El
uso de la noerá
energía y de la energía lógica del hombre,
según
SAN GREGORIO PALAMÁS
Homilíia
del
congreso
científico
Internacional
“San
Gregorio
Palamás
en
la
historia
y
el
presente.
Nov. 1998.
(Archimandrita
Efrén, Yérontas
del Monasterio Vatopedion
Santa Montaña Athos)
Pequeño
léxico.
Θεοπρεπής
zeoprepís:
Este bonito término es utilizado mucho por san Gregorio Palamás y
san Máximo el Confesor. Es impresionante la manera θεοπρεπής
que
escribe a través del Espíritu Santo san Gregorio Palamás. Cada
frase suya y cada palabra está escrita de modo θεοπρεπής
y expresa un fondo divino admirable.
“Θεοπρεπής
zeoprepís-de
forma, manera divina
o
según el modo de Dios, o
tal
como Dios manda:
La teología habla sobre Dios “θεοπρεπής-de
forma divina o según la manera de Dios o dícese también como Dios
manda”.
La utilización de todos los conceptos y los iconos
(imágenes) para la aproximación del Misterio Triádico y el dogma,
se hace de manera “θεοπρεπής”.
Por ejemplo, la fe es hiper logos, es superior a la lógica, la
lógica dice uno mas uno dos, la fe uno más uno igual infinito,
hiperlógica. Dios Trinidad 1+1+1=1 un infinito, no hay dos
infinitos. La lógica dice que no se puede resucitar, la fe sí. Los
términos “Dios Padre”, “Hijo” “Espíritu Santo”,
“Persona”, “esencia”, se utilizan por la teología de un modo
“θεοπρεπής-de
modo y manera divina” y se comprenden “θεοπρεπής,
tal y como Dios manda”. El término “Padre”, tal y como escribe
san Basilio el Grande y san Gregorio de Nicea, expresa la relación
de Dios Padre hacia el eterno, atemporal y perpetuo nacimiento del
Hijo. La misma analogía vale también para el discernimiento y la
diferencia de la divina esencia y energía. No es posible que la
esencia y la energía las tomemos como dos cosas o estados
independientes entre sí. Pero, tal y como se recalca al Tomo
sinódico, la esencia es la causante y la energía lo causado. Pero,
todo esto se entiende “θεοπρεπής-de
forma, manera divina” y no con la razón humana.
El Padre como
progenitor del Hijo y proyector del Espíritu Santo, es “deidad
teógona, fuente de deidad y origen de deidad”, el cual progresa
naturalmente “θεοπρεπής
de manera divina” y no “del no ser o inexistencia” y por su
voluntad el Hijo y el Espíritu Santo. Dice san Gregorio Palamás que
con esta forma inefable podemos llamar al Padre como causa de las dos
personas divinas de la Trinidad, y que el Hijo y el Espíritu Santo
son causados de Él. Pero este inefable misterio se formula sólo
apofáticamente
(confirmación negativa, si lo que no es) y ningún acoplamiento se
puede hacer con lo que ocurre en el génesis de lo creado. En este
caso el principio creador es el Padre, el cual es fuente de todo
dentro en la Triada, pero también en la Triada económica, para que
de esta manera se proteja el dogma de la monarquía (único
principio) del
Padre,
el cual Padre, por
el Hijo en
Espíritu Santo crea todo. Ninguna energía del Padre se manifiesta
en la creación aisladamente. Sigue la forma “θεοπρεπής
de modo manera divina” “del
Padre,
por
el Hijo y en
Espíritu Santo”, percepción que primero fue desarrollada por san
Atanasio el Magno, y que a continuación adoptaron también los otros
Padres, como san Epifanio, san Basilio el Magno, etc.
7, Εκ,
ek
de, desde. “”Διά
diá,
por,
para, de, medio de, de parte, a través.
Εν
en,
al
o a la. (En todas las traducciones utilizo el Εκ
de o del, διά
por,
Εν
en.)
Ninguna
energía del Padre se manifiesta en la creación aisladamente. Sigue
la forma
Θεοπρεπής
(zeoprepís
de modo manera divina) “de”
el Padre, “por”
el Hijo y “en”
Espíritu Santo”, percepción la cual primero la desarrolló san
Atanasio el Magno, y que a continuación adoptaron también los otros
Padres, como san Epifanio, san Basilio el Magno, san Máximo el
Confesor, san Gregorio Palamás, etc.
Λογική,
lógica es la fuerza de la psique por la que tenemos conciencia del
mundo ambiental y nos venimos en relación con él. Con el nus
adquirimos la experiencia de Dios y con la lógica de la mente o
intelecto cuando hace falta formulamos a la medida de lo posible
estas experiencias.
Νοῦς
nus,
en la enseñanza patrística el término se utiliza diversamente.
Unas veces le usan para mostrar la psique (alma), otras el corazón
psicosomático y otras una energía de la psique. Pero principalmente
nus es el ojo de la psique, la parte más pura, es la finísima
atención. Se llama también energía noerá (espiritual humana) y no
se identifica con la energía lógica del cerebro.
