ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
Μάρκ. θ΄ 17-31
Κυριακή
Δ´ Νηστειών
EVANGELIO
Mrc 8,17-31 Domingo 4º de Cuaresma
Ἡ θεραπεία τοῦ σεληνιαζόμενου νέου
La
terapia
del
joven
epiléptico
Y
respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo,
que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le
sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y
dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y
respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta
cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?
Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús,
sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se
revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto
tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.
Y muchas
veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes
hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le
dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E
inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi
incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba,
reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo,
yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el
espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él
quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero
Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando él
entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué
nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo:
Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que
nadie lo supiese. Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía:
El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán;
pero después de muerto, resucitará al tercer día, (Mrc
9, 17-31).
Η
ΘΕΡΑΠΕΙΑ
ΤΟΥ
ΣΕΛΗΝΙΑΖΟΜΕΝΟΥ
ΝΕΟΥ
LA
TERAPIA DEL JOVEN EPILÉPTICO
1.
Τὰ
παιδιὰ
στὸ
Χριστὸ
Los niños a Cristo
Un
padre
dolido
conduce
al
Señor
su
hijo
enfermo,
quien
estaba
capturado
por
espíritu
demoníaco.
El joven estaba castigado por un espíritu demoníaco mudo, no estaba
en situación de pedir el mismo su terapia al Señor Jesús. Y en
lugar de él se dirige su padre hacia al Θεάνθρωπο
(zeánzropo,
Dios y hombre). Y Aquel correspondió: “Traédmelo”, dijo. Y se
lo acercaron.
Ἕνας
πονεμένος
πατέρας
ὁδηγεῖ
στὸν
Κύριο
τὸν
ἄρρωστο
γυιό
του,
ὁ
ὁ
ποῖος
ἔχει
καταληφθεῖ
ἀπὸ
δαιμονικὸ
πνεῦμα.
Ὁ
νέος
ποὺ
βασανιζόταν
ἀπὸ
ἄλαλο
δαιμονικὸ
πνεῦμα
δὲν
ἦταν
σὲ
θέση
νὰ
ζητήσει
ὁ
ἴδιος
τὴ
θεραπεία
του
ἀπὸ
τὸν
Κύριο
Ἰησοῦ.
Ἀντὶ
γι’ αὐτὸν ἀπευθύνεται ὁ πατέρας του
στὸν Θεάνθρωπο.
Κι Ἐκεῖνος ἀνταποκρίθηκε. «Φέρετε
αὐτὸν πρός με», εἶπε. Καὶ τὸν ἔφεραν
κοντά Του.
Hoy
el
Cristo
pide
de
nosotros
conducir
cerca
de
Él
cada niño y cada joven. Dentro de un mundo que el diablo homicida
utiliza todos los medios para seducir y destruir las psiques jóvenes
y niñas, las palabras del Señor nos muestran el camino sanador y
salvador: “Traédmelo”.
Ζητάει
καὶ σήμερα ὁ Χριστὸς νὰ ὁδηγηθεῖ
κοντά Του κάθε παιδί, κάθε νέος. Μέσα σ’
ἕναν κόσμο ὅπου ὁ ἀνθρωποκτόνος
διάβολος χρησιμοποιεῖ κάθε μέσο γιὰ
νὰ παρασύρει καὶ νὰ καταστρέψει τὶς
παιδικὲς καὶ νεανικὲς ψυχές, τὰ λόγια
τοῦ Κυρίου μᾶς ὑποδεικνύουν τὸ σωτήριο
δρόμο: «Φέρετε αὐτὸν πρός με».
Guiemos,
pues, a los niños al
Salvador y Sanador Cristo Dios. Padres y maestros, intentemos
armarlos con el temor a Dios desde pequeños. Enseñarlos a ir en la
Iglesia y participen en los santos Misterios. Transmitirlos en sus
psiques las palabras de Dios y exhortarlos a que luchen de acuerdo
con la voluntad de Dios. Y aún, si algunos jóvenes han salido del
camino, intentemos a indicarlos lo correcto con agapi, discernimiento
y con el mejor ejemplo nuestro. Paralelamente oremos nosotros en vez
de ellos con oración ferviente, para que escapen de las garras del
diablo y regresen al Redentor, la fuente de la verdadera felicidad.
