ΚΑΤΑ
ΙΩΑΝΝΗΝ
ΕΥΑΓΓΕΛΙΟΝ
El Evangelio de San Juan
Capítulo
15
(En
letra normal traducción más literal del texto original en griego
clásico y en letra cursiva en griego moderno ampliando un poco el
sentido de cada frase, por memorable Panagiotis Trémpelas,
teólogo y catedrático, cualquier error por favor avisarnos).
1-11 Cristo es la vid verdadera. 12-17 El
mandamiento de la agapi. 18-27 El odio del mundo contra Cristo y sus
discípulos.
1 Yo soy
la vid verdadera y mi Padre es el labrador o viñador.
2 Todo
sarmiento que en mí no lleva fruto, el Padre lo corta; y todo el que
da fruto lo cuida, lo limpia y lo poda, para que dé más fruto.
(Cada hombre que dice que cree en mí y no tiene la virtud como
fruto de la fe, el Padre lo separa de mí. Al contrario, el que tiene
obras de virtud, le ilumina y le refuerza para que pueda hacer obras
más virtuosas.)
3 Y
vosotros gracias al logos que os he anunciado y enseñado, estáis
lúcidos y limpios, como sarmientos espirituales estáis
purificados y preparados para fructificar;
4
Permaneced unidos en mí y yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento
no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros si no permanecéis unidos en mí, no podréis
hacer obras virtuosas.
5 YoSoY
la vid y vosotros los sarmientos. El que permanece unido en mí y yo
en él, ése trae mucho fruto. Porque sin mí nada podéis hacer.
Separados de mí, sin mi jaris o gracia que es mi energía
increada, vivificadora, sanadora y salvadora que emana de mí, nada
bueno podéis hacer.
6 El que no permanece unido en mí, será
echado fuera como el sarmiento inútil, y se seca, y los hombres los
recogen y los echan al fuego para que ardan.
6. Aquel que no
permanece unido en mí espiritualmente, será echado fuera como el
infructuoso sarmiento; y se secarán porque no tienen vida espiritual
y no les queda ni huella de energía increada jaris, gracia. Éstos
espiritualmente son como los sarmientos secos, y serán echados por
los ángeles al fuego eterno del infierno.
7 Si
permanecéis unidos en mí, las enseñanzas de mis logos permanecen
como tesoro en vuestros corazones, pedid todo lo que queráis,
mediante la oración en mi nombre, y os será concedido.
8 En esto
será glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto (de virtud) y así
os convertiréis y os haréis dignos discípulos míos.
9 Como el Padre me amó, yo también os he
amado a vosotros; permaneced en mí agapi-amor.
9. El vínculo que nos
une como los sarmientos con la vid, es la agapi-amor. Tal y como me
amó el Padre, cuando me hice hombre y mostré obediencia en él, así
yo también os he amado. Seguid permaneciendo en mi agapi,
demostrando que sois dignos merecedores de ella.
10
Permaneceréis en mi agapi, si guardáis y aplicáis en vuestras
vidas mis logos-mandamientos, tal y como yo he guardado los
logos-mandamientos de mi Padre y permanezco siempre en su infinita
agapi (amor divino y energía increada).
11 Estas
cosas os he dicho para que sea transmitida y esté dentro de vosotros
mi alegría y gozo y vuestra alegría sea completa y el gozo colmado.
12 Éste es
mi mandamiento: «Que os améis unos a otros, como yo os he amado.»
13 Nadie
tiene mayor agapi-amor que este, que uno ponga su psique o vida por
sus amigos.
14 Pero
vosotros, por los que yo me sacrifico, sois mis amigos y
seréis siempre mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 Ya no os
llamo más siervos, porque el siervo no conoce lo que hace su señor.
Os he llamado y llamo amigos míos, porque todas las cosas que he
oído de mi Padre os las he dado a conocer. (Por lo tanto, tenéis
mucha gnosis-conocimiento de lo que yo hago y sabéis la causa por la
que lo realizo, es decir, para que con pleno conocimiento seáis
colaboradores y continuadores de mi obra.)
16 No me elegisteis vosotros a mí, sino yo a
vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto y este
fruto vuestro sea permanente; para que todo lo que pidáis al Padre
en mi nombre, él os lo dé.
16. No me elegisteis
vosotros a mí, sino que yo elegí a vosotros, y os he destinado en
la gran obra de Apóstol, para que vayáis predicando el Evangelio y
deis fruto como los buenos sarmientos. Este fruto vuestro que será
la sanación y la salvación de las psiques inmortales, permanecerá
eternamente. Os he dado el privilegio a fin de que todo lo que pidan
al Padre, mediante la oración en mi nombre, él os lo dé.
17 Esto os
mando: que os améis los unos a los otros y que permanezcáis
unidos y fuertes en esta agapi, así seréis potentes e invencibles
de los que os odiarán.
18 Si el
mal astuto y maligno mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado
antes que a vosotros.
19 Si fuerais del mundo, el mundo os amaría
como cosa suya; pero como no sois del mundo, antes yo os elegí y os
he sacado del mundo, por eso el mundo os odia.
19. Si fuerais del mundo
pecaminoso y tuvierais vida pecaminosa, entonces el mundo os amaría,
porque os consideraría como suyos. Pero como yo os he escogido del
mundo, por eso el mal astuto o maligno y la gente del mundo sin
metania os odia.
20 Acordaos
siempre del logos que yo os he dicho: no es el siervo mayor que su
señor. Si los hombres del mundo me persiguieron a mí, también a
vosotros os perseguirán; si han guardado mi logos, también
guardarán el logos vuestro.
21 Todas estas cosas os harán por causa de mi
nombre, porque no conocen al que me ha enviado.
21. Pero todas estas
cosas os harán a causa de la fe que tenéis en mí y por confesar y
predicar en mi nombre, porque no tienen verdadera y ortodoxa gnosis
de Dios, ni quieren conocer aquel que me ha enviado.
22 Si yo no
hubiera venido en la tierra y no les hubiera hablado y enseñado el
logos de la verdad y mis milagros, entonces por esta
ignorancia e incredulidad, no tendrían culpa o pecado, pero
ahora no tienen excusa por su pecado.
23 Porque
aquel que me odia a mí, odia también a mi Padre.
24 Si no
hubiera hecho ante ellos milagros y obras sobrenaturales que nadie,
del Antiguo Testamento, ha hecho, entonces no serían
culpables, ni tendrían pecado. Pero ahora están en pecado porque
han visto mis obras y, a pesar de todo, han odiado a mí y a mi
Padre, quien me envió en la tierra.
25 Pero es
para que se cumpla el logos profético que está escrito en su ley:
“me han odiado sin motivo.”
26 Pero
cuando venga el Paráclitos, Espíritu Santo, al que yo os enviaré
de parte del Padre, el Espíritu Santo de la verdad que la
transmite a los hombres, el cual procede del Padre, como un
río emana de su fuente, él os dará testimonio de mí.
27 Y vosotros también daréis el buen
testimonio, porque habéis estado desde el principio conmigo.
27. Y vosotros también
daréis el buen testimonio, porque estáis conmigo desde el principio
de mi aparición pública, e iluminados por el Espíritu Santo
entenderéis más profundamente y daréis testimonio de todo lo que
yo hice y dije, predicando con claridad.
Traducido
por: χΧ jJ www.logosortodoxo.com
(en español)
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