Διάνοια
diania
mente,
intelecto, que
está en el cerebro o enkéfalos. Διά diá= dividido por, a
través, para, por; y νούς-nus. Diania (de dianús) es la
mente,intelecto
o cerebro la parte de la energía del nus que elige, divide y analiza
un loyismós, (pensamiento simple o unido con la fantasía, idea o
reflexión. La capacidad lógica y intelectual del hombre, función
de la cual es la deducción de conclusiones o la transformación y
desarrollo de conceptos que resultan de los datos que se facilitan
por “apokálipsis”,
revelación
o descubrimiento, o mediante gnosis
y
percepción espiritual, o por observación de los sentidos, es decir,
todo lo que percibe el nus interior y exterior, la diania lo
desarrolla y exterioriza. La gnosis de la diania
(mente,
intelecto, cerebro) es, pues, inferior a la increada gnosis
espiritual
que se percibe por el nus.
Ψυχή
Psique alma,
ánima, el término viene desde la antigüedad y se usa igual hasta
hoy. En el Nuevo Testamento y los santos Padres, se usa a menudo en
vez de la palabra anzropos,
humano, hombre, (Rom.13,1). A veces en la Sagrada Escritura significa
simplemente la vida. (Mat.2,20. Juan10,11. Rom.16,4), Pero psique
se
dice sobre todo el elemento espiritual de nuestra naturaleza, la otra
naturaleza es la física material (el soma, cuerpo) que se convierte
en cadáver y se disuelve cuando sale la psique. La psique contiene y
vivifica el cuerpo y no al revés. La psique se divide de los
filósofos y los Padres en tres partes:
1)
λογιστικό
(logistico) que es la parte de los loyismí, 2)
ἐπιθυμητικό
(epicimitikó) anhelante que es la parte o espacio de los deseos y 3)
θυμοειδές
(zimoidés) irascible que es la parte de las emociones. El anhelante
y el irascible constituyen el espacio pasional allí funcionan y
operan los pazos.
(Sugerimos
también leer el miniléxico que creo que lo tienen, sino me lo pides
y os lo envío).
El
uso de la noerá
energía y de la energía lógica del hombre,
según
SAN GREGORIO PALAMÁS
(Por
el Yérontas Efrem de Vatopedi)
Me
contiene enteramente temor y anhelo, cuando estudio o tengo que
hablar para el gran teólogo y Padre de nuestra Iglesia San Gregorio
Palamás. Anhelo porque éste Santo expresa de forma única el
pensamiento teológico de los Padres, respecto a la enseñanza
analítica y precisa sobre las increadas ideas finas y divinas
(dogmas) Triadológicas y Cristológicas. Pero sí, explica y
“apocalipta” revela descubrimientos muy difíciles sobre las
verdades antropológicas
humanas. Siento temor sagrado, porque me da miedo que interprete mal
algo de sus enseñanzas y de la vida carismática del Santo. Pero
esperanzado en sus
bendiciones, continúo en el
desarrollo de un tema tan fino e importante que toca la experiencia
de la vida cristiana ortodoxa.
San
Gregorio Palamás en su segunda homilía sobre la Presentación,
donde nos presenta la persona (prósopon) de la Zeotokos (madre de
Dios) como
modelo de la vida Hisijasta, habla detalladamente sobre las cinco
fuerzas de la psique: 1)
νοῦς
(nus),
2)
Διάνοια
(diania-cerebro,
mente, intelecto), 3)φαντασία
(fantasía),
4)δόξα
(doxa,
gloria u opinión),
5)αίσθηση
(sentido,
sentimiento, sensación o intuición). Allí, éste gran maestro en
anatomía de la psique humana aclara, que la diania es fuerza lógica
racional y que completa con diversos loyismí (pensamientos,
reflexiones) desarrollados la gloria, o sea, la opinión y tiene como
sede el cerebro. El nus es esencia autóctona que tiene como su
principal energía la “noerá”(espiritual humana).
Pero cuando recae de éste movimiento, se limita solamente a la vida
dianoítica (mental, racional e intelectual).
Palamás,
según todos los Santos del Tomo Ayiorita, quiso confirmar y
certificar el discernimiento entre energía lógica y la
energía
noerá.
Tal
como en la Deidad distinguimos esencia
y energía, lo mismo ocurre en el
nus humano, existe esencia y energía: "otra cosa es esencia del
nus,
otra es la energía". El
nus en su estado natural, puntualiza Palamás, se encuentra dentro
del corazón (centro psicosomático), en el centro interior como
instrumento, no como en un envase y el corazón constituye, según el
Santo, "el primer instrumento corporal (carnal) logístico".
La noerá energía del hombre se manifiesta cuando el
nus se une con el corazón después de desprenderse de todo tipo de
loyismí,
(pensamientos,
reflexiones, meditaciones, imágenes y fantasías de su
diania, mente, cerebro).
El
hombre tiene dos ojos psíquicos. Uno
es la diania
(mente, cerebro), la
cual su condición real es la gnosis (conocimiento creado). Pero el
hombre con su diania
puede estudiar también lo Increado,
ocuparse según que condiciones con distintas "zeorias,
contemplaciones, expectaciones",
percepciones y conceptos espirituales. La diania
no constituye el principal ojo de la psique, porque no puede conocer
empíricamente, por experiencia los tesoros celestes. Ella
puede por sí misma pensar, intelectualizar, meditar, juzgar, razonar
y analizar por ello, las noerás
(del nus) percepciones (espirituales en el corazón) y las sensibles
de los sentidos. El otro
ojo psíquico principal es el
nus,
o sea, la noerá
energía dentro del corazón, centro interior del hombre, con la cual
se consigue la divina visión, contemplación y gnosis
(conocimiento
empírico,
por experiencia) de Dios, por Sus deificantes
energías
increadas.