Ἂς
ὁδηγοῦμε λοιπὸν τὰ παιδιὰ στὸν Σωτήρα
Χριστό. Γονεῖς καὶ παιδαγωγοὶ ἂς
προσπαθοῦμε νὰ τὰ θωρακίζουμε ἀπὸ
τὴ μικρὴ ἡλικία μὲ τὸν φόβο τοῦ Θεοῦ.
Νὰ τὰ μάθουμε νὰ πηγαίνουν στὴν
ἐκκλησία καὶ νὰ συμμετέχουν στὰ ἅγια
Μυστήρια. Νὰ μεταγγίζουμε στὶς ψυχές
τους τὰ λόγια τοῦ Θεοῦ καὶ νὰ τὰ
προτρέπουμε νὰ ἀγωνίζονται σύμφωνα
μὲ τὸ θέλημά Του. Κι ἂν ἀκόμη κάποιοι
νέοι παραστρατήσουν, ἂς προσπαθοῦμε
νὰ τοὺς ὑποδεικνύουμε τὸ σωστὸ μὲ
ἀγάπη καὶ διάκριση καὶ κυρίως μὲ τὸ
καλό μας παράδειγμα. Παράλληλα ἂς
ἀναπέμπουμε ἐμεῖς ἀντὶ γι’ αὐτοὺς
θερμὴ προσευχή, γιὰ νὰ γλυτώσουν ἀπὸ
τὰ νύχια τοῦ διαβόλου καὶ νὰ ἐπιστρέψουν
στὸν Λυτρωτή, τὴν πηγὴ τῆς ἀληθινῆς
εὐτυχίας.
2.Señor
ayuda
mi
incredulidad
El
Padre
del
demonizado
joven
tenía
su
fe
incompleta;
sin
embargo,
no
sabía
a
dónde
más
podría
tener
esperanza. Se dirige, pues, hacia al Señor y con palabras que
revelan su desesperación y su poca fe y Le dice: “Compadécete de
mí, si puedes hacer algo, ayúdanos”.
Ὁ
πατέρας
τοῦ
δαιμονισμένου
νέου
εἶχε
ἐλλιπὴ
πίστη·
ὡστόσο
δὲν
εἶχε
καὶ
ποῦ
ἀλλοῦ
νὰ
στηρίξει
τὴν
ἐλπίδα
του.
Στρέφεται
λοιπὸν στὸν Κύριο καὶ μὲ λόγια
ποὺ φανερώνουν τὴν ἀπελπισία καὶ
τὴν ὀλιγοπιστία του, Τοῦ λέει: «Ἂν
μπορεῖς νὰ κάνεις κάτι, λυπήσου μας
καὶ βοήθησέ μας».
Pero
la
cuestión
no
es
si
el
Señor
Jesús
podría
hacer el milagro. Es absolutamente cierto que el Θεάνθρωπος
(zeánzropos, Dios y hombre) tenía la fuerza de ayudar y sanar al
joven atormentado.
Τὸ
θέμα
ὅμως
δὲν
εἶναι
ἂν
μποροῦσε
ὁ
Κύριος
Ἰησοῦς
νὰ
κάνει
τὸ
θαῦμα.
Ὁ
Θεάνθρωπος εἶναι ἀπολύτως βέβαιο ὅτι
ἔχει τὴ δύναμη νὰ βοηθήσει καὶ νὰ
θεραπεύσει τὸν βασανισμένο νέο.
El
obstáculo es
la poca fe del padre. Por eso, antes de sanar al niño, el divino
Maestro ayuda al padre a sentir su debilidad y confesar con lágrimas:
“Creo, Señor, ayuda mi incredulidad”.
Αὐτὸ
ποὺ
στέκεται
ἐμπόδιο
εἶναι
ἡ
ὀλιγοπιστία
τοῦ
πατέρα.
Γι’
αὐτό,
πρὶν
θεραπεύσει
τὸ
παιδί,
ὁ
θεῖος
Διδάσκαλος
βοηθεῖ
τὸν
πατέρα
νὰ
συναισθανθεῖ
τὴν
ἀδυναμία
του
καὶ
νὰ
ὁμολογήσει
μετὰ
δακρύων:
«Πιστεύω,
κύριε·
βοήθει
μου
τῇ
ἀπιστίᾳ».
El
Señor
es
omnipotente.
No
hay
algo
imposible
para
Él.
