo predicaba y pedía a los
cristianos que vivieran en perfecta vida cristiana para que antes que
pasaran a la Vida Eterna vivieran la Realeza increada de los
Cielos en la tierra y que se convirtiera la tierra en Cielo...“
La
participación de los Santos a la luz increada de la Santa Trinidad
es según San Gregorio Palamás participación en la Realeza
increada de Dios en su increada Gloria y Esplendor.
Tomado
del mismo P. Yeoryios, de sus libros: “Experiencias de la Jaris
increada” y “La zéosis la finalidad de la vida del hombre”.
“Por
otro lado, el término laico no sólo se refiere a aquel que no ha
llegado a la santidad, sino a aquella persona que con el santo
bautismo y la santa crismación recibió el poder de ser miembro del
Pueblo de Dios y del Cuerpo de Cristo y a la vez participar en los
tres axiomas de Cristo. El miembro cristiano cuanto más sano,
concienciado y activo está del pueblo de Dios y del Cuerpo de Cristo
tanto más cerca participa de los tres axiomas de Cristo: el de
santidad, el profético (o teológico) y el de realeza, y
recibe la experiencia superior y el sentimiento de su energía
increada Jaris, tal y como vemos en las vidas de los Santos de
nuestra fe. Dice el Señor: «Buscad y pedid primero la Realeza
(increada) de Dios y su justicia y todas estas cosas, es decir, las
materiales, os serán añadidas, (Mt 6,33)». La Realeza
de Dios es la Zéosis, recibir la energía increada Jaris del
Espíritu Santo. Cuando la Jaris increada venga y reine dentro del
hombre, éste será gobernado por Dios.”
Tomado
del Padre Romanidis, del libro: “La enfermedad de la religión
y la Ortodoxia como su sanación”.
La
caída de cada hombre y su esclavitud en la creación, consiste en la
confusión de la energía del espíritu del corazón humano (nus) con
esta misma energía lógica de la diania (mente, intelecto, cerebro),
en cuya confusión los loyismí (pensamientos simples o unidos con la
fantasía) que provienen del ambiente se convierten en loyismí del
espíritu del corazón humano o nus, con el resultado de debilitar en
distintos grados la comunión del nus-corazón con la energía
increada y la Realeza de Dios...
Durante
la glorificación, que es la zéosis, y la apocálipsis=revelación,
la oración del corazón, don de lenguas, la gnosis (conocimiento) y
la profecía junto con la fe y la esperanza, quedan abolidas puesto
que se sustituyen por el mismo Cristo en la realeza increada y
gloria del Padre...
Después
de algún éxtasis de desorientación el neoglorificado ve todo su
alrededor erosionado con la Gloria o Realeza de Dios, puesto
que ésta no es ni luz ni oscuridad y no se parece a nada de lo
creado. Trasciende todos los conceptos, significados y expresiones, y
a pesar de que es revelada, permanece misterio impenetrable,
inexpresable y por ello indescriptible. La realeza de Dios es
la energía Jaris y la Gloria increadas por la que el Dios reina al
mundo y en la que participan los sanados, iluminados y glorificados
miembros de la Iglesia...
Cristo
revelando la Gloria o la Realeza increada del Padre como su
propia gloria natural durante su Metamorfosis, es decir, delante de
los tres discípulos con la presencia de Moisés y Elías, recuerda
las mismas apariciones de Cristo como Señor de la Gloria en el
Antiguo Testamento, pero ahora mediante su naturaleza humana…
…Ésta
es una gran tentación ante la cual debemos de rogar: "...pero
no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal astuto,
porque Tuya es la Realeza, la Fuerza, la Energía y la Gloria
en los siglos. Amén"
“Calidad de vida” del Metropólita Ierózeos Vlajos.