Con
la diania,
la lógica, podemos comprender la existencia de Dios mediante los
logos de los seres, la causa de sus existencias, sobre la providencia
y el discernimiento de
sus logos. Pero no podemos con la diania unirnos con Dios. San
Gregorio recalca que, sí queremos unirnos y tener en nuestro
interior a Dios, debemos de pasar obligatoriamente por el camino de
catarsis
(sanación) del corazón y por la virtud, superar cada sentido,
loyismós, reflexión,
pensamiento
y conocimiento-
gnosis,
de manera que encontrando la noerá
energía, mediante la permanencia en esta oración inmaterial,
llenarnos con el esplendor sobrenatural del Espíritu Santo.
La
Panayía Virgen, como modelo Hisijasta, permaneciendo dentro del
"Santo de los Santos o altar de los altares", cuando se
desprendió de cada tipo de virtud, porque "ya no daban fruto
para su extrema intimidad hacia Dios, investigaba las fuerzas
psíquicas, consiguiendo así, de modo sobrenatural, la unión con
Dios". Superando mientras tanto las cuatro restantes fuerzas
psíquicas, el instinto o sentido, la fantasía, la diania (la
lógica), la gloria o la opinión y cuida al nus, descubre la noerá
energía mediante el noeró
silencio (paz y serenidad en el corazón). Así mientras se desapegó
de toda relación materialista, "conjunta y gira su
nus hacia
sí mismo con cuidado y oración divina continua". Sólo se
cuida de la oración, se sobrepone por encima de todo lo
creado,
ve la doxa=gloria increada de Dios y contempla la Divina energía
Jaris, de una forma superior que la visión divina de Moisés.
San
Gregorio Palamás habla sobre tres uniones, la unión esencial entre
personas-hipostasis
de la Santa Trinidad, la unión hipostática
(base, fundamento subsistencial o substancial) de la divina y humana
naturaleza en la
persona del Zeántropos Dios-hombre
Logos Cristo y la unión por energía entre Dios y los seres lógicos
y noerós
(espirituales). En ésta unión por la energía,
que se crea por la relación personal de Dios con el hombre, por
parte de Dios participa de la principal, la superior de Sus energías
increadas,
la deificadora, que se distingue de las otras energías
increadas,
que son la esenciadora, la vivificadora, la mantenedora
o cohesiva
y la creadora de sabiduría (sapiencial). Por parte del hombre
interviene su más alta y superior energía creada, la energía noerá
(espiritual humana)
del nus, porque sólo a través de ella se ha dado al hombre la
posibilidad de conseguir la divina comunión, unidad, afinidad,
vista, espectación y contemplación, es decir, la zéosis. Sólo así
el creado ser del hombre puede unirse con lo Increado.
El
ejercicio, ascesis de las virtudes, tiene como finalidad la unión
del hombre con Dios por Su energía increada
Jaris
(gracia).
Con las virtudes podemos llegar a la semejanza de Dios, pero sin la
consecución de la unión ontológica por la energía Jaris no
logramos, "no resistimos, sufrimos" la zéosis. Las
virtudes preparan el campo para el recibimiento del don de la oración
pura que celebrará la divina unión.
Una
de las consecuencias del pecado original fue la interrupción
inmediata de la comunión de Adán y Eva con Dios, que se hacía
mediante la energía noerá de la psique por parte del hombre y la
deificadora energía increada
Jaris por parte de Dios. Cuando los Padres hablan de "oscurecimiento
de la imagen o
del
nus" del hombre después de la caída, no quieren decir que el
hombre perdió su lógica, sino su noerá
energía. La lógica, la independencia o libre voluntad y la libertad
no se perdieron por la caída, pero fácilmente se pueden equivocar,
engañarse y salir del camino correcto de la fe en Dios y funcionar
de manera antinatural. Después de la caída hubo la disgregación de
las fuerzas psíquicas del hombre. Estas fuerzas y sobre todo la
noerá
energía, se debe ahora, con la Jaris la energía increada de Dios y
la sinergia o cooperación del hombre reunificarse y volver dentro,
al lugar del corazón, que es el centro espiritual de la persona
humana, el trono de la Divina energía Jaris, de forma que
reencuentre el hombre "aquella ancestral e admirable belleza",
terapiar y sanar su personalidad humana.
La
esencia del nus,
que reside en el corazón, es intransitiva "nunca se
deja o se abandona a sí misma",
pero su energía se traslada y se derrama fuera, a través de los
sentidos,
sensaciones y los loyismí (pensamientos, reflexiones, meditaciones).
Esta energía el asceta o el atleta practicante intenta restablecerla
en la esencia, con la oración noerá
o
del corazón, de manera que el
nus retorne a sí mismo y después unirse con Dios.
El
hombre conoce con
su lógica
que existe Dios
y que se manifiesta a través de sus mandamientos e intenta mediante
su esfuerzo personal, conocer, amar, encontrar y conseguir la manera
en que podrá unirse con Él. El esfuerzo máximo se hace en la
oración. El hombre ora con logos (lemas, frases)
que se forman dentro en su diania
(cerebro, mente, intelecto),
teniendo
conciencia clara de su debilidad, pecaminosidad y desacierto para
lograr su destino. Con profundo análisis, autojuicio, recogimiento y
duelo, se arrodilla ante Dios y pide Su misericordia, Su caridad.