Lo que “compromete y bloquea” Su fuerza es nuestra poca fe. Esta
no le deja hacer milagros en nuestra vida.
Recordemos
qué les ha pasado los compatriotas del Señor, los Nazarenos. Aunque
le tuvieron tan cerca, no Le creían. Por esta incredulidad de ellos,
Nazaret fue privada de Sus admirables obras.
Εἶναι
παντοδύναμος ὁ Κύριος. Δὲν ὑπάρχει
κάτι ποὺ εἶναι ἀκατόρθωτο γιὰ Ἐκεῖνον.
Αὐτὸ ποὺ «δεσμεύει» τὴ δύναμή Του
εἶναι ἡ ὀλιγοπιστία μας. Αὐτὴ δὲν
Τὸν ἀφήνει νὰ ἐνεργήσει θαύματα στὴ
ζωή μας. Ἂς θυμηθοῦμε τί ἔπαθαν οἱ
συμπατριῶτες τοῦ Κυρίου, οἱ Ναζαρηνοί.
Ἂν καὶ Τὸν εἶχαν τόσο κοντά τους, δὲν
Τὸν πίστευαν. Γιὰ τὴν ἀπιστία τους
αὐτή, ἡ Ναζαρὲτ στερήθηκε τὰ θαυμαστά
Του ἔργα.
Oremos
pues
al
filántropo
Señor a reforzar nuestra fe. La fe pasa por distintos estadios hasta
perfeccionarse. Decir nosotros también como los Apóstoles: “Señor,
añádenos fe” (Lc 17,5).
Ἂς
προσευχόμαστε λοιπὸν στὸν φιλάνθρωπο
Κύριο νὰ ἐνισχύει τὴν πίστη μας. Ἡ
πίστη περνᾶ ἀπὸ διάφορα στάδια μέχρι
νὰ τελειοποιηθεῖ. Νὰ λέμε κι ἐμεῖς
ὅπως καὶ οἱ Ἀπόστολοι: Κύριε, «πρόσθες
ἡμῖν πίστιν» (Λουκ. ιζ΄ 5).
Y
si
alguna
vez
tenemos
dificultades
y
tenemos
la
sensación
de que
el
Señor
no
escucha
nuestras
oraciones,
tengamos
paciencia
y
aprovechemos
cada
prueba
para
que
se
vaya
consolidando
y
creciendo
la
fe
y
nuestra
dependencia
del
todopoderoso
Cristo Dios.
Κι
ἂν
κάποτε
ἀντιμετωπίζουμε
δυσκολίες
κι
αἰσθανόμαστε
ὅτι
ὁ
Κύριος
δὲν
ἀκούει
τὶς
προσευχές
μας,
ἂς
κάνουμε
ὑπομονὴ
κι
ἂς
ἀξιοποιοῦμε
τὴν
κάθε
δοκιμασία
γιὰ
νὰ
στεριώνει
καὶ
νὰ
γιγαντώνει
ἡ
πίστη
κι
ἡ
ἐξάρτησή
μας
ἀπὸ
τὸν
παντοδύναμο
Θεό.
3.
Por encima de toda fuerza
El
Señor
giró
hacia
el
joven
que
estaba
estirado
al
suelo
y
habló
estrictamente
al
espíritu
sucio:
“Espíritu mudo y
sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él...”. Te
mando Yo el Hijo y Logos de Dios.
Ὁ
Κύριος
γύρισε
πρὸς
τὸν
νέο
ποὺ
κειτόταν
στὸ
χῶμα,
καὶ
μίλησε
αὐστηρὰ
στὸ
ἀκάθαρτο
πνεῦμα:–«Τὸ
πνεῦμα
τὸ
ἄλαλον
καὶ
κωφόν,
ἐγώ
σοι
ἐπιτάσσω,
ἔξελθε
ἐξ
αὐτοῦ
καὶ
μηκέτι
εἰσέλθῃς
εἰς
αὐτόν».
Φύγε
ἀπὸ
τὸν
νέο
αὐτό,
πονηρὸ
πνεῦμα...
Σὲ
διατάζω
Ἐγώ,
ὁ
Υἱὸς
καὶ
Λόγος
τοῦ
Θεοῦ!