En la
pág. 313 podemos leer: “No olvidemos que el mundo presente es un
mundo de caída y corrupción. El pecado de Adán tuvo consecuencias
cósmicas potentes y marcadas. Cuando el hombre perdió su energía
increada de la Jaris, entonces inmediatamente perdió también la
capacidad y posibilidad de reinar sobre toda la creación. Perdió la
Realeza increada de Dios y su Reino. Quedó como un Rey
derrocado. Un teólogo bizantino decía que antes de la caída, el
hombre era como un espejo limpio por el que se irradiaba en toda la
creación la Jaris increada de Dios, pero cuando este espejo se
rompió entonces toda la creación ha caído en una impenetrable
oscuridad”...
En la
página 104 nos dice: «...Tanto Juan Bautista como Jesús Cristo
predicaban: “Μετανοεῖτε (metanoite) convertíos,
arrepentíos y confesaos porque ha llegado la Realeza de los
Cielos”. Cristo es la Realeza de Dios, la que ha venido a los
hombres. Es cierto que en la Santa Escritura se presenta la triple
verdad sobre la Realeza increada de Dios. Primero se acerca,
después llega y luego vendrá, dando a entender que lo que vivimos
ahora llegará en su perfección con la nueva venida de Cristo. En
todo caso la Realeza increada de Dios es la energía increada
Jaris de Cristo, la visión y expectación de la Luz increada que es
la “belleza del siglo venidero” y “el alimento de las
creaciones celestes”. El que se ha hecho digno, como dice San
Simeón el Nuevo Teólogo, de ver a Dios, no espera simplemente la
Realeza de Dios, porque para él ya ha venido. La ha visto. Es
Dios en su Gloria increada...
Los
santos que llegaron a la Zéosis vieron y vivieron la Realeza
de Dios».
En la
página 32 leemos: “La Ortodoxia no traslada el problema al futuro,
ni espera el disfrute de la Realeza increada de Dios después
de la historia y del final del tiempo. El futuro del Cristiano
Ortodoxo se vive en el presente y la Realeza de Dios empieza
desde esta vida. En la enseñanza ortodoxa no existe sobre el tiempo
percepción lineal, sino cruciforme, es decir, lo eterno nos domina y
ocupa en cada momento del tiempo. Por eso esencialmente el pasado, el
presente y el futuro se encuentran dentro de una unidad
inquebrantable. Es el llamado tiempo condensado...
La
Realeza de Dios viene a nosotros y nos encuentra. En
cada presente podemos vivir existencialmente todos los hechos del
pasado (el Nacimiento de Cristo, la Cruz, su Resurrección, etc.),
como también los acontecimientos del futuro de la Realeza de
Dios. Por eso san Gregorio Palamás dice que si los Profetas del
Antiguo Testamento veían la humanización de Cristo, los santos que
son los Profetas del Nuevo Testamento ven y viven la Segunda Parusía
(Presencia) de Cristo desde ahora...
¿Quién
nos puede negar que la vivencia, experiencia de la Realeza de
Dios no se puede realizar y lograr desde ahora, para aquellos que
participan de la divina Jaris? San Gregorio Palamás tiene una
homilía entera que se refiere al acontecimiento de que la
contemplación de la increada Luz es la misma Realeza de Dios,
la belleza del siglo futuro, el alimento de las creaciones celestes y
la hipóstasis (base substancial) de los futuros bienes. Analizando
la frase del Señor: “…de verdad, en verdad os digo que hay
algunos de los aquí presentes que no gustarán la muerte hasta que
vean venir en potencia la Realeza de Dios” (Mc
9,1). Este pasaje conecta con la contemplación de Dios en el
Monte Tabor (Mc 9,2)...
San
Gregorio dice que la Realeza de Dios se manifiesta
potencialmente mediante el Espíritu Divino y con ello podemos
interpretar la venida de la Realeza increada. Este versículo
del santo es muy claro y cierto. La realeza de Dios se vive
desde este tiempo y la Apocálipsis=Revelación de Cristo es la
manifestación y revelación de la Realeza increada...
Cristo
que es Dios trascendental y a la vez está dentro del mundo, viene a
nosotros. Así dentro de la Iglesia podemos vencer la muerte. La
inmortalidad no es la vida más allá de la muerte, sino la
superación de la muerte por la vida en Cristo». Ierotheo Vlajos.