Dios da y da "en sentido, sensación,
sentimiento", su Deificadora energía Jaris a los que ve que
dignamente y con gratitud recibirán y asimilarán este regalo. Con
la llegada de la Jaris, sentida dentro del corazón, en éste lugar
se hace la oración. El hombre, caminando la vía de la verdadera
metania
descubrió la noerá
energía en su corazón; así realizó la entrada del nus dentro de
su corazón. Empieza a perseguir y pedir del Señor la completa
catarsis, sanación de su corazón de los pazos. La memoria de Dios
domina toda su existencia y el nombre de Jesús se hace uno con su
corazón y respiración. Si el cristiano insiste por la metania,
en ese estado bendito de oración, entonces Dios le da el carisma,
don de oración continua, que es oración auto-energizada,
auto-operativa con la noerá
energía dentro de su corazón, la noerá, la del corazón, la pura,
la oración del Espíritu Santo dentro del corazón humano. Los
términos son idénticos, cuando se usan por los Padres. El que tiene
el don de la oración continua puede ocuparse con la monóloga
oración o bendición, o sea, la memoria de Jesús dentro de su
corazón, mientras que con su
diania
a la vez estudiar lo que quiera o cualquier otra cosa.
Respecto
al discernimiento de la energía lógica y la noerá,
podemos explicar el siguiente fenómeno. Distinguidos científicos
que tengan extremadamente desarrollada la energía lógica, sean
ateos o no, no hayan conocido a Dios empíricamente, es porque no han
descubierto la noerá
energía. Por otro lado, ejemplos de ello, hombres casados o
analfabetos o con enseñanza y estudios mínimos, que sean Santos de
nuestra Iglesia, porque tenían extremadamente desarrollada la noerá
energía, como
San
Antonio
el Magno,
nuestros contemporáneos Sabios Santos Yérontas José elnHisijasta,
Jacobo Tsalikis, Porfirio, Paisios, Efrén Katunakiotis, San Siluán
el Athonita,
etc. En cambio algunos Santos, como Santa Katerina, San Máximo el
Confesor, los grandes maestros y jerarcas como el Mega Atanasio, Mega
Basilio, Gregorio el Teólogo, San Juan el Crisóstomo, nuestro San
Gregorio Palamás, y hoy en día, nuestro bendito Sofronio el de
Essex, tenían extremadamente desarrollada a la vez la energía
lógica y la noerá.
Puede que en alguien funcione esta noerá
energía, pero como no conoce la enseñanza Patrística de los Santos
Padres, no se haya concienciado que es lo que ocurre exactamente
dentro de su corazón, pero seguro que tiene en el corazón
sensaciones y sentimientos de divinas vivencias.
La
unión del
creado hombre con el increado
Dios, mediante la noerá
energía en su corazón, no se puede hacer sin energización y
operación de la Jaris, (la increada energía de Dios). Tampoco por
la existencia de su noerá
energía, el hombre puede percibir la divina Jaris de Dios sin la
operación energizadora y operativa de Ella. Podemos decir que la
noerá
energía constituye el índice para el descubrimiento de la Jaris de
Dios. Aquel que participa y está en comunión con la energía
deificadora, conoce empíricamente por su experiencia la noerá
energía de su psique dentro de su corazón durante la oración.
El
hombre se encuentra en el primer estadio de su perfeccionamiento
espiritual, en el de la catarsis, cuando empíricamente está en
comunión con la energía increada
catártica
o sanadora
de Dios a través de la noerá
energía dentro de su corazón y siente la energía Jaris como "fuego
consumidor", la cual sana, purifica, limpia su corazón de los
pazos
y le conduce a la adquisición del divino ardor eros o celo, de
manera que trabaje dentro de los mandamientos de Dios y cumpla con
Su voluntad.
Cuando
el hombre asciende
en el segundo estadio, el de iluminación, que es participación de
la energía increada
iluminadora de Dios, se encuentra en su estado natural, vive la
libertad, desapegado de sus propias pasiones emociones y apegos pazos
antinaturales y perversos y hace uso correcto de ellos. En ese
perfecto y estable estado de iluminación, todas las fuerzas
psíquicas y corporales adquieren
su funcionamiento natural, por Dios, sobre todo el
nús
y la
diania.
Entonces el hombre, según los Santos Padres, se convierte y se hace
realmente lógico, razonable en todas sus acciones, disposiciones y
vivencias. Siente y percibe la Jaris como luz, como una llama
ablandadora dentro de su corazón, ¡que admirable paz y dulzura
domina y se apodera de su psique y cuerpo!
Que "el cuerpo participa
de esta manera con la energía Jaris energizada por el
nus"
y que son comunes las energías de la psique y del cuerpo, esta es la
tesis principal en la enseñanza de San Gregorio. La luz increada,
el símbolo natural de
la Deidad que aún no lo ve, le
proporciona gnosis
increada-conocimiento
admirable, inconfundible, seguro y cierto, pero en cambio la diania
se cautiva frecuentemente de las proporcionadas "zeorías",
contemplaciones, expectaciones y visiones. (También San Gregorio
dice que nuestro nus es el ojo principal y el único que puede verse
asimismo interiormente y exteriormente).
Durante
la zéosis, o sea, la participación en el perfeccionamiento de la
deificadora increada
energía Jaris, ocurre un cese de todas las funciones del cuerpo y
también de ésta noerá
energía. La contemplación de la luz increada,
"ésta luz, la espléndida y brillante naturaleza divina, con la
cual comulga y
participa Dios con los dignos" se hace "en sentido"
con la noerá
energía del hombre, pero es superior a todo,
de todo
sentido, logos y nus,
así ven los visionarios de Dios la luz divina. El practicante,
viviendo el mandamiento de Cristo: "μετανοείτε
metanoite,
(metá-nus,
girar vuestro nus hacia vuestro interior,
arrepentíos y confesaos)
ha llegado la realeza increada de los cielos" y esforzándose en
la noerá oración del corazón,
transforma
el corazón de manera que lo hace receptivo de la zeoría,
contemplación de la luz increada,
mientras Dios lo quiera. Así en el momento que no lo espera,
“durante la pausa total de toda noerá
energía” contempla “la doxa=gloria de esta santa naturaleza,
cuando Dios consiente y quiere introducirnos
en los misterios espirituales” y no cuando el mismo hombre lo
quiere y lo programa.