Y
el espíritu maligno, mientras gritó fuertemente y removió el niño,
se fue lejos. Esta es la sorprendente potencia de Cristo. Su logos
como “una espada aguda” (Apoc 19,15), destruye los demonios y sus
obras mal astutas. El diablo aunque se presenta “como león
rugiente” (1ªPed 5,8), no puede parar ante el Cristo. En el nombre
del Señor Jesús Cristo se someten todas las fuerzas “de las que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Fil
2,10). El cristiano que invoca el nombre del Señor Jesús con fe y
vive unido con Él, no tiene miedo a hechizos o mal de ojos, ni
magias, tampoco otras influencias demoníacas. Lucha con fuerza
contra los ataques del maligno y los rechaza con seguridad y certeza,
porque cree al Señor Jesús Cristo, Dios todopoderoso y Vencedor
eterno del diablo y la muerte.
Καὶ
τὸ
πονηρὸ
πνεῦμα
ἀφοῦ
κραύγασε
δυνατὰ
καὶ
συντάραξε
τὸ
παιδί,
ἔφυγε
μακριά.Αὐτὴ
εἶναι
ἡ
ἐκπληκτικὴ
δύναμη
τοῦ
Χριστοῦ.
Ὁ λόγος Του ὡς «ρομφαία δίστομος ὀξεῖα
ἐκπορευομένη» (Ἀποκ. ιθ΄ 15) κατασυντρίβει
τοὺς δαίμονες καὶ τὰ πονηρά τους ἔργα.
Ὁ διάβολος ἂν καὶ παρουσιάζεται «ὡς
λέων ὠρυόμενος» (Α΄ Πέτρ. ε΄ 8), δὲν
μπορεῖ νὰ σταθεῖ ἐνώπιον τοῦ Χριστοῦ.
Στὸ
ὄνομα τοῦ Κυρίου Ἰησοῦ Χριστοῦ
ὑποτάσσεται κάθε δύναμη «ἐπουρανίων
καὶ ἐπιγείων καὶ καταχθονίων» (Φιλιπ.
β΄ 10). Ὁ Χριστιανὸς ποὺ ἐπικαλεῖται
τὸ ὄνομα τοῦ Κυρίου Ἰησοῦ μὲ πίστη
καὶ ζεῖ ἑνωμένος μαζί Του δὲν φοβᾶται
οὔτε τὴ βασκανία, οὔτε τὰ μάγια, οὔτε
ἄλλη δαιμονικὴ ἐπήρεια. Ἀγωνίζεται
σθεναρὰ ἐναντίον τῶν ἐπιθέσεων τοῦ
πονηροῦ καὶ τὶς ἀποκρούει μὲ ἀσφάλεια
καὶ βεβαιότητα, διότι πιστεύει στὸν
Κύριο Ἰησοῦ Χριστό, τὸν παντοδύναμο
Θεὸ καὶ αἰώνιο Νικητὴ τοῦ διαβόλου
καὶ τοῦ θανάτου.
ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
Μάρκ. θ΄ 17-31
Κυριακή
Δ´ Νηστειών
EVANGELIO
Mrc 8,17-31 Domingo 4º de Cuaresma
Η
θεραπεία του σεληνιαζόμενου νέου
La
terapia
del
joven
epiléptico
Y
respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo,
que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le
sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y
dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y
respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación incrédula! ¿Hasta
cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?
Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús,
sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se
revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto
tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño. Y muchas
veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes
hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le
dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E
inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi
incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba,
reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo,
yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el
espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él
quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. Pero
Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Cuando él
entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué
nosotros no pudimos echarle fuera? Y les dijo:
Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.
Habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que
nadie lo supiese. Porque enseñaba a sus discípulos, y les decía:
El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán;
pero después de muerto, resucitará al tercer día, (Mrc
9, 17-31).
Η
ΘΕΡΑΠΕΙΑ
ΤΟΥ
ΣΕΛΗΝΙΑΖΟΜΕΝΟΥ
ΝΕΟΥ
LA
TERAPIA DEL JOVEN EPILÉPTICO
1.
Τὰ
παιδιὰ
στὸ
Χριστὸ
Los niños a Cristo
Un
padre
dolido
conduce
al
Señor
su
hijo
enfermo,
quien
estaba
capturado
por
espíritu
demoníaco.