Por χΧ
jJ: Entre el Logos increado de Dios que muchos traducen como palabra:
“todo se hizo por Ella (en vez de él)...” (Jn 1,3) al traducir
“Λόγος” por “Palabra”, cuando este término en helénico
correspondería a “λέξις” (lexis) y la “Realeza increada”
que la traducen como “Reino”, se puede ver que hay mucha
diferencia. En el original Helénico del Nuevo Testamento y en todos
los textos de los Sabios Santos Padres Heleno-ortodoxos los términos
“Reino”, “Palabra” o “Verbo” que predican algunos con
mente y espíritu francolatino occidental no existen en ninguna parte
estas palabras. El gran problema actual para la Ortodoxia es que
muchos ortodoxos provenientes del papismo, protestantismo… siguen
utilizando estos términos, creo que la mayoría por ignorancia. Mi
experiencia personal como traductor que vive 40 años en España es
que aquellos creyentes ortodoxos que empezaron a utilizar estos
términos ortodoxamente, correctamente, aunque al principio les costó
mucho, ellos mismos me confesaron que han conseguido profundizar y
conocer más la ortodoxia y han notado un cambio curativo y
cualitativo en sus psiques-almas, por supuesto, participando en la
Iglesia Ortodoxa y Su Misterios.
Además
el mismo Cristo Dios con Su Jaris increada y la doxa=gloria increada
del Padre y la comunión del Espíritu Santo, nos lo ha confirmado:
Que la realeza increada está en nuestro interior, por lo
tanto, busquemos y pidamos primero a ella para saborear, gustar la
inmortalidad antes de morir, desde aquí y ahora, con Jaris energía
increada y la Doxa=gloria (luz increada) en un estado y forma de
vivir interior y exterior dentro de la Realeza increada del Dios
Triádico!!! Así sea, amín.
Recopilación y
traducción: χΧ jJ
www.logosortodoxo.com
(en español)
12
ΛΕΞΕΙΣ lexis PALABRAS Apocalípticas
de
los Sabios Santos Padres Ortodoxo de la Apocalipsis en olor de
perfume espiritual
1. ΑΓΑΠΗ-AGAPI,
AMOR................................................................
2. ΒΑΣΙΛΕΙΑ-VASILIA,
REALEZA.................................................
3. ΓΝΩΣΙΣ-GNOSIS,
CONOCIMIENTO.........................................
4. ΨΥΧΗ-PSIJI,
PSIQUE, ALMA.......................................................
5. ΠΑΘΟΣ κ
ἈΠΑΘΕΙΑ PAZOS
y APAZIA.................................
6. ΝΟΥΣ κ
ΚΑΡΔΙΑ NUS y
CORAZÓN..........................................
7. ΔΙΑΝΟΙΑ-DIANIA,
MENTE CEREBRO......................................
8. ΜΕΤΑΝΟΙΑ-METANIA.................................................................
9.
ΛΟΓΟΣ-LOGOS...............................................................................
10.
ΠΑΡΑΚΛΗΤΟΣ-PARAKLITOS O E.
SANTO............................
11.
ΧΑΡΙΣ-JARIS, GRACIA
INCREADA............................................
12.
ΘΕΩΣΙΣ-ZÉOSIS,
GLORIFICACIÓN...........................................
Conclusión:
Μυστήριο mistirio
Mysterio
Por el
Traductor Χρήστος-Cristo,
χΧ jJ. Dicen los Padres que los
términos hay que experimentarlos, por eso he decidido traducirlos
después de experimentarlos en muchos años de trabajo espiritual y
experiencia. Este libro es una recopilación
sobre los términos más interesantes. No hay nada añadido por mí,
todo es de los santos Padres Ortodoxos, la mayor parte de la
Filocalía. Es un trabajo de 10 años, espero que os agrade y si no
lo tiene completo me lo pide y te lo mando por email. También espero
vuestra ayuda y sugerencias para mejorar la traducción.
Autor del libro:
χΧ jJ
www.logosortodoxo.com
(en español)
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