La
unión con la noerá
energía, en la iluminación, sobre todo por la sobrenatural unión
con Dios, que está por encima del nus y el sentido del hombre,
durante la zéosis,
no puede explicarse intelectualmente, lógicamente
es incomprensible, ininteligible.
Por eso los Santos Padres en estas etapas del perfeccionamiento
espiritual hablan de manera apofática
(que es sí a lo que no es).
Describiendo el estado de la zéosis San Gregorio dice "pues,
nuestro nus se vuelve fuera de sí mismo uniéndose con Dios, pero se
supera a sí mismo", pero también Dios "sale fuera de sí
mismo, sin salirse, y en ésta suprema unidad espiritual, se une con
nosotros". Durante ésta unión, el visionario de Dios ve a Dios
como luz increada "contempla luz suprema sobrenaturalmente y
conoce exactamente de quién y de dónde es lo que ve, en aquel
momento no lo sabe pero tampoco puede investigar la naturaleza de
ésta luz, porque el Espíritu de lo que está contemplando es
inescrutable". Y es cierto que solamente "el que aprendió
por experiencia conoce las energías del espíritu". Esta
experiencia no se consigue con la lógica racional de la mente o
intelecto, pero si se consigue "por la verdadera e inexplicable
energía
y dínamis
(fuerza, potencia) del
Espíritu".
Debemos
de recalcar, que la energía lógica del hombre, durante la
investigación y búsqueda para lo Increado, puede causar engaño,
cuando se considera como auténtica y se relaciona con tres clases de
personas repercutiendo en sus vidas espirituales. Comentamos estos
engaños empezando por el más grande y visible, acabando con el más
fino, sutil y difícil de distinguir.
En
el primer tipo de engaño, la lógica, razón (de
la diania-mente,
intelecto) expulsa la fe. El hombre, aceptando como única realidad
la que le dicta su lógica, mediante las leyes
naturales y la ciencia, tal como él mismo vive la vida sensible de
los sentidos, no puede recibir la semilla de la fe en su corazón. No
puede comprender que existe conocimiento y realidad, la cual es
superior
al logos de la
lógica razón humana y
superior a los sentidos sensibles y la naturaleza humana.
Porque, como dice Palamás, sólo la fe puede acercarse y hacerse
receptiva de la verdad del
supremo logos.
Este niega lo sobrenatural en su vida y al haber desarrollado una
lógica hipertrófica, sobrealimentada, pertenece al grupo de los
ateos o incrédulos.
La
segunda clase de engaño de la lógica
se relaciona con los que creen en Dios pero equivocadamente. Estos
pueden ser los heterodoxos cristianos o religiosos de cualquier otro
tipo.
La
teología que han creado los heterodoxos cristianos es noisiárjika
(es súper-racionalista, empieza por su
propio
nus y
diania,
por el espíritu del hombre
sin tener la energía divina Jaris),
no es empírica, por experiencia, no es cosecha de la revelación
apocálipsis
de Dios. El dios que es producto por la lógica del creado hombre, se
mueve siempre en los límites de la creatividad y es un dios que él
mismo fabrica como quiere, a su propia conveniencia, imagen y
semejanza. San Gregorio Palamás, interpretando la causa de tantas
malas interpretaciones, veneraciones, alabanzas y opiniones falsas,
heréticas del *escolástico Barlaam, nos dice que con la lógica y
la filosofía natural intentaba interpretar las cosas sobrenaturales
y lógico-supremas. En Occidente, desde la época de San Agustín
hasta hoy, domina esta tentación de la razón dentro de la teología
y es responsable ésta tentación de hacer y convertir en mundana,
cósmica o secular, la Iglesia Occidental. Logicocracia, (egoísmo
intelectual), racionalismo
es la causa desde siempre de todo
tipo de herejías y sectas. *(El
escolasticismo es el perfeccionismo intelectual, la madre de todas
las imperfecciones y herejías).
Pero
lo sorprendente en este tipo de racionalismo en la teología de
Occidente, mientras alguien diría que tendría que estar de acuerdo
y congeniar con la lógica de la ciencia, se encontraban y se
encuentran continuamente al lado opuesto. Apuntamos la tesis de la
Jerarquía de la iglesia Romano católica del Cesar papa, la cual
mediante su órgano oficial, la Santa Inquisición, condenaba los
científicos, por ejemplo, el juicio de Galileo en 1631. Y por el
lado contrario la Revolución Francesa (1789), que se inspiró del
espíritu Iluminador, sus pioneros
degollaron cientos de curas Franco Latinos.
Paralelamente,
los sistemas filosófico-religiosos de procedencia asiática expresan
su fe en un Dios impersonal, mediante ejercicios que generalmente se
proyectan por el camino de enganche al yoga y al dialoyismo
*,
ofreciendo a sus seguidores, la consecución de una alta situación
intelectual, que muchos la llaman actitud o estado mental que conduce
al hombre a la autorrealización, autodeificación, autozeosis.