El joven estaba castigado por un espíritu demoníaco mudo, no estaba
en situación de pedir el mismo su terapia al Señor Jesús. Y en
lugar de él se dirige su padre hacia al Θεάνθρωπο
(zeánzropo,
Dios y hombre). Y Aquel correspondió: “Traédmelo”, dijo. Y se
lo acercaron.
Hoy
el
Cristo
pide
de
nosotros
conducir
cerca
de
Él
cada niño y cada joven. Dentro de un mundo que el diablo homicida
utiliza todos los medios para seducir y destruir las psiques jóvenes
y niñas, las palabras del Señor nos muestran el camino sanador y
salvador: “Traédmelo”.
Guiemos,
pues, a los niños al Salvador y Sanador Cristo Dios. Padres y
maestros, intentemos armarlos con el temor a Dios desde pequeños.
Enseñarlos a ir en la Iglesia y participen en los santos Misterios.
Transmitirlos en sus psiques las palabras de Dios y exhortarlos a que
luchen de acuerdo con la voluntad de Dios. Y aún, si algunos jóvenes
han salido del camino, intentemos a indicarlos lo correcto con agapi,
discernimiento y con el mejor ejemplo nuestro. Paralelamente oremos
nosotros en vez de ellos con oración ferviente, para que escapen de
las garras del diablo y regresen al Redentor, la fuente de la
verdadera felicidad.
2.Señor
ayuda
mi
incredulidad
El
Padre
del
demonizado
joven
tenía
su
fe
incompleta;
sin
embargo,
no
sabía
a
dónde
más
podría
tener
esperanza. Se dirige, pues, hacia al Señor y con palabras que
revelan su desesperación y su poca fe y Le dice: “Compadécete de
mí, si puedes hacer algo, ayúdanos”.
Pero
la
cuestión
no
es
si
el
Señor
Jesús
podría
hacer el milagro. Es absolutamente cierto que el Θεάνθρωπος
(zeánzropos, Dios y hombre) tenía la fuerza de ayudar y sanar al
joven atormentado.
El
obstáculo es la poca fe del padre. Por eso, antes de sanar al niño,
el divino Maestro ayuda al padre a sentir su debilidad y confesar con
lágrimas: “Creo, Señor, ayuda mi incredulidad”.
El
Señor
es
omnipotente.
No
hay
algo
imposible
para
Él.
Lo que “compromete y bloquea” Su fuerza es nuestra poca fe. Esta
no le deja hacer milagros en nuestra vida.
Recordemos
qué les ha pasado los compatriotas del Señor, los Nazarenos. Aunque
le tuvieron tan cerca, no Le creían. Por esta incredulidad de ellos,
Nazaret fue privada de Sus admirables obras.
Oremos
pues
al
filántropo
Señor a reforzar nuestra fe. La fe pasa por distintos estadios hasta
perfeccionarse. Decir nosotros también como los Apóstoles: “Señor,
añádenos fe” (Lc 17,5).
Y
si
alguna
vez
tenemos
dificultades
y
tenemos
la
sensación
de que
el
Señor
no
escucha
nuestras
oraciones,
tengamos
paciencia
y
aprovechemos
cada
prueba
para
que
se
vaya
consolidando
y
creciendo
la
fe
y
nuestra
dependencia
del
todopoderoso
Cristo Dios.
3.
Por encima de toda fuerza
El
Señor
giró
hacia
el
joven
que
estaba
estirado
al
suelo
y
habló
estrictamente
al
espíritu
sucio:
“Espíritu mudo y
sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él...”. ¡Te
lo mando Yo el Hijo y Logos de Dios!
Y
el espíritu maligno, mientras gritó fuertemente y removió el niño,
se fue lejos. Esta es la sorprendente potencia de Cristo. Su logos
como “una espada aguda” (Apoc 19,15), destruye los demonios y sus
obras mal astutas. El diablo aunque se presenta “como león
rugiente” (1ªPed 5,8), no puede parar ante el Cristo. En el nombre
del Señor Jesús Cristo se someten todas las fuerzas “de las que
están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Fil
2,10). El cristiano que invoca el nombre del Señor Jesús con fe y
vive unido con Él, no tiene miedo a hechizos o mal de ojos, ni
magias, tampoco otras influencias demoníacas. Lucha con fuerza
contra los ataques del maligno y los rechaza con seguridad y certeza,
porque cree al Señor Jesús Cristo, Dios todopoderoso y Vencedor
eterno del diablo y la muerte.
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