*(
Yoga -yo ya- dialoyismo, engreimiento, meditación, dialogo solo
consigo mismo, el centro yo, meditación yoga=aumento
del egoísmo
llegando al egocentrismo y la egolatría).
En
ese engaño de auto-deificación, el hombre, se disuelve dentro del
abismo del absoluto superpersonal de una impersonal "Fuerza
Cósmica" o "Súper conciencia".
(Tipo nirvana, ¿y allí qué?, o sea, te llevan perdido al caos).
Las experiencias espirituales que ofrecen estos grupos y que seducen
a los que no han vivido la Divina
energía Jaris dentro de la Iglesia de Cristo, se basan en métodos
psicotécnicos de máximo desarrollo de
la diania (mente, intelecto),
que les conducirá a éstas supuestas experiencias y visiones. El
corazón de ellos permanece lleno de pazos
emocionalmente y patológicamente perturbado y ciertamente no puede
abrir el camino a la entrada de la noerá
energía y la Jaris, la energía increada de Dios. Con el ejercicio
del dialogismo-meditación trascendental, con la invocación de
mantras tipo zen, ram, om, so-jam e.t.c, se expresa un orgulloso,
eosfòrico (luciferito, demoníaco), individualismo que conduce al
error, al autoengaño de la autodeificación, o autozeosis. En
cambio, la práctica de la noerá
oración
en el corazón, que tiene como base la metania,
revela tapinofrosini
humildad en acción (mente y corazón sensatos y humildes). La
oración de Jesús alimenta y mantiene al divino eros, la agapi=
amor desinteresado hacia el prójimo y conduce a la
zéosis
del prósopo
persona, rostro humano.
La
tercera clase de engaño se relaciona con los Ortodoxos de nombre y
de tipo. Este tipo de engaño (autoengaño) es muy fino y difícil de
distinguir, se observa en los que creen en la existencia de lo
increado,
lo sobrenatural, en la realidad de la lógica suprema, suprarazón,
pero por causa de su sobrealimentada (sobre atrofiada) lógica, razón
y pazos
emociones, pasiones y patologías que habitan "en lugar
sagrado", en su corazón, no han conseguido la unidad esencial
de su corazón, con lo sobrenatural e increado, que es Dios.
En
ésta categoría pertenecen los que tienen una relación intelectual
con Dios, se recrean en ello y creen que conocen a Dios. Pero no han
conseguido la unidad divina que se relaciona con toda su existencia y
sobre todo con la noerá
energía en su corazón. Son aquellos que puede que tengan
exteriormente una vida ética, pero en esencia desconocen
profundamente que significa kázarsis
(catarsis, sanación) del corazón, desconfían de los milagros de
los Santos, ni siquiera se han conocido a sí mismos. La entrada de
la noerá
energía en el corazón contribuye a la unificación de las fuerzas y
energías de la psique
alma y pone en evidencia la catarsis
(sanación,
purificación o purgación) del nus,
recalca Palamás. Entonces el hombre anhela y
trabaja cada
virtud en armonía con su naturaleza y se mueve con dificultad para
toda maldad. Así se hace digno de recibir los divinos dones: la
perspicacia, la clarividencia, el presagio y el prever.
Paralelamente, autognosis-autoconocimiento lo tiene aquel que ha
conocido empíricamente, por experiencia la noerá
energía; pues, esta es a la que se refiere el Apóstolos Pablo
cuando dice "quién de los hombres conoce las cosas humanas del
hombre, sino el espíritu del hombre que está en su interior".
Este, el "espíritu del hombre", es la noerá
energía dentro del corazón del hombre, que participa, conecta y
comulga con el Espíritu de Dios y le indica los errores que comete
en sus relaciones con el prójimo y las faltas y excesos que hace en
su vida, le controla y revisa por cada desviación operativa e
intelectual de los mandamientos de Dios, le incita hacia la metania
y le consuela.
A
esta tercera categoría pertenecen también los que hablan y escriben
sobre Dios, teologizan, pero no le conocen empíricamente, por
experiencias vividas. Gregorio Akindinos, en principio alumno de
Palamás y después su gran acusador y seguidor del escolástico
Barlaam, teologaba
y
sabía de las letras Patrísticas, pero no tenía la previa y
necesaria experiencia de la energía increada Jaris, por eso cayó en
tantas malas interpretaciones. La verdadera e inconfundible teología
emana de la participación en las increadas
energías deificadoras, de esta sobrenatural unión y "solo de
ella proviene el teologar de manera segura y cierta". San
Gregorio Palamás llamó a Barlaam "maestro sin práctica ni
experiencia", porque no tenía experiencia viva de la oración y
la divina unión. Además,
según Palamás, el diablo es un experto de las Escrituras, puede
meditar, dialogar, pregonar y hablar extensamente sobre Ellas.
Vale
la pena elogiar los teólogos académicos contemporáneos que
subrayan, que "la llave" para la comprensión de las ideas
finas, los
*dogmas ortodoxos, el camino para la auténtica teología es la
experiencia y vivencia de la divina energía Jaris, la experiencia
que se conseguirá por la áskisis
práctica ortodoxa, la persecución y cuidado de la catarsis
del corazón. El punto central y esencial de la enseñanza de San
Gregorio Palamás es que la zéosis
del hombre no constituye un hecho moral basado en la lógica, en la
razón del hombre, sino que es un hecho ontológico, un hecho
empírico que concierne a toda la existencia del hombre. Se trata de
la participación personal en las energías increadas
del Dios personal.
*(Dogmas,
(ideas finas inalterables)
conociéndolos, comprendiéndolos y aceptándolos es más libertad,
no esclavitud como quieren vendernos algunos; los dogmas son las
condiciones indispensables para el camino de la catarsis, iluminación
y zéosis),
En
la vida monástica la tentación de la lógica, razón se manifiesta
con la obediencia que discierne y muestra la existencia de las
pasiones-pazos de soberbia, cobardía y mezquindad. Pero
el verdadero obediente hace libre e independientemente obediencia sin
distinción,
no examina, o sea, no razona los mandatos del Yérontas
(sabio guía
experimentado,
guía Espiritual Iluminado). Los primeros frutos que saboreará de
este trabajo suyo son la humildad y el afrontar sin miedo las
penas, aflicciones y tentaciones. La discreta
obediencia traerá la catarsis
(sanación)
del nus
y
conducirá al desapegado (monje o persona) en la adquisición de la
oración limpia, pura,
como habitualmente nos insta en sus obras el Yérontas
Sofronio de Esex (1896-1993). Porque el desapegado monje limitando su
energía lógica, cortando libremente su propia voluntad (la energía
egoísta del yo),
descubre la noerá energía en su corazón, la oración noerá o del
corazón. Por extensión, también cada cristiano cuando libremente
identifica su voluntad con la de Dios, aplicándola de manera
práctica en cada circunstancia, adquirirá experiencia de la vida en
Dios, hará de la vida en Dios su propia vida. Es entonces cuando el
hombre realmente se convierte en lógico, actúa con sensatez y
virtuosamente, hace uso correcto de su independencia (libre voluntad)
en cada decisión y acción. Cada infracción y desviación de la
voluntad de Dios, cualquier intencionalidad lógica humana a la que
el propio hombre obedezca, esencialmente es ilógica, insensata, es
engaño y pecado (enfermedad espiritual).
En
Occidente y para aquellos que se han dejado influir por la
teología, filosofía y corrientes sociales de Occidente, la lógica
se opone a la fe, lo natural se contrapone a lo sobrenatural y
viceversa. Se hace esto, porque estos hombres no distinguen entre la
noerá
energía espiritual humana que es receptora de la gnosis inolvidable
(α-λήθεια
a-licia)
e
increada
de
Dios y la energía lógica del hombre, que es el instrumento de la
creada gnosis-conocimiento.
La
teología ortodoxa, comprendida y percibida correctamente sin
influencias escolásticas, nunca, jamás puede chocar con la ciencia
y la filosofía, tampoco pide ningún sacrificio de la lógica que se
ocupa de
la
gnosis creada. Pero la lógica que quiere de forma auténtica conocer
y hacer objeto de su estudio lo Increado
la rechaza, como también la lógica escolástica. Dogma o regla de
la
teología ortodoxa es "expresar a Dios es difícil,
comprenderlo
aún más difícil"
San Gregorio el Teólogo.
La práctica, ascesis ortodoxa proporciona al hombre la posibilidad
de metamorfosis, transformación, conversión de su lógica
sobrealimentada, atrofiada y caída.
El
hombre cuando descubra y reconozca la noerá
energía espiritual en su corazón y se haga merecedor de ella,
mediante la práctica, ascesis de la tradición de la Iglesia
Ortodoxa, solamente entonces hará buen uso de su lógica que le ha
dado Dios. Entonces el hombre, que es “en potencia, dínamis",
prosopon,
persona, personalidad-hipostasis, empezará a convertirse "en
energía" prosopon,
persona, cuando se manifieste, se convierta y se metamorfosee "el
hombre escondido en el corazón" por la energía Jaris de Dios.
Cuando el "repugnante rostro, mascarás"
ha caído, en su lugar se descubre el prosopon
persona
personalidad
Crística.
La zéosis convierte al hombre en persona, prósopon
como imagen del absoluto prósopon
de Cristo. Durante la zéosis
del hombre, que testifica la comunión de discernidos y entrelazados
prosopos-personas, entre los muchos del género humano y la Santa
Trinidad, el hombre con la noerá
energía manifestada dentro en su corazón, se une con la increada
energía deificadora Jaris. El prósopon
fundamenta, infunde cada valor, virtud y la noerá energía, pero
también infunda la energía lógica o racional. Sólo el hombre que
se convierte en prósopon
por la Jaris la energía de Dios puede hacer un buen uso de la
lógica, porque encontrándose en el estadio de la iluminación, se
ha liberado de las cadenas de las pasiones, emociones patológicas,
los pazos
y sobre todo de la soberbia, orgullo que se manifiesta por la lógica
sobrealimentada, atrofiada (egoísmo intelectual y orgullo
espiritual, las madres de todos males).
Se
hace un buen uso de
la lógica cuando el hombre empíricamente por experiencia ha
conocido el discernimiento entre su energía lógica y su energía
noerá;
no deja entonces que preceda su lógica en su experiencia en Dios. En
esta relación empírica con Dios, la noerá
energía del hombre, el nus como único instrumento εποψίας
(epopsías)
de visión, percepción, espectación, contemplación de Dios, se une
con la increada
energía deificadora, común en las personas de la Divina Trinidad.
En el nus se revelará Dios; la lógica como energía será aquella
que formulará y expresará las experiencias
del nus. Esta sobrenatural apocálipsis,
revelación de Dios al hombre, mediante la noerá energía nos indica
el nivel superior, que ilumina el nivel inferior de la vida terrenal,
la natural apocálipsis,
revelación que se hace con la lógica. Entonces, en la diania
(mente-intelecto) del hombre se mueven varias teorías,
consideraciones y nociones,
como las beneficencias de Dios, estudio de la muerte, juicio y
paraíso, entendimiento, reconocimiento y estudio de la vida de
Cristo en la tierra y Sus Santos, zeoría,
contemplación sobre las creaciones sensibles y espirituales de Dios,
los Ángeles, estudio sobre la kénosis
vaciamiento del Dios Logos, reconocimiento y percepción de las ideas
finas inalterables Cristológicas y Triadológicas (dogmas). El
cristiano encontrándose en esta situación espiritual expresa en
energía la imagen lógica de Dios y sin duda hace un uso correcto
también de los miembros de su cuerpo. Sólo así se rinde en
reverencia a Dios "en espíritu y verdad" y se ofrece el
"culto lógico" del creyente. Entonces el creyente, por
experiencia, entra en el camino empírico de la teología. Adquiere
la visión de Dios, la vivencia y experiencia de la Divina Energía
Jaris mediante la noerá
energía y después teologiza auténticamente e inconfundiblemente
mediante su energía lógica. Si la teología permanece en el nivel
intelectual de la mente, diania
y no es emanación, resultado de visión de Dios (o de la Jaris), un
gran abismo las separa, dice San Gregorio; es como hablar de algo que
no has visto y no has adquirido. El carismático teólogo tiene
desarrollada de manera extrema su energía, tanto la lógica como la
noerá.
El
hombre contemporáneo encerrado en la logicocracia, racionalismo,
intelectualismo, en la tecnocracia, tecnicismos y en el realismo
humanizado que caracteriza nuestra época, es injusto consigo mismo.
Abandona el espacio de la libertad del espíritu al
nivel de lo mundano y terrenal. Palamás pone de relieve y proyecta
al hombre contemporáneo la verdad y la vida que abre la persona
humana a la eternidad. Así la vida en la tierra se hace preparación
para la eternidad y el hombre consciente y libremente con la
Jaris
la energía increada de Dios se convierte, metamorfosea en eterna
persona
e imagen de Dios.
Afrontar
correctamente los rápidos avances tecnológicos sobre todo la
genética y la información, como también ante una amenaza de
catástrofe ecológica, se puede hacer sólo por científicos y
políticos que sean portadores y que tengan desarrollada junto con su
lógica también la noerá energía, la inmediata y directa
experiencia, participación, unión, conexión y comunión con Dios.
Por el contrario, con sólo la lógica, razón y cualquier moralismo
noisiárjiko
(que empieza por el
nus
y la diania
humana),
estos hombres permanecen impotentes en los grandes desafíos
actuales, tanto de los éxitos científicos contemporáneos como del
consumismo insaciable.
El
hombre, "cansado y cargado en su corazón" de sus
debilidades, errores y pecados, estrés, ansiedad de bienestar y modo
materialista de vivir, busca de forma directa e indirecta ver y vivir
él mismo aquella vivencia que le reposará, aliviará la muy pesada
conciencia y le llenará de cualquier tipo de vacío existencial.
Nosotros le proponemos y sugerimos la vivencia conforme con la
Tradición Patrística de los Sabios Santos Padres. El retorno a los
Padres, la "seña, slogan" que empezó otra vez a
predominar hace unos años en la conciencia de la Iglesia, no
significa la persecución y enriquecimiento de saberes por la
literatura Patrística que se hace con la lógica razón de la diania
(mente-intelecto), sino aplicación sobre todo, de la experiencia
Patrística, que se manifiesta con el descubrimiento de la noerá
energía en el corazón del hombre por la energía Jaris de Dios.
Cuando
se desprecia la grandeza de la antropología cristiana, se falsea la
vida cristiana. Este desprecio no es demostración de tapinofrosini
(sensatez y humildad), sino engaño, error y gran pecado que excluye
el verdadero acercamiento a la metania
(giro del nus hacia su interior, confesión y arrepentimiento). El
pensamiento y la razón de que nosotros no somos merecedores y dignos
de las experiencias espirituales de los Santos, manifiesta una
inmadurez espiritual e inferioridad, una bajeza. Dentro de la
Ortodoxia existen muchos escalones, grados de experiencias del
Increado
y pueden vivirlas los que las anhelan,
sólo falta que conozcan el camino, el modo que conduce a ellas sin
que moleste a Dios.
San
Gregorio Palamás, maestro de la iniciación e instrucción y
mensajero de la energía increada Jaris, refiriéndose a los
elementos constitutivos de la existencia humana escribe: "el
hombre espiritual se compone de tres cosas, jaris de Espíritu
celestial, psique-alma lógica y cuerpo terrenal". Por lo tanto
el hombre espiritual, si tiene que conocer con claridad todos los
miembros de su cuerpo, tiene la obligación de conocer la increada
energía deificadora Jaris, cuáles son Sus cualidades y naturaleza,
cual es Su relación y como se consigue por el hombre, que cualidades
la favorecen y cuáles
la alejan. Paralelamente el hombre espiritual debe conocer las
fuerzas y energías de su psique-alma, sobre todo cómo descubrirá y
explotará la noerá energía que le hace partícipe de la
deificadora Jaris energía increada de la Santa Trinidad y como dice
San Gregorio Palamás, sin principio ni fin, eterno, pero también
nuevo hombre, renovada creación, por la energía increada Χάρις
Jaris
de
Dios. Amén.
(Archimandrita
Efrén, Yérontas
del Monasterio Vatopedion
Santo Monte Athos)
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